O artigo abaixo está em espanhol, pela facilidade de cópia para o blog (doc.). Mas é possível entender perfeitamente como tal agenda ameaça a família tradicional mundial, e não só ela, mas o próprio futuro da raça humana.
LA AGENDA DE GÉNERO
REDEFINIENDO LA IGUALDAD
Dale O´Leary
Escritora e investigadora,
de la Asociación Médica
Católica de Estados Unidos
ÍNDICE
PRIMERA PARTE
Capítulo
1. Feminismo y Género
Capítulo
2. Establecer la Agenda
de Género como Corriente Principal
Capítulo
3. Comprendiendo el Proceso
Capítulo
4. El Cairo.
Capítulo
5. Conspiración en Glen Cove
Capítulo
6. El mundo según Bella
Capítulo
7. Re-imagen del Género
SEGUNDA PARTE
Capítulo
8. Feminismo Radical.
Capítulo
9. El Feminismo Verdaderamente Radical
Capítulo
10. La División
del Trabajo.
Capítulo
11. La Re-definición
de la Igualdad
Capítulo
12. La Guerra
contra la Maternidad.
Capítulo
13. El Consejo de Europa.
TERCERA PARTE
Capítulo14.
La Indefinición
del Género.
Capítulo
15. Las Preparaciones.
Capítulo
16. China.
Capítulo
17. La Cuarta
Conferencia Mundial sobre la Mujer.
Capítulo
18. Los derechos de los padres.
Capítulo
19. Conclusiones.
PRIMERA PARTE
CAPÍTULO UNO: FEMINISMO Y GÉNERO
Sin fanfarria ni debate, la palabra sexo
ha sido sustituida por la palabra género. Antes hablábamos de
discriminación sexual pero ahora se habla de discriminación de género. Los
impresos, como el de las solicitaciones de créditos, solían pedir una
indicación de nuestro sexo pero ahora piden nuestro género. Ciertamente parece
bastante inocente. Sexo tiene un significado secundario –encuentro
sexual o actividad sexual. Género suena como más delicado y refinado.
Pero, si crees que el cambio señala un renacimiento de la sensibilidad
neo-victoriana, no puedes estar más equivocado. Este cambio y un gran número de
otras cosas de las que puede que todavía no te hayas dado cuenta, forman parte
de la Agenda
del Género.
Los que creyeron que la derrota de la Enmienda de la Igualdad de Derechos
significaba el fin de la era feminista deben echar otra ojeada. Las militantes
feministas han vuelto. Están en la poltrona del poder y están determinadas a
reforzar una nueva versión de su revolución –la Agenda de Género. Los que
creen que la acción afirmativa es una idea cuyo tiempo ha pasado pueden
sorprenderse al ver que existe un movimiento activo para hacer que se cumpla en
todo el mundo lo de las cuotas cincuenta/ cincuenta
hombre
/mujer.
Las feministas militantes han
aprendido de sus errores. Cuando no pudieron vender su ideología radical a las
mujeres normales, le renovaron la imagen. Ahora, tienen mucho cuidado de no
revelar sus objetivos verdaderos. Han trabajado en posiciones de poder dentro de
las instituciones existentes. Quieren lograr sus objetivos no por medio de la
confrontación abierta sino cambiando los significados de las palabras. La
envoltura puede parecer diferente pero los contenidos son inaceptables.
ESCUCHANDO A LAS FEMINISTAS
Mi interés por el feminismo comenzó
con la publicación de Feminine Mystique de Betty Friedan. El libro se
publicó después de graduarme en Smith College, que resultó ser también el alma
mater de la Señora
Friedan. Mis compañeras antiguas alumnas se emocionaban con
las introspecciones “demoledoras de mitos” pero yo no estaba tan convencida.
Mientras pasaban los años, cuanto más oía del feminismo, menos me gustaba. Las
feministas reivindicaban promover el progreso de las mujeres pero a mí me
parecía que las feministas tenían una idea muy oculta de lo que significaba ser
mujer y una idea incluso más misteriosa de lo que constituye el progreso.
Intrigada por lo que me parecían ser
contradicciones evidentes en la ideología feminista, decidí investigar el feminismo.
Leí a las escritoras feministas populares: Simone de Beauvoir, Betty Friedan,
Kate Millett, Susan Brownmiller, Gloria Steinem y otras muchas. La opresión de
las mujeres no parece ciertamente haberles evitado que se publiquen sus obras.
Las bibliotecas y librerías disponen de estantes de literatura feminista. La
sección de revisión de libros del New York Times publica regularmente
revisiones elogiosas de los últimos volúmenes de feministas de peso.
La mayoría de los libros que leí
tenían un tema común: Los hombres son unos monstruos y las mujeres siempre y en
todo lugar han sido oprimidas. El peso de esta evidencia podría haber sido
convincente (ciertamente otras muchas mujeres se hicieron feministas por ello).
Sin embargo, no me quedé convencida porque lo que decían yo no lo había
experimentado.
Por ejemplo, las feministas hablaban
de cómo todas las mujeres de los años 50 habían estado oprimidas pero yo había
vivido en los años 50 y sabía de primera mano que no era cierto lo que decían
para todas las mujeres. Las feministas hablaban de la opresión de las mujeres
en el siglo diecinueve pero mi abuela y mis tías abuelas habían crecido en el
siglo diecinueve y no sufrieron ninguna opresión. Eran mujeres duras y tenían
capacidad para recuperarse. La madre de mi madre respaldó a la familia cuando
su esposo perdió su trabajo y su confianza. La madre de mi padre logró sostener
unida a la familia cuando su esposo se quedó ciego. Mis tías abuelas eran
mujeres trabajadoras. Después de varios meses de leer diatribas feministas, le
dije a mi esposo: “No comprendo por qué las feministas se están quejando
siempre de la opresión”. Él sonrió y me dijo: “Por supuesto que tú no. Nadie se
atrevería”.
En efecto, nadie se había atrevido
nunca, y si lo habían hecho, no me había dado cuenta. Mi adorado padre me
animaba a especializarme en Física. Mi madre quería que estudiara Derecho. Uno
de mis abuelos me enseñó Griego. El otro, a Shakespeare, arte y poesía. Mis
profesores respaldaban mis aspiraciones. Nadie me dijo nunca que los chicos
eran más inteligentes que las chicas y, si alguien lo hubiese dicho, no le
habría creído. En mi instituto, las chicas practicábamos deporte,
participábamos en todas las actividades e igualábamos a los chicos en las
asignaturas académicas y estandarizábamos los resultados de las pruebas. Mi
madre era la vicepresidenta de una pequeña empresa. Mi abuela nació en 1884 y
tuvo una doctora que era mayor que ella. Mi madre tuvo una tocóloga en el
momento de mi parto. Que nadie piense que tuve una vida de privilegios o que
formaba parte de una comunidad idealista de izquierdas. Déjenme asegurarles que
crecí en una familia normal en una pequeña ciudad americana.
Al mismo tiempo que no era bastante
como para creer que mis experiencias positivas eran universales, no podía
ocultar la sospecha de que las escritoras feministas eran propensas a
universalizar sus propias experiencias negativas.
COMPRENDER EL DOLOR
Soy escéptica sobre una teoría
histórica que encaje todo en una unidad y particularmente escéptica sobre las
teorías de la conspiración de la historia. Además, encuentro insultante la
teoría feminista de la opresión universal de las mujeres. Simplemente me niego
a creer que todas mis antepasadas y que todas las mujeres del mundo hayan sido
tan estúpidas para haber permitido que se las esclavizara y se abusara de ellas
o que todos los hombres del mundo eran tan inteligentes para poder crear esta
conspiración masiva. Conozco a muchas mujeres inteligentes.
Es verdad que la historia está llena
de historias de abusos de mujeres, de negaciones de los derechos de las mujeres
y de violencia contra las mujeres pero también está llena de abuso, de
violencia y de negaciones de derechos humanos en general. Los hombres, las
mujeres y los niños han sido víctimas en todas las épocas. No todas las veces
en que una mujer era víctima de abuso se debía necesariamente porque fuese
mujer.
Nadie puede negar que las mujeres
han sufrido pero la indignación por el abuso de mujeres no soluciona el
problema. Estar de acuerdo con las feministas en que las mujeres han sufrido no
requiere estar de acuerdo con que las feministas tengan la solución para
terminar con ese sufrimiento. Las feministas ofrecen soluciones revolucionarias
radicales cuando bastarían cambios mucho más simples. Una mujer que va al
médico por la infección de un dedo del pie va buscando una solución sencilla,
no que le amputen el pie. Es verdad que una guillotina solucionaría el problema
de las migrañas pero la mayoría de la gente no lo vería como una solución
viable.
Leyendo las contabilidades
feministas del abuso emocional, físico y sexual de las mujeres, una siente que
las feministas se identifican con el sufrimiento de las mujeres porque ellas
mismas lo han sufrido. Sin embargo, se debe preguntar si es el sufrimiento lo
que hace que una mujer sea feminista o la incapacidad para tratar el
sufrimiento. Muchas mujeres han tenido vidas difíciles y han padecido abusos
terribles, aunque han podido perdonar y seguir adelante con sus vidas.
Aprendieron cómo convertir la adversidad en triunfo.
Las feministas que leo obsesionadas
con comentarios negativos de lo que otras mujeres se habrían tomado a broma.
Parecían incapaces de distinguir el humor masculino del abuso masculino.
No podrían perdonar el insulto más
ligero y absolutamente, no perdonarían.
Mientras leía los textos feministas,
me acordaba de la oración: “Dios, dame la serenidad para aceptar las cosas que
no puedo cambiar, el coraje para cambiar las cosas que puedo y la sabiduría
para saber la diferencia”. A mí me parecía que las feministas carecen de esa
sabiduría crucial. Se encolerizan con las cosas que no se pueden cambiar –como
la naturaleza humana- y aceptan cosas que se pueden cambiar- como su actitud
hacia las ofensas del pasado.
En todo esto no podía ver nada que
fuese liberador para la mujer y sí mucho que supondría una ventaja
psicológicamente para la mujer. Me habría unido con voluntad a ellas en la
batalla por eliminar los abusos reales y mejorar las vidas a las mujeres normales
pero la idea de la militantes feministas del cambio positivo estaba destruyendo
a la familia, promoviendo la liberación sexual y defendiendo el derecho al
aborto.
Las ideologías se deben juzgar con
objetividad pero al estudiar el feminismo y la Agenda de Género, es
difícil dejar de lado la sospecha de que toda la iniciativa es una gigante
racionalización creada por mujeres heridas para justificar su ira, sus rencores
y conducta de auto-destrucción. Sus abortos, su promiscuidad sexual, su rechazo
de la maternidad y el lesbianismo parecen más la conducta que resulta de
traumas de la infancia que una auto-liberación valerosa. A veces es más fácil
culpar a las estructuras opresivas y exigir que cambie ese mundo que asumir la
responsabilidad de cada cual por la propia conducta auto-destructiva.
LA HISTORIA DE GLORIA
Gloria Steinem, el encanto del
movimiento feminista y editora de la revista Ms, ejemplifica la relación
entre la experiencia personal y el activismo feminista. Para el mundo, Steinem
se presenta como el paradigma de la mujer liberada, pero en su libro Outrageous
Acts and Everyday Rebellions, revela que detrás de la imagen cosmopolita
está una niña pequeña que tenía miedo de crecer porque no quería ser como su
madre, que padecía de enfermedades mentales.
A la madre de Steiner se le
diagnosticó una neurosis de ansiedad y necesitaba ser hospitalizada y tomar
medicamentos de forma periódica. El padre de Steinem dejó a su familia, dejando
a la Gloria
adolescente para que se las arreglase con una “madre loca” que tenía miedo de
salir de casa y se quedaba en la cama hablando sola. Gloria intentó cuidar de
su madre tanto como pudo pero admite que estaba obsesionada con el miedo de
terminar como su madre:
Pasaron muchos años antes de ver
a mi madre como persona y antes de comprender que muchas de las fuerzas de su
vida son patrones que comparten las mujeres. Como muchas hijas, supongo que no
podía permitirme el lujo de admitir que lo que le había sucedido a mi madre no
era personal ni accidental y por lo tanto me podría suceder a mí. (Gloria Steinem, Outrageous Acts and Everyday
Rebellions (New York:
Holt, Rinehart and Winston, 1983, p. 144).
Mientras
su madre se beneficiaba del tratamiento y podía emerger de su introversión,
Gloria luchó para comprender a la mujer que había sido su madre antes de su
enfermedad:
Solía decirle: “Pero, ¿por qué no
te fuiste? ¿Por qué no cogiste el trabajo? ¿Por qué no te casaste con el otro
hombre?” Ella siempre insistía en que no importaba, que era afortunada de
tenernos a mi hermana y a mí. Si presionaba mucho, añadía: “Si lo hubiese
dejado tú no habrías nacido”.
Siempre lo pensé pero nunca tuve el
coraje de decirle: Pero en vez de eso podrías haber nacido tú. (Steinem, p.
139).
Leyendo la historia de la juventud
de Gloria, una no puede evitar tener compasión de la joven chica que se quedó
sola con una “madre loca”. Se puede ver cómo Gloria podía culparse de la
enfermedad de su madre –si ella no hubiese nacido, su madre podría haber
escapado del matrimonio que Gloria ve como la causa de la enfermedad mental de
su madre. Años más tarde, cuando se le preguntaba por su madre, decía: “Mi
madre no estaba enferma mentalmente. Fue rechazada por un mundo lleno de
prejuicios” (Marcia Cohen, The Sisterhood (New York: Sion
& Schuster, 1988), p. 50).
En 1956 Gloria se quedó embarazada
de un joven que quería casarse con ella. Ella pudo llevar a cabo un aborto en
Inglaterra. Cuando años más tarde se le preguntó qué habría sucedido si hubiese
tenido el niño, respondió:
No sé lo que habría hecho. En
verdad no lo sé... Si tuviera que llegar a casa y estuviese casada y con un
hijo... Puede que llegase a hacerlo... Puede que hubiese sobrevivido pero no me
veo a mí misma sobreviviendo... no de ninguna forma real...
Sólo puedo imaginarme volviéndome
loca... (Cohen, p. 106)
Se puede comprender por qué Gloria
cree que el matrimonio y los niños pueden hacer que una mujer se vuelva loca y
por qué no puede admitir que la condición de su madre podría haber sido la
manifestación de una enfermedad mental que pudo haber tenido lugar incluso si
su madre hubiese tenido un esposo perfecto o no se hubiese casado y tuviese
hijos.
Puedo sentir compasión por el
verdadero sufrimiento que Steinem y otras feministas han experimentado en
verdad pero eso no me obliga a aceptar su teorías o sus esquemas. A las
feministas no se les puede permitir derribar todas las familias y destruir
todos los matrimonios porque ellas tengan miedo al matrimonio y a la
maternidad.
No todas las mujeres simpatizantes
del feminismo han tenido infancias difíciles. A veces, las feministas me
recuerdan a las niñas pequeñas que se quedan bajo la choza del árbol de los
chicos. Como se les prohibía entrar porque eran chicas, algunas de ellas
juraron en sus corazones infantiles que un día obligarían a que se les dejase
entrar en esa choza. Otras juraron que cuando crecieran tirarían abajo al
árbol. Si ellas no podían jugar, entonces no jugaría nadie. Todavía otras
llegaron a la determinación de que no permitirían que nadie volviese a
llamarlas chicas. Tengo que admitir que yo no tuve esa envidia porque, cuando
era joven, pude convencer a los chicos para que me dejasen entrar en su choza y
descubrí que allí no sucedía nada emocionante.
HISTORIAS SIN EQUILIBRIO
Leyendo
textos feministas, es fácil sentirse escandalizada con el catálogo de abusos
que exponen, pero cualquier persona que tenga cierto conocimiento de la
historia podrá reconocer que esas letanías de abusos no son sino una cara del
relato. Para todas las víctimas que mencionan las feministas, existe una
heroína que ellas ignoran, o peor, que se convierte en víctima. Por ejemplo,
las feministas se quejan por sistema de cómo los puritanos patriarcales
oprimieron a las mujeres aunque las mismas feministas se niegan a mencionar a
las mujeres Puritanas heroicas que fueron famosas en su día, como Anne
Bradstreet, cuya obra poética fue la primera en ser publicada de todos los
poetas americanos, tanto hombres o mujeres.
En su libro sobre la violación,
Susan Browmnmiller no da crédito al coraje de la buena esposa Mary Rowlandson,
cuyo relato de su cautiverio durante la guerra del Rey Felipe en 1676 fue el
primer best seller americano. Todavía peor, Brownmiller insinúa que Rowlandson
podría haber estado mintiendo cuando insistía en que los indios que la
mantuvieron cautiva “no abusaron sexualmente de mí ni de palabra ni de obra” (Susan Brownmiller, Against Our Will (New
York: Bantam, 1976), p. 151).
Las escritoras feministas hablaban
de la importancia de los modelos de rol positivos para las mujeres. Estoy de
acuerdo con ellas. Pero es que han sido ellas las que han degradado, ignorado o
distorsionado las historias de fuertes mujeres seguras de sí mismas como
Catherine Beecher, defensora de las mujeres del siglo diecinueve; Frances
Willard, activista cristiana que dirigió Temperance Union de las Mujeres y que
fue clave para que las mujeres obtuviesen el derecho a votar; Sarah Pierpoint
Edwards, mística considerada por sus contemporáneos como que tenía más
profundidad espiritual que su esposo Jonathan Edwards; Susana Wesley, madre de
diecinueve hijos, incluyendo a John y Charles Wesley, fundadores de la Iglesia Metodista
que le concedió todo su crédito para su trabajo; Santa Catalina de Siena, a la
que se nombró Doctora de la
Iglesia Católica por su teología mística, de la que el Papa
tomó consejos.
Las teólogas feministas insisten en
que la Biblia
ha ocultado las historias de mujeres pero fácilmente se pueden encontrar muchas
mujeres heroicas en la
Escritura, incluyendo a Ester, que mató al enemigo de su
pueblo clavándole una estaca en la sien, y Judith, que le cortó la cabeza a
Holofernes con dos golpes de su propia espada, y así mereció su propio libro en
la Biblia.
Encontré muchos errores y
distorsiones de hechos reales en los escritos feministas que me podría pasar la
vida entera proporcionando la documentación necesaria para corregirlas. Por
ejemplo, Susan Brownmiller ve la opresión patriarcal en el hecho de que “Judith
y su libro aparecen en la parte baja de los sospechosos libros apócrifos”
(Brownmiller, p. 365). En oposición total a la afirmación de Brownmiller de que
Judith “no era el tipo de modelo de rol que cualquier patriarcado en su justo
juicio querría proponer” (Brownmiller, p. 365), el libro de Judith está incluido
en todas las biblias católicas. En el tiempo de la Reforma, por razones que
no tenían nada que ver con la amenaza de Judith a la ideología “patriarcal”,
los Luteranos relegaron todas las partes del Antiguo Testamento que estaban
escritas en griego al estatus de “apócrifos”. Esto incluyó al libro de Judith.
Además, la historia de Judith fue un tema favorecido en el arte católico. En el
techo de la Capilla
Sixtina, la sala en la que tiene lugar la elección del Papa,
Miguel Ángel plasmó hábilmente a Judith marchándose con la cabeza de
Holofernes. El fresco de Judith se equilibra con uno de David cortándole la
cabeza de Goliat, demostrando tanto simetría simbólica como igualdad sexual. Y,
Judith no es la única mujer que se encuentra en el techo. Las sibilas femeninas
se equilibran con profetas masculinos, al mismo tiempo en que los antepasados
masculinos y femeninos de Jesús se muestran sin discriminación.
Cuanto más leía, más errores
encontraba. Si todo lo que me era familiar era falso, podía asumir que lo que
no me era familiar también sería distorsionado de la misma forma.
La historia no es lo único que han
distorsionado las escritoras feministas. Cristina Hoff. Sommers, en su libro Who
Stole Feminism?, documenta cómo las feministas han creado mitos sobre la
violencia contra las mujeres, distorsiones de investigación sobre la
auto-estima de las adolescentes y suprimieron la evidencia que no encajaba con
sus teorías. Las feministas han protestado airadamente contra la opresión que
las mujeres han sufrido por parte de los hombres y luego giraron y suprimieron
a cualquier mujer que se opusiese a su ideología. A las mujeres investigadoras
que estudian las diferencias entre hombres y mujeres se les niega financiación
frecuentemente y se les advierte sistemáticamente que elijan una línea
diferente de investigación. Gloria Steinem censura esa investigación como
contraria a la mujer: “Realmente es el vestigio de lo anti-americano, de
locos, hacer esta investigación. Es lo que hace que sigamos abajo, no lo que
nos ayuda” (John Stossel, “Boys and Girls are Different: Men, Women, and
the Sex Difference,” ABC News Special, 1 de Febrero de 1995).
Últimamente, al mismo tiempo que se
ha sabido que las feministas afirman claramente que consideran lógica “una
trama patriarcal”, creo que los argumentos que presente un autor no deben ser
contradictorios. Las feministas tenían sólo un punto: “Los hombres son
horribles” –y todo se veía como prueba de ello. Si los hombres violaban a
mujeres, eso era opresión- coincidían.
Pero, si los hombres eran indignantes por las violaciones, eso, según las
feministas, era también una evidencia de opresión. Dar con la puerta en las
narices a las mujeres era opresión pero abrir la puerta era también opresivo.
Que las mujeres se casasen y condenarlas a la vida familiar era opresión pero
también lo era que no se casasen. Los hombres eran condenados si lo hacían y
también si no lo hacían.
La evidencia feminista no era
convincente, sus teorías eran contradictorias y, además de esto, algo del feminismo
me sonaba vaga y desagradablemente familiar. Había oído antes esa melodía pero
no podía recordar las palabras. Eventualmente, descubrí que había muchas más
cosas erróneas en el feminismo de lo que había imaginado. Como investigué
después, la música subió de volumen y se hizo más clara, y al final descubrí de
quién era la canción que estaban cantando.
DE EL CAIRO A BEIJING
El feminismo es sólo uno de los
muchos asuntos que divide a los partidos en las guerras culturales. Como yo
había estado haciendo seguimiento, denunciando y comentando las diversas
batallas de este conflicto durante más de quince años, no me sorprendió cuando
en 1994 estaba interesada en las preparaciones de la Conferencia de la ONU sobre Población en El
Cairo. La batalla de El Cairo había estado subiendo de tono durante meses. Ocho
semanas antes de que comenzase la conferencia, se presentó la oportunidad de
cubrir la conferencia de El Cairo y no la dejé escapar. Los asuntos de
población no son mi área de pericia pero parecía claro a mediados de julio que
el conflicto de El Cairo era crucial y quien quisiera estar donde estuviese la
acción debería estar allí.
En las guerras culturales, la
ubicación puede cambiar pero los asuntos siguen siendo los mismos. Los asuntos
de sexo y de la vida dominaban los debates de El Cairo como lo hacen en los
comités de escuelas locales, fuera de las clínicas abortivas y en los salones
del Congreso. Para mí, el camino de El Cairo condujo a Beijing y la Cuarta Conferencia
Mundial de la ONU
sobre las Mujeres.
Lo que sucedió en El Cairo y en
Beijing importa. No tanto porque la
ONU pueda forzar su voluntad en los Estados Unidos, sino para
que exclusivamente los países pobres que dependen de ayudas extranjeras se vean
forzados a aceptar las agendas promulgadas en estas conferencias. Importa
porque la guerra de la cultura es una batalla de ideas y la ONU tiene los recursos y el
prestigio para promover su agenda a los líderes del mundo, a los escolares y
los medios de comunicación social.
En este momento, la ONU está dedicando sus
recursos y su prestigio para promover la “perspectiva de género”, y los que
respaldan esta Agenda de Género esperan más que palabras. Han pedido que los
planes realizados en El Cairo y en Beijing se implementen y se financien. La Plataforma para la Acción de la conferencia de
Beijing sobre la mujer invitó a los gobiernos a “una perspectiva de género de
pensamiento único” en todos los programas y políticas de todas las
instituciones públicas y privadas.
La administración Clinton, el
gobierno canadiense, la
Unión Europea y un grupo de agencias de la ONU están “preparando esa
perspectiva de género” pero ha habido poco debate en los medios sobre lo que
conlleva exactamente una “perspectiva de género”. Si una “perspectiva de género”
va a “establecerse” en todos los programas públicos y privados del mundo, la
prudencia requeriría que, al menos, se informase al público de la naturaleza de
esta agenda. En vez de eso, la implementación se lleva a cabo sin ninguna
aclaración pública. La Agenda
de Género entra en las comunidades no como un barco grande sino como un
submarino, determinada a revelar lo mínimo posible de sí misma.
Sin embargo, los que tienen voluntad
de examinar los documentos de la
ONU pueden encontrar una definición de la perspectiva de
género y de sus objetivos. Según un folleto publicado por el Instituto de
Formación e Investigación Internacional de Naciones Unidas para el Avance de
las Mujeres (INSTRAW), “Adoptar una perspectiva de género es ‘... distinguir
entre lo que es natural y biológico y lo que es una construcción social y
cultural, y en el proceso de renegociar los límites entre lo natural –y de ahí
relativamente inflexible- y lo social- y de ahí relativamente transformable’ ”
(Gender Concepts in Development Planning: Basic Approach” (INSTRAW, 1995), p.
11). En inglés claro, significa que las diferencias evidentes entre los hombres
y las mujeres no son naturales sino que fueron inventadas, por lo que pueden y
deben cambiarse.
¿Es esta perspectiva de género una verdad
auto-evidente que se debe imponer a los habitantes del mundo sin ningún debate
o discusión? ¿Cuál es la relación entre la perspectiva de género y el hecho de
que los que la proponen tengan una aversión extrema a palabras como madre,
padre, esposo y esposa? ¿Por qué los que defienden la Agenda de Género se
refieren al matrimonio y a la familia en términos negativos? ¿Por qué un
documento de la ONU
sobre la mujer no tiene casi nada positivo que decir sobre las mujeres que son
madres a tiempo completo? ¿Por qué la
ONU ya no promueve una “perspectiva de la mujer?”
Las fuerzas que están detrás de la Cuarta Conferencia
Mundial de la ONU
sobre la Mujer
creen que su “perspectiva de género” es una verdad auto-evidente. Estaban
ocupadas incluso antes de que la conferencia de Beijing pusiera en marcha sus
planes para “establecer la perspectiva de género” en todas las escuelas, todos
los negocios, todas las familias, todos los programas privados y públicos, en
todos los niveles y en todos los países. Dado el poder de las fuerzas que hay
tras ella, la velocidad a la que está siendo implementada y lo que está en
juego, la Agenda
de Género pide, al menos, un examen estricto.
NOMBRAR A LOS
PARTICIPANTES
Relatar un conflicto ideológico
requiere nombrar a los participantes. No se puede hablar de cómo hicieron esto
y de cómo lo hicieron sin definir quiénes son. Como este conflicto implica a
dos grandes y diversas coaliciones que se mantienen unidas sólo por un
compromiso general con ciertos principios, enumerar los miembros de la
coalición es difícil, si no imposible.
Las
líderes de la coalición de grupos que promueven la Agenda de Género se
denominan feministas pero la defensa de la Agenda de Género no se limita a las mujeres ni a
aquellos cuya principal preocupación sea el feminismo. El respaldo a la Agenda de Género procede de
grupos activistas, todos interrelacionados de alguna forma o con intereses
comunes pero sin embargo distinguibles: 1.-
controladores de la población; 2.- libertarias sexuales; 3.- activistas de los
derechos de los gays; 4.- multiculturales /promotores de lo políticamente
correcto; 5.- ecologistas extremistas; 6.- neo-marxistas /progresistas; 7.-
postmodernos / deconstruccionistas. La Agenda de Género la respaldan también grandes
gobiernos liberales y ciertas corporaciones multinacionales.
El
término Feministas de Género parece
el más apropiado para una coalición de grupos de intereses que promueven la Agenda de Género, ya que
han asumido como su objetivo “establecer como pensamiento único la perspectiva
de género” en todos los programas y políticas en el sector privado y público.
Parece justo decir que tienen interés en establecer la agenda de género como la
fuerza de gobierno del mundo. A veces, sería más exacto hablar del Sistema del
Género, ya que la promoción de la perspectiva de género no la están llevando a
cabo activistas de base, ni mujeres comunes, sino personas que se han
establecido en varios centros de poder y que están utilizando su influencia
para llevar a cabo la agenda.
La
educación requiere generalmente que se llame a la gente por el nombre que han
elegido para sí mismos. En el caso de las feministas, sin embargo, esto no
resulta tan fácil, ya que mujeres con filosofías radicalmente diferentes se
llaman feministas. Las feministas de género no se llaman a sí mismas con ese
nombre. En vez de ello, se llaman feministas y pretenden representar a todas
las mujeres. Además de esta, existen otras formas de feminismo anteriores al
feminismo de género y que continúan teniendo influencia.
En
1977, en un libro de texto diseñado para programas de estudios para mujeres,
Alison Jagger identificaba varias formas de feminismo: liberal, marxista,
socialista, radical, lésbico y separatista matriarcal (Alison Jagger,
“Political Philosophies of Women’s Liberation”, Feminism and Philosophy (Totowa, NJ: Littlefield, Adams & Co.,
1977) p. 5-37). Christina Hoff Sommers distingue entre el viejo, feminismo de
igualdad o de corriente principal
(aproximadamente equivalente al feminismo liberal) y el nuevo y “resentido”
(con odio a los hombres) o feminismo de género. Recientemente, algunos han
llegado a distinguir entre feministas liberales, radicales, marxistas y
postmodernas.
Algunos
han sugerido que el término feminista debe
reservarse para las feministas liberales y llamar a las demás “feministas
extremistas”. Esto daría la impresión inexacta de que las “feministas
extremistas” son atípicas, que no es el caso. Las feministas liberales no son
la fuerza dominante en el movimiento de las mujeres. Entre las teóricas y las
activistas feministas, el porcentaje de feministas liberales disminuye cada
año. Además, las mujeres que sugieren moderación suelen ser castigadas por las
“verdaderas creyentes” como traidoras a la causa o presas de la “reacción violenta”.
Un
número de mujeres ha elegido el nombre de feministas pro-vida o feministas
cristianas. Sienten que la palabra es lo bastante amplia como para incluir a
todas las mujeres que creen en los derechos y en la igualdad de la mujer. Al
mismo tiempo que es comprensible el deseo de expresar el respaldo a las
mujeres, me parece que existe una diferencia sustancial entre estar a favor de
las mujeres y estar a favor del feminismo. Cualquier imagen posible que la
palabra feminista pudo tener, ha sido
deslustrada por las que se han apoderado de ella, y yo, por mi parte, estoy
satisfecha de dejarles a las militantes la posesión total del término. Pero eso
nos deja con el problema de cómo llamar a las que se oponen al feminismo
militante.
Al
mismo tiempo que muchos americanos son políticamente disléxicos, los términos Izquierda y Derecha todavía nos sirven de utilidad. En las guerras culturales, la Izquierda suele
respaldar la liberación sexual, el entretenimiento sexual explícito, el derecho
al aborto, los derechos de los homosexuales, la educación sexual basada en los
anticonceptivos, las cuotas y la acción afirmativa, mientras que la Derecha respalda el
matrimonio, la familia, la vida, la castidad y la igualdad de oportunidades.
Las
feministas consideran a sus oponentes “fundamentalistas”, “la Derecha Religiosa”
o la “extrema derecha”, insinuando que representan un punto de vista estrecho,
extremista y religioso sectario que no tiene cabida en la zona pública. Los
oponentes a la Agenda
de Género, sin embargo, están unidos no por la adherencia a una religión en
particular sino por un compromiso con la familia y con una creencia en la ley
natural. Se consideran a favor de la familia.
Las
feministas insisten en que ellas también respaldan a la familia pero redefinen
la familia para que el término pueda referirse a dos compañeros de habitación y
a su perro. Por otra parte, la mayoría de los activistas pro-familia
respaldaría la siguiente definición de familia:
La
“familia” en todas las épocas y en todos los rincones del mundo puede definirse
como la unión de un hombre y de una mujer por medio de un convenio aprobado
socialmente para regular la sexualidad, para tener, educar y proteger a los
hijos, para darse amor y protección mutua, para crear una pequeña economía
familiar y mantener la continuidad entre las generaciones, los que se van antes
y los que vienen después. De las relaciones recíprocas y recreadas de forma
natural de la familia crecen comunidades más amplias, como las tribus, las
villas, los pueblos y las naciones. (Allan Carlson, “What’s Wrong With the United Nations’ Definition of
‘Family’?” The Family in America
(Agosto de 1994), p. 3).
Los defensores de la
familia son inequívocos en su respaldo a la igualdad de derechos de la mujer.
Creen que todos los hombres han sido creados con la misma dignidad y que el
Creador les ha dotado de ciertos derechos inalienables. No tienen duda de que
“todos los hombres” hace referencia igualmente a los hombres y a las mujeres.
A
los defensores de la familia se les ha acusado falsamente de odiar a las
personas que no comparten sus ideas, como las mujeres que abortan, los hombres
y mujeres que mantienen relaciones homosexuales y otras formas de conducta
auto-destructiva. A los defensores de la familia les importan profundamente
estas personas como individuos y se preocupan por su salud y su bienestar pero
también les preocupa la sociedad y la gente inocente que sufrirán daños graves
si se promueven políticas peligrosas.
Muchas
mujeres creen que el feminismo es tan destructivo y contrario a los intereses
de la mujer que se oponen a él con todas sus fuerzas. Las mujeres que están a
favor de la mujer y en contra del feminismo creen con la misma pasión en la
igualdad de la mujer. Estas mujeres nunca han tenido dudas de que tienen la
misma dignidad como personas que los hombres, aunque algunas coincidirían con
mi madre, a la que le encantaba decir que no quería la igualdad con los hombres
ya que no tenía ninguna intención de decrecer. Estas mujeres no quieren un
lenguaje inclusivo. Se consideran incluidas en la palabra hombre. Prefieren
Presidente a Presidencia, mujer a esposa y Mrs o Miss
a Ms. Llaman a Dios Padre y creen que Hijos de Dios se refiere a
ellas de la misma forma que a sus hermanos.
Estar
a favor de la mujer y en contra del feminismo no es ignorar los problemas que
afrontan las mujeres en sus vidas cotidianas ni, ciertamente, excusar el abuso,
la violencia, la explotación o la injusta discriminación contra las mujeres o
cualquier persona, sino creer que la revolución feminista no sólo no
solucionará los problemas de las mujeres comunes sino que hará que empeoren.
LA ONU
Algunas personas me han preguntado
por qué me he molestado en escribir un libro sobre las Naciones Unidas. ¿No es la ONU irrelevante? A esto
respondo: Este no es un libro sobre la ONU. Es un libro sobre la Agenda de Género, la
redefinición de la igualdad y la guerra contra la maternidad. Pude haber
escrito sobre cómo se está promoviendo la Agenda de Género en las universidades, en las escuelas
públicas, en el gobierno, en los medios, o incluso en los negocios pero la Conferencia de la ONU sobre las mujeres era una
oportunidad única para ver expuesta toda la Agenda de Género en un solo lugar.
Como el Sistema de Género controla a
la ONU con
firmeza, han estado abiertos a divulgar todos los ámbitos de sus planes para
rehacer el mundo. Fue fácil conseguirlo al escribirlo en sus propias palabras.
Como en los debates públicos los defensores de la Agenda de Género no eran
muy comunicativos sobre sus intenciones, he incluido un gran número de citas.
Algunos pueden creer que este libro
respalda el argumento de que se debería abolir la ONU o al menos echarla de los
Estados Unidos. Al mismo tiempo que puedo comprender este sentimiento, mis
experiencias personales de El Cairo y Beijing hicieron que me diese cuenta de
que la ONU tiene
mucho que ofrecer como lugar en el que
puedan encontrarse los pueblos del mundo y puedan aprender a comprenderse
recíprocamente. Tenemos el deber de preocuparnos por las necesidades de los
demás y de cómo nuestras políticas afectan a los que viven en otros países.
Desafortunadamente, la ONU
se ha convertido en presa de ideologías peligrosas, que están utilizando el
poder y la influencia de la ONU
para promover sus esquemas peligrosos.
La ONU no debe intentar convertirse en un gobierno
internacional, o peor, una burocracia internacional sino un lugar de encuentro
de las naciones soberanas, en el que puedan oírse las voces de los pequeños,
los pobres y los débiles. El Papa Juan Pablo II en su discurso a la ONU en octubre de 1995 quiso
hablar sobre los derechos de las naciones, el respeto a las diferencias y el
derecho fundamental a la libertad religiosa y la libertad de conciencia. Estas
se ven claramente amenazadas por los que quieren utilizar la ONU para imponer una camisa de
fuerza ideológica en el mundo.
Importa lo que sucedió en Beijing,
porque lo que se planificó en Beijing irá llegando a todas las ciudades, todos
los colegios y todos los negocios (si no lo han hecho ya), a no ser que se
exponga y nos alcemos en su contra.
CAPÍTULO DOS: ESTABLECER LA
AGENDA DE GÉNERO COMO CORRIENTE PRINCIPAL
Pocos meses después de volver de la
conferencia de Beijing, se me acercó una mujer en una reunión social y me dijo:
“He oído que estuvo en Beijing. Hábleme de ello”, me dijo. “Debe
haber sido emocionante. Lo he leído todo sobre ello.” Mientras le explicaba
un poco de lo que había sucedido, se iba quedando perpleja. “No he visto
nada de eso en la prensa”. Tenía razón. Al mismo tiempo que las
conferencias de la ONU
atraen la atención de medios sustanciales, los medios de la corriente principal
parecían dispuestos a evitar la historia real y centrarse en aspectos
periféricos.
La conferencia de Beijing sobre la
mujer no fue una excepción. La cobertura se concentró en las violaciones de los
derechos humanos en China, en la asistencia de Hillary Clinton, en el acoso de
China a las mujeres asistentes al Forum de las Organizaciones No
Gubernamentales relacionadas –pero no en el tema central de la conferencia-
“establecer la perspectiva de género como corriente principal”. Con la acción
afirmativa y las cuotas como temas candentes, pensaba que los informadores
podrían señalar que la plataforma exigía cuotas generales. Con los valores de
la familia como política importante, se podría esperar que la prensa advirtiese
el tratamiento negativo del matrimonio, la familia y la maternidad que se da en
el texto.
Pero esta omisión de los medios
apenas me sorprende, ya que se han negado a investigar la Agenda de Género y las
implicaciones ideológicas que se encuentran tras ella, aunque la Agenda de Género está en
todos sitios, como demuestran los siguientes ejemplos. Estos ejemplos se han
emparejado con párrafos aplicables desde la plataforma de Beijing. [1]
IGUALDAD FORZADA
La Universidad Brown
de Providence, en Rhode Island, miembro de la prestigiosa Liga Ivy y reconocida
como líder en su compromiso con la igualdad de las mujeres, con la diversidad y
el multiculturalismo, fue demandada recientemente por discriminación contra las
mujeres. Brown fue acusada de violar el Título IX, que manda que las
instituciones educativas que recibieron fondos del gobierno deben ofrecer las
mismas oportunidades para la participación en los deportes a las mujeres y a
los hombres. Brown había incrementado voluntariamente el número de equipos
femeninos, ofreciendo más deportes de equipo femeninos que cualquier otra
universidad. Cuando llegó la hora de los presupuestos, Brown trató a los equipos
masculinos y femeninos de la misma forma pero las entrenadoras de las chicas
llevaron a Brown a los tribunales, argumentando que mientras el cuerpo
estudiantil de Brown es femenino en más del 50 por ciento, la participación en
deportes entre universidades es del 60 por ciento de chicos frente al 40 por
ciento de chicas.
La
universidad presentó la evidencia de que los estudiantes varones tienen más
interés en practicar deporte que las chicas estudiantes; de que salen más
chicos para deporte en los institutos y universidades que chicas; de que los
chicos tienen más voluntad de quedarse en el banquillo y de no jugar nunca un
juego en solitario, mientras que las chicas que sienten que no van a jugar
nunca, frecuentemente dejan el equipo. La universidad argumentó que los equipos
femeninos existentes tenían huecos vacantes y, por lo tanto, las chicas que
quisieran participar en un deporte de equipo en Brown tenían ya muchas
oportunidades.
El juez determinó que si Brown no
podía incrementar el número de chicas, tendría que disminuir el número de
chicos, hasta que se alcanzase la participación estadísticamente igual entre chicos y chicas.
Plataforma de Beijing 280(d)-
Promover la participación total e igual de las chicas en las actividades
extracurriculares, como los deportes, el teatro y actividades culturales.
APLICACIÓN DE GÉNERO
Siguiendo la estela del caso Brown,
el Departamento de Educación de los Estados Unidos publicó nuevas reglas que
requerían que los colegios y universidades emitieran reportajes anuales sobre
cuánto gastan en encuentros atléticos interescolares masculinos y femeninos.
Las defensoras de las atletas dijeron que las nuevas reglas les facilitarían
demostrar los cargos de discriminación sexual (“Colleges Told To Publish Sports
Costs”, New York Times (3 de diciembre de 1995)).
Plataforma de Beijing 209(a)
–Asegurar que se recojan, se compilen, se analicen y se presenten las
estadísticas relacionadas con las personas por sexo y edad y reflejen
problemas, asuntos y cuestiones relacionados con las mujeres y los hombres en
la sociedad.
BALONCESTO MIXTO
En un artículo de la sección de
Educación del New York Times, el Dr. Charles Corbin, profesor de
educación física y para la salud de la Universidad del Estado de Arizona en Tempe era
citado como dice: Si los chicos y chicas son emparejados igualmente por
edad, habilidad, experiencia, altura y peso, las chicas pueden jugar en los
equipos de los chicos y viceversa... Es más agradable, divertido y la vida
real”.
El
Dr. William Squires, profesor de biología, de forma física y salud, además de
nutrición de la
Universidad Luterana de Texas afirmaba: “Si hubiese una
sociedad informada, se podría tener una liga de baloncesto mixto y tener a los
tres mejores chicos y las tres mejores chicas en un equipo jugando contra los
tres mejores chicos y las tres mejores chicas de otro colegio”.
Por
otra parte, Mary E. Dunkin, profesor de psicología /sociología deportiva de la Universidad de
Pittsburg cree que la respuesta es que no haya deportes de contacto en absoluto
(Elaine Louie, “Unequal Contest”, New York Times: Education (Julio de
1989), p. 29).
En Kingston del Norte, Rhode Island,
las clases de gimnasia del instituto son mixtas. Los chicos y las chicas luchan
unos con otros. Algunos de los chicos están tan avergonzados que se han negado
a tomar parte, mientras que otros han asumido la situación.
Declaración de Beijing 24
–Tomar las medidas necesarias para eliminar todas las formas de discriminación
contra la mujer y las niñas y suprimir todos los obstáculos para la igualdad de
género.
HOMBRES EXCEDENTES
Según
un artículo del New York Times, la investigación realizada por la Dra. Susan Ward y el
Dr. Brian Whipp, fisiólogos de UCLA, sugiere que:
Si continúa mejorando la
actuación de las carreras de las mujeres en el nivel al que se ha disparado
desde los años 20, las mejores mujeres no tardarán mucho en correr tan rápido
como los mejores hombres y puede que incluso los superen algún día... Los
investigadores sugieren que las corredoras de élite se están haciendo mucho más
rápidas a un gran ritmo que deberían correr maratones tan rápidamente como los
hombres como mucho en 1998 y otros eventos de pista más pequeña antes de la
mitad del siglo próximo.
Estas predicciones sorprendentes se
basan en un nuevo análisis estadístico que compara las tendencias de los
records del mundo de los hombres y las mujeres durante los últimos 70 años y
proyecta esos patrones para el futuro.
Los
investigadores admiten que las corredoras más ágiles hoy ni siquiera estarían
cualificadas para las carreras masculinas de pista de las Olimpiadas, el record
del mundo masculino (de maratón) es de 2:06.50 y el femenino es de 2:21.06 pero
están seguros de que las diferencias se pueden superar. (Natalie Angier, “2 Experts Say Women Who Run May
Overtake Men”, New York Times (7 de enero de 1992), p. c3).
Plataforma
de Beijing 28 (27) –En muchos países, las diferencias entre los logros y
actividades de las mujeres y de los hombres no se reconocen todavía como
consecuencias de los roles de género construidos socialmente sino en las
diferencias biológicas inmutables.
MUJERES ENTRENADORAS DE FÚTBOL
El Departamento de educación del
Estado de Rhode Island, en unión con la Comisión sobre la Mujer, está promoviendo los
programas de igualdad de género en todas las escuelas públicas y privadas del
estado. El programa se inició después de una entrevista que reveló
desigualdades en la educación en Rhode Island, que incluyen el hecho de que el
100 por ciento de los entrenadores de fútbol son hombres. El informe admite que
para entrenar “no hay sitio para las mujeres y en otros muchos casos la
cualidad y los años de experiencia colocan a las mujeres en desventaja cuando
piden posiciones. Deben hacerse esfuerzos por la contratación y programas de
apoyo para incrementar el número de mujeres entrenadoras”.
El informe concluía: “La
intervención para cambiar actitudes hacia las carreras estereotipadas de género
y para incrementar el interés en las áreas no tradicionales deben comenzar en
las guarderías y continuar a lo largo del colegio” (Kathryn Quina, “Report Card
for the 1990’s: A Report on the Status of Girls and Women in Rhode Island
Education” (Rhode Island Commission on Women, Julio de 1992)).
Plataforma de Beijing 85(m) (83)
–Respaldar el avance de las mujeres en todas las áreas del deporte y de la
actividad física incluyendo el entrenar.
HERMANASTROS Y CHICOS SCOUTS
El trabajo de Ruth Bader Ginsburg,
del Tribunal Supremo de Estados Unidos sobre un estudio del prejuicio sexual en
el código legal de los Estados Unidos afianzó su reputación como campeona de
los derechos de la mujer. A Ginsburg, que al principio fue profesora de derecho
en la Escuela
de Derecho Columbia, y a Brenda Feigen-Fasteau, anterior directora del Proyecto
de la Unión de
Libertades Civiles Americanas de derechos de las Mujeres, se les encargó
diseñar un plan para borrar “los prejuicios sexuales de nuestras leyes más
básicas”. Su informe, publicado en 1977, encontró numerosos ejemplos de
prejuicios sexuales.
Parece que descubrieron que el
código americano contenía un número de leyes que se referían a “maridos y
mujeres” más que a “esposos”; “padres y madres más que a “padres”; “abuelos y
abuelas “ más que “abuelos”; “hermanas y hermanos” más que a “hermanos”, y
“hermanastras y hermanastros” más que a “hermanastros”.
El informe también expresaba
preocupación porque el símbolo anti-basura Johnny Horizon era un “estereotipo
sexual de la persona al aire libre” y “debe complementarse con una figura
femenina que promueva los mismos valores”. Además, “las dos figuras deberían
retratarse como personas de igual fortaleza de carácter” (Ruth Bader Ginsburg y
Brenda Feigen-Fasteau, “Sex Bias in the US Code” (Report of the U.S.
Commission on Civil Rights, Abril de 1977), p. 100).
El informe criticaba la sección 371
del código americano que trata la validez de los matrimonios contraídos según
las costumbres indias, porque
La sección contiene referencias
innecesarias a los sexos de las partes del matrimonio. Más sustantivamente,
especifica que los hijos de esas uniones se considerarán la descendencia
legítima del padre pero no hace esa especificación con respecto a la madre.
Aparentemente, se consideraba como más allá de la cuestión de que esos hijos
sean la descendencia legítima de la madre. La única característica física de
que la madre natural de un niño está invariablemente presente en el nacimiento
del niño no justifica esta distinción en estos casos. (Ginsburg y Feigen-Fasteau, p. 119)
El
informe se quejaba también del respaldo del gobierno a los Chicos y Chicas
Scouts: “El Chico y la
Chica Scout ofrecen ostensiblemente beneficios ‘separados
pero iguales’ para roles sexuales estereotipos perpetuos para ambos
sexos” (Ginsburg y Feigen-Fasteau, p. 145).
El informe respaldaba permitir la
continuación del uso de los nombres de lugares específicos de género, como la Montaña de las Gemelas y
el Parque Nacional del Hombre del Minuto (p. 208).
Plataforma Beijing 232(d)
–revisar leyes nacionales, incluyendo leyes de costumbres y prácticas legales
en las áreas de ley familiar, civil, penal, laboral y comercial y... revocar
cualquier ley que quede que discrimine en la base del sexo y suprimir
prejuicios de género en la administración de justicia.
CUOTAS
DE CINCUENTA /CINCUENTA PARA EL CONGRESO
Mim Kelber, que estuvo implicado
profundamente en las preparaciones para la participación de las Organizaciones
No Gubernamentales (ONGs) en la conferencia de Beijing, es el editor del libro Women
and Goverment: New Ways to Political Power. La antigua congresista Bella
Abzug es la coautora de la introducción. El libro, escrito explícitamente para
la conferencia de Beijing, presenta una serie de planes para alcanzar cuotas
del cincuenta /cincuenta en todos los cargos a elegir. En los Estados Unidos
esto se conseguiría, entre otras cosas, re-escribiendo la Constitución para
mandar que el senado se componga de doscientos miembros, dos hombres y dos
mujeres de cada estado (Mim Kelber, Women and Goverment: New Ways to
Political Power (Westport, CT: Praeger, 1994), pp. 215-218).
Plataforma Beijing 192(a) (190)
–Establecer el objetivo de equilibrio de género en los cuerpos y comités de
gobierno, además de las entidades administrativas públicas y las judiciales,
incluyendo, entre otras, estableciendo metas específicas e implementando
medidas para aumentar sustancialmente el número de mujeres con el fin de
conseguir la misma representación de mujeres y de hombres, si es necesario a
través de la acción positiva, en todas las administraciones públicas y de
gobierno. Tomar medidas, incluyendo donde sea apropiado, en los sistemas
electorales que estimulan a los partidos políticos a integrar a las mujeres en
posiciones públicas de ser elegidas y de no ser elegidas en la misma proporción
y niveles que los hombres.
ESTUDIOS DE LESBIANAS
Kathleen Westergaard, estudiante de la Universidad de
Victoria, British Columbia, de Canadá, recibió una tarea en su clase de
estudios de sus mujeres. “Las mujeres de la clase se emparejarán y pasarán
10 minutos caminando por el campus cogidas de la mano. Siéntanse libres de
mostrar afecto. Intenten caminar por áreas donde haya gente. Cuando regresen a
clase contarán cómo se sintieron al hacerlo... Si no te sientes capaz de
hacerlo, analiza por qué.” La señorita Westergaard se negó y presentó una
queja. “Quería un estudio de la mujer porque creo en los derechos de las
mujeres y en la lucha por la igualdad... Deberían cambiar el nombre del curso
por estudios de lesbianas” (Steve
Vanagas, “Lesbian conversion”, Western Report (19 de junio de 1995), p.
44).
Según la antropóloga de la Universidad de Alberta
Ruth Gruhum, “El objetivo explícito de los Estudios de las Mujeres es
política: Que se propague la ideología lo más posible, con el último objetivo
de conseguir el cambio social... que una ideología establecida por la
institucionalización en la universidad, sin embargo, se pueda mantener más allá
de su tiempo, tanto tiempo como pueda ser protegida de la crítica” (Steve
Vanagas, “Lesbian conversión” Western Report (19 de junio de 1950, p. 44).
Plataforma de Beijing 209© (206)
-Abrir centros para estudios de mujeres... Para controlar y evaluar la
implementación de los objetivos de la Plataforma para la Acción.
PREGÚNTENLE AL BEBÉ
Elias
Farajojé-Jones, profesor de divinidad de la Universidad de Howard,
cree: “Se nos enseña que tenemos que ser una cosa. Ahora la gente se
encuentra que no tienen que elegir”. Farajojé-Jones, que ha tenido
relaciones sexuales con hombres y con mujeres desde los dieciséis años, tiene
un niño de dos meses con su pareja bisexual, Katherin. Ha decidido “que su hija
Issa-Ajamu no conocerá barreras de género. Con la ayuda de un tubo con correas
que se pueda rellenar, los dos padres la amamantarán. Y, cuando la gente
pregunta si el bebé –que tiene dos zarcillos- es un niño o una niña, Farajojé
responde: ‘Pregúntenle al bebé’ ” (Steve Rhodes et al., “Bisexuality”, Newsweek
(17 de julio de 1995), p. 49).
Plataforma de Beijing 245(a)
–Promover que las responsabilidades familiares se compartan igualmente por
medio de campañas de los medios que pongan énfasis en la igualdad de género y
en roles de género no estereotipados de hombres y mujeres en la familia.
PREGÚNTENLE AL TRANSEXUAL
En San Francisco, se obliga a la
policía a tratar con presuntos autores cuya identidad sexual “elegida” no
encaja con su identidad biológica. Para acomodar a los “transexuales”, se
sugirieron baños “unisex” además de separar los baños de hombres y de mujeres,
pero no se los exige la ley aprobada recientemente en San Francisco. Cynthia
Goldstein, de la Comisión
de los Derechos Humanos de San Francisco, dijo que la ciudad está “mirando un
sistema escalonado de acomodación... Cuando se implica la desnudez, como un
baño comunitario, las instalaciones deben satisfacer a tus genitales”. La
policía recibió instrucciones de alojar a los transexuales “en celdas adecuadas
a la identidad de género de la persona”. Según el artículo, a la policía se le
dijo: “Es respetable preguntarle a una persona cuya identidad de género está
en cuestión por el género que prefieran”. El problema de las mujeres que se
niegan a tener que compartir una sala o vestuarios de mujeres de tiendas de
ropa con hombres vestidos de mujer debe abordarse todavía (Lambda Report on
Homosexuality Newsletter).
Plataforma de Beijing 125(k)
(124) –Adoptar todas las medidas apropiadas, especialmente en el campo de la
educación, para modificar los patrones sociales y culturales de conducta de los
hombres y las mujeres.
SIN INTIMIDAD
Wendy Shalit, estudiante de segundo
curso de la Universidad
de Williams, informa que al comienzo de cada año, los chicos y chicas
estudiantes de cada colegio mayor se reúnen en su sala común para votar si
tienen o no el baño compartido. El voto siempre va a favor del sí porque a los
novatos se les arenga para que voten a favor, ya que si votan en contra son
acusados de no sentirse “cómodos con sus cuerpos”.
Ms. Shalit, que insiste en que está
cómoda con su cuerpo, le gustaría utilizar la ducha en intimidad. “En el
mundo de la ducha mixta, las jóvenes son libres para hacer strip-tease y
desfiles en toallas mojadas sabiendo que la administración de la universidad
caerá como un martillo sobre cualquier joven que sea encontrado culpable de
‘objetivarlas’ con la ‘mirada masculina’”.
Ms. Shalit ve la situación de la
ducha como una “alegoría del ambiente intelectual actual de nuestras
universidades en las que todo es relativo, nada es ‘esencialmente’ diferente de
otra cosa, no hay mezcla de significados- y en el nombre de esta mentalidad muy
liberal los estudiantes son invitados diariamente a acomodar las proposiciones
más monstruosas, filosóficas no menos que sexuales” (Jeffrey Hart, “Sex
Re-education at Williams”, Providence Journal (28 de noviembre de 1995),
p. B7).
Plataforma de Beijing 283(a)
–Tomar medidas para eliminar incidentes de acoso sexual de chicas en
instituciones educativas y otras instituciones.
NUESTRO PADRE /MADRE DEL CIELO
En la nueva versión con lenguaje
sexista del Nuevo Testamento y los Salmos de la Oxford University
Press, la frase “Hijo del Hombre” se traduce como “Humano”. La oración del
señor comienza “Padre-Madre nuestro /a que estás en el Cielo”. Desaparecen las
referencias al reino de Dios porque la palabra reino tiene un “carácter
ostensiblemente androcéntrico y patriarcal”. En la escena en la que los padres
preocupados de Jesús le encuentran en el templo, ahora se lee en el texto: “’¿Por
qué me buscabais? ¿No sabíais que debía estar en la casa de mi Padre-Madre?’
Pero ellos no comprendían lo que Jesús les decía”.
Desaparecen
las referencias a la mano derecha de Dios por deferencia a las personas zurdas.
Ya no se utiliza la oscuridad como imagen del mal por miedo a ofender a los
negros.
Algunos piensan que esta traducción
todavía no ha sido suficiente. La
Biblia postmoderna, una colección de ensayos producidos por
el Colectivo Bíblico y Cultural, se queja de que “no se dice nada de un Dios
Madre ni de que Dios hiciera la
Mujer, ni siquiera de Dios como pareja o parejas... Tenemos
que liberarnos de la opresión del racismo, clasismo y sexismo; es decir, del
patriarcado”, argumenta el Colectivo. “La atención puesta en la muerte
de Jesús desvía la intención de esa opresión” (Anthony Lane, “Scripture
Rescripted”, New Yorker (23 de diciembre de 1995), p. 100).
Plataforma de Beijing 276(d) –Dar
pasos para que la tradición y la religión y sus expresiones no sean base para
discriminación de las chicas.
EXPLOTACIÓN POR IGUAL
El restaurante Hooters, que se
promociona contratando jóvenes muy atractivas como camareras y vestirlas con
modelos exiguos, ha sido acusado recientemente de discriminar a los hombres. La Comisión de Igualdad de
Oportunidades de Empleo presentó la acusación de que la negación a contratar
camareros constituía una discriminación hacia los hombres, aunque ningún hombre
había pedido trabajo de camarero en Hooters. La CIOE exigió que Hooters estuviese de acuerdo en
establecer cuotas estrictas –el cincuenta/ cincuenta- de contratos a mujeres y
a hombres (Who gives a hoot?” Providence Journal (3 de diciembre de
1995)).
Plataforma de Beijing 165 (163)
–Es necesario repensar las políticas de empleo para integrar la perspectiva de
género y llamar la atención a una gama más amplia de oportunidades además de
abordar cualquier implicación negativa de género de patrones actuales de
trabajo y empleo.
ENVOLTURA DE
PLÁSTICO PARA SEXO SEGURO
Lani Ka’ahumanu es la coordinadora
de Safer Sex Sluts, un grupo de educación de VIH. El grupo “hace parodias
graciosas y divertidas que muestran lo embarazoso del sexo seguro pero también
lo erotiza”, dice Ka’ahumanu, que suele abrir las parodias con su
“Envoltorio de Plástico para el sexo Seguro” (“Hechos”, Ms. (Julio/
Agosto de 1994). P. 45).
Plataforma de Beijing 99 –El VIH/
SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual... están teniendo un efecto
devastador sobre la salud de las mujeres, en particular sobre la salud de las
chicas adolescentes y mujeres y jóvenes. Con frecuencia no tienen la fuerza
para insistir en el sexo seguro y responsable.
Objetivo estratégico C.3 –Emprender iniciativas sensibles de género que aborden las
enfermedades de transmisión sexual, VIH/ SIDA y aspectos de salud sexual y
reproductiva.
MUÑECAS
HINCHABLES
El Forum de Organizaciones No
Gubernamentales realizó en unión con la conferencia de Beijing sobre la mujer
un programa de talleres sobre el flirteo de lesbianas y “El Rol del Las Muñecas
Hinchables y Los Consoladores para Mejorar la Salud”. Al mismo tiempo que se atendía el taller
de flirteo de lesbianas, las organizadoras del taller de las muñecas y de los
consoladores no aparecieron, dejando que las asistentes debatieran el asunto
entre ellas. Mientras que algunas decidían que todo aquello era una estupidez,
la escritora de salud americana Rebecca Chalker no estaba de acuerdo. Sugería
que las muñecas de plástico o de goma podían hacerse reales y penetrables.
Podían ser mecánicas y a medida. Los hombres podrían ir a la tienda, elegir una
muñeca y coger una cinta con la voz de una mujer de fondo para acompañar al encuentro
sexual (Jennifer Griffin, Beijing Watch (11 de septiembre de 1995), p.
3).
Plataforma de Beijing 27 (26) –A
través de organizaciones no gubernamentales, han participado mujeres y han
influido fuertemente en los foros de la comunidad, nacionales, regionales y
globales, y en debates internacionales.
BISEXUALES Y
PROSTITUTAS
Una historia del Wall Street
Journal, titulada “Dating Game Today Breaks Traditional
Gender Rules” hablaba de la tendencia actual a los encuentros bisexuales en los
campus:
Las jóvenes entran en relaciones
íntimas con ambos géneros que son algo más que simples experimentos. Se
resisten a ser descritas como heterosexuales o gays –o incluso bisexuales, que
sugiere promiscuidad y pareja de una noche. En vez de eso utilizan palabras
como ‘dinámicas’ y omnisexuales. ...La tolerancia con las relaciones
homosexuales entre mujeres suele comenzar en los campus universitarios, donde
las relaciones gays arquean las cejas estos días. En su graduación en 1993 de la Universidad de
Macalester en San Pablo, Minnessotta, Laura Bradley se puso de pie delante de
los padres, abuelos, los miembros del consejo de administración y de la
facultad y le leyó una carta a su madre que había muerto de cáncer dos años
antes. En el escrito, le daba las gracias a su amante, Marcy. Las dos mujeres
se besaron después en el estrado después de recibir sus diplomas. (Wendy Bounds, “Dating Games Today
Breaks Traditional Gender Roles”, Wall Street Journal (26 de abril de
1995), p. B1).
Uno de los periódicos publicados para las Conferencias de Beijing tenía
una historia titulada “Las Prostitutas Exigen Dignidad y Derechos Legales”.
Según el artículo, “las prostitutas dicen que deberían tener los mismos
derechos que las demás mujeres trabajadoras, incluyendo las pensiones de
jubilación... ‘Las prostitutas no somos diferentes de las demás mujeres
trabajadoras... Simplemente somos mujeres comunes’, dijo la prostituta
mexicana Claudia Commimore Arellano. “Como al resto de las mujeres, nos
preocupa lo caro que es coger un taxi, cómo imponer el sexo seguro y cómo
evitar los asaltos’ ” (Natacha
Henry, Beijing Watch (11 de septiembre de 1995), p. 3).
Plataforma de Beijing 97 (95)
–Los derechos humanos de las mujeres incluyen su derecho a tener el control y a
decidir libre y responsablemente sobre los asuntos relacionados con su
sexualidad, incluyendo la salud sexual y reproductiva, libres de coacciones,
discriminación y violencia.
Leyendo estos ejemplos de la Agenda de Género, una no
sabe si echarse a reír o ponerse a llorar. Cuando a la gente común se le
exponen los ejemplos de la perspectiva de género, la pregunta que hacen es:
“¿Por qué? ¿Por qué las que afirman ser las portavoces de las mujeres defienden
esas políticas tan absurdas?”
Los promotores de la Agenda de Género hablan de
opresión y liberación pero el tono que yo oía no era el de una melodía libre
sino un ritmo totalitario que exigía que todo el mundo marchase al mismo ritmo.
CAPÍTULO
TRES: COMPRENDIENDO EL PROCESO
Durante los últimos veinte años, las
conferencias internacionales se han convertido en una parte importante de las
actividades de Naciones Unidas. Nafis Sadik, secretaria general de la
conferencia de El Cairo sobre población, afirma que las conferencias ocupan
ahora el 70 por ciento del trabajo de la ONU. Desde 1974 la ONU ha presentado cuatro conferencias sobre la
mujer –Ciudad de México, 1975, Copenhague, 1980, Nairobi, 1985 y Beijing, 1995;
tres conferencias sobre población –Bucarest, 1974, Ciudad de México, 1984 y El
Cairo, 1994; la Cumbre
Mundial para los Niños –Nueva York, 1990; la Cumbre Mundial
sobre la Tierra
en Río, 1992; la
Conferencia de Viena sobre los Derechos Humanos, 1993; la Cumbre Social de
Copenhague, 1995, además de un número de pequeñas conferencias.
Estas conferencias están diseñadas
para llamar la atención ante el mundo sobre el área que esté bajo consideración
y producir documentos “consensuados” que proporcionen guías para la acción
nacional e internacional. Los documentos no son documentos a ejecutar pero se
considera que tienen autoridad moral porque se supone que representan un
consenso de la opinión mundial. Dada su deuda masiva, la ONU podría encontrar mejores
medios para utilizar sus escasos recursos pero en principio no hay nada malo en
tener una conferencia internacional que centre la atención del mundo en un área
particular de preocupación. Desafortunadamente, estas conferencias han sido
objetivos fáciles para los que quieren utilizar la ONU para servir a sus agendas
ideológicas particulares.
La plataforma pasa por una serie de
borradores antes de ser presentada a debate en la conferencia. Se tienen varios
encuentros de los comités preliminares o PreComs antes de la conferencia, donde
se comienza el trabajo sobre la plataforma. Las conferencias regionales que
tienen lugar en varias partes del mundo ofrecen aportaciones. El personal de la ONU escribe un borrador y lo
presenta a los delegados en el PreCom final, que tiene lugar en Nueva York.
Entonces, los representantes del gobierno debaten el borrador e intentan
eliminar la mayor controversia posible antes de la conferencia. Las secciones
en las que no se logra un acuerdo “se dejan entre paréntesis” y sólo las
secciones entre paréntesis se debaten en la conferencia. El ideal diplomático
sería una conferencia sin controversia –una cara foto para demostrar que se
había alcanzado algo maravilloso.
Las conferencias de la ONU operan bajo un sistema de
consenso. Al mismo tiempo que es teóricamente posible votar, casi nunca se
vota. El sistema se diseñó para proteger los derechos de los países pequeños y
crear respaldo popular para los programas. En el pasado, el consenso sobre las
palabras de los acuerdos, tratados, convenciones y documentos como los planes
de acción de la conferencia se conseguía con negociaciones largas y cuidadosas.
Esto significaba que cuando una nación tenía objeciones a una palabra, frase o
concepto dados, los debates para redefinir el lenguaje, encontrar sinónimos o
definiciones continuaban hasta que todas las naciones quedaran satisfechas. Si,
después de prolongadas negociaciones, no se pudiese convencer a una nación para
sumarse al consenso, durante la sesión final de la conferencia, su delegación
podía registrar reservas a las secciones del documento con las que no estaba de
acuerdo.
En los últimos años, las “reservas”
a un consenso habían sido extremadamente pocas y solían ser sobre detalles
técnicos. Esos puntos en los que no se podía alcanzar un consenso normalmente
se suprimían del documento final. Esta era la razón de los años de encuentros
prolongados y por lo que las asambleas de la ONU son tan reacias a llevar las cosas a
votación. Una votación sería una frustración de la idea del consenso.
Por tanto, debería ser motivo de preocupación que durante las recientes
series de conferencias –particularmente, desde la cumbre de Río sobre el medio
ambiente- el sistema de consenso haya sufrido serios ataques. Ciertas fuerzas
que están dentro del sistema de la
ONU –es decir, una coalición de naciones occidentales,
agencias de la ONU
y Organizaciones No Gubernamentales (ONGs)- han tenido la determinación de
llevar a cabo políticas en una dirección predeterminada y obligan a introducir
su agenda en el texto. Su agenda incluye reclamar la legalización y expansión
del aborto, varios “derechos sexuales”, y otros puntos sobre la agenda
feminista. Como consecuencia, se ha incrementado el número de reservas.
En Río al final de la
Cumbre sobre la
Tierra, la primer ministro de Noruega, Doña Gro Haarlem
Bruntdland (que había presidido la conferencia) exigió que se abandonase el
sistema del consenso, ya que los países más lentos están impidiendo el progreso
de los que quieren avanzar con más rapidez. Era bien conocido que Brutdland se
sentía frustrada porque el aborto y otros elementos a los que ella se mostraba
a favor no se habían insertado en el texto.
En Beijing, el sistema de consenso se abandonó esencialmente cuando la
dirección forzó su agenda y dijo a las naciones que disentían que si no estaban
de acuerdo con alguna redacción, podían hacer una reserva.
ONGs
Para ayudar a su deliberación, la ONU acredita a representantes de Organizaciones
No Gubernamentales (ONGs) nacionales e internacionales que presionan a los
delegados del gobierno. Las ONGs han crecido en poder e influencia con la
burocracia de la ONU
y superan en número a los delegados de los gobiernos. Para incrementar la
participación de las ONGs, la ONU
comenzó autorizando que tuviesen lugar foros con las conferencias
internacionales donde los representantes de las ONGs presentasen talleres y
organizasen grupos para concentrar su esfuerzo de presión.
Se suponía que el movimiento de ONGs traería la voz de los grupos de
las bases y de caridades internacionales a los debates pero el movimiento de
ONGs ha sido absorbido por grupos que no tienen el respaldo de las bases y que
ven la ONU como
un medio con el conseguir por medio de la presión lo que no pudieron en las
elecciones. Muchas de las ONGs tienen oficinas permanentes en Nueva York y han
pagado a grupos de presión. En particular, los grupos de presión bien
financiados del control de población han conseguido tener una enorme influencia
en la ONU. Los
refugiados de los años sesenta han encontrado un refugio en la ONU, donde están ocupados
promocionando viejas causas con la vieja retórica como si la corriente
conservadora que se extiende por los Estados Unidos y otros países fuesen una
pesadilla. Entre estos devoradores de la
ONU, que disfrutan estando donde está la acción, están los
viejos pacifistas de los años sesenta, los promotores de las religiones de la
nueva era, los defensores de un gobierno mundial y ecologistas radicales. Han
sido incorporados por las feministas cuya ideología postmoderna se cultivó en
el hervidero de las academias de los campus y de las activistas lesbianas
militantes. La más importante de estas refugiadas es la antigua congresista de
los Estados Unidos Bella Abzug.
Bella había sido elegida al Congreso en 1970 desde un distrito de
Manhattan pero tenía ambiciones más altas. Activista del movimiento pacifista y
de otras causas de la izquierda, se vio a sí misma como portavoz de todas las
mujeres. En 1977 presidió la Primera Conferencia Nacional de la Mujer en Houston. Después de
ser rechazada en varios intentos de escalar a puestos superiores y siendo
incapaz de recuperar su antiguo puesto, se retiró a la ONU, donde se congració con la
burocracia de la ONU
estando siempre disponible a dar un discurso o a servir en un comité.
En 1990 el Fondo Americano de la Mujer organizó WEDO, la Organización del
Ambiente y Desarrollo de la
Mujer, “un taller de información y de defensa global” con
Bella como cabeza (Mim Kelber, “Institutions: the Women’s Environment and
Development Organization”, Environment, Volumen 36, Número 8 (Octubre de
1994), p. 43). El nombre de la organización refleja que el primer objetivo de
WEDO era la conferencia de Río sobre el
medio ambiente. La influencia de WEDO cambió el núcleo de la conferencia a su
agenda –el aborto y la potenciación del papel de la mujer. Desde Río, WEDO ha
seguido manipulando el proceso de las conferencias para promover su agenda y
convertir todos los temas en un tema sobre la mujer.
WEDO está bien financiada y relacionada. Según las representantes de
WEDO: “WEDO ha recibido reconocimiento y apoyo de varias fuentes, que
incluyen las Fundaciones MacArthur, Ford, Noyes y Turner, además de las
agencias de las Naciones Unidas, gobiernos y donantes individuales. Su
presupuesto nuclear para 1994 es de 630.000 $ con fondos adicionales que se incrementan
para programas especiales” (Kelber, “Institutions”, p. 43).
La WEDO ha sido instrumental para la
organización de los grupos de presión. Los grupos critican el texto, circulan
sus recomendaciones de cambio y organizan esfuerzos de presión. El más grande y
más importante de los grupos, el grupo de las Mujeres, representa supuestamente
los intereses de todas las mujeres, pero en realidad está bajo el control de
WEDO. La WEDO
también domina a otros grupos, como descubrieron las ONGs pro-familia cuando
intentaron participar en la deliberación del grupo.
El grupo de vinculación política controlado por WEDO afirma estar
trabajando para asegurar que los compromisos hechos en conferencias anteriores
a la agenda de WEDO no son debilitados por conferencias posteriores. El grupo
de vinculación política, no hay necesidad de decirlo, no tiene ningún interés
en proteger los compromisos pro-familia. La regla de WEDO parece ser: “Todo
lo que se ha aprobado previamente en las conferencias de la ONU con lo que están de
acuerdo es sagrado y todo aquello con lo que no están de acuerdo se puede
cambiar”.
Durante las PrepComs, Bella estaba en su elemento. Sin dejarse ver
nunca sin su sombrero de firma, reunió al Grupo de las Mujeres y habló en la ONU. –conferencias de prensa
patrocinadas. Hubo rumores persistentes sobre su salud y sus admiradoras se
daban la vuelta para ahorrarle una presión excesiva pero podía caminar si tenía que hacerlo.
El trabajo verdadero de WEDO tiene lugar entre bastidores. WEDO se ha
convertido en una ONU en la sombra. En El Cairo, a Bella se le oyó decir que
había escrito en la
Plataforma para la Acción. Insistía
en que Beijing sería su conferencia.
IPPF
La batalla por el alma de la
ONU ha seguido desde su fundación. Sin embargo, para los
objetivos de este debate, la
PrepCom final para El Cairo que tuvo lugar en Nueva York en
marzo de 1994 ofrece un buen punto de comienzo. Mientras que un pequeño número
de grupos pro vida ha estado preocupado durante mucho tiempo sobre la
influencia de la
International Planned Parenthood Federation (IPPF) y otros
grupos de la ONU,
las consecuencias de la
PrepCom para la Conferencia de El Cairo sobre la población hizo
que aumentase su conciencia. El Papa Juan Pablo II, alarmado por la plataforma
propuesta, escribió una carta personal a cada Jefe de Estado del mundo
enumerando sus preocupaciones. También habló fuerte y frecuentemente sobre los
peligros de la conferencia de El Cairo. Como consecuencia, muchos líderes de
América Latina, África y musulmanes tomaron conciencia de la gravedad de la
situación.
Sin embargo, los esfuerzos del Papa habrían sido en vano si no hubiera
sido por la valentía de Doña Marta Lorena Casco, representante del gobierno de
Honduras, y Cecilia Royals, del Instituto Nacional de la Mujer. El trabajo de
estas mujeres aseguró que se quedasen entre paréntesis las partes más ofensivas
del texto.
En la conferencia anterior sobre población llevada a cabo en la ciudad
de México en 1984, la administración Reagan había luchado por el lenguaje que
no permitiese a la ONU
promover el aborto. El lenguaje de la
Ciudad de México dice: “No se promoverá el aborto como
medio de planificación familiar”. Este lenguaje se había utilizado para
restringir la financiación a la International Planned
Parenthood Federation y a otros grupos defensores del aborto.
La IPPF tenía la determinación de que El Cairo fuese su conferencia. Estaban
convencidos de que en El Cairo podrían: 1) tramar la supresión del lenguaje de
Ciudad de México; 2) lograr que se declarase al aborto como derecho humano como
parte de la nueva categoría de derechos sexuales y reproductivos y, 3) recibir
compromisos de 17 $ billones de nueva financiación para sus programas de
“planificación familiar” por todo el mundo.
La Financiación de Población de la ONU
(UNFPA) podría estar dirigiendo la conferencia pero la IPPF estaba tan implicada en
la planificación y organización de la conferencia de El Cairo que una de las delegadas pro-familia
bromeó diciendo que la IPPF
y UNFPA llevaban acostados juntos tanto tiempo que se podían definir como una
pareja de hecho.
La administración Clinton llegó al poder con el fuerte compromiso de
promover los derechos al aborto, incluyendo el repudio del lenguaje de Ciudad
de México y la reanudación de la financiación del aborto por todo el mundo. Con
el gobierno de Estados Unidos no oponiéndose ya a su agenda, la IPPF y sus aliados creyeron
que podrían barrer cualquier oposición.
EL CONTROL DE LA
POBLACIÓN
En la ONU,
la IPPF ha
trabajado conjuntamente con WEDO. Ha habido tensión entre las feministas y el
movimiento de control de la población, producida por los métodos coercitivos
utilizados en muchas partes del mundo para conseguir la reducción de la
población. Las mujeres del Tercer Mundo se quejaron a las feministas
occidentales de que la IPPF
y otros grupos de población promovían políticas que coaccionaban a las mujeres
pobres a aceptar la esterilización, DIUs y drogas peligrosas y experimentales.
Las feministas del Tercer Mundo recordaban a sus hermanas occidentales que la
libertad de elección quiere decir tener el derecho a elegir el aborto y la
anticoncepción, no el ser forzadas a ellos por planificaciones de población
demasiado celosas.
Las feministas del Tercer Mundo documentaron también abusos masivos. En
América Latina, las mujeres trabajadoras son presionadas a firmar un papel en
el que dicen estar de acuerdo con ser esterilizadas. Muchas mujeres dicen ser
esterilizadas sin su consentimiento durante el momento de las cesáreas. En
México y Kenia, las mujeres tienen tanto miedo de ser esterilizadas
involuntariamente o de que se les dé un DIU sin saberlo que evitan los
programas de salud llevados a cabo por el gobierno.
Los principales donantes de ayuda extranjera, como el Banco Mundial,
USAID y UNFPA, suelen unir la ayuda a la aceptación de los programas que
promueven la esterilización, el DIU y la anticoncepción artificial. Los médicos
de Kenia decían tener armarios llenos de preservativos y de DIUs proporcionados
por donantes occidentales pero no tenían guantes de latex para las operaciones
quirúrgicas ni antibióticos.
Los métodos anticonceptivos no considerados seguros para las mujeres
occidentales se envían al mercado de los países pobres. El DIU no sólo ha
estado relacionado con infecciones de la pelvis y esterilidad sino que este
riesgo aumenta cuando las mujeres carecen de la sanidad básica y el acceso al
cuidado médico adecuado. Las mujeres del Tercer Mundo se cogen frecuentemente
para probar nuevos métodos anticonceptivos, con frecuencia sin su consentimiento.
El DIU y las formas hormonales de anticoncepción suelen producir grandes
hemorragias durante los periodos de menstruación de la mujer, incrementando el
riesgo de anemia en las mujeres que ya están desnutridas. A los médicos se les
da dinero para que inserten anticonceptivos norplant, no para suprimirlos. Las
mujeres que sufren náuseas severas o hemorragias continuas no puede permitirse
el lujo, con frecuencia, de que se les quite el norplant.
Una pediatra de América Latina, que tenía tanto miedo de represalias
que pidió no sólo que no se imprimiese su nombre sino que también se ocultase
el nombre de su país, habló del uso repetido de la ayuda externa para presionar
a las mujeres a aceptar la inserción del DIU o la esterilización. Dijo que cuando
se apuntó en un programa para estimular el que se dé el pecho, descubrió que en
realidad el programa no era sino un medio de ganarse la confianza de las nuevas
madres para poder presionarlas para que aceptasen los “modernos” métodos
anticonceptivos. También habló de cómo, en las áreas rurales de su país, el
programa que ofrece leche gratis para los niños está unido al control de
población. Para obtener el título de distribuidor de leche, el médico tenía que
estar de acuerdo en introducir un cierto número de DIUs. La subvención del
programa incluye dinero para que el médico guarde registros para demostrar que
ha llenado su cuota y presente informes a las organizaciones que lo financian.
Esto conduce inevitablemente a abusos. Muchas mujeres afirman que se les ha
puesto el DIU sin su consentimiento. La pediatra dijo que estaba tan preocupada
de que las madres con las que trabajaba fuesen presionadas durante el trabajo
para que estuviesen de acuerdo con la esterilización que decidió estar presente
para proteger los derechos de sus pacientes.
Las formas permanentes de anticoncepción pueden tener unos efectos
trágicos en áreas de pobreza extrema en las que los hijos son la única
seguridad social de una mujer. El alto índice de mortalidad infantil puede
tener como consecuencia una situación en la que una mujer que tenga tres o
cuatro hijos puede que no vea vivos a ninguno de ellos en la adultez. Si una
mujer que es presionada para aceptar la esterilización o a la que se deja
estéril con un DIU después del nacimiento de uno o dos hijos pierde a sus hijos
vivos, suele ser abandonada por su marido sin ningún recurso ni esperanza para
el futuro.
Germaine Greer, una de las líderes originales del movimiento feminista
y autora de The Female Eunuch, escribió un libro entero, Sexo y
Destino, para documentar el abuso que sufren las mujeres de los países
pobres a manos del movimiento de control de población. Dice:
¿Por qué tenemos que construir el modelo de sexo recreativo en los
lugares públicos de todo el mundo? ¿Quiénes somos nosotras para invadir las
camas de matrimonio de las mujeres con velo? ¿Nos atrevemos a repeler el
matriarcado y a exterminar el campesinado? ¿Por qué tenemos que trabajar para
aumentar la esperanza de vida cuando no tenemos tiempo o es inútil para los
viejos? ¿Por qué tenemos que preocuparnos más por frenar el incremento del
número de pobres de lo que lo hacen ellos mismos? ¿Quiénes somos nosotras para
decidir el destino de la Tierra?
(Germaine Greer, Sex and Destiny
(Nueva York: Harper & Row, 1984), p. xiv)
El lobby de población ha reaccionado a la mala publicidad afirmando que
ha bajado el tono de sus programas coercitivos pero informes del campo
indican que ha cambiado poco. Sin embargo, el lobby de población ha reconocido
que su énfasis en ofrecer anticonceptivos y en la esterilización no tuvo como
consecuencia índices de nacimiento más bajos a no ser que se combinasen con el
incremento de la educación y del empleo femenino. Por tanto, el lobby de la
población pone ahora un énfasis añadido en los programas de formación de las
mujeres y de empleos de mujeres fuera del hogar.
IMPERIALISMO ANTICONCEPTIVO
Muchos de los países en desarrollo ya no creen en la línea de la
población. Mercy Walbin, de Eco-News, Kenia, se queja de que los
programas de población que se están promoviendo en África no responden a las
promesas que se les había hecho:
Hemos reducido con éxito nuestra población a un promedio de 3 niños de
4... Nuestra reducción en la población no va emparejada con una correspondiente
mejoría de nuestra economía. En verdad, las cosas han empeorado... Puedes
llevar a las mujeres al hospital y ponerles los DIUs que creas convenientes.
Esto me da ganas de llorar. Los donantes sólo tienen interés en la demografía,
no en la persona. La moral en el campo médico es muy baja. Un médico dice que
no puede seguir. Los pacientes no pueden permitirse el lujo de comprar sus
prescripciones. A veces tiene que poner dinero propio para comprar medicinas en
casos graves. Nuestras estanterías están llenas de píldoras anticonceptivas, de
preservativos y de DIUs pero no hay medicinas disponibles.
Elizabeth Sobo, que escribe y presiona para llamar la atención sobre la
explotación económica de África, insiste en que África no está superpoblada
sino bajo poblada. La baja densidad de población de África significa que los
caminos son tan ligeros que a veces se convierten en junglas o son cubiertos de
arena. La baja densidad de población incrementa el coste del ofrecimiento de
los servicios básicos en áreas remotas. Sobo señala que África no es pobre sino
rica en recursos naturales y productos agrícolas. Se encuentra en quiebra
porque los países desarrollados pagan bajos precios por sus productos y el
pueblo tiene que pagar intereses por las deudas de los préstamos pedidos por
los regímenes corruptos cuyos líderes están ahora disfrutando en la Riviera. La mayoría
del dinero prestado regresó a sus países donantes para pagar proyectos que
tenían poco o ningún efecto en mejorar las vidas de la gente. Muchas naciones
africanas ya han pagado intereses iguales al dinero prestado y todavía deben la
cantidad original y más intereses todos los años. Para pagar sus deudas, los
países se han visto obligados a cortar presupuestos para la sanidad y
educación. En cada una de las conferencias recientes, las naciones deudoras han
rogado el alivio de la deuda y en cada una de ellas no se les ha hecho caso.
Sin embargo, la financiación para el control de población se ha incrementado.
Lo que ha aumentado también es el cinismo de las personas de África y
América Latina, muchas de las cuales ven ahora la financiación masiva para el
control de la población como un movimiento calculado para empobrecer a sus
países. Un número de diplomáticos africanos y de América Latina ha sugerido en
privado que los programas de población no se diseñaron para promover el
bienestar de la gente de los países en vías de desarrollo sino para preservar
el poder de los países desarrollados. Los países desarrollados de Occidente y
del borde de Asia tienen todos índices de nacimientos que están por debajo del
reemplazo. Dadas las tendencias actuales, sus poblaciones comenzarán a declinar
pronto en el siglo próximo. (La razón del aumento actual de población en el
mundo desarrollado hoy es el aumento de la esperanza de vida. Nacen menos
personas pero hay más personas que viven ochenta y noventa años.)
El crecimiento de la población en los países en vías de desarrollo es
lento pero está todavía por encima del reemplazo. Algunos argumentan que el
aumento de la población en el mundo en vías de desarrollo puede avivar el
desarrollo económico. Si sucediese esto, estos países ya no serían un mercado
para los bienes occidentales sino que comenzarían a producir bienes para la
exportación. Ya no se verían forzados a vender sus recursos naturales y
productos agrícolas a precios bajos. Grandes poblaciones de países en vías de
desarrollo querrían decir que podrían alinear grandes ejércitos, moviendo así
el equilibrio de poder en el mundo. A la luz de esto, el respaldo al control de
la población por países ricos parece menos que compasión humanitaria y más un
medio por el que los países ricos pretenden asegurar su dominio económico y
militar continuo.
LA PREPCOM DE EL CAIRO
Las PrepComs tuvieron lugar en el edificio de la ONU de Nueva York. Los comités
principales se encuentran en las grandes salas de conferencias del piso más
bajo del edificio de la ONU.
Las salas dan al East River y están equipadas con sistemas de
traducción simultánea y galerías para los observadores.
Durante las PrepComs la base de la ONU es un bullicio de actividad. Las mesas de los
pasillos y de dentro de las reuniones están llenas de pilas de libros de ONGs,
de materiales de delegaciones nacionales y de publicaciones oficiales de la ONU. Las paredes y
puertas muestran avisos de grupos, de talleres y encuentros. Las estrictas
medidas de seguridad requieren que
los representantes de las ONGs lleven insignias de identificación especiales,
pasen por detectores de metales y se examinen sus bolsos con rayos x cada vez
que entran en el edificio.
En la PrepCom
de El Cairo, las fuerzas promotoras de la agenda de población tenían la
determinación de no consentir interferencias. La Señora Casco, con
todo el encanto y estilo tan característico de las mujeres de América Latina,
dejó claro que no tenía ninguna intención de rendirse ante las presiones.
Insistió en que el lenguaje pro-derechos sexuales y reproductivos del borrador
de la plataforma se pondría entre paréntesis. La delegación de Estados Unidos
intentó varias formas de intimidación para forzar a la Señora Casco y a
otras delegadas pro-familia a someterse. En un momento la delegación americana
la invitó a tener un encuentro en una de las salas del piso bajo de la ONU, aparentemente con la
esperanza de intimidarla. Cuando ella advirtió su intención, simplemente se
levantó y se fue.
La presión también se ejerció sobre el gobierno de Honduras, incluyendo
amenazas veladas de que Estados Unidos y la ONU le retirarían su ayuda si la Señora Casco no se
quedaba callada. La Señora
Casco se negó a echarse atrás, insistiendo en que simplemente
estaba defendiendo la constitución a favor de la vida y de la familia y las
leyes en contra del aborto de su país,
frente al lenguaje contra la familia propuesto por la plataforma. Las Mujeres
del Instituto Nacional de la
Mujer, de las bases de Washington, un grupo de mujeres
voluntarias, respaldó la posición de la Señora Casco. La
presidenta de NIW, Cecilia Royals y Mary Suárez Ham, hermana del anterior
alcalde de Miami y madre de once hijos, había ido a Nueva York a respaldar las
políticas a favor de la mujer y de la familia. Como crecía la presión sobre
Honduras, Cecilia les dijo a sus amigas que enviasen faxes al presidente de
Honduras para hacerle saber que había mucha gente que respaldaba la posición
valiente de Marta Lorena.
Los ataques personales a la Señora Casco no dieron resultado. El
representante de Benin se sintió tan ofendido por lo que consideraba que fue un
tratamiento duro y maleducado dirigido hacia la Señora Casco, que intervino
en el ambiente caldeado del debate y le dijo a la presidencia que pusiese entre
paréntesis lo que la
Señora Casco quería que se pusiese. Como consecuencia de la
valiente posición de la
Señora Casco, el borrador fue al Cairo con las secciones más
ofensivas abiertas todavía al debate.
CAPÍTULO CUATRO: EL CAIRO
La conferencia sobre población comenzó la primera semana de septiembre
de 1994. No había llovido en El Cairo desde Marzo- lo que es normal para esta
ciudad desértica- y los árboles de El Cairo parecían plantas polvorientas
artificiales gigantes. Se rumoreaba que se eligió El Cairo como sede de la
conferencia de la ONU
sobre la población para que los participantes se impresionasen del horror de
vivir en una ciudad superpoblada del Tercer Mundo. Si esa era la intención,
fracasaron. En El Cairo puede hacer calor, puede ser pobre y polvorienta pero
late con vida y emoción. El turismo es el negocio número uno de Egipto y los
egipcios saben cómo tratar a sus invitados. Los hoteles estaban bien
controlados, la comida fantástica y para
los que tenían tiempo libre después de los actos, los lugares turísticos eran
fascinantes. Los egipcios eran muy conscientes de los asuntos que se estaban
debatiendo. El camarero del hotel Flamenco resumía la actitud de los egipcios
hacia la conferencia de población diciendo: “Sí, vendrán y hablarán pero no
nos afectará. El próximo año habrá un millón de egipcios más”.
En las semanas anteriores a la conferencia, los medios occidentales
habían informado de amenazas de extremistas islámicos que consideraban la
conferencia como una afrenta a los principios islámicos. Cierto número de
personas cancelaron sus planes de viaje. Algunos asistentes pro-familia
escribieron sus testamentos. Otros llegaron preparados para morir si eso era lo
necesario. Para su sorpresa se encontraron con que los egipcios eran muy
agradables, las calles seguras y que la conferencia estaba bien controlada. Una
mujer a la que se le quedó su monedero en una iglesia volvió una hora después y
lo encontró como lo había dejado. Después de un día duro de presiones
políticas, podían retirarse a bonitos restaurantes de clase mundial que daban
al Nilo y ver la puesta de sol con los tonos salvajes rojo y púrpura de la
calima siempre presente en la ciudad.
Alertados por Juan Pablo II, las personas pro-familia y pro-vida de
todo el mundo decidieron asistir a la conferencia de El Cairo. No fue algo
organizado sino personas preocupadas de Estados Unidos, Canadá, Guam,
Filipinas, Kenia y de los países de América Latina. Un joven de Canadá resultó
que tenía dos semanas de vacaciones y el dinero, por lo que decidió en el
último momento ir al Cairo para ver si podía hacer algo. Un doctor canadiense y
su esposa fueron porque él era egipcio y sentía que su conocimiento de la
lengua podría ayudar. Como muchas personas pro-familia decidieron asistir
después del plazo límite para pedir el estatus de las ONGs, pidieron que
periódicos locales y publicaciones propicias los enviasen como corresponsales.
Muchos llegaron sin conocer a casi nadie y sin tener seguridad de lo que podían
hacer pero, mientras pasaban los días, pudieron hacer contactos y coordinar sus
esfuerzos.
Típica de las fuerzas pro-familia era Dee Becker, de Delaware, que
decidió en el último minuto ir al Cairo. Cuando llegó, vio que era necesario
una coordinación inmediata de las fuerzas pro-familia. Apropiándose de una mesa
de la sala de prensa, montó una tienda, envió mensajes, veía portafolios y
distribuyó hojas de propaganda.
La conferencia tuvo lugar en un centro de convenciones moderno y bien
acondicionado. El Forum de las ONGs en un gran centro de deportes, que es parte
del mismo complejo. Todo el complejo estaba en la calle trasera de la calle en
la que fue asesinado Anwar Sadat y el monumento en forma de pirámide dedicado a
Sadat se podía ver desde el centro de la convención. Aunque los autobuses
evitaban pasar por el sitio donde fue asesinado, los taxis no –un recordatorio
desalentador de que la violencia era siempre una posibilidad real.
El gobierno egipcio se tomó en serio las amenazas de los extremistas
islámicos. La seguridad era extremadamente rigurosa. Todas las entradas al
complejo de la conferencia estaban equipadas con rayos x y detectores de
metales. Las calles que estaban delante de los hoteles utilizados por los
delegados tenían barricadas y las entradas eran vigiladas. Había soldados
estacionados cada cien yardas a lo largo de la autopista principal y un guardia
con un pequeño revólver iba en cada autobús de la conferencia. A pesar de las
precauciones, o quizás debido a ellas, no había sentido de peligro. Mientras
progresaba las conferencia, estaba claro que la única amenaza para los
ciudadanos americanos procedía de sus propios representantes.
Durante la conferencia, el jefe de la delegación americana, Tim Wirth,
ordenó a los guardias de la ONU
que arrestasen a Keith Tucci, activista pro-vida, que estaba cubriendo la
conferencia para un periódico de Carolina del Sur. En palabras de una activista
feminista, Tucci fue acusada falsa y absurdamente de estar implicada en el
asesinato de un abortista americano. Él y otros dos americanos, cuya única
ofensa fue seguir a la policía cuando arrestaron a Tucci, fueron tenidos bajo
custodia durante veinticuatro horas por la policía egipcia y fueron amenazados
con la deportación inmediata. Fue la intervención del congresista Chris Smith
lo que consiguió su liberación.
Los egipcios habían llegado a creer que todos los americanos vestían de
forma inmodesta, que creían que estaba bien el sexo fuera del matrimonio y que
promovían el aborto y el lesbianismo. Los guías turísticos, los estudiantes que
ayudaban en el Forum, la prensa egipcia y los delegados estaban sorprendidos y
encantados de descubrir a los americanos que defendían la familia.
Los estereotipos existían en ambos lados. Muchas de las ONGs
pro-familia tenían poco o ningún contacto anterior con los musulmanes.
Descubrieron que al contrario que los estereotipos, las mujeres egipcias no
eran calladas, cautivas sin formación de una religión anti-femenina represiva.
Llevar un pañuelo en la cabeza no suponía que las mujeres egipcias no
utilizasen sus cabezas. El 50 por ciento de los reporteros egipcios son
mujeres. Un ejemplo de ellas es Manal Abdel Aziz, periodista de Egyptian
Gazette, periódico de lengua inglesa de El Cairo. Alta, morena y guapa, Manal explicó con una
dulce sonrisa que las mujeres musulmanas cubrían su pelo porque el pelo de la
mujer es su rasgo más atractivo y distrae a los hombres de sus habilidades
profesionales. Manal se ajustaba a los requerimientos islámicos de modestia
pero sus grandes mangas, sus faldas hasta los tobillos y el pañuelo no le restaban estilo y gracia. No
sólo estaba imponente con una chaqueta de color melocotón de manga larga, una
falda estampada de color melocotón y un pañuelo a juego sujetado con alfileres
de punta color perla, sino que era extremadamente profesional, mientras
trabajaba para presentar una imagen exacta de lo que estaba sucediendo en la
conferencia a sus lectores. Sus simpatías estaban claramente con las ONGs
pro-familia. Como la mayoría de los egipcios, estaba en contra del aborto, del
sexo fuera del matrimonio y de la homosexualidad. Le molestaba de forma
particular que las mujeres musulmanas estuviesen siendo utilizadas por grupos
del extranjero para promover el aborto y la conducta condenada por el Islam.
Uno de los grupos cuyas actividades preocupaban a los egipcios era el
Religious Consultation on Population, Reproductive Health and Ethics, cuyo
comité incluía al doctor disidente católico Daniel Maguire (profesor de Ética
en la
Universidad Marquette) y a Frances Kissling, de Católicos por
una Opción Libre. Financiados por la fundación Ford para promover el control de
la población, el Consultation llevó a especialistas de religión simpatizantes
con su punto de vista sobre el control de la población y el aborto. Según
Maguire, la gente de la
Fundación Ford era cautelosa en implicar la religión pero
ahora creen que “tienes que entrar en la imaginación religiosa de la gente”.
Maguire admitió su interés en reclutar para su causa a mujeres
musulmanas eruditas ya que, según él, “las feministas seculares no tienen la
influencia que tienen las feministas religiosas en los países musulmanes” (Mary
Ann Budnik, “Entrevista con Daniel Maguire”, 31 de agosto de 1994).
EL FORUM DE LAS ONGs DE EL CAIRO
Imagina una conferencia de Planificación Familiar Internacional que
tiene lugar en el mismo lugar que una concentración pro-vida, al mismo tiempo
que en el mismo edificio miembros de cultos religiosos de costumbres extrañas
difunden su mensaje, mujeres musulmanas protestan la interferencia occidental
en su cultura y los comerciantes han instalado un bazar y tendrás alguna idea
del ambiente del Forum de las Organizaciones No Gubernamentales que tuvo lugar
junto a la conferencia de El Cairo. Los participantes podían echar un vistazo
por los puestos, coger bolsos llenos de literatura gratuita, visitar los
puestos de comida o asistir a conferencias de prensa, encuentros de grupos y
talleres.
Cada mañana en el forum de las ONGs, Bella Abzug presidía el grupo de
las Mujeres. Cecilia Royals y otras mujeres del Instituto Nacional de la Mujer, creyendo que el Grupo
de las Mujeres debería estar abierto a todas las mujeres, desafió al control de
WEDO siendo la primera en hablar cuando se abrieron los micrófonos para
comentarios. En un punto, una de las ayudantes de Bella susurró que no se debió
haber abierto un turno de preguntas porque las “anti-aborto” tenían los
micrófonos. No sabía que sus comentarios fueron cogidos por el sistema de
traducción simultánea y todas las personas que tenían los cascos puestos
pudieron oírlos.
La intervención a favor de la familia de NIW consiguió aplausos de las
participantes musulmanas, que pronto se hicieron muy explícitas en su oposición
al dominio feminista. Durante las conferencias de prensa, la prensa pro-familia
dominaba los micrófonos, haciendo preguntas significativas y presentando puntos
de vista alternativos. A ellos se les unieron miembros de la prensa egipcia,
que estaban interesados particularmente en desafiar a cualquiera que
distorsionase las enseñanzas musulmanas. Los portavoces de la ONU se quedaron tan frustrados
que exigieron saber a qué publicación representaba cada hablante. A pesar del
acoso, las activistas pro-vida con credenciales de periódicos de ciudades
pequeñas defendieron su opinión, mientras que los representantes de
publicaciones importantes tenían que esperar su turno.
Mientras que la mayoría de los talleres eran dirigidos por
organizaciones de control de población y feministas, los dirigidos por grupos
pro-familia estaban muy bien atendidos. Los estudiantes egipcios que trabajaban
como ayudantes en el forum estaban interesados de forma particular en oír algo
del movimiento pro-familia, y muchos estaban buscando información sobre los
problemas reales que tienen que afrontar, como los niños discapacitados, los
déficit de nutrición, el cuidado de los moribundos y las salud materna.
Encontraron poco de valor en las presentaciones de la población y las feministas.
Los participantes pro-familia del forum se tomaron un tiempo para
asistir a los talleres de la población y los feministas y para contradecir la
idea de que la anticoncepción y el aborto eran la solución para la mujer del
Tercer Mundo. En ese sentido, un grupo de Kenia fue particularmente efectivo.
Tan efectivo que las fuerzas de control de población de Kenia intentaron
encontrar una forma de presionarles para que se callasen.
SIECUS
El taller de educación sexual patrocinado por SIECUS (Consejo de
Educación e Información Sexual de Estados Unidos) atrajo mi interés. Según el
programa, Debra Haffner, directora ejecutiva de SIECUS, iba a asistir a la
conferencia. La Sra.
Haffner me era familiar porque varios años antes, había
escrito una carta al editor del New York Times, en respuesta a una
columna que promovía preservativos para adolescentes, que decía en parte:
En el debate sobre los preservativos en los colegios, los defensores
del preservativo han estado evitando la cuestión central: ¿Deben los niños
tener relaciones sexuales?... El embarazo y las enfermedades no son los únicos
efectos del sexo adolescente. Las personas que están indignadas con el abuso
sexual a los niños dan un guiño al sexo entre niños. ¿Cómo pueden saber los que
ofrecen preservativos si los que los utilizan están o no preparados
psicológicamente para tener una relación sexual? Muchos expertos creen que
ningún niño está preparado para tener sexo, con independencia de lo deseosos
que puedan estar para ello...
Los defensores del preservativo dicen que el sexo es responsable
mientras nadie resulte herido. En el sexo entre niños alguien siempre resulta
herido. (10 de Octubre de 1991).
La Señora Haffner envió una carta como respuesta, donde decía, entre otras cosas, que “tener
relaciones sexuales es una conducta normativa para los adolescentes de 15 a 19 años” ((30 de
octubre de 1991), A24).
Como las relaciones sexuales con chicas de quince años constituyen una
violación de la ley, tenía mucho interés en ver si la Sra. Haffner defendería
este punto de vista en El Cairo pero no hizo la presentación. En vez de ello,
el encuentro fue conducido por un joven de SIECUS y un hombre moreno y delgado
que decía que representaba a la Fundación MacArthur, que dijo estar orgulloso de
financiar el trabajo de SIECUS.
Alrededor de treinta y cinco personas estaban presentes, incluyendo un
número de estudiantes egipcios que estaban trabajando como ayudantes para el
forum. El portavoz de SIECUS presentaba la línea estándar de SIECUS: Que la
actividad sexual es una forma normativa para que los adolescentes se expresen y
que lo que es importante es que los jóvenes sean “responsables”, como por
ejemplo, utilizando el preservativo. El joven promovía los beneficios de la
masturbación y de la mutua masturbación hasta el clímax. Una joven y
encantadora estudiante egipcia, cuyo vocabulario de Inglés no incluía estos
términos, pidió una explicación. Como la experiencia de la joven no incluía
claramente las conductas a las que se refería, la explicación lo único que hizo
fue añadir confusión.
En este punto, debo admitir que me sentí indignada ante la presentación
y se lo dejé claro al portavoz de SIECUS, preguntándole cómo se había atrevido
a venir a Egipto para intentar corromper la inocencia de estas estudiantes con
ideas que estaban destruyendo a los jóvenes de nuestro país. Intenté explicarle
a la audiencia la consecuencia de los programas promovidos por SIECUS. Cuando
insistió en que me sentase y dejase hablar a los demás, protesté porque no
podía soportar escuchar la defensa de lo indefendible y me fui de la sala. Más
de la mitad de la audiencia me siguió hacia el pasillo donde continuamos
nuestro debate. El hombre de la Fundación MacArthur siguió al grupo del pasillo e
intentó convencer a los participantes para que volvieran al taller.
Delante de los egipcios, le pregunté por qué su organización financiaba
a un grupo que promovía el sexo entre adolescentes, el aborto y la
homosexualidad, algo que es rechazado por la mayoría de los egipcios. Cuando el
hombre defendió su organización, los egipcios comenzaron a discutir con él.
DERECHOS SEXUALES Y DE REPRODUCCIÓN
Leyendo el borrador de la plataforma para la conferencia y los
materiales distribuidos por los grupos de control de población en el forum, y escuchando
los discursos, una creería que todo lo que se necesita para eliminar la
pobreza, dar a las mujeres sensación de poder y salvar al mundo del desastre
eminente, es la anticoncepción gratuita, la legalización del aborto y la
educación sexual para adoctrinar a las mujeres y a niños sobre cómo
aprovecharse de estos “servicios de salud”.
WEDO montó una campaña masiva para los derechos sexuales y
reproductivos y la salud, argumentando que todo ser humano tiene derecho a
vivir, lo que incluye un “derecho a la salud”, lo que incluye la salud sexual y
reproductiva. Por tanto, si el aborto peligroso es una amenaza importante a la
salud de las mujeres, el derecho de las mujeres a la salud incluiría el derecho
a un aborto seguro y, para que el aborto sea seguro, tiene que ser legal.
Siguiendo esta perversidad, llegaron a la conclusión de que el derecho a la
vida da a las mujeres el derecho al aborto legal.
Para respaldar su reivindicación, produjeron estadísticas que
aumentaban el número de muertes por abortos ilegales. Un médico africano dijo
que si se iban a creer esa figuras, todas las muertes de mujeres de quince a
cuarenta años de su país se atribuirían al aborto ilegal, que en verdad no era
el caso. La cuestión del derecho a la vida del ser humano no nacido no se
consideró.
Para confundir más la cuestión, las feministas unieron la salud sexual
y reproductiva con los derechos sexuales y reproductivos aunque necesariamente
no existe relación entre las dos. Su versión de los derechos sexuales y
reproductivos incluirían el derecho a mantener varias conductas, algunas de las
cuales son extremadamente insanas. La Declaración Universal
de los Derechos Humanos defiende el derecho a casarse y formar una familia, no
el sexo para solteros y adolescentes.
Los que reclaman el reconocimiento de los derechos sexuales y
reproductivos ya tenían un pie en la puerta. La siguiente afirmación se había
aprobado ya en la ciudad de México en 1984: Todas las parejas y personas
tienen el derecho básico a decidir libremente y responsablemente el número y a
espaciar sus hijos y a tener la información, la educación y los medios para
hacerlo”. Al mismo tiempo que en ese momento esto podía parecer un
compromiso sano, los delegados pro-familia no tenían idea de que se utilizaría
para justificar que las lesbianas y mujeres solteras tuvieran niños por medio
de la inseminación artificial y los hombres homosexuales utilizando madres de
alquiler.
La declaración lleva consigo la implicación de que las personas tienen
derecho a tener hijos, cuando ese derecho no existe. Los matrimonios tienen un
derecho a los actos que podrían tener como consecuencia la concepción de un
niño. Son los niños los que tienen derecho a nacer en una familia donde sean
amados y queridos por ambos padres biológicos.
Estos nuevos “derechos” fueron promovidos en una serie de talleres en
el que se distribuyó un folleto titulado “Derechos Sexuales y Reproductivos y a
la Salud como
derechos Humanos: Conceptos y Estrategias: Una Introducción para los
Activistas”. El folleto, de Rhonda Copeland de la Consulta Internacional
Legal de los Derechos Humanos de las Mujeres de CUNY (Universidad de la Ciudad de Nueva York) y
Berta Esperanza Hernández del Proyecto Internacional de los Derechos humanos
Internacionales del Centro para la
Ley y la
Política Pública, de la Universidad de St.
Johns (Nueva York), invitaron a las activistas a presentar la idea de que los
derechos humanos se habían desarrollado y que los “derechos sexuales y
reproductivos” se incluían ya entre los derechos humanos reconocidos. Justo
como en los Estados Unidos, el Tribunal Supremo había “encontrado” un derecho
al aborto, evidentemente esperaban que la conferencia de El Cairo encontraría
“derechos sexuales y reproductivos” en documentos previos y les concedería una versión
internacional de la decisión Roe v. Wade.
El folleto define los derechos sexuales y reproductivos como los que
incluyen: “respeto a la integridad física y a la toma de decisiones de la
mujer además de su derecho a expresar su sexualidad con placer y sin temor al
abuso, la enfermedad o discriminación. Requiere acceso a la información,
educación y servicios de salud sexual y reproductiva de calidad y voluntaria”
(Rhonda Copeland y Berta Esperanza Hernández, “Sexual and Reproductive Rights
and Health as Human Rights: Concepts and Strategies; An Introduction for
Activists” (Cairo: Human Rights Series, 1994), p. 2).
Los que están familiarizados con la literatura feminista saben que esto
incluye no sólo el derecho a la anticoncepción de cualquier tipo y el derecho
al aborto sino también el reconocimiento legal del lesbianismo, la libertad
sexual para los adolescentes, bancos de semen para lesbianas y mujeres
solteras, prostitución voluntaria y la prohibición de la demostración pro-vida.
Si estos son declarados derechos humanos, las feministas creen que tendrían una
herramienta poderosa para hacer valer su agenda. Los autores explican que su estrategia se
basa en el respeto debido a los derechos humanos:
Los derechos humanos producen limitaciones en la soberanía de los
estados. Constituyen principios a los que los estados, donantes, proveedores,
organizaciones intergubernamentales y por último, el sector económico privado
debe imputárseles la responsabilidad. (Copeland and Hernández, p. 1)
Los derechos humanos no dependen de si un estado los ha reconocido, por
ejemplo, ratificando un tratado particular. Las normas de los derechos humanos
respaldadas ampliamente son relevantes con independencia de si un estado ha
ratificado un tratado particular. (Copeland and Hernández, p. 3)
Los derechos humanos son normas de las que todo el mundo es responsable
pero no se pueden expandir para servir a una agenda ideológica. Los derechos
humanos deben basarse en la verdad del ser humano.
Copeland y Hernández acusan a los “fundamentalistas religiosos” de
oponerse a sus derechos humanos: “Esta demanda de los derechos humanos
elementales se está encontrando con la oposición de fundamentalistas religiosos
de todo tipo, con el rol que está jugando el Vaticano liderando la organización
de la oposición religiosa a la salud y a los derechos reproductivos incluyendo
incluso los servicios de planificación familiar” (Copeland y Hernández, p.
3).
Los líderes religiosos, incluyendo al Arzobispo Renato Martino,
delegado de la Santa Sede
en la ONU,
rechazan la afirmación feminista de que los grupos religiosos se oponen a los
derechos humanos. Sin embargo, Martino lleva a cabo una clara distinción entre
los derechos humanos reales, que son inherentes a la persona y los intentos de
manipular la idea de los derechos humanos:
Actualmente, existe una tendencia a creer que la sociedad ha formulado
lo que se conoce como los derechos humanos. Sin embargo, los derechos humanos
lo son precisamente porque son inherentes a la dignidad del ser humano. Una
sociedad puede reconocer o violar los derechos humanos pero no puede manipular
la existencia de los derechos humanos, ya que estos derechos preceden incluso
al estado. (Noviembre de 1994)
Los que siguen la ONU
han estado muy preocupados de que las feministas y sus aliados intenten
utilizar el cincuenta aniversario de la firma de la Declaración de la ONU de los Derechos Humanos de
1998 para reclamar una nueva versión del documento. “Propuesta de una
Declaración Universal de los Derechos Humanos desde una Perspectiva de Género”,
puesta en marcha por CLADEM (El Comité Latinoamericano y del Caribe para la Defensa de los Derechos de
las Mujeres), sugiere que se debe retocar la declaración para garantizar
los derechos de los “niños, los homosexuales y lesbianas, bisexuales,
transexuales y hermafroditas”. Se deberían añadir los siguientes artículos:
Todas las personas tienen derecho a la educación sexual libre y
responsable que garantice el derecho a su propia sexualidad.
Todas las personas tienen el derecho a su orientación sexual que
incluye la decisión de tener o no una pareja emocional y/ o sexual que
pertenezca al mismo sexo o al opuesto.
Todas las mujeres y hombres deben tener la garantía del derecho y tener
todo el poder para tomar decisiones autónomas sobre sus funciones
reproductivas. Esos derechos incluyen pero no se restringen a: a) acceso a los
servicios de sanidad; b) maternidad y paternidad libre y voluntaria; c)
planificación familiar; d) acceso a los métodos anticonceptivos seguros; e) interrupción
voluntaria del embarazo en condiciones seguras; f) esterilización voluntaria de
hombres y mujeres; g) autonomía sexual; h) vida libre de violencia en el
ejercicio de la sexualidad y especialmente de embarazo.
Todos los hombres y mujeres tienen el derecho a formas diferentes de
placer físico, sexual, emocional y espiritual que son parte esencial de la
condición humana. Este derecho incluye cualquier posibilidad de placer sexual
responsable que exista en el contexto de la persona, la pareja, la familia y la
comunidad. (“Propuesta Para Una Declaración Universal de los Derechos Humanos
Desde Una Perspectiva de Género” (Lima, Perú: CLADEM) pp. 7-8)
María Ladi Londoño se hizo eco de los mismos sentimientos en un
artículo titulado “Sexualidad y reproducción como derechos humanos”, publicado
por la Cadena
de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe. “La Declaración Universal
de los Derechos Humanos se ha quedado corta con su objetivo”, según ella. “Las
personas deben tener nuevos derechos con sentido simbólico, real o incluso
retórico” (María Ladi Londoño, “Sexuality and Reproduction as human rights,
Women and Population Policies (Oaxtepec, México: Latin American and Caribbean
Women’s Health Network, 5-9 de julio de 1993), p. 66). Londoño enumera los
diversos problemas, que incluyen “la imposición de criar los hijos”, “la
orientación heterosexual como el modelo universal” y “las condiciones en las
que trabaja la gran mayoría de trabajadoras del sexo”, que cree que se
abordarían con la promoción de los derechos sexuales y reproductivos (Londoño,
p. 68). Londoño cree que “una vez se
reconozcan como universales los derechos sexuales y reproductivos, a punto por
medio del proceso de aceptación, llegarán a ser parte de la dinámica de la
liberación y de la madurez personal” (Londoño, p. 73).
Al intentar utilizar los derechos humanos para promocionar su agenda,
las feministas se están embarcando en una táctica muy peligrosa. Las naciones
occidentales podrían utilizar su poder económico para obligar a “expandir” su
versión de los derechos humanos por el resto del mundo y presionar a los países
pobres para que legalicen el aborto y los derechos gays. Sin embargo, lo que es
más probable, es que la presión occidental para “expandir” los derechos humanos
mine el respeto por los derechos humanos en los países en vías de desarrollo.
En muchas partes del mundo, los derechos humanos están comenzando a
significar algo y las mujeres están comenzando a tomar ventaja de ese respeto
todavía frágil concedido a los derechos humanos. Provocar un falso conflicto
entre religión y derechos humanos podría poner en peligro ese proceso y poner
en riesgo a los más vulnerables, incluyendo a las mujeres y a los niños.
LA SOLUCIÓN EGIPCIA
En los diez años que habían
transcurrido desde la conferencia de Ciudad de México, se había obligado a la IPPF a trabajar bajo las
restricciones impuestas por el lenguaje de Ciudad de México. Ahora, con Reagan
y los Republicanos fuera del poder y el Presidente Clinton comprometido con su
causa, IPPF creía que este iba a ser su momento de gloria. Ciento veintiocho de
sus trabajadoras iban a ser incluidas en las delegaciones nacionales. Veintidós miembros de Planned Parenthood
habían sido designados a la delegación norteamericana. El presidente del comité
principal era el Dr. Fred Sai de Ghana, presidente de IPPF. Se suponía que los
delegados representaban a los intereses nacionales pero durante la conferencia
mantuvieron encuentros cerrados para planear la estrategia.
En el momento crucial de las
deliberaciones de la conferencia, el Dr. Sai intentó que pareciera que el
Vaticano estaba bloqueando el consenso sobre el lenguaje pro-aborto. Los medios
subrayaron la acusación. En efecto, no se había alcanzado ningún consenso sobre
el aborto. Los países musulmanes se oponían públicamente a la promoción del
aborto, al igual que muchos países de América Latina. Otros países menos
vocales estaban encantados con el liderazgo del Vaticano, ya que les evitaba
recibir la ira de los países donantes si hablaban en público.
Las partes estaban divididas de
forma muy acusada y en un momento parecía que el proceso se iba a romper. Los
egipcios, en un intento por salvar la conferencia, sugirieron un compromiso: El
lenguaje sobre salud reproductiva y sexual seguiría siendo el mismo en el texto
pero se colocaría un chapeau (párrafo de introducción) al comienzo del
documento para garantizar la soberanía nacional y la protección de los valores
religiosos. Al mismo tiempo que eso solucionaba el problema inmediato, creaba
un peligroso precedente.
Los grupos a favor de los derechos pro-sexuales y reproductivos podrían
argumentar entonces que los “fundamentalistas” estaban utilizando la religión
para oponerse a los derechos humanos. La plataforma afirmó también claramente
que la conferencia no estaba autorizada para reconocer nuevos derechos humanos.
El lenguaje de México no fue repudiado. En vez de ello, la frase “En ningún
caso se promoverá el aborto como método de planificación familiar” apareció en
la plataforma en dos lugares separados.
En detrimento de la conferencia, la batalla sobre los derechos sexuales
y reproductivos llegó a ocupar el centro del escenario. Los delegados
pro-familia no tuvieron tiempo para concentrarse en el capítulo 4, “Igualdad de
Género, Equidad y la
Potenciación del Papel de la Mujer”, que demandaba “la participación igual y
representación equitativa de las mujeres en todos los niveles del proceso
político y de la vida pública” y “la igualdad de género en todas las esferas de
la vida, que incluyen a la familia y la vida en comunidad”. Debido a que las
fuerzas que están a favor de la familia respaldaron con entusiasmo la igualdad
de derechos de la mujer, la mayoría no vio peligro en estas secciones. Ocupados
totalmente con lo que para ellos eran asuntos de vida o muerte, no se
interesaron en buscar nuevos problemas.
El Cairo hizo que el movimiento pro-familia despertase sobre los
peligros de una ONU activista. Tuvieron oportunidad de conocer gente de todo el
mundo con las mismas ideas y de formar relaciones de trabajo. En particular,
ofreció un momento para que cristianos y musulmanes reconocieran que los viejos
estereotipos y malentendidos ocultaban su acuerdo básico sobre la importancia
de la familia, de la vida y de la fe. Aunque algunos cristianos evangélicos
habían acudido a El Cairo individualmente, los grupos importantes no estaban
bien representados, algo que un gran número de personas pensó que debía
evitarse en el futuro.
Sin embargo, las fuerzas pro-familia consiguieron una gran victoria en
El Cairo impidiendo una casi segura coup d’etat de Planned Parenthood y
sus aliados. Las fuerzas pro-familia habían podido quedarse al cargo contra un
enemigo que avanzaba pero, al final de la batalla, su enemigo no había avanzado
un ápice y, aunque no se dieron cuenta en aquel momento, la causa pro-familia
perdió mucho en El Cairo. El “género” y la “salud y los derechos sexuales y
reproductivos” habían encontrado su forma en un documento de la ONU. Una vez que se
aceptaron, con independencia de los requisitos que se fijasen, serían un
problema.
Mientras la conferencia llegaba a su final, Bella Abzug y sus amigas,
que habían declarado al comienzo que esta era su conferencia, se sentían
frustradas y enfadadas por no haber podido lograr la aceptación del aborto como
derecho humano. Se retiraron a los bazares y a las atracciones turísticas que
le daban fama a El Cairo para calmarse del escozor de su derrota, con la
promesa: “Esperen al próximo año. Lo que no hemos conseguido aquí, lo
lograremos en Beijing”.
CAPÍTULO CINCO: CONSPIRACIÓN EN GLEN COVE
La coalición pro-familia se fue de El Cairo con la determinación de
organizarse y prepararse para la conferencia de la mujer de Beijing pero ya
iban con dos años de retraso con respecto a su oposición. Ya habían tenido
lugar dos PrepComs para Beijing y se habían producido varios borradores de la
plataforma. Toda una burocracia había estado dirigiendo sus energías durante
muchos meses hacia Beijing.
Las preparaciones para el Forum de las ONGs incluía la publicación de
un boletín informativo. El número de septiembre de 1994 informaba de que las
ONGs de las mujeres ya estaban presionando activamente para la inclusión de una
perspectiva de género en los documentos de la ONU. Otro artículo
informaba sobre la discusión de un panel en el que María Suárez, de la Red de Salud de las Mujeres
Latinoamericanas, en lo que se describió como un discurso “conmovedor”, atacó
al “fundamentalismo religioso” y exigió que “Beijing las expusiera al mundo por
lo que le están haciendo a las mujeres” (Boletín del Forum de ONGs sobre la Mujer de 1995”, (Septiembre / Octubre
1994) p. 4).
El boletín también daba información sobre una campaña de petición
diseñada para “introducir la
Sexualidad en la
Agenda en la Conferencia Mundial sobre la Mujer”. Emprendida por la Comisión Internacional
de Derechos Humanos de Gays y Lesbianas, la campaña “tenía el objetivo de
respaldar la movilización para la inclusión de la orientación sexual en la Plataforma” (p. 8).
CONFERENCIAS REGIONALES
Las preparaciones para Beijing incluían las Conferencias Regionales que
tuvieron lugar en Viena, Austria; Mar del Plata, Argentina; Amman, Jordania;
Dakar, Senegal, y Yakarta, Indonesia. La literatura de WEDO que promovía las
conferencias afirmaba que “WEDO trabajará para asegurar el acceso total de las
mujeres de grupos de base a los encuentros preparatorios de los gobiernos
nacionales y regionales y de las ONGs (“Folleto de WEDO”).
La definición de WEDO de mujeres de base parece estar limitada, sin
embargo, a las mujeres que están de acuerdo con ellas. Las organizaciones de
mujeres pro-familia ni fueron informadas ni invitadas y las que descubrieron
las conferencias encontraron obstáculos para participar. La conferencia
regional para las mujeres de EEUU tuvo lugar en Viena, nada conveniente.
En el encuentro regional de Viena, la presidenta de la conferencia,
Johanna Dohnnal, condenó el incremento de los partidos políticos de extrema
derecha. Según Dohnal, esos partidos formaban parte de “una cultura vinculada
al machismo” cuyo mensaje a las mujeres era “quedarse en casa y criar a los
hijos”. A.P. Melkert, ministro de Asuntos Sociales y Empleo de Holanda, pidió
cambiar las imágenes de la masculinidad y la feminidad.
La declaración que emitió la reunión Preparatoria Regional de Viena
incluía varias referencias a la
Agenda de Género, en particular, las siguientes secciones:
Sec.2©: La colaboración entre mujeres y hombres es la base para un
nuevo acuerdo de género basado en la igualdad, que implicaría una
redistribución del cuidado doméstico y familiar, que contribuiría a la
independencia económica de las mujeres, reduciría el doble trabajo de las
mujeres y acabaría con los estereotipos existentes de los roles de mujeres y
hombres.
(d) Un nuevo acuerdo de género implica una política activa y visible de
introducción de una perspectiva de género en todos los campos políticos,
económicos y de política social relevantes a nivel local, regional y central.
MAR DEL PLATA
La conferencia regional y el forum de las ONGs para América Latina tuvo
lugar en Mar del Plata, Argentina. Dorotea Vedoya, Cristina Delgado y Rita
Barros de Sverdlik estaban entre un pequeño grupo de mujeres pro-familia que, a
pesar de varias formas de acoso, participaron en los encuentros de las ONGs
relacionadas. Estas mujeres hicieron la acusación de que los organizadores del
forum de las ONGs manipularon intencionadamente los preparativos para excluir
la participación de las mujeres pro-familia. El forum tuvo muy poca publicidad.
Las reuniones, lugares, horarios y temas de los talleres no se anunciaron antes
de tiempo. A grandes organizaciones de mujeres no feministas les negaron las
credenciales. Las que pudieron asistir se encontraron con que se ignoraban sus
contribuciones y, a pesar de las garantías de lo contrario, su declaración de
disconformidad no se incluyó en el informe del secretariado. Sin embargo,
tuvieron una oportunidad de observar cerrar y en acción a las feministas de
género.
Durante los talleres, los portavoces insistían en que las mujeres deben
liberarse de las vocaciones de esposa y madre y de los conceptos tradicionales
del matrimonio y la familia. En un taller sobre “Mito y Sexualidad”, la
presentadora insistió en que “el derecho a elegir” se extendía a otras áreas de
libertad sexual, como la prostitución, y que el incesto era aceptable a no ser
que implicase el uso de la fuerza de un adulto sobre un menor.
La Asociación
Internacional de Lesbianas y
Homosexuales fue participante activo en los talleres. Una miembro de esa
organización, Rebeca Seville, en un taller sobre “Democracia y Ciudadanía”
insistía en que ella y su pareja tenían derecho a formar una familia con todos
los mismos derechos que las demás familias.
En Mar del Plata las participantes pro-familia se encontraron también
con los escritos de Marta Llama, una famosa feminista mexicana. De particular
preocupación fueron los comentarios de la Sra. Llama sobre el género y su afirmación de que
había más de dos sexos. Según la
Sra. Llama,
La biología demuestra que, aparentemente, los seres humanos pueden ser
divididos en dos sexos. Sin embargo, existen más combinaciones que resultan de
las cinco áreas fisiológicas que, en términos generales y muy simples,
determinan lo que se llama el sexo biológico de una persona: los genes, las
hormonas, las gónadas, los órganos reproductivos internos y los órganos
reproductivos externos (los genitales). Estas áreas controlan los cinco tipos
de procesos biológicos en un continuo... Una clasificación rápida pero de
alguna forma insuficiente de estas
combinaciones obliga a reconocer al menos cinco sexos biológicos.
Hombres (personas que tienen dos testículos)
Mujeres (personas que tienen dos ovarios)
Hermafroditas (que al mismo tiempo tienen un testículo y un ovario)
Hermafroditas masculinos o Merms (personas que tienen testículos pero
presentan otras características sexuales femeninas)
Hermafroditas femeninos o Ferms (personas con ovarios pero con
características sexuales masculinas)
Esta clasificación sirve solamente si tenemos en cuenta los órganos
sexuales internos y la característica sexual “secundaria” como una unidad. Pero
si imaginamos las múltiples posibilidades que pueden resultar de una
combinación de las cinco áreas psicológicas que ya mencionamos vemos que
nuestra dicotomía hombre/ mujer, más que una realidad biológica, es una
realidad simbólica y cultural. (Marta Llamas, “Cuerpo:
Diferencia sexual y género” de Cristina Delgado “Definiciones extraídas de
documentos usados en Foro Mar del Plata”, pp. 2-3, traducción de la autora).
Según la Sra. Llama,
hombre /mujer, masculino/ femenino son meras construcciones sociales y la idea
de que la heterosexualidad es la sexualidad “natural” es sólo otro “ejemplo de
una construcción social ‘biologizada’ ”.
La tragedia de las deformidades congénitas no demuestra que existan más
de dos sexos y ciertamente no demuestra que la heterosexualidad no sea natural,
al igual que el hecho de que algunos niños nazcan ciegos no demuestra que el
que otros seres humanos vean no sea natural. El sexo biológico no es
determinado por los órganos externos sino por la estructura genética. Cada
célula del cuerpo humano es marcada claramente masculina o femenina. Lo que es
absurdo es que varias feministas encontrasen convincente ese argumento.
Los delegados pro-familia encontraron difícil de seguir el razonamiento
de la Sra. Llama
pero su visión era clara: varón y mujer es algo que ha creado la gente. Por
tanto, la homosexualidad es igual a la heterosexualidad:
La inexistencia de una esencia masculina o femenina nos permite excluir
la superioridad supuesta de un sexo sobre el otro y también incluso a
cuestionar si existe una forma “natural” de sexualidad humana... En ciertos
círculos la reflexión psicoanalítica está llegando a una lenta aceptación de la
homosexualidad como una opción igual a la condición psicológica de la
heterosexualidad. En otras palabras, se puede decir que la heterosexualidad es
el resultado de un proceso psíquico o incluso, que no es “natural”. (Marta Llamas, citada por Delgado, p. 3, traducción de la autora).
Las referencias frecuentes de la Sra. Llama al género y su definición de género
como “la simbolización que cada cultura establece sobre la diferencia sexual”
llevó a los participantes pro-familia a creer que “establecer la perspectiva de
género” era un medio oculto para promover la ideología feminista radical y la
homosexualidad. El siguiente informe de la declaración del forum de Mar del
Plata no hizo nada para aliviar estas preocupaciones:
El heterosexismo intenta hacer de la heterosexualidad la norma no sólo
para mantener la desigualdad entre nosotras las mismas mujeres y la violencia
contra las lesbianas, sino que ayuda a mantener la desigualdad entre las
mujeres y los hombres, prescribiendo que toda mujer, para ser normal, debe
estar con un hombre, aunque sea un hombre que la ataque, la viole y le niegue
placer. (Foro de ONG de América Latina y el Caribe,
Mar del Plata, 20-24 de septiembre, 1994 Paz: El Derecho a una Vida sin
Violencia. (Coordinadora de ONGs de América Latina y El Caribe. Foro de ONGs de
Beijing ’95), p. 5).
Desafortunadamente, la mayoría de este material estaba disponible sólo
en español y sólo para una audiencia limitada. Las fuertes
preocupaciones de los argentinos no fueron tomadas en serio incluso por muchos
delegados pro-familia. Además, la preocupación sobre el género disminuyó
incluso entre los delegados que hablaban español porque cuando se emitió el
borrador de la Plataforma
para la Acción,
la versión española no tradujo la palabra gender como género, su
equivalente en español, sino como sexo (sex).
REUNIÓN DE ESTRATEGIAS GLOBALES DE LA MUJER
Como preparación para la conferencia de Beijing, WEDO tuvo un encuentro
de tres días de Estrategias Globales de la Mujer, del 30 de noviembre al 2 de diciembre de
1994, en Glen Cove, Nueva York. WEDO tenía tanta confianza en su control del
proceso que distribuyó un informe completo del encuentro y envió una lista de
los participantes por Internet.
El 10 por ciento de las mujeres participantes en el encuentro de Glen
Cove eran trabajadoras de la ONU,
incluyendo a Gertrude Mongella, secretaria general de la conferencia de Beijing
y Kristen Timothy, encargada de la acreditación de las ONGs.
Gertrude Mongella, de Tanzania, tiene una larga historia de vínculos
con WEDO. Es miembro de su Comité de Acción de Política Internacional y designó
a WEDO para trabajar como Grupo Asesor Experto en tres asuntos: (1) Mujeres y
desarrollo ambiental, (2) incremento de la participación de las mujeres en la
toma de decisiones; (3) crear consensos (Folleto de WEDO). La participación de
Kristen Timothy planteó muchas preguntas, ya que a un gran número de grupos
pro-vida y pro-familia, algunos de los cuales habían participado en conferencias
anteriores de la ONU,
se les negó inicialmente el estatus de Organización No Gubernamental para la
conferencia por su organismo.
Debido a que el objetivo del encuentro de Glen Cove era planificar una
estrategia para influir en el resultado de las conferencias de la ONU y atacar a políticas
respaldadas por naciones miembros, la presencia de muchas empleadas de la ONU pagadas, aunque fuesen
sólo como observadoras, constituye, al menos, un conflicto serio de interés
para el personal de la
ONU. También refuerza las acusaciones de que la burocracia de
la ONU es mucho
más sensible a las preocupaciones de las ONGs feministas que a proteger los
derechos e intereses de las naciones miembros. Acciones como estas refuerzan
las acusaciones de que la ONU
es una burocracia no regulada y fuera de control. El informe emitido por WEDO
después del encuentro tenía como objetivo los grupos considerados como
obstáculos para su agenda:
Controlar y oponerse a la internacionalización del anti-aborto y otros
movimientos fundamentalistas... Reaccionar a los esfuerzos de la Santa Sede y de
movimientos fundamentalistas para debilitar e invertir los beneficios
conseguidos en El Cairo durante las preparaciones para la Cumbre Social y la Cuarta conferencia Mundial
sobre la Mujer...
Controlar el fundamentalismo y a los extremistas religiosos y
reivindicar los intereses morales de espacio /familia valores/ familia.
(“Informe de Estrategias Globales de la Mujer”, WEDO, Diciembre de 1994).
Para las feministas el término fundamentalistas no se restringe
a los extremistas musulmanes o protestantes que mantienen la inerrancia
bíblica. En un debate dirigido por las ONGs durante la PrepCom de Beijing
titulado “Contraataque: Las Mujeres hacen frente al Fundamentalismo”, las
hablantes consideraron a los católicos, los evangélicos, ortodoxos, musulmanes,
los pro-vida, cualquiera que crea en la complementariedad de los hombres y de
las mujeres y los que respalden la maternidad como vocación especial de la
mujer, como “fundamentalistas”.
Bajo esta definición de fundamentalismo, la mayoría de los estados
miembros se podrían clasificar como “fundamentalistas”, ya que su pueblo, sus
leyes, sus constituciones y constumbres respaldan la religión
“fundamentalista”, la maternidad y el derecho a la vida. La Declaración Universal
de la ONU de los
Derechos Humanos defiende la libertad religiosa, la maternidad y la familia. La
participación de personal de la
ONU en una reunión opuesta de forma tan directa a los
intereses de muchos estados miembros y a los principios sobre los que se fundó la ONU, pone en cuestión la
capacidad de la ONU
de actuar de forma ética y justa.
Además del personal de la
ONU y miembros de varias organizaciones feministas, la lista
de participantes incluía a representantes de la Fundación Ford, la Fundación MacArthur,
Planned Parenthood, CNN y the Body Shop (una cadena de tiendas que vende jabón
de hierbas/ natural y productos personales).
Diane Faulkner, del Departamento de Trabajo, estaba también entre la
lista de participantes. La participación de la Sra. Faulkner en un
encuentro cuyos objetivos, entre otras cosas, incluían conseguir cuotas de
cincuenta/ cincuenta hombre/ mujer para el gobierno y el sector privado como
mucho en el año 2005, plantea cuestiones, ya que la administración Clinton ha
negado repetidamente las acusaciones de que respalda las cuotas. El informe de
Glen Cove no registra ninguna oposición a los siguientes objetivos:
Los Gobiernos deben alcanzar la inclusión del 50 % de mujeres en cargos
elegidos o designados a más tardar por el año 2005.
Los agentes económicos influyentes como las corporaciones privadas y
las instituciones financieras, sindicatos,, instituciones financieras
internacionales como el banco Mundial y el IFM deben incrementar el número de
mujeres en puestos clave hasta el 50 % a más tardar por el mismo tiempo.
Esto se debe alcanzar: a) estableciendo objetivos de acción numérica y
afirmativa, que incluyan sistemas de cuotas; y b) estableciendo mecanismos para
controlar y demostrar el progreso para conseguir ese objetivo. (Grupo de
Trabajo 6, “Informe de Estrategias Globales de las Mujeres”, p. 2).
Las participantes de Glen Cove reconocieron que el simple aumento del
número de mujeres en cargos elegidos y designados no lograría sus objetivos.
Según el informe, quieren garantías de que “mujeres líderes elegidas y
designadas para posiciones de tomar decisiones sean responsables de los
asuntos, demandas y plataformas articuladas por mujeres de todo el mundo a
través del proceso de Beijing” (Grupo de Trabajo 4, “Encuentro de Estrategias
Globales de las Mujeres”, p. 8).
Una anécdota de una estudiante de graduación en MIT ofrece una idea de
cómo trabajan las feministas para garantizar que el tipo correcto de mujeres
sea colocado en posiciones clave de “tomar decisiones”. La estudiante, que
estaba considerando las posibilidades de estudiar varias carreras, asistió a
una charla sobre Mujeres en la
Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, en la que
fue invitada a una visión desde el interior de cómo las feministas utilizan el
poder. La mujer de la EPA,
creyendo evidentemente que estaba entre mujeres de la misma ideología, explicó
con grandes detalles cómo había maniobrado en una posición de poder dentro de la EPA y ahora estaba a cargo de
contratar personal para su departamento. Explicó que tenía cuidado al revisar
los currículos de empleados potenciales y buscar pistas de actividades de lo
políticamente correcto porque quería asegurarse de no contratar simplemente a
“alguna mujer afortunada”.
Otros programas perturbadores
promovidos por Glen Cove incluían el aborto seguro “como método básico de
regulación de fertilidad y como parte esencial de los servicios de salud
reproductiva”, el reconocimiento de la “orientación sexual como derecho humano
fundamental dentro del contexto de la definición en expansión de la familia” y
educar a los hombres y mujeres con el fin de llevar a cabo la transformación de
los roles de género.
VÍDEO PROMOCIONAL
Si la asistencia de Mongella al Encuentro de Estrategias Globales de la Mujer constituyó un
conflicto de intereses, todavía mostró una imagen peor al aparecer en un vídeo
creado para promocionar el forum de las ONGs. El vídeo, Rompiendo Barreras, ataca
a las religiones más importantes del mundo afirmando que están contra la mujer,
hilvana medias verdades con distorsiones, hace un refrito con viejas
acusaciones y promueve la interpretación feminista radical de la historia. Al
mismo tiempo que defiende la adoración de diosas y brujas, recuerda la visión
de la mujer “que existía bajo el régimen de Hitler, que consistía en tener
niños, estar en la cocina e ir a la
Iglesia”. Las quejas sobre el maltrato de las mujeres van
acompañadas de imágenes de una catedral. Los siguientes extractos del vídeo
revelan el tono anti-religioso:
En la antigua Roma y el antiguo Egipto las diosas estaban unidas a la
fertilidad y a la creación de la vida y así, se les adoraba, pero no había nada
más que constriñese a la mujer que las creencias y doctrinas religiosas... Los
judíos ortodoxos todavía le dan gracias a Dios en sus oraciones por haber
nacido mujeres... El cristianismo, o mejor, su interpretación ha dado su propia
contribución a la sumisión de la mujer... Es la cuestión de la mujer y la
brujería lo que San Agustín llamó “El río oscuro de lujuria del infierno”. Es
la posición obstinada de una Iglesia cristiana que prefiere quedarse sin
presbíteros a permitir que las mujeres entren en su exclusivo bastión
masculino... John Stuart Mill, que se había implicado activamente en los derechos
de la mujer en el siglo XIX, llamó al matrimonio escuela de despotismo.
El vídeo no sólo difama al cristianismo. También insultaba a otras
religiones:
En la sociedad Islámica Árabe, el estatus de la mujer no ha cambiado
relativamente a lo largo de la historia. Las mujeres siguen estando
subordinadas a los hombres porque la sociedad siempre ha sido patriarcal. Un
hombre puede tener cuatro esposas e incluso tener concubinas... Junto a otras
religiones importantes del mundo, las creencias chinas que incluyen al
Confucionismo, al Taoísmo y al Budismo discriminan a la mujer.
Al
mismo tiempo que el vídeo termina con un compromiso con la “inclusión y la
participación de todos”, en ningún lugar del vídeo aparecía el punto de vista
de los que estaban a favor de la religión. Las mujeres que creen que la
religión ha promovido el bienestar de la mujer no fueron incluidas entre las
entrevistadas.
Aunque el vídeo fue producido por una compañía independiente sin fondos
de la ONU, la
aparición de Mongella y el uso del logo de la conferencia protegido como
propiedad intelectual dio la impresión de que se trataba de una producción
oficial de la ONU. La
creadora del vídeo, Judith Lasch, dijo que el vídeo había sido proyectado a
todo el personal de la ONU
y a las ONGs y que todo el mundo, incluida Gertrude Mongella, estaba muy
contento con él.
Desafortunadamente, esos ataques a la religión son muy comunes en la ONU. Si la línea de
defecto de la ONU
estaba anteriormente entre los regímenes comunistas y los regímenes democráticos,
las nuevas líneas de defecto parecen estar entre los estados agresivamente
laicistas y los que respaldan los valores religiosos. Al mismo tiempo que los
laicistas afirman que los estados con orientaciones religiosas impiden el
consenso, la verdad es que son los laicistas los que están determinados a
aplicar su ideología por todas partes del mundo.
Un efecto no deseado de este ataque a la religión ha sido el
crecimiento de la cooperación entre los pueblos religiosos. Encontrarse al
mismo lado en la batalla por la familia, por la vida y la fe, las personas de
diferentes credos están descubriendo cuánto tienen en común. El reconocimiento
de los valores compartidos y el aumento de la comprensión entre grupos
religiosos puede ser una de las consecuencias positivas de esta serie de
conferencias.
CAPÍTULO SEIS: EL MUNDO SEGÚN BELLA
PREPCOM PARA BEIJING
Mientras los medios se centran en la conferencia, es en la Prepcom donde se hace el
verdadero trabajo. De una forma ideal, al personal de la ONU le gustaría ver
solucionados todos los problemas polémicos antes de que se enciendan las
cámaras. Entonces, la conferencia sería simplemente una coronación de sus
planes más últimos para salvar a la humanidad de los desastres que se
encontraban entonces bajo debate.
Cuando se convocó el Prepcom en marzo de 1995, el borrador de la Plataforma para la Acción ya había sufrido
numerosas alteraciones. Se suponía que los delegados habían recibido copias de
la versión más nueva de la plataforma el 1 de febrero pero el texto no oficial
no estuvo disponible hasta el día 17 de febrero. El 27 de febrero, dieciséis
días antes de que se programase que comenzase la Prepcom, los participantes
recibieron la página 70 oficial, el texto de 246 párrafos. Los que habían
intentado prepararse antes de tiempo estudiando los borradores anteriores se
encontraron con que su trabajo había sido en vano. Este texto se había alterado
radicalmente y renumerado completamente.
Los representantes de los
gobiernos y de ONGs pro-familia examinaron a fondo páginas y páginas de
lenguaje repetitivo y tópicos mojigatos que no buscan sino poner en peligro los
valores de la familia. Encontraron muchas áreas de preocupación. Incluso
después de que comenzase la
PrepCom, todavía estaban descubriendo minas potenciales en el
texto. De incluso mayor preocupación era lo que no estaba allí. El borrador de
la plataforma ignoraba las necesidades de las mujeres que trabajan en casa y no
tenía nada positivo que decir del matrimonio, la vida familiar, la maternidad,
los derechos de los padres ni de la religión. Sin embargo, el tamaño puro del
texto obligó a las ONGs pro-familia a concentrar sus esfuerzos de presión en
las secciones más ofensivas. Para complicar más el proceso, las traducciones al
español y al francés ocultaban la agenda en contra de la familia. Como el texto
oficial está en Inglés, los delegados pro-familia de América Latina y de la
África francófona estaban en desventaja. Además, muchos de los delegados no
estaban familiarizados con las implicaciones ideológicas de las palabras
inglesas. Los que no hablaban inglés contaban con diccionarios, que rara vez
tenían las nuevas definiciones inventadas por las feministas
deconstruccionistas postmodernistas. La representante de Honduras Marta Lorena
Casco estaba preocupada por “una agenda oculta” y acusó a los que estaban en la ONU de utilizar “eufemismos
manipulados para hacer un borrador de un texto para el que ellos contaban con
el único diccionario en exclusiva”.
Muchos de los delegados y de las ONGs llegaron a Nueva York exhaustos.
Habían pasado el mes de enero en nueva York en la PrepCom de la Cumbre Social, el
mes de febrero en Copenhague en la Cumbre Social y ahora estaban de vuelta en Nueva
York para la PrepCom
de Beijing. Algunos habían volado directamente de Copenhague a Nueva York sin
volver a casa para un descanso. No tuvieron tiempo para estudiar el texto y
tuvieron pocas oportunidades de realizar estrategias con delegados de la misma
ideología.
WEDO y sus aliados vinieron totalmente preparados para oponerse a todas
las enmiendas de los grupos pro-familia y llevar a cabo su agenda. La coalición
pro-familia, que se había formado en El Cairo, había hecho una buena exposición
en la PrepCom
de la Cumbre Social
de Copenhague. A través de su intervención, se había fortalecido el lenguaje
sobre la familia.
Como sólo unos pocos grupos pro-familia tenían los recursos para enviar
representantes para todo el encuentro, que llegó a durar casi cuatro semanas,
vino un número para periodos más pequeños de tiempo. Más personas tenían
intención de venir pero, en el último momento, se les negó la acreditación a un
gran número de grupos pro-familia que habían solicitado el estatus de ONG. La ONU emitió una declaración
diciendo que debido al gran número de solicitudes nacionales, sólo se aceptaron
los grupos cuyas actividades fuesen relevantes para la conferencia. Eso no
tenía sentido, ya que se les negó a tres de los grupos nacionales más grandes y
más relevantes –Concerned Women for America, Eagle Forum y Catholic Campaign-
mientras que a Catholics for a Free Choice, una organización que no era miembro
con catorce empleados, financiada por ricas fundaciones, se le concedió el
estatus de ONG. La batalla por las acreditaciones continuó hasta agosto.
CATHOLICS FOR A FREE CHOICE
La PrepCom comenzó con un shock. Para sorpresa de todos, el primer día, Sheri
Ricket, de la delegación vaticana desafió a la acreditación de Catholics for a
free Choice y a sus afiliados de América Latina sobre la base de que CFFC no es
una organización católica. La presidenta de CFFC Frances Kissling estaba
indignada.
En la conferencia de El Cairo, Kissling había estado omnipresente,
utilizando todas las oportunidades para criticar a la Iglesia Católica.
Encabezaba una petición de que se le revocase a la Santa Sede el estatus
de observador permanente de la
ONU. El Vaticano descartó la petición como una estratagema de
propaganda pero estaban preocupados por las distorsiones de CFFC de la doctrina
católica en América Latina. Durante la PrepCom, Kissling distribuyó un panfleto titulado
“Equal is as Equal Does”, de la que era coautora junto a Mary Hunt, de WATER
(Alianza de Mujeres para la
Teología, Ética y Liturgia) para la Convergencia de la Iglesia- Mujeres.
El panfleto de Kissling y Hunt pedía una “antropología feminista” basada en la
“igualdad radical de mujeres y hombres”, en la que “la comunidad, más que la
familia, es el ‘foco programático’”. Hunt será recordada por su participación
en la Conferencia
feminista radical Re-Imagen, de Minneapolis de 1993, en la que propuso
sustituir la camaradería como metáfora de la familia:
Imagina el sexo entre amigos como la norma. Imagina valorar la
interacción genital en términos de si y cómo fomenta la amistad y el placer...
El placer es nuestro derecho natural que nos ha robado el patriarcado
religioso... Imagino amigos, no familias, gozando del placer que merecemos
porque nuestros cuerpos son santos. (Re-Imaging Conference, citado en HLI
Reports (Enero de 1995), p. 6).
Como las relaciones familiares –Dios como Padre, Jesús como Hijo- están
en el núcleo de la fe cristiana, sustituir familia por amigos no
es solamente un cambio metafórico. Las ideas de Hunt sobre la sexualidad la
colocan fuera de la tradición cristiana. Las feministas son, por supuesto,
libres para dejar los credos establecidos pero no son libres para exigir que se
cambien las doctrinas reveladas para que encajen sus conductas.
Kissling reaccionó frente a las acusaciones del Vaticano argumentando
que CFFC nunca había afirmado que eran representantes de la Iglesia Católica.
Pero, había evidencia sustancial de que CFFC había intentado dar la impresión
de que estaban proporcionando asesoría “Católica”. Un panfleto de CFFC ofrecía
“hechos de aborto desde la doctrina católica a las actitudes y prácticas
católicas. Las meditaciones para antes y después del aborto responden a
necesidades espirituales de las mujeres”. Otro panfleto de CFFC se titula
“Reflexiones de una teóloga católica al visitar una clínica abortiva”. Un
tercero, “Guía para Hacer Opciones Éticas”, que responde a preguntas como “¿Es
el aborto un asesinato? ¿Cómo tomo una decisión?” fue escrito por Marjorie
Reiley y el Dr. Daniel Maguire.
Marjorie Maguire repudió desde entonces a CFFC. En una carta al editor
del National Catholic Reporter respaldaba la acusación del Vaticano de
que CFFC no era una organización católica, señalando que al mismo tiempo que
sus miembros pueden haberse bautizado como católicos, no asisten a los cultos
católicos ni creen en la doctrina católica más básica (Marjorie Reiley Maguire,
Letter to Editor, National Catholic Reporter (21 de abril de 1995) ).
Con el fin de salvar su acreditación como ONG, CFFC emitió un
comunicado de prensa que decía: “Nuestro nombre no implica que nuestras
organizaciones sean organizaciones católicas ‘oficiales’ y nunca hemos hecho
esa afirmación. Somos una organización de personas católicas, no de la Iglesia”. Se envió una
carta a la ONU
diciendo lo mismo. Esta declaración era precisamente lo que el Vaticano quería.
Su objetivo no era evitar que CFFC participase en Beijing sino forzar a CFFC a
admitir que no era una organización católica.
LAS MUJERES TIBETANAS
La delegación china bloqueó la acreditación de las ONGs que
representaban a las exiliadas tibetanas. Kissling intentó identificar su
situación con la que afrontaban las mujeres tibetanas invitándolas a unirse a
su conferencia de prensa. Sin embargo, no había punto de comparación. La
petición del Vaticano de que los apóstatas no se hiciesen pasar por verdaderos
creyentes apenas puede compararse con el genocidio físico y cultural que las
mujeres tibetanas han sufrido bajo la dominación china.
Los chinos han instituido un programa de población draconiano en el
Tíbet, aunque el Tíbet nunca ha tenido problemas de población. Los tibetanos
son un pueblo profundamente religioso y, antes de la invasión de la China Comunista,
una parte importante de la población entró en una vida monástica célibe. Sin
embargo, como parte del programa para solidificar su control del Tíbet, los chinos
han obligado a las mujeres tibetanas a someterse a abortos y a la
esterilización, han metido en prisión y violado a monjas budistas, han cerrado
monasterios y han atacado a la libertad religiosa. Las mujeres tibetanas en el
exilio presentaron mucha evidencia de la negación de la libertad religiosa que
existe en el Tíbet, incluyendo las torturas de una monja budista:
Me desnudaron y me pusieron boca abajo en un piso muy frío. Me
golpearon con una cuerda y un palo y con golpes eléctricos. Me golpeaban mientras
estaba tirada en el suelo. En aquel momento pensaba que iba a morir. La imagen
de Guru Rinpoche apareció ante mis ojos y luego me desmayé. Para hacerme volver
en sí, me arrojaron agua fría. Eran muy insultantes. Apretaron mis pechos
diciendo que en ellos había mucha leche, que yo no era monja, que al menos
debía tener ya dos hijos. Decían que yo tenía relaciones sexuales con los
monjes y que por eso lo estábamos demostrando juntos. Les dije que era monja.
Me introdujeron un palo en la vagina una y otra vez hasta tal punto que durante
tres días no pude orinar. Uno de los guardias me metió una picana en el ano y
lo dejó allí. Era como un dolor insoportable que entraba en mi corazón. Caí
inconsciente. (Comité Internacional de Abogados para el Tibet, “Denial of
Tibetan Women’s Rights to Freedom of Religious Belief and Expresion” ( San
Francisco, CA, 10 de marzo de 1995), p. 7).
El comunicado de prensa dado en la conferencia de prensa contenía
también relatos personales de cómo se había obligado a mujeres a someterse a
abortos, o como a Lh, que huyó del Tíbet, a ser esterilizadas:
Cuando los oficiales chinos llegaron a mi casa después del nacimiento
de mi tercer hijo, me dijeron que no conseguiría más tarjetas para los
racionamientos para mi tercer hijo y que tenía que pagar una multa. Me
informaron de que me habían puesto en una lista de mujeres que pronto iban a
ser esterilizadas. Otra vez más, no protesté. Sabía que no serviría de nada.
Muchas de mis amigas ya habían sido esterilizadas o habían sido sometidas a que
se les practicase un aborto. Simplemente, no teníamos más opción “Denial of Tibetan Women’s Rights to Freedom of Religious Belief and
Expresion” ( San Francisco, CA, 1 de marzo de 1995), p. 10).
El comunicado de prensa incluía también un informe de un testigo
presencial del trabajo de los equipos móviles de control de nacimientos de
China en las villas del Tíbet en 1987:
A
los habitantes de la villa se nos dijo que todas las mujeres tenían que
presentarse en la tienda para los abortos y las esterilizaciones o habría
graves consecuencias. A las mujeres que iban pacíficamente a las tiendas y
no se resistían, se les proporcionaba
asistencia médica. Las mujeres que se negaban a ir eran llevadas a la fuerza,
se las operaba y no se les proporcionaba asistencia médica. A las mujeres con
nueve meses de embarazo se les extraían sus hijos... Vimos llorar a muchas
chicas. Oíamos sus gritos mientras esperaban su turno para entrar en la tienda
y vimos una gran pila de fetos fuera de la tienda, que desprendían un olor
horrible. Durante las dos semanas de esta movilización, a todas las mujeres
embarazadas se les practicaron abortos y luego fueron esterilizadas. Todas las
mujeres en edad de tener hijos fueron esterilizadas. (p. 9).
Las
tibetanas que vinieron a Nueva York a implorar la intervención internacional no
eran conscientes de que estaban siendo utilizadas por las feministas que las
respaldaban para promover los “derechos reproductivos”. El comunicado de prensa
que denunciaba los terribles abusos de las mujeres tibetanas incluía la
siguiente recomendación:
Que
a las mujeres tibetanas se les proporcione el acceso a las facilidades de la
asistencia sanitaria para asegurar la disponibilidad de los métodos seguros y
eficaces de control de natalidad, abortos y esterilización seguros, en caso de
que las mujeres tibetanas hagan esas opciones.
Una
mujer del Instituto Nacional de la
Mujer (NIW) cogió aparte a una de las mujeres tibetanas y le
preguntó que cómo era posible que su grupo, siendo budista, pudiese respaldar
el aborto. La tibetana no podía salir de su asombro. No habían sido conscientes
de que el lenguaje pro-abortista se había incluido en el comunicado de prensa y
no tenían ni idea de que en Occidente, “derechos reproductivos” hacía
referencia al derecho al aborto. Pensaban que hacía referencia al derecho a
tener un hijo. La causa del Tíbet fue ignorada por los delegados nacionales.
LA COALICIÓN POR LA MUJER Y
LA FAMILIA
Los participantes pro-familia de la PrepCom de Beijing renovaron la amistad que
habían entablado en El Cairo y se organizaron como la Coalición por la Mujer y la Familia. Fueron
presentados por primera vez en el sistema de la ONU. La coalición dirigía
sus esfuerzos para presionar desde los asientos de cuero que estaban fuera de
la sala en la que tenían lugar las negociaciones.
La ubicación hacía
posible que se pudiese acceder a salidas eléctricas en las que los miembros de
la coalición enchufaban sus ordenadores e impresoras portátiles. Esto le
permitía a la coalición reaccionar con rapidez mientras el debate se
desarrollaba. Se hacía un seguimiento del debate y, cuando surgía un problema,
una persona escribía una hoja. Otro la corregía. Otras lo revisaban para
asegurarse de que en él no había nada que pudiese malinterpretarse. Alguien lo
revisaba con delegadas aliadas, si se podía encontrar alguna, para saber su
reacción. La hoja se traducía al Español y al Francés, y habiendo otra versión
escrita, haciendo puntos similares para las delegadas musulmanas y luego los
mensajeros salían a buscar una impresora en que se imprimían las versiones en
papeles de colores brillantes. El uso de papel de colores les permitía a los
que llevaban las hojas echar una mirada a ver si una persona había recibido o
no una hoja concreta. A veces, se podía mirar hacia abajo desde la galería y
decir por los colores que casi todo el mundo estaba leyendo la última hoja.
La
coalición no tenía organización ni financiación formal. Todo era estrictamente
ad hoc. Funcionó por la dedicación y la experiencia de los miembros. Algunas,
como Jean Head, de Derecho Internacional a la Vida, tenían años de experiencia en la ONU. Jean trabajaba por las noches como enfermera por
lo que podía presionar durante el día. Para Brenda Alexander, la esposa de un
ministro negro de Memphis, era su primera experiencia en política
internacional.
La
técnica tuvo tanto éxito que el personal de la ONU encontraba continuamente reglas en un
reglamento, que nadie vio nunca, para restringir la distribución de hojas y así
poder poner límites a las actividades de la coalición. Sin embargo, la Coalición Para la Mujer y la Familia se adaptó
rápidamente a los cambios de reglas en gran medida por la consternación de la
gente de WEDO, que se quejó en alta voz durante sus reuniones de las “fundamentalistas”
que estaban intentando sabotear la PrepCom. Mientras que a los miembros de la
coalición se les impedía frecuentemente el paso al hemiciclo durante las
sesiones formales, Bella Abzug se sentó en el sitio de una delegada ausente.
Recibió un tratamiento preferencial y todavía se quejaba de que las ONGs no
tenían el suficiente poder.
Las miembros de WEDO
acusaron a la coalición de querer mantener a las mujeres en casa y subordinadas
a los hombres, lo cual era absurdo, ya que las mujeres de la coalición estaban
trabajando en la ONU
con hombres sin ninguna lucha ni cuotas, dominación ni subordinación. Las
mujeres de la coalición se consideraban a sí mismas pruebas vivas de que el
movimiento pro-familia respaldaba la participación de las mujeres en política.
Como mujeres casadas y solteras, mujeres trabajadoras y madres a tiempo total,
creían que representaban las aspiraciones reales de las mujeres.
En
un punto, varias miembros del grupo las lesbianas intentó meter las narices en
la coalición, sentándose en los bancos en los que normalmente se reunían
sentadas con sus abrigos y papeles y evidentemente intentando escuchar sus
conversaciones. Olivia Gans, de Víctimas Americanas del Aborto, intentó hacer
amistades con ellas y entablar un diálogo con sentido con ellas pero se fueron.
La PrepCom fue polémica desde
el comienzo. En un punto, un simple párrafo del texto había generado treinta y
dos páginas de enmiendas. Las representantes no estaban de acuerdo en el
aborto, los derechos parentales, la deuda, la migración, la universalidad de
los derechos humanos, el trabajo no remunerado, la prostitución, si la
discriminación de la mujer comenzaba en el nacimiento o antes y en otra gran
cantidad de temas.
LA
PERSPECTIVA DE GÉNERO
Para
la Coalición
por la Mujer y la Familia, la amenaza
inmediata era el lenguaje sobre los derechos sexuales y reproductivos, la salud
y los derechos paternales. Pocos estaban preocupados por el uso repetido de la
palabra género en el borrador y las
referencias a “expandir la perspectiva de género”, “el análisis de género”,
“los aspectos de género”, “el concepto de género”, “la sensibilidad de género”
y “los roles de género”. La mayoría de los delegados y de las ONGs pro-familia
asumieron que género no era sino un
sustituto más formal de sexo.
Sin embargo, la
preocupación de la coalición sobre el género fue lo suficiente como para
preparar la siguiente hoja para llamar la atención sobre el tema, que en parte
decía:
¿Qué
es la perspectiva de género?
La perspectiva de género puede ser
un término extraño para algunos delegados. No se refiere al “compromiso por los
derechos de la mujer” ni a la oposición a la “discriminación sexual”. Hace
referencia a verlo todo como una lucha de poder entre los hombres y las
mujeres. Cada problema es analizado en términos de cómo las diferencias entre
los hombres y las mujeres son la causa
del problema.
Los problemas, ciertamente, son
reales y serios. Con frecuencia hay hombres culpables de cometer enormes
injusticias a mujeres pero la perspectiva de género ve a todos los hombres como culpables y beneficiarios de las
desigualdades de “poder”. Las diferencias estadísticas entre los hombres y las
mujeres se ven como prueba de una trama de los hombres contra las mujeres.
Todos los sufrimientos de las mujeres son de alguna forma por culpa de los
hombres.
SUPRIME
EL LENGUAJE ANTI-MASCULINO
LO
QUE SE NECESITA ES LA
PERSPECTIVA DE LA
MUJER
Coalición
por la Mujer y la Familia
De la misma forma que
el tema del género no era una prioridad entre las delegadas pro-familia, las
que respaldaban la “perspectiva de género” estaban indignadas de que cualquiera
desafiase la perspectiva de género.
Como
respuesta a las preguntas sobre la definición de género, el liderazgo de la conferencia lanzó la siguiente definición:
“El género se refiere a las relaciones entre las mujeres y los hombres que
se basan en los roles definidos socialmente que son asignados a un sexo o al
otro”.
Más
que solucionar el problema, esta definición sólo sirvió para crear más
confusión. El delegado de Malta expresó sus reservas sobre la definición
propuesta. Como abogado, no veía cómo se podían escribir leyes sobre las
relaciones basadas en los roles definidos socialmente. Las leyes, insistía,
deben referirse a las personas masculinas y femeninas. Varios delegados
comenzaron a poner entre paréntesis género
cada vez que aparecía en el texto.
EL
DISCURSO DE BELLA
La
reacción a la sugerencia de que género
se pusiese entre paréntesis fue rápida y agresiva. Revelaba que los que estaban
preocupados por las implicaciones ideológicas de la palabra género realmente habían subestimado la
importancia de este término. El 3 de abril, a Bella Abzug se le dio una
oportunidad especial para dirigirse a los delegados. En un discurso lleno de
ira, condenó los intentos de poner entre paréntesis la palabra género hasta que se estuviese de acuerdo
en una definición: “Nadie nos va a obligar a volver al concepto de que ‘la
biología es el destino’ que busca definir, confinar y reducir a la mujer a sus
características sexuales”.
Los
delegados de la PrepCom
se quedaron sorprendidos por la acusación de que definir el género como un sinónimo de sexo era un intento de confinar y de
reducir a la mujer a sus características sexuales físicas. Bella insistió en
que la definición “feminista” de género
era comprendida y aceptada universalmente, algo que realmente no era así:
El concepto de género está insertado en el discurso social, político y legal
contemporáneo. Se ha integrado en el discurso social, político y legal
contemporáneo… El significado de la palabra género se ha desarrollado como diferente de la
palabra sexo para expresar la
realidad de que los roles y el estatus del hombre y la mujer son construcciones
sociales y se pueden cambiar.
Bella actuó como si
los delegados fuesen totalmente conscientes del discurso contemporáneo de
“sexo” y “género”. La mayoría de los delegados habían sido, hasta ese momento,
felizmente ignorantes de la trayectoria ideológica del pensamiento feminista.
Según Bella, “la infusión de las perspectivas de género en todos los
aspectos de las actividades de la
ONU es un compromiso importante aprobado en las conferencias
anteriores y debe reafirmarse y fortalecerse en la Cuarta Conferencia
sobre la Mujer.”
Los
delegados, muchos de los cuales habían asistido a las anteriores conferencias
de la ONU,
comenzaron a escanear documentos de la
ONU para tener evidencia de que habían aprobado una
definición de género como roles construidos socialmente que se pueden cambiar.
Encontraron que en la
Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 había
hecho referencia al sexo, no al género. Las Estrategias Forward Looking
de Nairobi de 1985 utilizaron la palabra sexo
y hablaban de “las perspectivas de la mujer”. La Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer utilizó la palabra género varias veces pero no había HINT
de una nueva definición. Ni los participantes de El Cairo fueron conscientes de
ninguna nueva definición.
En
su discurso, la señorita Abzug insistió en que su definición de género era innegociable:
El intento actual de varios Estados Miembros
de eliminar la palabra género de la Plataforma para la Acción y sustituirla con la
palabra sexo es un intento
insultante y degradante de invertir los logros obtenidos por las mujeres, para
intimidarnos y bloquear un mayor progreso. Urgimos al pequeño número de
delegados y delegadas que buscan distraer y sabotear la potenciación del papel
de la mujer a que abandonen esa táctica de despiste. No tendrán éxito. Sólo
están perdiendo un precioso tiempo. No volveremos a roles inferiores
subordinados.
Los
delegados no tenían ninguna intención de llevar de nuevo a la mujer a “roles
inferiores subordinados”. Todo el mundo estaba comprometido con la promoción de
la igualdad y los derechos de la mujer. Sólo querían comprender qué significaba
la palabra género antes de aprobar un
texto en el que la palabra aparecía más de doscientas veces.
CAPÍTULO
SIETE: REIMAGEN DEL GÉNERO
Para
incrementar la polémica, un miembro de la delegación de un gobierno que había
considerado el debate sobre la definición de género una sobre-reacción, le habló del tema a la canguro de la
familia. Resultó que la canguro estaba estudiando un curso en la Universidad de Hunter
titulado “Volver a imaginar el Género”. Le explicó a su empresaria que Bella
tenía razón. El Género ya no se
refería al sexo sino a los roles
construidos socialmente. La canguro le proporcionó copias de los materiales del
curso para probarlo. Fueron fotocopiadas y circularon entre los delegados y los
miembros de las ONGs pro-familia.
A
los estudiantes se les había asignado un documento de dos a cinco páginas sobre
su propia “re-imagen del género”, y la instructora del curso, Lorna Smedman,
había escrito la siguiente introducción para los estudiantes:
En este curso, leeremos una variedad de
textos –literatura modernista y postmodernista, ciencia ficción, los dibujos
animados, películas, ensayos- para averiguar cómo los pensadores del siglo
veinte han re-imaginado el concepto de
género. ¿Es el género una “construcción social” o el producto del “sexo
biológico”? ¿Qué está en juego con la transgresión de las categorías binarias
de mujer/ hombre, femenino/ masculino, heterosexual/ homosexual, natural/
innatural?
Los representantes de
los países conservadores no tenían ningún interés en volver a casa con un
documento que “transgrediera las categorías binarias” o que abriese el tema de
la homosexualidad.
Entre
los materiales fotocopiados se encontraba un artículo de Adrienne Rich titulado
“Compulsory Heterosexuality and Lesbian Existence”, que incluía las siguientes
citas: “La heterosexualidad, como la maternidad, debe ser reconocida y
estudiada como una institución política” (Adrienne Rich, “Compulsory Heterosexuality
and Lesbian Existence”, Bloody Bread and
Poetry: Selected Prose, 1979-85 (New York: W.W. Norton & Co.), p. 35
(materiales fotocopiados tomados del curso)).
“En un mundo de igualdad genuina, en la que
los hombres no sean opresores sino tiernos, todo el mundo sería bisexual”
(Rich, p. 34).
Un
artículo de Lucy Gilbert y Paula Webster, “The Dangers of Feminity”, sugiere
que definir el género como una
“construcción social” significaría que lo masculino y lo femenino no son
naturales, apenas una idea reconfortante para los delegados:
A cada niño se le asigna una o la otra
categoría sobre la base de la forma y el tamaño de sus genitales. Una vez que
se hace esta asignación nos convertimos en lo que la cultura cree que somos
cada uno de nosotros –femenino o masculino. Aunque mucha gente cree que los
hombres y las mujeres son la expresión natural de un plan natural, el género es
un producto del pensamiento y la cultura humana, una construcción social que
crea la “verdadera naturaleza” de todas las personas. (Lucy Gilbert and Paula Webster, “The Dangers of Feminity”, Gender Differences: Sociology or Biology?, p.
40 (materiales fotocopiados tomados del curso))
Un capítulo tomado de
un libro de Kate Bornestein, un hombre que se sometió a un “cambio de sexo”,
argumenta que el medio para liberar a la mujer es deconstruir el género: “No se puede oprimir a la mujer si no existe
eso que es la ‘mujer’. Acabar con el género es clave para acabar con el patriarcado” (Kate Bornestein, Gender Outlaw:
On Men, Women and the Rest of Us (New York: Rutledge, 1994), p. 115).
Para Bornestein el
número de géneros no está limitado a dos: “La
fluidez del género es la capacidad para llegar a ser libre y conscientemente
uno o muchos del número ilimitado de géneros, para cualquier cantidad de
tiempo, en cualquier ritmo de cambio. La fluidez de género no reconoce límites
ni reglas de género” (Bornestein, p. 52).
Particularmente problemático era un artículo de Anne Falsto-Sterling
titulado “The Five Sexes: Why Male and Female Are Not Enough”. Este artículo
fue la fuente de las ideas que promovió Marta Llamas. La Señorita Falsto-Sterling
afirma que la existencia de varias anormalidades genitales constituye una razón
para ampliar el número de sexos de dos a cinco –hombres, mujeres,
hermafroditas, hermafroditas masculinos y hermafroditas femeninos.
El
interés de la
Señorita Falsto-Sterling en añadir sexos extra no parece
tener relación con una preocupación sincera por el pequeño número de personas
que padecen esas anormalidades sino con un deseo de desafiar las ideas
tradicionales:
¿Por qué debe importarnos si hay personas
cuyo equipamiento biológico les permite tener sexo “de forma natural” tanto con
hombres como con mujeres? La respuesta parece estar en una necesidad cultural
de mantener distinciones claras entre los sexos… Dado que los hermafroditas
encarnan literalmente ambos sexos, desafían las ideas tradicionales sobre la
diferencia sexual: Poseen la capacidad irritante de vivir a veces como un sexo
y a veces como el otro y plantean el espectro de la homosexualidad. (Anne Falsto-Sterling, The Five Sexes: Why Male and Female Are Not
Enough”, The Sciences (Marzo /Abril
de 1993), p. 24).
La Señorita
Falsto-Sterling ve la aceptación de la existencia de más de
dos sexos como un avance de la agenda feminista y homosexual: “Imagina que los sexos se hayan multiplicado
más allá de los límites imaginables en la actualidad. Tendría que ser un mundo
donde se comparta el poder. El paciente y el médico, el padre y el hijo, el
hombre y la mujer, el heterosexual y el homosexual –todas esas oposiciones y
otras tendrán que desaparecer como fuentes de división. Surgiría una nueva
ética de tratamiento médico, que permitiese la ambigüedad en una cultura que ha
superado la división sexual” (Falsto-Sterling, p. 24).
Los
artículos incluidos en la clase de la re-imagen del Género eran extraños pero
los delegados y miembros de la coalición pro-familia que los leyeron no
pudieron evitar el advertir que muchos de los temas que expresaban los artículos
se hacían eco de lo que parecía haber sido hasta ese momento frases inocentes
en la propuesta Plataforma para la
Acción.
EPISTEMOLOGÍA
FEMINISTA
Una
reportera del “Earth Negotiations Bulletin” llamó al debate sobre el género “un caso de estudio de libro de texto sobre
el estado del feminismo global y de la epistemología feminista,” que “planteaba debates centrales sobre la
relación entre el lenguaje, el conocimiento y el poder, la contienda política
sobre ‘lo natural’ y la identidad negociada socialmente, y las ideas que
impregnan la ‘reacción violenta’ actual contra algunos de los avances
feministas llevados a cabo en los Estados Unidos” (“Earth Negotiations
Bulletin”, 10 de abril de 1995).
Sin
embargo, la mayoría de los delegados no había venido a Nueva York a debatir la
“epistemología feminista”. Los defensores de género insistieron en que la palabra se había aceptado en la ONU y en la literatura
académica y anteriormente no se había cuestionado. Los que cuestionaban el uso
de género señalaban que antes no se había cuestionado porque nadie sabía que le
habían inventado una nueva definición.
Cuando
los Estados Unidos rechazaron una definición de género que incluyese los términos dos sexos, los delegados comenzaron a especular sobre sus motivos.
¿Creían los representantes de la administración Clinton que existían más de dos
sexos o sexos adicionales? Si es así, ¿cuántos y cuáles eran? Los delegados
pro-familia estaban preocupados de que la “perspectiva de género” escondía una
agenda oculta; es decir, la promoción de la homosexualidad. La administración
Clinton era conocida por ser agresiva en su respaldo a la agenda homosexual.
¿Formaba parte de esa agenda su rechazo a definir género como dos sexos? El debate produjo mucha confusión. Varios
reporteros cogieron la materia y varios líderes conservadores de los Estados
Unidos y de América Latina tuvieron la impresión de que la plataforma promovía
cinco géneros: masculino, femenino, homosexual, lesbiana y bisexual o
transexual.
Marta
Casco, como jefa de la delegación de Honduras, les pidió a los oficiales de la ONU una definición de género.
Le dijeron que el género “no tenía definición y que no necesitaba ninguna”. Se
le acusó de intentar sabotear la causa de la mujer y de minar la conferencia
que plantea la pregunta.
La Señora Casco tuvo una
fuerte intervención, advirtiendo que “en la búsqueda de sus derechos legítimos
y la igualdad de oportunidades, la mujer no debe rendirse y mucho menos negar
su propia naturaleza” y que “diseñar un mundo de mujeres individualistas y
egoístas a las que se margine de las realidades familiares no contribuirá a la
erradicación de la violencia ni a la superación de las injusticias o
desigualdades ni a la disminución de la pobreza, sino todo lo contrario”
(traducción de la autora).
VERDADERA
PROTECCIÓN
El
género no fue la única fuente de disputa de la conferencia. Casi todos los
párrafos generaban un debate. Ambas partes sugerían párrafos adicionales,
incrementando eventualmente el texto por un tercio. Mientras se añadían más de
cien nuevos párrafos, los presentados por los delegados pro-familia fueron
omitidos misteriosamente de la grabadora de las actas.
Por
ejemplo, en la sección sobre la violencia contra la mujer, el borrador culpaba
de la violencia a la familia, la religión, la tradición y a “las desiguales
relaciones de poder entre los hombres y las mujeres”. Intentando ofrecer
soluciones positivas al problema de la violencia, los delegados pro-familia
ofrecieron el siguiente párrafo:
Es importante reconocer que la única
protección verdadera para la mujer es una sociedad en la que se enseñe a los
hombres desde la infancia que los actos de violencia o de falta de respeto
hacia las mujeres son poco viriles e inaceptables. Las madres, como maestras
principales de los hijos y formadoras de las conciencias deben educar a sus
hijos para que comprendan que los hombres deben respetar a las mujeres y
protegerlas de toda forma de violencia y abuso. Los padres deben reforzar esas
enseñanzas con sus palabras y acciones.
Cuando apareció la
grabación impresa, este párrafo no se encontraba en ningún sitio. El presidente
afirmó que fue un error pero no llevó a cabo ninguna acción correctiva.
Las
deliberaciones se prolongaban, y, eventualmente, la PrepCom tuvo que demorarse
durante tres días. Las fuerzas pro-familia vieron que la extensión era una
estratagema para mover el poder hacia las naciones más ricas, ya que los
delegados de las más pobres, los países pro-familia, que ya habían hecho las
reservas de sus vuelos, tendrían que marcharse con muchos asuntos importantes
sin decidir.
La
coalición respaldó las peticiones de una definición clara de género. Aunque varios del grupo sentían
que la palabra había adquirido tanto bagaje ideológico que debería ser
sustituida por otros términos –ya fuese masculino
y femenino, o de las mujeres o sexo, como fuese apropiado- los delegados pro-familia sentían que
todo lo que era necesario era definir con claridad el género haciendo referencia a “masculino y femenino, los dos sexos
de la persona humana”.
Cuando
Marta Casco, la delegada de Honduras, hizo una petición formal de que género se pusiese entre paréntesis en
todo el documento, la presidenta, Irene Freidenschlus de Austria, en un hecho
sin precedentes, lo rechazó. La
Señora Casco continuó defendiendo su derecho a poner entre
paréntesis el texto inaceptable. Cuando se hizo aparente que la polémica no se
podía contener, Freidenschlus accedió a formar un grupo de contacto que se
reuniría del 15 de mayo al 15 de junio para debatir una definición de género.
El
“Earth Negotiations Bulletin” informó que los Estados Unidos no tenía ningún
interés en que se definiese género con claridad: “Algunas de las partes más interesadas en el debate están representadas
ahora en el grupo de Contacto creado para llegar a una comprensión consensuada
de la palabra género. Como lo escribía un delegado senior americano, el
resultado probable será la introducción de una ‘falta de nitidez positiva’ al
texto” (“Earth Negotiations Bulletin” (10 de abril de 1955)).
Los
narcisos del parque que están delante de la ONU estaban mirando a la tierra cuando comenzó la PrepCom. Ya habían
comenzado a marchitarse en el momento en que terminó. Todavía estaba un tercio
del texto entre paréntesis y no se había tomado ninguna decisión sobre la
cuestión del género. Mirando atrás,
las fuerzas pro-familia se darían cuenta de que ese fue el punto alto de su
influencia. Detrás de las escenas, se estaban utilizando el dinero y el poder
para asegurar el triunfo de la
Agenda de Género.
SEGUNDA PARTE
CAPÍTULO
OCHO: EL FEMINISMO RADICAL
El
mes que estuvo entre el final de la
PrepCom y la reunión del grupo de contacto sobre el género
dio a los delegados y ONGs interesados la oportunidad de realizar un curso
intensivo sobre la teoría feminista. El material del curso “Re-Imagen del
Género” había abierto algunos ojos y planteado muchas preguntas.
La
confusión era comprensible. Existe un abismo enorme entre la percepción pública
del feminismo y la realidad de la teoría feminista. Yo misma había afrontado
ese abismo, cuando hace unos años, comencé a investigar sobre el feminismo. Leí
todo lo que se había publicado de las autoras feministas pero lo que decían no
tenían sentido. Estaba perdiéndose una pieza. Podía oír sonar una melodía pero
no podía recordar la letra.
Compartí
mi problema con una amiga, Claire Driver, que enseñaba literatura rusa en la Universidad de Rhode
Island. Ella se reía y me dijo: “Mira, todas son marxistas”. Lucha de
clases, opresión, patriarcado –lo había oído antes. Había pasado mucho tiempo
desde que había leído a Marx pero recordé: “Toda la historia no es sino la
historia de la lucha de clases… El opresor contra los oprimidos”. Las
palabras encajaron en la melodía.
Todo
había estado allí pero no lo había visto. Mirando atrás a través de los textos
de las feministas, me quedé asombrada al ver cuántas de ellas citaban a Marx y
a su compañero y confidente Frederick Engels y, en particular, el libro de
Engels, The Origin of the Family, Private
Property and the State. No lo había considerado significativo cuando Kate
Millett en Sexual Politics elogió las
teorías de Engels: “El gran valor de la
contribución de Engels a la revolución sexual reside en su análisis del
matrimonio patriarcal y la familia” (Kate Millett, Sexual Politics (New York: Avon, 1971), p. 167).
No
me di cuenta de que cuando Millett escribió la siguiente explicación de las
raíces de la “opresión” estaba revelando sus propias raíces ideológicas: “En la sumisión de la mujer al hombre, Engels (y Marx también) veían el prototipo
histórico y conceptual de todos los sistemas de poder subsiguientes, todas las
relaciones económicas ingratas y la misma opresión en sí” (Millett, p.
169).
Ni
me había dado cuenta de que Barbara Ehrenreich y Deirdre English en su libro, For Her Own Good, incluían
la siguiente cita del “Manifiesto Comunista”: “Fijado todo, las relaciones
congeladas, con su serie de prejuicios y opiniones antiguas y venerables, son
barridas, todo lo que se forma nuevo se convierte en anticuado antes de que
puedan anquilosarse. Todo lo que es sólido se pierde en el aire, todo lo que es
santo es profanado, y por fin se obliga al hombre a afrontar con sentido sobrio
sus condiciones reales de vida y sus relaciones con los suyos” (Barbara
Ehrenreich y Deirdre English , For Her Own Good, (Garden City, NJ:
Anchor Press, 1978), p. 5).
Yo
había considerado al marxismo como una teoría económica trasnochada hasta
entonces. Mi exposición limitada a Marx no había incluido su teoría social. Y,
en cualquier caso, sugerir que alguien era marxista simplemente no se hacía. En
la América
post-McCarthy, esa sugerencia traía vergüenza al momento no sobre el acusado
sino sobre el acusador.
Pero
toda la evidencia estaba ahí. Un recorrido por la librería feminista local –una
tienda de golosinas convertida con anuncios colocados fuera que promovían toda
causa imaginable de la izquierda- revelaba que la Izquierda feminista se
había abandonado más de lo que pensaba. El plano de la tienda se leía como un
mapa del alma feminista –la pared izquierda estaba dedicada a la literatura, la
teoría y la teología feminista. El pasillo del medio al lesbianismo y a la
homosexualidad. La parte de atrás de la tienda a la brujería, la New Age y al medio ambiente.
Y la parte derecha a los escritos de Marx, Engels, Gramsci y sus compañeros de
viaje. No me había dado cuenta de que algunos de esos trabajos todavía estaban
publicados.
Saber
que las feministas seguían a Marx (con ciertas revisiones, por supuesto) no
explicaba la Agenda
de Género. Afortunadamente, un buen amigo y activista pro-familia, Michael
Schwartz, sugirió que si quería comprender a las feministas, debería leer The
Origin of the Family, Private Property and the State de Engels y The
Dialectic of Sex de Shulamith Firestone. En esos libros pude ver cómo la
dialéctica de Marx se había convertido en la dialéctica del sexo. Shulamith
Firestone no se encontraba entre las estrellas de los medios feministas pero
era citada ampliamente por las autoras feministas. La revista Ms colocaba
su libro entre los clásicos feministas y su lectura se requiere en los
programas de estudios de la mujer. Cuando leí a Engels y Firestone, comprendí
cómo las palabras encajaban con la música.
DE LIBERALES A RADICALES
La Agenda de Género intenta
edificar sobre la buena voluntad generada hacia el feminismo en los años 60,
cuando el movimiento de la mujer promovía un “feminismo liberal” o en términos
de Christina Hoff Sommers un “feminismo de igualdad”. El feminismo liberal
sostiene que la mujer debe tener la misma libertad que el hombre en la sociedad
e insiste en que la persona debe ser considerada de forma separada del grupo.
El respaldo al feminismo liberal fue tan amplio que casi toda la legislación
requería prohibir la discriminación sobre la base de que el sexo se aprobaba
sin ninguna oposición seria. En efecto, uno de los argumentos expuestos contra la Enmienda de la Igualdad de Derechos fue
que era innecesaria porque las mujeres tenían ya igualdad de derechos.
De
los contrarios a las reivindicaciones de la Izquierda feminista,
nadie quiere dar marcha atrás a esos logros.
No hay un “contraataque” contra el derecho de la mujer a votar, a ser
candidata, a la igualdad de educación o a la igualdad de oportunidades en el
trabajo. Las mujeres, como yo misma, que son inflexibles en su oposición a la Agenda de Género son
activas en las vidas políticas y económicas de sus comunidades, esperan
igualdad de derechos, igualdad de educación, igualdad de oportunidades e igualdad
de trato.
Sin
embargo, los defensores pro-familia reconocen las limitaciones del feminismo
liberal, particularmente su error en tomar en cuenta las diferencias reales y
evidentes entre hombres y mujeres y reconocer que muchas de las leyes
“discriminatorias” entre hombres y mujeres no eran intentos de oprimir a la
mujer sino intentos de compensar las diferencias naturales y proteger a la
mujer. Cuando esas leyes se suprimieron, la mujer sufrió como consecuencia del
así llamado tratamiento de igualdad. El feminismo liberal, con su énfasis en la
persona, ignoró la importancia de la familia como unidad social. El feminismo
liberal es también propenso a poner un énfasis desorbitado en el gran gobierno
como solución a todos los problemas, incluyendo los problemas de la mujer.
Los
defensores pro-familia creen que es posible estar totalmente comprometido con
la dignidad y la igualdad de derechos del hombre y de la mujer sin negar las
diferencias entre ambos sexos, sin quitar importancia a la familia ni recurrir
al gran gobierno. La influencia del feminismo liberal mermó en parte porque
tuvo éxito en sus objetivos, en parte porque sus objetivos se vieron de forma
aparente pero principalmente porque fue sustituido por un feminismo radical que
sostenía que el feminismo liberal no había avanzado mucho. El así llamado
contraataque contra el feminismo no se dirige contra el feminismo liberal de
los años sesenta sino contra las nuevas tensiones del feminismo, que repudiaron
los valores liberales a favor de la ideología revolucionaria.
Según
Alison Jagger, que escribió un libro sobre el feminismo, las feministas
radicales repudian el feminismo liberal porque las feministas liberales no
reconocen “que es necesario cambiar toda la estructura social existente con el
fin de conseguir la liberación de la mujer” (Alison Jagger, “Political
Philosophers of Women’s Liberation”, Feminism and Philosophy, ed. Por Vetterling-Braggin, Elliston and English (Totowa, NJ: Littlefield,
Adams & Co., 1977), p. 9).
Este repudio del feminismo
liberal tuvo lugar a finales de los años 60. El movimiento de la mujer es
absorbido por las políticas radicales. Las políticas neo-marxistas estaban en
boga. Las mujeres que se unieron a los movimientos revolucionarios se
expusieron a las ideologías revolucionarias. Sin embargo, la batalla contra la
opresión no fue muy liberadora para muchas de estas mujeres. Sus hermanos
revolucionarios trataban mal a las mujeres, relegándolas a la cocina, a
escribir a máquina y a los servicios sexuales, al mismo tiempo que se negaban a
permitirles expresar sus opiniones o tener posiciones de liderazgo dentro del
movimiento.
Las
mujeres radicales se rebelaron contra este maltrato y, al hacerlo, se
dirigieron a su ideología revolucionaria para su justificación. Encontraron
exactamente lo que necesitaban en la filosofía de Karl Marx y de Frederick
Engels, particularmente en el libro de Engels The Origin of the Family,
Private Property and the State. Imagina su encanto cuando descubrieron que
Marx y Engels habían enseñado que la mujer era la primera propiedad privada y
la opresión de la mujer por parte del hombre la primera opresión de clases:
En
un viejo manuscrito no publicado escrito por Marx y por mí mismo en 1846,
encuentro las palabras: “La primera división del trabajo es la que existe entre
el hombre y la mujer en la procreación de los hijos”. Y hoy puedo añadir: La
primera oposición de clases que aparece en la historia coincide con el
desarrollo del antagonismo entre el hombre y la mujer en el matrimonio monógamo,
y la primera opresión de clases coincide con la que padece el sexo femenino por
el masculino. (Frederick Engels, The Origins
of the family, Private Property and the State (New York: International
Publishers, 1942), p. 58)
La proclamación de
Marx y Engels de que toda la historia es la historia de la lucha de clases es
bien conocida. Lo que es menos bien conocida es su argumento de que la primera
lucha de clases tenía lugar en la familia. Según la teoría marxista, en los
primeros años de la existencia humana la gente vivía en sociedades pacíficas
sin clases, compuestas por unidades familiares por línea materna en las que se
desconocía la propiedad privada y no existía ningún tipo de opresión. Algunos
marxistas sostienen incluso que los hombres ni siquiera sabían que eran padres,
al no ser conscientes de la relación que existe entre el acto sexual y el
subsiguiente nacimiento del hijo. Según la teoría marxista clásica, todo cambió
en lo que equivale a la versión marxista del Pecado Original: los hombres descubrieron
o insistieron en el reconocimiento de su paternidad, esclavizaron a las mujeres
en el matrimonio, crearon la familia patriarcal y establecieron la propiedad
privada. Siguieron los conflictos de clase y la opresión. En 1884 escribía
Engels: “El derrocamiento del derecho de la madre fue la derrota
histórica mundial del sexo femenino. El hombre tomó también el mando en el
hogar. La mujer fue degradada y reducida a servidumbre. Se convirtió en esclava
de la lujuria del hombre y en un mero instrumento para la producción de niños” (Engels, p. 50).
Marx
y Engels sostenían que con el fin de conseguir la liberación de la perpetua
lucha de clases, los medios de producción y reproducción deben ser arrebatados
de las manos de los opresores y ser devueltos a los trabajadores. Esto
requeriría no sólo la abolición de la propiedad privada sino también la
destrucción de la familia cuya cabeza sea el padre; que todas las mujeres
fueran obligadas a trabajar fuera de casa; guardería gratis y la
colectivización de las tareas del hogar; el divorcio fácil, la liberación
sexual y la aceptación de la ilegitimidad. Y finalmente, la destrucción de la
religión porque la religión respalda a la familia:
La
primera condición para la liberación de la esposa es traer de vuelta a todo el
sexo femenino a la industria pública y que esto, a su vez, suponga la abolición
de la familia monógama como la unidad económica de la sociedad. (Engels, p. 66)
Con la transferencia de los medios
de producción en la propiedad común, la familia deja de ser la unidad económica
de la sociedad. Las tareas domésticas privadas se transforman en una industria
social. El cuidado y la educación de los hijos se convierten en asunto público.
La sociedad cuida a todos los hijos igual, ya sean legítimos o no. Esto suprime
toda la ansiedad sobre las “consecuencias”, que hoy es el factor social más
esencial –moral además de económica- que evita a una chica el entregarse
completamente al hombre que ama. ¿No será suficiente provocar el crecimiento
gradual de encuentros sexuales incontenibles y con ello una opinión pública más
tolerante con respecto al honor de una doncella y la vergüenza de una mujer? ( Engels,
p. 67).
Las
incipientes feministas radicales se aferraron al concepto de control de
reproducción. La liberación requería el control femenino absoluto del embarazo
y del nacimiento, incluyendo el acceso ilimitado a la anticoncepción y al
aborto. La revolución provocaría también la liberación sexual total y la
liberación de las restricciones del matrimonio y de la familia.
Después de la
revolución rusa, los comunistas intentaron inicialmente algunas de estas
políticas pero se echaron atrás cuando vieron el desastre provocado por un
ataque frontal a la familia. El sistema comunista se centró entonces en la socialización
de la industria y en el control del aparato político.
Las
mujeres radicales de los años sesenta vieron en los análisis de Marx y de
Engels la justificación de su propia insatisfacción con las reformas liberales.
Estaban convencidas de que las revoluciones marxistas anteriores habían
fracasado porque fallaron al apuntar a la familia. Si el análisis marxista era
correcto, la familia era la causa de la opresión y tendría que ser eliminada.
Los escritos de Marx y de Engels ofrecieron el respaldo necesario para un
ataque a la familia. Marx dice que “la familia moderna contiene en germen no
sólo la esclavitud sino también la servidumbre” (Marx, citado por Engels en
The Origin of the Family, Private Property and the State, p. 51). Engels
escribe: “La familia individual moderna está fundada en la esclavitud
doméstica abierta u oculta de la esposa” (Engels, p. 65). Y dice que la
mujer casada “se diferencia de la cortesana común en que no alquila su
cuerpo en trabajo a destajo como una asalariada, sino que lo vende una vez y
para siempre en esclavitud” (Engels, p. 63).
Ellen
Herman, en un artículo en Sojourner: The Women’s Forum, titulado
“Todavía Casada Después de Estos Años”, escribe sobre los primeros días del
movimiento feminista radical: “A finales de los años 60, las jóvenes
radicales que recuperaron el término burlón ‘feminista’ y lo hicieron central
para ellas desarrollando identidades políticas, señalaron a la familia
–específicamente, la occidental, patriarcal, burguesa, centrada en los hijos y
la familia nuclear- como la fuente de opresión más importante de la mujer” (Septiembre
1990, p. 14s).
Las
primeras feministas radicales criticaron el matrimonio como el “proceso de
socialización del género”, la norma de la dualidad sexual, la ideología del
amor romántico y la “heterosexualidad compulsiva”. Estas feministas exigían
“salarios por los trabajos domésticos” sobre la base de que “la liberación de
la mujer y el capitalismo eran contradictorios” y el “beneficio” capitalista
tenía lugar “solamente cuando no se le pagaba a más de la mitad de la población
por una gran cantidad de trabajo”. Exigían el derecho al aborto sobre la base
de que el “control reproductivo era prerrequisito para cualquier cosa que se
parezca a la igualdad”.
THE DIALECTIC OF SEX
La escritora que mejor articuló la visión del feminismo radical fue
Shulamith Firestone. En su libro, The Dialectic of Sex, Firestone
muestra cómo el marxismo puede transformarse en el feminismo radical:
De la misma forma que para asegurar la eliminación de las clases
económicas es necesaria la rebelión de la clase marginal (el proletariado) y,
en una dictadura temporal, su toma de los medios de producción, para asegurar la eliminación de las clases sexuales es necesaria la
rebelión de la clase marginal (las mujeres) y la toma de los medios de reproducción: la restitución a la mujer de la propiedad de sus propios cuerpos, además
del control femenino de la fertilidad humana, que incluye tanto la nueva
tecnología como todas las instituciones sociales de maternidad y de criar
niños. Y como el objetivo final de
revolución socialista no era la eliminación del privilegio de la clase económica sino de la distinción de clases económicas en sí, por lo que el objetivo final de la revolución
feminista debe ser, a diferencia del primer movimiento feminista, no sólo la
eliminación del privilegio masculino sino de la misma distinción
de sexos. La distinción de sexos entre seres humanos
ya no importaría culturalmente. (Shulamith Firestone, The Dialectic of Sex (New York: Bantam
Books, 1972), pp. 10-11)
Aquí está la base del feminismo radical y el corazón de la Agenda de Género: la
eliminación de la distinción de sexos y el control de la reproducción. Las
feministas radicales están de acuerdo con los marxistas en que el objetivo es
una sociedad sin clases, pero la revolución feminista radical acabaría con las
clases de sexo. La clave para ello sería el “control de la reproducción”.
Debe señalarse –no porque importe en el gran sistema de cosas sino porque
las feministas son extraordinariamente defensivas, no tienen sentido del humor
y se ofenden con facilidad- que existen varios subconjuntos de feministas de
extrema izquierda, y se enfadan si las confundes. Las feministas marxistas
creen que la revolución marxista debe preceder a la revolución feminista. Las
feministas socialistas creen que las revoluciones marxista y feminista deben
tener lugar al mismo tiempo y las feministas radicales creen que la revolución
feminista debe tener lugar primero. También había Separatistas Lesbianas y
Matriarcales, que creían que la revolución requería pasar de una sociedad
basada en dos sexos a una basada en
enclaves femeninos –organizados alrededor de las relaciones lésbicas o de la
maternidad.
Firestone cree que el
hombre retiene a la mujer en el matrimonio porque la mujer es la que tiene los
niños y da crédito a Engels con esta introspección: “Engels observó que la división original del trabajo estaba entre el
hombre y la mujer con el objetivo de educar a los hijos. Eso dentro de la
familia. El marido era el propietario, la esposa los medios de producción. Los
hijos eran el trabajo y la reproducción de la especie humana era una sistema
económico importante distinto de los medios de producción” (Firestone, p.
4).
El primer objetivo de
la revolución sería liberar a la mujer de la carga de la maternidad. Argumenta
que si las mujeres simplemente se negasen a tener hijos, el hombre tendría que
inventar una solución tecnológica.
“La reproducción de las especies por un sexo
para beneficio de ambos sería sustituido por (al menos la opción de) la
reproducción artificial. Los niños nacerían igualmente para ambos sexos o con
independencia de cualquiera, al que se elija mirar” (Firestone, p. 12).
Los úteros
artificiales o las técnicas quirúrgicas que permitirían que los hombres
gestasen fetos humanos no se han desarrollado todavía, aunque la idea sigue
reapareciendo. (Ya he encontrado a un hombre interesado en presentarse
voluntariamente para ese experimento). Las feministas radicales más moderadas,
si esto no es un oxímoron, se retiraron de esta revolución biotecnológica hacia
una exigencia de absoluto “control de reproducción” de la mujer, que incluiría
el derecho al aborto durante todo el embarazo y el acceso gratuito y fácil para
todas las formas de anticoncepción y todas las tecnologías reproductivas.
Es muy interesante
que Firestone reconoce siempre que está atacando a la “realidad biológica”. “A
diferencia de la clase económica, la clase sexual procedía directamente de una
realidad biológica: el hombre y la mujer fueron creados diferentes y con
privilegios desiguales” (Firestone, p. 8).
“Las diferencias
reproductivas naturales entre los sexos condujo directamente a la primera
división del trabajo basándose en el sexo, que está en los orígenes de todas
las demás divisiones en las clases económicas y culturales” (Firestone, p.
9).
Para ella eso no era
problema. Tiene la voluntad de tirar lo “natural” si impide la revolución: “Así,
lo ‘natural’ no es necesariamente un valor ‘humano’. A la humanidad ha
comenzado a quedársele pequeña la naturaleza. Ya no podemos justificar el
mantenimiento de un sistema discriminatorio de clases sexuales sobre la base de
sus orígenes en la
Naturaleza. Por razones pragmáticas, sólo está comenzando a
parecer cómo si tuviéramos que quitárnosla de encima” (Firestone, p. 10).
PERVERSIDAD POLIMORFA
Firestone exige
también libertad sexual absoluta. La familia, según Firestone, se basa en la
restricción de la sexualidad a las parejas casadas. Por lo tanto, la eliminación
de la familia irá acompañada de la liberación de la sexualidad de cualquier
restricción en el número, sexo, edad, relación biológica o estado marital de
los participantes. Exige “una vuelta a una pansexualidad despejada –la
‘perversidad polimorfa’ de Freud- que sustituya a la hetero /homo
/bi-sexualidad” (Firestone, p. 12).
Para comprender la
relación entre feminismo y lesbianismo, es necesario comprender que existen
tres teorías del origen de la orientación homosexual y lésbica: innata, polimorfa
y traumática:
Innata. La gente nace
u homosexual o heterosexual, y no hay nada que se pueda hacer con ello. Por
tanto, la homosexualidad es natural e igual a la heterosexualidad. La sociedad
debería garantizar todos los derechos a los homosexuales a casarse y a adoptar
niños. La orientación sexual se ve como el equivalente de la raza –algo que no
eliges y que no puedes controlar.
Polimorfa. El ser humano
nace sin ninguna orientación sexual y puede sentir atracción por cualquier
sexo. El sexo de tu pareja es irrelevante. La gente que sostiene este punto de
vista cree que las categorías de homosexualidad, heterosexualidad y
bisexualidad deberían abandonarse para que las personas puedan volver a una
“sexualidad natural polimorfamente perversa”.
Traumática. La
homosexualidad y el lesbianismo son provocados por traumas psicológicos de la
infancia, como el rechazo del padre del mismo sexo, abuso sexual o una
combinación de factores. La conducta homosexual y lésbica se ven como una forma
adictiva o destructiva de tratar problemas de la infancia sin resolver. En
muchos casos, la condición puede tratarse con éxito si la persona quiere
cambiar. La orientación homosexual y lésbica se ven como similares a la
adicción a las drogas o el alcoholismo.
Al mismo tiempo que
las feministas tienden a argumentar que el lesbianismo es innato cuando están
presionando por los derechos gays, entre ellas mismas hablan de la elección de
una pareja sexual como una declaración política. Según Alison Jagger, algunas
feministas creen que, mientras la perversidad polimorfa es el último objetivo,
la situación presente requiere que las mujeres adopten el lesbianismo como una
“forma de combatir la ideología heterosexual que perpetúa la supremacía
masculina” (Jagger, p. 15).
Los defensores
pro-familia creen que todas las personas tienen igualdad de derechos a ser
respetados y a la seguridad física, pero se oponen a derechos especiales que se
basan en la orientación sexual, el matrimonio del mismo sexo y enseñar a los
niños que la homosexualidad es normal.
Ha habido un debate
considerable sobre la influencia de las lesbianas en el movimiento feminista.
Hay quien afirma que dominan el movimiento. La elección de Patricia Ireland,
que ha admitido tener una relación lésbica, a la presidencia de la Organización Nacional
de la Mujer
(NOW) parecían confirmar esa acusación. Existe también un debate sobre si las
lesbianas se sienten atraídas de forma natural por el activismo feminista o si
las mujeres implicadas en el feminismo se enrolan para experimentar con la
sexualidad lésbica. En cualquier caso, el movimiento feminista está
comprometido fuertemente con los derechos de las lesbianas y la teoría
feminista se utiliza para defender el lesbianismo.
LA LIBERACIÓN SEXUAL DE LOS NIÑOS
Firestone exige
también la liberación total de los niños y la abolición virtual de la infancia:
“Debemos incluir la opresión de los niños en cualquier programa de la
revolución feminista... Nuestro último paso debe ser la eliminación de las
condiciones de la feminidad y de la infancia” (Firestone, p. 104).
Los comentarios de
Firestone sobre la liberación de los niños muestran el nexo ideológico entre el
feminismo radical y el movimiento por los derechos de los niños. Según
Firestone:
El tabú del
incesto es ahora necesario sólo para preservar la familia. Entonces, si
acabamos con la familia acabaremos con las represiones que moldean la
sexualidad en formaciones específicas. Siendo todas las otras cosas iguales, la
gente podría preferir a los del sexo opuesto simplemente porque físicamente es
más conveniente. (Firestone, p. 59).
Firestone no ve nada
inherentemente malo en el incesto o en el abuso sexual a los niños: “Los
tabúes del sexo entre adulto y niño y el sexo homosexual desaparecerían, además
de la amistad no sexual... Todas las relaciones íntimas incluirían lo físico” (Firestone,
p. 240).
Cree que la absoluta
liberación sexual es la clave para la liberación política y económica: “Si
la temprana represión sexual es el mecanismo básico por el que se producen las
estructuras de carácter que respaldan la servidumbre política, ideológica y
económica, el fin del tabú del incesto, por medio de la abolición de la
familia, podría tener profundos efectos. La sexualidad se liberaría de su
camisa de fuerza para erotizar toda nuestra cultura, cambiando su definición” (Firestone,
p. 60).
Firestone cree que
una vez que sea eliminado el tabú del incesto no habría nada de malo en que un
niño tenga relaciones sexuales con su madre.
Las ideas de
Firestone son tan extremas que es fácil comprender por qué las feministas
–muchas de las cuales fueron influenciadas profundamente por sus teorías-
tuvieron mucho cuidado de no ponerla como la portavoz de su movimiento. Las
feministas radicales no renunciaron a la visión de Firestone de una absoluta
revolución de clase sexual. Simplemente reconocían que tendría que ser
presentada de una forma más aceptable.
CAPÍTULO NUEVE: EL FEMINISMO VERDADERAMENTE RADICAL
Engels no fue el
único marxista que influyó en el pensamiento feminista. El marxista italiano
Antonio Gramsci es citado frecuentemente por las feministas radicales. Gramsci,
que fue encarcelado por sus ideas en los años treinta, creía que la revolución
había fracasado en Italia porque la gente se aferraba a su fe religiosa. Según
Gramsci, la gente no sólo cree en la religión sino que, debido a su religión,
creen ciertas cosas sobre lo que es natural y lo que no es natural. Para él, la
religión es el medio por el que la clase gobernante refuerza su poder y
consigue el consentimiento del pueblo a su propia opresión. Creía que la
revolución no había ganado respaldo popular porque la gente era presa de “ideas
hegemónicas”:
Con hegemonía
Gramsci quería decir la promoción en toda la sociedad civil –incluyendo una
amplio conjunto de estructuras y actividades como sindicatos, escuelas, las
iglesias y la familia- de todo un sistema de valores, actitudes, creencias,
moralidad, etc. Eso respalda de una forma o de otra el orden establecido y los
intereses de las clase que lo dominan. (Carl Boggs, Gramsci’s Marxism (London: Pluto Press, 1976), p.
39).
Según Gramsci, los
valores religiosos no son sino herramientas de los capitalistas para mantener a
los trabajadores en línea. Este tema fue asumido por la feminista socialista
lesbiana Christine Riddiough, que argumenta que la familia es el instrumento
que utiliza la “clase gobernante” para suprimir la sexualidad de la mujer.
Riddiough es la “presidenta” de la Comisión Feminista
DSA, grupo que ha sido activo en la
ONU (“Christine Riddiough y DSA formaban parte de la red
americana de El Cairo”, Cairo ’94 Boletín). Ella cree que el tema del
lesbianismo puede utilizarse contra la idea “hegemónica” de la familia como
natural:
La cultura
gay/ lésbica puede verse también como una fuerza subversiva que puede desafiar
a la naturaleza hegemónica de la idea de la familia. Sin embargo, puede hacerse
de una forma en que la gente no sienta que está en oposición con la familia en
sí. Un simple eslogan “destruye la familia” es visto como una amenaza no tanto
para la clase gobernante como para las personas de la clase trabajadora que con
frecuencia confían en los lazos familiares para mantener la seguridad y
estabilidad en sus vidas. Para poder ser utilizada por la naturaleza subversiva
de la cultura gay con eficacia, tenemos que presentar formas alternativas de
ver las relaciones humanas. (Christine Riddiough,
“Socialism, Feminism, and Gay/ Lesbian Liberation”, Women and Revolution, ed.
Por Lydia Sargent (Boston: South End Press, 1981), p. 87).
Esta idea de
redefinir la familia sale a la superficie una y otra vez en la literatura
feminista. Públicamente afirman estar a favor de la familia. Utilizan la
palabra familia pero le cambian el significado.
DECONSTRUCCIÓN
Los que intentan
explicar el estado actual del pensamiento feminista afrontan una tarea difícil.
La teoría feminista es esencialmente inestable. Uno puede tomar una imagen del
movimiento feminista en cualquier momento particular pero la situación
seguramente cambiará antes de que se desarrolle la película. Al mismo tiempo que esto puede presentar un
desafío para los que estudian el feminismo, no es un problema para las teóricas
feministas. La verdad, la realidad, la lógica, la evidencia científica, la
investigación verificable –esto no son sino palabras para las feministas.
Las feministas
radicales y de género creen que los hombres inventaron la historia, la ciencia
y la religión para oprimir a la mujer y que la mujer debe hacer una nueva
versión de ellas para conseguir su liberación. La historia y la ciencia son
vistas como herramientas para promover la revolución. Si una teoría se puede implementar de forma
que le dé poder a la mujer, se acepta. Para ellas, la cuestión no es si la
masculinidad, la feminidad, la maternidad, la paternidad, la heterosexualidad y
el matrimonio son realmente ‘roles de género de construcción social’ sino si
llamarles roles de género de construcción social sirve para sus fines
políticos.
Las feministas
académicas han abrazado la teoría postmodernista / deconstruccionista, que sostiene
que el lenguaje no son sino palabras que imponen una estructura arbitraria
sobre objetos individuales que no tienen significado o relación intrínseca. Las
palabras se deconstruyen demostrando que una palabra sirve a un objetivo
político, dándole a un grupo poder sobre otro. Según la teoría
deconstruccionista, una vez que a la palabra se le quita su poder, se liberará
el pueblo. Se ignora la realidad que hay detrás de las palabras. Al final, se
puede deconstruir todo.
Judith Butler, en su
libro Gender Trouble: Feminism and the Subversion of Identity, sugiere
que si el género se construye socialmente, puede ser que el sexo también se
construya socialmente. Los escritos de Judith Butler son casi imposibles de
descifrar, como demuestran las siguientes citas:
Con la
intención original de disputar que la biología es destino para mular, la
distinción entre sexo y género sirve al argumento de que cualquier
intransigencia biológica que parece tener el sexo, el género es una
construcción social: he aquí que el género no es el resultado causal del sexo
ni está tan fijado aparentemente como el sexo.
Si el género
es el significado cultural que asume el cuerpo sexuado, entonces no se puede
decir que el género siga a un sexo de alguna forma. Llevado a su límite lógico,
la distinción entre sexo y género sugiere una discontinuidad radical entre los
cuerpos sexuados y los géneros de construcción social. (Judith Butler, Gender Trouble: Feminism and the Subversion of
Identity (New York: Routledge, 1990), pp. 6-7).
Es necesario leer las
citas varias veces e incluso entonces es difícil creer que realmente quiera
decir lo que está diciendo. Butler continúa:
Asumir por el
momento la estabilidad del sexo binario, no sigue que la construcción de
“hombre” sea exclusivamente para los cuerpos de los hombres o que “mujer” haga
referencia solamente a cuerpos femeninos. Es más, aunque los sexos parezcan ser
binarios en su morfología y constitución (que será una cuestión) no hay motivo
para asumir que los géneros deberían seguir siendo también dos. La presunción
de un sistema binario de género conserva implícitamente la creencia en una
relación mimética de género y sexo por la que el género refleja el sexo o de
otra forma es restringido por él. Cuando el estatus de construcción de género
es teorizado como radicalmente independiente del sexo, el mismo género se
convierte en un artificio sin ataduras, con la consecuencia de que el hombre y
lo masculino podrían hacer referencia fácilmente tanto a un cuerpo
femenino como a uno masculino, y la mujer y lo femenino tanto a
cuerpo masculino como a uno femenino. (Butler, p. 6).
Si el carácter
inmutable del sexo es rebatido, quizás este constructo llamado ‘sexo’ sea una
construcción cultural al igual que el género. Quizás ya lo fue siempre el género,
con las consecuencias de que la distinción entre el sexo y el género llegue a
ser totalmente inexistente. (Butler, p. 7).
En pleno Inglés,
según Butler, dividir la humanidad en dos sexos es tan arbitrario como asignar
roles de género a las personas, y no deberíamos hacerlo.
Leyendo el libro de
Butler y los otros trabajos en este campo, una conclusión posible es que toda
esta teoría postmodernista/ deconstruccionista no es sino un frente para
promover la idea de que la homosexualidad es tan natural como la
heterosexualidad, porque “lo natural” es una idea hegemónica inventada por la
clase gobernante para oprimir a todo el mundo. Ciertamente existe la
posibilidad de que si uno fuese a “deconstruir” a Butler y a otros
postmodernistas, podría encontrar gente que busque teorías para justificar sus
“estilos de vida”.
Butler se encuentra
en el comité de directores de la Comisión Internacional
de Derechos Humanos de los Gays y Lesbianas. La comisión es una ONG acreditada
de la ONU y
patrocinadora de la campaña de petición internacional “Pon la Sexualidad en la Agenda en la Conferencia Mundial
de la Mujer”.
La campaña se anunció en el boletín del forum de las ONGs de Septiembre/
Octubre de 1994. La petición invitaba a los estados miembros a reconocer “el
derecho a determinar la propia identidad sexual; el derecho a controlar el
propio cuerpo, particularmente al establecer relaciones íntimas y el derecho a
elegir si, cuando y con quien tener o criar hijos como componentes
fundamentales de los derechos humanos de toda la mujer con independencia de la
orientación sexual”.
La petición afirma
que estas demandas se basan en el artículo 2 de la Declaración Universal
de los Derechos Humanos que garantiza protección “sin distinción de ningún tipo
como raza, color, sexo … u otro estatus” y ese otro estatus incluiría el
estatus lésbico.
Al mismo tiempo que
la idea de Butler puede parecer extraña, este tipo de pensamiento
postmodernista/ deconstruccionista ha tenido mucha influencia al formar el
pensamiento feminista y ha encontrado su camino en la ONU. Por ejemplo, en el
libro Women, Gender, and World Politics, varios
escritores discuten la relación de
género con relaciones foráneas y la
ONU. En la introducción, Peter Beckman y Francine D’Amico
proponen la idea de que las etiquetas Mujer
y Hombre crean seres ficticios y perpetúan las desigualdades:
La concepción de género como poder nos
permite dar un paso más allá: Sugerir que toda nuestra forma de pensar y de hablar sobre las personas se basa en el poder. Los términos “mujer”
y “hombre” son un reflejo de ese poder. Etiquetar a las personas como “mujeres”
(u “hombres”) es el ejercicio de poder, porque la etiqueta crea para los seres
humanos un conjunto de expectativas sobre que son, que no son, y qué rango de
opción es disponible para ellos.
El género como poder argumenta que la mujer y
el hombre se hacen, no nacen. Son creados por esas etiquetas –etiquetas que
abren algunas puertas y cierran otras. Etiquetar crea un ser ficticio… y
perpetúa las desigualdades porque los humanos que cargan con una etiqueta
tienen más derechos y privilegios que los que llevan la otra etiqueta. (Peter Beckman & Francine D’Amico, Women, Gender, and World Politics (Westport, CT: Bergin &
Garvey, 1994), p. 7)
Para que la gente
deje de etiquetar a hombres y mujeres se requeriría el absoluto control de las
familias, de la educación, de los medios y de la conversación privada. Sin
embargo, el lenguaje inclusivo, solamente sería la punta del iceberg.
FICCIÓN FEMINISTA
Los ejemplos más
radicales del feminismo radical se encuentran no en sus discursos especulativos
sino en sus novelas futuristas. Estas novelas ofrecen una idea del alma
feminista.
En el bravo nuevo
mundo que Dorothy Bryant creó en The Kin
of Alta are Waiting for You, las relaciones homosexuales y heterosexuales
son consideradas iguales. Las relaciones no posesivas son posibles porque se ha
eliminado el género. No hay palabras para “hombre”, “mujer”, “él” o “ella”
(Anne Sisson Runyan “Radical Feminism: Alternative Futures”, Women, Gender, and World Politics, ed.
por Peter Beckman & Francine
D’Amico (Westport, CT: Bergin & Garvey, 1994), p. 205).
En The Dispossessed, de Ursula Le Guin, los
hombres y las mujeres son absolutamente iguales, compartiendo la producción y
la reproducción. La heterosexualidad y las relaciones homosexuales son iguales
y no hay pronombres posesivos ni matrimonio (Runyan, p. 205).
En la comunidad
feminista utópica creada por Marge Piercy en Woman on the Edge of Time, no sólo se ha eliminado el género sino
que el sexo biológico se ha presentado ambiguo. Los bebés son creados en tubos
de pruebas y cada bebé tiene tres “comadres”, varón y mujer, todos los cuales
son tratados con hormonas para que puedan dar el pecho. La gente es llamada
“per” más que “él” o “ella” y tiene relaciones sexuales con hombres y mujeres
(Anne Sisson, p. 206). Uno de los personajes de Piercy explica por qué esto es
necesario:
Era parte de la gran revolución de las
mujeres. Cuando estábamos rompiendo todas las viejas jerarquías. Finalmente,
había una cosa que también teníamos que dejar, a cambio de no más poder para
nadie. La producción original: el poder del nacimiento. La causa tanto tiempo
como estuviésemos encantadas biológicamente nunca seríamos iguales. Y los
hombres no se humanizarían siendo cariñosos y tiernos. Porque todos éramos
madres. Todo niño tiene tres. Para romper el vínculo nuclear. (Marge Piercy, Woman on the Edge
of Time (New York, Random House, 1971), p. 105, citado por Runyan, p. 207).
La actitud hacia la
maternidad en estas novelas es indicativa de la dirección del pensamiento
feminista radical. Las escritoras ven la maternidad tan represiva sólo cuando
las mujeres la llevan a cabo. Si la llevan a cabo los hombres o la comunidad,
es liberadora (Runyan, p. 207). Al mismo tiempo que estas novelistas feministas
particulares vuelven al mismo tema –los hombres deben ser cambiados. Deben
adoptar el cuidado no jerárquico, y actitudes no competitivas- su punto de
vista no es compartido por las novelistas lesbianas y separatistas
matriarcales. No teniendo esperanzas de que esta transformación de los hombres
tuviese lugar, las separatistas escriben de las mujeres que se han separado de
los hombres para salvarse a sí mismas y al mundo.
LA NUEVA
REVOLUCIÓN
Para los que creen
que el marxismo murió con la caída del muro de Berlín, la dependencia de las
feministas radicales y de género del análisis marxista puede parecer extraña.
En efecto, el análisis marxista está floreciendo en las universidades
americanas. Cuando le pregunté a un profesor de Mt. Holyoke College por qué el
marxismo era tan atractivo para la
Izquierda académica, me respondió que los ateos necesitaban
algo en lo que creer. El marxismo les proporciona ese algo. Ofrece una visión
mundial comprensiva y una causa por la que luchar. Y, el marxismo ofrece la
élite del poder académico. Es su oportunidad de convertirse en los líderes de
la revolución.
Al mismo tiempo que
las feministas radicales y de género comienzan con el análisis marxista, se han
movido en una dirección totalmente diferente de los marxistas económicos y
políticos. No están trabajando para una revolución comunista sino para una
revolución cultural. Quieren destruir la familia, no el estado. Sus enemigos no
son los capitalistas burgueses sino los “Puritanos”, los “fundamentalistas”, “la Derecha Religiosa”
y “la Santa Sede”.
Estos neo-marxistas
están interesados en la política “progresista”, los programas políticamente
correctos, el multiculturalismo y la diversidad. Promueven el victimismo–la
creación de nuevas clases de “oprimidos”. Al mismo tiempo que los neo-marxistas
suelen enmascararse como políticos liberales, no comparten el compromiso
liberal de la libertad de expresión y la igualdad de derechos. Afirman ser los
defensores de la justicia y la imparcialidad pero su estilo de justicia y de
imparcialidad se aplica sólo a los “oprimidos”. Además, cuando estos
neo-marxistas llegan a posiciones de poder, rara vez respetan los derechos de
los que no piensan como ellos.
Se han levantado
numerosas voces contra el espíritu totalitarista de lo políticamente correcto, la Izquierda Neo-marxista,
pero ninguno de forma tan elocuente como David Horowitz, que, como editor de la
revista Ramparts, estaba una vez
entre sus luces iluminadoras. Horowitz reconoció que, al mismo tiempo que la Izquierda marxista habla
de liberación y de libertad, están comprometidos con una idea utópica
destructiva. En Destructive
Generation: Second Thoughts about the 60’s, escribe:
No es la compasión lo que motiva a la Izquierda, que es ajena
al sufrimiento humano que sus generaciones han producido. Lo que motiva a la Izquierda es la Idea totalitaria: La idea de
que es más importante que la misma realidad. Lo que motiva a la Izquierda es la Idea del futuro en el todo es
diferente, todo es superado. El
futuro en que el presente ya está aniquilado;
en el que su realidad ya no existe.
Lo que motiva a la Izquierda es una idea
cuya conciencia verdadera es esta: Todo
lo humano es extraño. Porque todo lo que es humanidad de carne y sangre es
sólo el pasado desechable. Esa es la conciencia que hace criminales de masas de
humanistas bien intencionados y progresistas serios. (David Horowitz and Peter Collier, Destructive
Generation: Second Thoughts about the 60’s (New York: Summit Books, 1989),
p. 288).
Los defensores de la
familia han luchado en vano para mostrar a las feministas y sus aliados los
desastres que han provocado sus políticas, indicando terrenos baldíos urbanos,
niños sin padre, millones de abortos, el número de enfermedades de transmisión
sexual, las mujeres abandonadas y divorciadas. Lo que no comprenden los
defensores de la familia, sin embargo, es que las feministas saben el coste y
lo aceptan como un precio inevitable de la revolución. Están convencidas de que
el futuro será tan maravilloso que cualquier sufrimiento que haya para lograr
sus fines será siempre justificado.
CAPÍTULO DIEZ: DIVISIÓN DEL TRABAJO
El efecto más
evidente de la influencia de Marx /Engels/ Firestone es la demonización del
“patriarcado” como el gran mal. El Patriarcado
se ha convertido en una palabra maldita a todo propósito. Es interesante
que muchas personas han aceptado que el patriarcado está mal sin considerar las
raíces ideológicas de esa acusación.
La feminista marxista
Heidi Hartman define el patriarcado como
El control del hombre sobre el poder del
trabajo de la mujer. Ese control se mantiene excluyendo a las mujeres del
acceso a los recursos de producción económicamente necesarios y restringiendo
la sexualidad de la mujer. El hombre ejercita su control al recibir servicio
personal de la mujer, al no tener que hacer el trabajo doméstico ni criar a los
hijos, al tener acceso a los cuerpos de las mujeres para tener sexo y al
sentirse con poder y tener poder. (Heidi
Hartman, “The Unhappy Marriage of Marxism and Feminism”, Women and Revolution, ed. Por Lydia Sargent (Boston: South End
Press, 1981), p. 18).
Según Hartman, los
“elementos del patriarcado como los experimentamos actualmente son: el matrimonio heterosexual (y la homofobia
consecuente), el trabajo doméstico y la crianza de los hijos por parte de la
mujer, la dependencia económica de la mujer con respecto al hombre (aplicada
por los acuerdos en el mercado de trabajo), el estado y numerosas instituciones
que se basan en relaciones sociales entre hombres –clubs, deportes, uniones,
profesiones, universidades, iglesias, corporaciones y ejércitos”.
La institución en la
que el hombre “tiene acceso a los cuerpos de las mujeres para tener sexo”,
“recibe servicio personal de la mujer” y no tiene que “hacer el trabajo
doméstico o criar hijos” es, por supuesto, la familia un ingreso/ dos padres.
Muchas mujeres afirmarían que la división del trabajo entre el hombre y la
mujer en la familia un ingreso/ dos padres es un mal patriarcal que debe ser
destruido por un cambio radical en la relación entre los hombres y las mujeres.
Al mismo tiempo que
las feministas radicales ven el patriarcado como el gran mal, el patriarcado
podría ser visto también como que los hombres aceptan la responsabilidad sobre
sus esposas e hijos. Una sociedad que está sufriendo una epidemia de familias
con padres ausentes debería tener en cuenta si la guerra sobre el “patriarcado”
ha beneficiado a las mujeres. Las mujeres que quieren hacer de la maternidad su
vocación principal necesitan hombres que tengan voluntad de comprometerse con
la paternidad y una sociedad en la que los hombres tomen la responsabilidad de
proteger y mantener a las mujeres y a los hijos.
Para las feministas
radicales, no es sólo que la familia un ingreso/ dos padres oprima a la mujer. Ven a la familia como la causa de todas las
demás formas de opresión y la base de la “sociedad patriarcal, jerárquica,
sexista, racista y homófoba”. No les basta que algunas mujeres rechacen las
relaciones patriarcales. Creen que mientras las mujeres elijan esa forma de
asociación, todas las mujeres están amenazadas.
Según Nancy Chodorow,
en la familia con el padre que trabaja/ madre en casa, el niño está
condicionado psicológicamente para creer que los dos sexos son diferentes. Las
chicas se identifican con sus madres y los chicos se dan cuenta de que cuando
crezcan no van a ser como sus madres. Según Chodorow, las diferencias entre el
hombre y la mujer son creadas (construidas por la sociedad) por estas experiencias
tempranas. Una vez que el concepto de los dos sexos diferentes se inculca en la
mente del niño, el niño verá otra división de “clases”, y el mal del
pensamiento de clase se habrá transmitido a otra generación.
Así, en la visión del
mundo del feminismo radical, la maternidad es el problema, específicamente la
mujer como cuidadora principal de los hijos. ¿Cómo puede superarse esto? Para
Chodorow, no basta conseguir que todas las mujeres entren en la población
activa y que todos los niños entren en la guardería porque los trabajadores de
guarderías son básicamente mujeres. Los hombres deben aceptar el 50 por ciento
del cuidado de los niños:
Si nuestro objetivo es superar la división
sexual del trabajo de las madres, tenemos que comprender los mecanismos que lo
reproducen en primer lugar. Mi descripción señala precisamente a donde debe
tener lugar la intervención. Cualquier estrategia para el cambio cuyo objetivo
incluya la liberación de las restricciones de una organización social desigual
del género, debe tener en cuenta la necesidad de una reorganización fundamental
de los padres, para que la paternidad principal se comparta entre el hombre y
la mujer. (Nancy Chodorow, The
Reproduction of Mothering (Berkeley: University of California Press, 1978),
p. 215).
El análisis de
Chodorow ha recibido un amplio respaldo entre las feministas. Para ellas,
identificaba el problema: Las mujeres cuidan de los hijos. Señalaba la
solución: Hacer que los hombres cuiden de los hijos. Explicaba por qué las
mujeres no habían acogido la revolución: Les habían lavado el cerebro porque
fueron educadas por sus madres. Y explicaba cómo los hombres habían mantenido
el control de todo: Fueron educados para no ser madres.
GÉNERO
Combinando estas
teorías, las feministas pudieron crear una ideología que explicaba todo para su
satisfacción. Ahora necesitaban un plan. Podían estar de acuerdo con Firestone
en que los hombres eran la clase opresora primordial, las mujeres la primera
clase y la más oprimida y que la única respuesta es una abolición total del
sistema de clases sexuales, pero ¿cómo se crea una sociedad sin clase cuando
las diferencias de clases están enraizadas en la biología? No se puede quitar
de encima la masculinidad de la misma forma en que te desprendes de la propiedad
privada. Las feministas no podían, como habían hecho sus hermanos bolcheviques,
tomar a la clase opresora y dispararles o mandar en barco a todos los hombres a
Siberia, aunque leyendo ocasionalmente literatura feminista radical y
literatura separatista lésbica, una tiene la impresión de que lo haría si
pudieran. En el autobús que nos llevaba al Forum de las Organizaciones No
Gubernamentales durante la conferencia sobre la mujer de Beijing, a las
feministas se les oía reflexionar sobre lo maravilloso que sería cuando hubiese
ciudades sólo con mujeres y niñas. Sin embargo, la mayoría de las feministas
reconoce la imposibilidad de llevar a la práctica la promoción de un mundo sin
hombres. Tiene que existir otro medio para eliminar la opresión que la clase de
los “hombres” ejerce sobre la clase de las “mujeres”.
Las teóricas
feministas solucionaron este problema inventando un nuevo significado para género.
La redefinición de género les permitía afirmar que aceptaban las
diferencias biológicas de “sexo” y que sólo estaban rechazando los roles de
“género” sociales y culturales. El género se convirtió en el núcleo de la
revolución feminista. Un folleto de INSTRAW explica la nueva definición de género:
¿Qué es el
género? El Género es un concepto que hace referencia a un sistema de roles y
relaciones entre mujeres y hombres que están determinados no por la biología
sino por el contexto social, político y económico. El sexo biológico de una
persona es dado por naturaleza. El género es construido... El género puede verse
como el “... proceso por el que las personas que nacen en categorías biológicas
de masculino y femenino se convierten en las categorías sociales de mujeres y
hombres a través de la adquisición de atributos definidos localmente de
masculinidad y feminidad”. (“Gender Concepts in
Development Planning: Basic Approach” (INSTRAW, 1995), p. 11).
Utilizando “análisis
de género”, las feministas evitaron que se les percibiera como que atacaban la
biología. Admitían que las diferencias
sexuales eran naturales y fijadas pero insisten en que todas las diferencias
importantes entre el hombre y la mujer eran diferencias de género. Y, las
diferencias de género artificiales se pueden transformar.
El análisis de género no es un estudio
científico de la influencia relativa de la biología y la cultura en la creación
de las diferencias que existen entre el hombre y la mujer. Las feministas de
género oponen cierta investigación seria sobre las diferencias que existen
entre el hombre y la mujer. La
Agenda de Género se basa en la asunción no demostrada de que
la masculinidad, la feminidad, la maternidad, la paternidad y la
heterosexualidad son artificiales, arbitrarias, “roles de género” creados
culturalmente.
El
objetivo es la igualdad estadística entre el hombre y la mujer en todas las
actividades y logros. El mayor obstáculo para la igualdad estadística es la
maternidad –la vocación de la mujer como cuidadora principal de los hijos. Si
la mayoría de las mujeres o incluso un porcentaje significativo de mujeres
elige la maternidad como su vocación principal, entonces la igualdad
estadística se hace estadísticamente imposible, ya que el número de mujeres
disponibles para trabajar fuera de casa se reduce de forma sustancial. De ese
modo, el objetivo principal de la “perspectiva de género” es la deconstrucción
de la maternidad como única vocación de la mujer.
Nada más claro
ilustra la naturaleza real de la perspectiva de género que la siguiente cita
del folleto INSTRAW: “Nada en el hecho de que las mujeres tengan hijos
implica que sean ellas exclusivamente las que tengan que cuidarlos durante toda
la infancia” (Maureen Mackintosh, “Gender and Economics” citado en Gender
Concepts, p. 18).
Según este punto de
vista, el deseo de la mujer de ser madre –que está relacionado íntimamente con
el cuidado día a día de sus hijos, particularmente sus recién nacidos- es
considerado como algo impuesto sobre ellos por una sociedad patriarcal.
No es nada
sorprendente que el miembro del tribunal Supremo de Justicia Ruth Bader
Ginsburn, en un discurso en Nueva York, hacía referencia al amor maternal como
un mito: “El amor maternal no es tan bueno como lo pintan. Hasta cierto
punto, es un mito que el hombre haya hecho creer a la mujer que hace ese
trabajo a la perfección” (Joan Biskupic, “Ruth Bader Ginsburg: Feminist
Justice”, Washington Post reimpreso en Providence Journal, 20 de
julio de 1996, p. 13 (Sección “Hers”)).
JUSTICIA DE GÉNERO
Las feministas habían
resuelto su problema –el feminismo radical se transformó en la “perspectiva de
género”. En su libro, Justice, Gender, and the Family, la escritora
feminista Susan Okin expone cómo puede implementarse la perspectiva de género.
Y todo suena muy razonable, con mucha compasión:
Un futuro
justo sería aquel en el que no hubiera género. En sus estructuras y prácticas
sociales, el sexo de una no tendría más relevancia que el color de los ojos o
el tamaño de los dedos del pie. No habría asunciones sobre los roles
“masculino” y “femenino”. El tener hijos estaría tan separado conceptualmente
de criarlos y de otras responsabilidades familiares que sería causa de sorpresa
y no de poca preocupación si el hombre y la mujer no se responsabilizan por
igual de la vida doméstica o si los hijos fuesen a pasar mucho más tiempo con
un padre que con el otro. Sería un futuro en el que el hombre y la mujer
participarían en números más o menos iguales en todas las esferas de la vida,
desde el cuidado de los niños a diferentes tipos de trabajos remunerados a alto
nivel político. (Susan Okin, Justice, Gender,
and the Family (New York: Basic Books, 1989), p. 170).
Okin insiste en que
“el compartir la educación de los hijos es un prerrequisito de justicia entre
los sexos” porque la crianza femenina de los hijos:
(1)
“consume mucho tiempo e impide a los que lo
hacen sin ayuda de nadie
el poder tener otros muchos bienes
sociales, como formación, ingresos o política.
(2)
Es la causa del “estereotipo sexual en los
niños” (Okin, fn.p. 116).
Okin reconoce que a
muchas mujeres les gusta cuidar de los hijos. Sin embargo,
como la crianza femenina de los hijos
deja a las mujeres en una situación económicamente vulnerable, debe eliminarse.
Según Okin, “Como las vulnerabilidades asimétricas crean obligaciones
sociales, que puede que no sean satisfechas, y como abren oportunidades para la
explotación... Son moralmente inaceptables y deben ser minimizadas” (Okin,
p. 136).
Es cierto que el
embarazo y el cuidar a los hijos hace a las mujeres vulnerables. Precisamente
por esta razón las sociedades han ofrecido varias formas de protección para las
mujeres. Estas protecciones se basan en las diferencias entre los sexos y son
estas protecciones las que las feministas han condenado como que restringen a
la mujer. Reacia a reconocer la necesidad de la mujer de una protección
especial, la única protección que Okin puede aceptar es la que niegue las
diferencias entre los sexos. Insiste en que “cualquier solución justa al
problema urgente de la vulnerabilidad de la mujer y de los niños, debe
estimular y facilitar el que se comparta por igual por el hombre y la mujer el
trabajo renumerado y no renumerado, el trabajo productivo y reproductivo.
Debemos trabajar hacia un futuro en el que haya posibilidad de elegir este modo
de vida” (Okin, p. 170).
La última frase es
crucial. Al mismo tiempo que las feministas radicales hablan de liberación y
elección, no extienden esa libertad a las mujeres que hacen de la maternidad su
vocación principal. Okin quiere un mundo en el que todas las mujeres sean
obligadas a trabajar a tiempo completo.
Puede que estas hijas
de Marx hayan rechazado la agenda económica de su padre ideológico pero han
heredado su espíritu totalitario. La liberación que promueven no es una
libertad personal sino un estado de partido único en el que unas mujeres
decidan lo que es lo mejor para todas las mujeres. El sistema soviético
controlaba las estructuras políticas y económicas. Las feministas quieren
controlar las relaciones íntimas y familiares.
DE LA TEORÍA A LA PRÁCTICA
Toda
esta teoría puede parecer estar muy lejos de la realidad de las mujeres comunes
pero tiene mucha relación con lo que está sucediendo en la ONU. La teoría feminista
explica por qué la INSTRAW,
la agencia de la ONU
que está a cargo de la investigación sobre la mujer, no tiene ningún interés en
ayudar a las mujeres a solucionar sus verdaderos problemas. El folleto de
INSTRAW desalienta esa ayuda ya que podría mantenerlas en sus posiciones
actuales como esposas y madres: “La
mayoría del trabajo de desarrollo que tiene ver con la mujer se centra en la
condición de la mujer, haciendo hincapié en esas necesidades inmediatas como
acceso a reconocimiento, servicios básicos, vivienda y atención a sus
responsabilidades como madres… La atención exclusiva a las mejoras en la
condición de la mujer puede reforzar los patrones que perpetúan las
desigualdades” (Gender Concepts, p. 27).
INSTRAW
reconoce que la mujer necesita ayuda en su trabajo en el hogar pero no quiere
darle esa ayuda porque podría mantenerla en casa: “Las necesidades prácticas de la mujer se derivan generalmente de la
existencia de roles de género asignados por patrones tradicionales de división
del trabajo… Satisfacer las necesidades prácticas sólo reproduce divisiones de
trabajo y de poder que mantienen el status quo” (Gender Concepts, p. 27).
En vez de eso, INSTRAW respalda
programas que obliguen a la mujer a ser población activa. Todo esto se basa en
la teoría feminista del género. El panfleto contrasta las necesidades de la
mujer con los “intereses estratégicos” de la mujer:
Los
intereses estratégicos, en contraste, desafían la existencia de los roles y
estereotipos de género, se basan en la premisa de que la mujer está en una
posición subordinada al hombre como consecuencia de la discriminación social e
institucional contra ella... Los intereses estratégicos de género buscan esos
objetivos como igualdad política entre la mujer y el hombre, la eliminación de
las formas institucionalizadas de discriminación contra la mujer, la abolición
de la división sexual del trabajo, la libertad de elección reproductiva y la
prevención de la violencia contra la mujer. (Gender Concept, p. 28).
No hay evidencia de que INSTRAW les preguntase a las mujeres pobres del
mundo si querían que cambiasen sus roles de género o preferían ayuda más
práctica. El folleto de INSTRAW sigue el espíritu totalitario del feminismo
revelado por Simone de Beauvoir, que le dijo a Betty Friedan: “No se le debería autorizar a ninguna mujer
quedarse en casa para criar a sus hijos... Las mujeres no deberían tener esa
elección, precisamente porque si existe esa opción muchas mujeres la cogerán” (Citado por Christina Hoff Sommers, Who
Stole Feminism? (New
York: Simon and Schuster, 1994), p. 256).
Según Alison Jagger, “Si los
deseos e intereses individuales se constituyen socialmente... La gente puede
equivocarse sobre la verdad, la moralidad e incluso sobre sus propios
intereses” (citado por Sommers, p. 258). En otras palabras, no
se les debería permitir a las mujeres comunes decidir lo que quieren porque han
sido condicionadas socialmente para querer lo erróneo. Todo esto degrada a la
mujer, como señala Christina Hoff Sommers, crítica abierta del feminismo de
género: “Al final, la
feminista de género se ve siempre forzada a mostrar su decepción y enfado con
la mujer que encuentra en el campo del enemigo. La misandria pasa a la
misoginia” (Sommers, p. 256).
Los defensores de la familia se
oponen a la perspectiva de género no porque estén en contra del progreso de la
mujer sino porque están a favor de la mujer. Si alguna vez llega el futuro
feminista, no será más justo sino menos libre y menos humano.
CAPÍTULO ONCE: REDEFINIR LA IGUALDAD
Las feministas de género, dándose
cuenta de que no podían presentar al público en general un ataque directo a la
maternidad y a la familia ni el deconstruccionismo postmodernista, se centraron
en redefinir la igualdad. Todo el mundo cree en la igualdad. Es una gran
palabra. Lleva a la mente esa noble declaración de la aspiración humana –la Declaración de los
Estados Unidos de la
Independencia: “Sostenemos
que estas verdades son auto-evidentes –que todos los hombres son creados
iguales; que todos han sido dotados por su creador de derechos inalienables”.
¿Qué
podría ser más ingenioso que tomar esa noble aspiración y tergiversarla para
que signifique algo que nunca se había planteado- índices estadísticamente
iguales de participación, logros y recompensas –distorsionando el ideal
democrático de la igual dignidad, igual humanidad e igualdad de derechos en una
demanda de un sociedad sin clases neo-marxista?
Lo que es
sorprendente es que ese cambio radical de significado en gran medida no se haya
denunciado ni debatido.
No se puede
cuestionar que los escritores del borrador de la plataforma para Beijing tenían
la intención de redefinir la igualdad. Una lectura aunque sea superficial de la
plataforma revela que “la participación total e igual de la mujer” que se
exigía requiere la participación en la igualdad de números estadísticos
–cincuenta/ cincuenta. En el párrafo 192 (190) de la sección “La mujer en el
poder y en la toma de decisiones”, a los gobiernos se les exige que hagan lo
siguiente:
“Comprometerse a establecer el objetivo del equilibrio de género en
los cuerpos y comités de gobierno, además de en las entidades administrativas
públicas y en las judiciales, incluyendo, inter alia trazar metas específicas para incrementar de
forma sustancial el número de mujeres con el fin de conseguir la misma representación e hombres y mujeres, si es
necesario por medio de la acción positiva, en todas las posiciones
gubernamentales y de administración pública… Tomar medidas, incluyendo donde sea apropiado, en los sistemas
electorales que estimulan los partidos políticos para integrar a las mujeres en
posiciones públicas electivas y no electivas en la misma proporción y niveles que los hombres… Revisar el impacto diferencial de los sistemas
electorales en las representaciones políticas de las mujeres en cuerpos
elegidos y considerar, donde sea apropiado, el ajuste o reforma de esos
sistemas… Controlar y evaluar el progreso en la representación de las mujeres. (Énfasis
añadido).
Es sorprendente de
cuántas formas se pueden exigir cuotas sin utilizar la palabra.
CINCUENTA/ CINCUENTA COMO MUCHO EN 2005
Cincuenta/ Cincuenta
a más tardar en 2005 fue uno de los objetivos que se marcó WEDO. La reunión del
Consejo de Europa también respaldó con mucha fuerza “las cuotas o la paridad”
para la mujer. La justificación ideológica para esta exigencia se expone en un
libro editado por Mim Kelber, con una introducción escrita con Bella Abzug, Women and Goverment: New Ways to Political
Power. El libro contiene el argumento de la Profesora Elizabeth
Sledziewski de que la verdadera democracia no es posible sin las cuotas de
“género”: “Sólo la introducción de la
cuotas de participación que imponen la igual representación de los sexos en
todas las autoridades de tomas de decisiones puede hacer efectiva e
irreversible la participación de la mujer en la polis” (Mim Kelber, Women
and Goverment: New Ways to Political Power (Westport, CT: Praeger, 1994),
p. 33).
La Doctora Sledziewski no ve las
cuotas como una medida temporal:
Las medidas propuestas para fomentar la
implicación de la mujer en la vida política no se deben presentar, como lo son
con mucha frecuencia, como un acuerdo coyuntural para el logro de resultados
sobre una base ad hoc y desprovistas de cualquier justificación. Este enfoque
no podía fracasar para confirmar las sospechas injustas expresadas en relación
con las cuotas y sugerir que la implicación de la mujer en la política sólo
puede hacerse valer por medios ilegales. Por el contrario, es necesario afirmar
que estas provisiones se prevén en el nombre del principio de la igualdad (Kelber, p.
33).
La democracia sería
redefinida:
La llegada de la democracia basada en la
representación igual significará no sólo un punto de inflexión en las
relaciones entre el hombre y la mujer y como consecuencia en el ser social de
la raza humana, sino también un punto de inflexión en el proceso de
construcción democrática. La igualdad de participación de las ciudadanas en los
asuntos de la polis se considerará
en lo sucesivo un sine qua non para
la consumación de la democracia. Una democracia sin mujeres ya no se verá como
una democracia imperfecta sino que no será democracia en absoluto. (Kelber, p.
33).
Sin embargo, la Doctora Sledziewski
admite que esto es un rechazo del ideal moderno de la democracia europea y de
los derechos individuales.
Cuando este libro y
el informe de Estrategias Globales de la WEDO fueron revisados en un artículo de Catholic World Report, Mim Kelber, en
una carta al editor, expresó su indignación porque el artículo se había
referido a cincuenta/ cincuenta como mucho en 2005 como una exigencia de las cuotas y de la policía de género:
Su número de febrero de 1995 contiene malas
interpretaciones y presuntas citas incorrectas del libro Women and Goverment: New Ways to Political Power, del que soy
editora y autora principal. El libro incluía también una introducción que
escribí con Bella Abzug y que expone nuestros puntos de vista sobre “las
cuotas”, un término que es utilizado de forma peyorativa en su artículo.
En el capítulo 1, sobre “Lo Que Puede Hacer la Mujer Americana
Para Ganar Igualdad”, proponía una enmienda constitucional que doblase el
número de los Senadores de Estados Unidos a 200 miembros con dos hombres y dos
mujeres elegidos de cada estado por votantes tanto masculinos como femeninos…
El uso de los objetivos numéricos es un mecanismo reconocido en muchos partidos
políticos como una forma de trabajar para conseguir la igualdad de
participación de los hombres y de las mujeres en el gobierno.
Respaldo fuertemente la igualdad de
oportunidades y los programas de acción afirmativa para superar la
discriminación en el trabajo contra la mujer y las minorías del pasado y que
continúa en la actualidad, pero nunca he defendido una estricta cuota de 50-50
para cada categoría de empleo en el sector privado. Lo que usted llama “policía
de género”, yo lo llamo el personal de la Comisión para la Igualdad de Oportunidades
de Empleo.
Mim Kelber, Brooklyn
NY.
A la que el editor de
Catholic World Report, Phil Lawler, respondió: “Si un ‘objetivo numérico’ no es una cuota y
si una asamblea legislativa cuyos asientos estén abiertos sólo a miembros del
sexo apropiado no es un ejemplo de aplicar la igualdad de género, entonces
nosotros corregimos lo dicho” (Abril 1995).
Al mismo tiempo que
Kelber no ha argumentado de forma específica por el cincuenta/ cincuenta en
todas las categorías de trabajo del sector privado, existe un debate sobre la
carencia de igualdad estadística en el sector privado. Además, el informe de
Estrategias Globales de WEDO exige el 50 por ciento de mujeres en puestos clave
como mucho en 2005 en “corporaciones privadas e instituciones financieras, sindicatos
e instituciones financieras internacionales”.
La misma demanda del
cincuenta/ cincuenta era parte de la declaración emitida en una conferencia de
parlamentarias que tuvo lugar en Tokio en septiembre de 1996. Las
parlamentarias, muchas de ellas en su camino hacia Beijing, invitaban a los
gobiernos a “asegurar que, a más tardar en 2005, las mujeres constituyan al
menos el 50 por ciento de los miembros de los equipos de gobierno, incluyendo
puestos elegidos y designados a niveles internacionales, nacionales y locales”
(Jack Freeman, “Global Lawmakers, in Tokyo, Say That Population Must Be
Concern”, Earth Times (5 de
septiembre de 1995)).
Por supuesto, no todo
el mundo se apuntaba en las cuotas del cincuenta/ cincuenta. Mahbub ul Haq,
anterior ministro de economía de Pakistán y jefe de los artífices de los
Informes de Desarrollo Humano anuales de UNDP, cuestionó la sensatez de ese
objetivo, aunque su país tiene una mujer como primer ministro.
Pero ¿cómo podemos decir que, en todas las
sociedades y en todas las culturas, las mujeres deben tener exactamente el 50%
de los trabajos o el 50% de los escaños parlamentarios, o el 50% de jefes de
multinacionales –dando patadas y gritando, ya les guste o no? El punto más
importante es que las elecciones libres e iguales deben existir para las
sociedades pero no pueden dictarse para las sociedades,… por unos modelos
universales erróneos. (“Let Beijing Develop
meaningful gender equality”, Earth Times,
14 de septiembre de 1995, p. 6).
Los promotores del
cincuenta/ cincuenta a más tardar en 2005 quieren simular que sólo intentan
conseguir la igualdad prometida en la Declaración Universal
de los Derechos Humanos de la ONU,
pero no es la verdad. En el primer artículo de la declaración, la palabra igualdad se utiliza en el sentido
clásico: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y en
derechos”.
En ningún lugar la
declaración les requiere a los gobiernos a aplicar la igualdad estadística de
participación.
ESTADÍSTICAS DE DISGREGACIÓN DE GÉNERO
La plataforma de
Beijing exige de forma repetida “estadísticas de disgregación de género”. Si la
igualdad se puede medir, entonces alguien debe llevar a cabo esa medición para
que las feministas puedan demostrar las “desigualdades”. La existencia de
“desigualdades” en participación, logros o recompensas se toma entonces como
prueba de discriminación, sin evidencia de que el hombre y la mujer son
diferentes. Los que aceptan las diferencias entre el hombre y la mujer esperan
índices diferentes de participación. No ven motivo para que la igualdad de
derechos y oportunidades deba tener como consecuencia la igualdad estadística
de participación.
El objetivo inmediato
de las feministas de género es crear un clima de opinión en el que la igualdad
sea definida no como igualdad de derechos y oportunidades sino como una
igualdad estadística de participación, logros y recompensas. La mayoría de la
gente se ríe de la idea de una enmienda constitucional para hacer el Senado
cincuenta/ cincuenta. Sin embargo, no reconocen que la reclamación feminista de
que sólo el 10 por ciento del Congreso esté formado por mujeres se basa en la
misma premisa falsa.
Las feministas suelen
utilizar las desigualdades estadísticas entre hombres y mujeres como prueba de
discriminación. Se quejaban de que las mujeres sólo hacían cincuenta y nueve
centavos por cada dólar que hacían los hombres. Cuando subió a setenta y dos
céntimos por cada dólar, siguieron quejándose, aunque la diferencia en sueldos
totales refleja no discriminación sino las decisiones de las mujeres de tomar
tiempo para sus familias. La queja feminista de que un “techo de cristal”
impide que la mujer acceda a trabajos de alto nivel se basa en la evidencia
estadística. Su queja de que la
SAT discrimina a la mujer se basa en diferencias estadísticas
en marcadores. Puede que haya habido o no una verdadera discriminación pero ni
siquiera intentan exponer ese argumento. Para ellas, citar la estadística es
prueba suficiente.
Una vez que las
feministas han convencido a su audiencia de que se les ha negado la igualdad,
entonces exigen cuotas o acción afirmativa como remedios.
Los promotores de la
igualdad estadística no presentan evidencia de que los hombres y las mujeres
quieran participar en todas las categorías ocupacionales en números
estadísticamente iguales porque no hay ninguna. Para las feministas, la
ausencia de deseo de igualdad estadística demuestra simplemente que las mujeres
han sido socializadas por “los estereotipos de género”.
Por tanto, además de
las cuotas, las feministas exigen la supresión de los “estereotipos” y de las
“imágenes tradicionales” de los materiales educativos y las presentaciones en
los medios. Para lograr la igualdad de deseo y de interés, los libros de texto
escolares, los dibujos animados, las telenovelas, los anuncios y los dramas
deben mostrar a los hombres y a las mujeres empleadas en igual número como
soldados, científicos, bomberos y camioneros, incluso cuando esto no tenga
relación con la realidad. Las actividades en las que sólo participan los hombres
se categorizan como malas, opresoras y discriminatorias. Nunca se debe mostrar
a las mujeres como madres y amas de casa a tiempo completo, a no ser que fuesen
presentadas como víctimas de malos tratos, sociopatía o sus maridos fuesen
religiosos fanáticos.
Así, la redefinición
de la igualdad requiere toda una burocracia de aplicación de género, con
recolectores de estadísticas de disgregación de género, expertos de análisis de
género, instructores de sensibilidad de género y comisarios de igualdad de
oportunidades. Esto suministra empleo permanente a los graduados de programas
de estudios de la mujer y da a las feministas el control virtual de todas las
instituciones de la sociedad. La mayor parte de esto ya está en proceso de ser
implementado en los gobiernos, en la educación y en los negocios.
Los que se oponen a
la acción afirmativa y a las cuotas acusan que estas estigmatizan a los grupos
a los que se apunta como gente que carece de la capacidad de competir en campo
de igualdad. Las titulaciones de todos los miembros del grupo al que se apunta,
incluso de los que podrían tener éxito sin cuotas, están bajo sospecha. Una vez
que la acción afirmativa y las cuotas se convierten en la regla, no hay forma
de que los grupos a los que se apunta demuestren su capacidad. Justice Clarence
Thomas, que ha sido acusado de no respaldar los programas de acción afirmativa
de los que se benefició, ha señalado que la acción afirmativa le quita la
satisfacción del logro.
La verdadera justicia
implica la eliminación de la discriminación injusta, no un ataque a las
diferencias naturales y a las preferencias personales. Una campaña para
erradicar las diferencias ataca a la libertad personal.
No hay forma de
juzgar el porcentaje de mujeres que deberían estar empleadas en cualquier campo
en particular porque no hay forma de juzgar cuántas mujeres están interesadas
en ese trabajo. No se debe desalentar a las chicas de estudiar una carrera en
un campo “no tradicional”. Pero tampoco se les debe obligar a hacerlo. Las
presentaciones de los libros de texto y de los medios de comunicación de los
trabajos deben reflejar con exactitud la ratio real de hombres y mujeres en un
campo en particular. Saber que un campo en particular ha sido predominantemente
o incluso exclusivamente de hombres no ha desanimado a mujeres a buscar trabajo
en ese campo. Es más, la experiencia sugiere que algunas mujeres disfrutan con
el desafío de probarse en un campo dominado por los hombres. Mientras no
existan barreras artificiales (titulaciones que no tengan relación con el
trabajo), no deben asignarse cuotas numerales específicas y no debe esperarse
ninguna ratio estadística particular entre los hombres y mujeres.
Cuando se eliminen
las barreras artificiales a la participación de la mujer en varios campos, se
darán cambios en los índices de participación, tal y como muestra un estudio en
la revista Ms. Comparando el porcentaje de mujeres de dieciocho a
sesenta y cinco años empleadas en trabajos seleccionados en 1970 y 1990, Ms informaba
que el número de mujeres que trabajaban en ciertos campos había aumentado de
forma sustancial.
Las mujeres que
trabajaban como camareras aumentaron del 26 al 52 por ciento; las conductoras
de autobuses, del 32 al 50 por ciento y las abogadas y jueces, del 6 al 26 por
ciento. Sin embargo, en otros campos, como las fuerzas armadas, las mecánicas
de coches, bibliotecarias, enfermeras, pilotos, secretarias y maestras, el
porcentaje seguía siendo el mismo (Applied Social Research program, Queens
College, CUNY, citado en Ms. (Noviembre/ Diciembre de 1995), p. 40).
La igualdad de
oportunidades y la eliminación de la discriminación arbitraria de la mujer
cambiará la distribución de las mujeres y de los hombres en la población
activa, pero no hay motivo para asumir que alguna vez tendrá como consecuencia
una división del cincuenta/ cincuenta en todas las categorías de trabajo, ni
que dadas las diferencias naturales que existen entre el hombre y la mujer,
haya alguna razón para ello. Es más, la eliminación de las barreras artificiales
puede revelar que los así llamados estereotipos reflejaban las verdaderas
diferencias que existen entre los intereses y talentos de los hombres y las
mujeres.
DISCRIMINACIÓN INVERTIDA
Autorizar
las cuotas para las mujeres y los hombres en puestos de elección no produce una
justicia instantánea sino una injusticia diferente. Daría a las posibles
mujeres candidatas una ventaja injusta, ya que las mujeres no buscan puestos
políticos en igual número que los hombres. Hay varias razones para esto: 1) En
todos los países una parte significativa de las mujeres, incluyendo las más
brillantes y talentosas, eligen hacer de la maternidad su principal vocación y
no eligen trabajar fuera del hogar o buscar corriendo un puesto público. 2)
Muchas mujeres con gran talento y motivación eligen respaldar las carreras
políticas de sus esposos. En los estados Unidos, Elizabeth Dole, Marilyn Quail
y Hillary Clinton son claros ejemplos de mujeres que pudieron igualar a sus
esposos pero eligieron no hacerlo.
Autorizar el cincuenta/
cincuenta niega a la mujer la libertad de votar a los candidatos de su
elección. No hay evidencia de que todas las mujeres sientan que sus intereses
son representados mejor por mujeres. Hoy, las mujeres son más del 50 por ciento
del electorado en la mayoría de los países. Son perfectamente libres para votar
a mujeres, para organizar partidos de mujeres y exigir la nominación de mujeres
candidatas. Las mujeres podrían elegir al 100 por ciento de mujeres si
quisieran.
Las promotoras de la Agenda de Género pueden
hablar de las mujeres como sujetos para tomar decisiones, pero no les gustan
las decisiones que toman las mujeres.
CAPÍTULO DOCE: LA
GUERRA CONTRA LA MATERNIDAD
Si el
cincuenta/ cincuenta es el objetivo, ¿cuál es el obstáculo? Las madres. En
particular, todas las mujeres que hacen de la maternidad su vocación principal,
trabajen fuera de casa o no. No hay forma de que se pueda lograr el cincuenta/
cincuenta si una parte sustancial de mujeres elige no trabajar a tiempo
completo.
El borrador del
documento de Beijing hacía referencia a la maternidad de forma negativa y no
contenía un programa para las mujeres que son madres y amas de casa a tiempo
completo. Esto no fue un descuido.
La plataforma refleja
con exactitud la actitud feminista hacia la familia y la maternidad. La
feminista Jane Flax elaboró un “estudio del pensamiento feminista contemporáneo
sobre la familia”. Advierte que las escritoras feministas importantes, Betty
Friedan, Kate Millet, Shulamith Firestone, Juliet Mitchell, Gayle Rubin,
Dorothy Dinnerstein y Nancy Chodorow, ven todas a la familia, y en particular a
la maternidad, como la fuente de la opresión de la mujer (J. Flax, “The Family
in Contemporary Feminist Thought: A Critical Review”, The Family in
Political Thought (Armherst, MA: University of Massachussets Press, 1982),
citado por Letty Cotten Progrebin, Family Politics (NY: McGraw-Hill,
1983), pp. 22-24).
Según la teoría
feminista, la maternidad produce el pensamiento de clases y las clases son la
causa de todos los males. La única forma de salvar al mundo es eliminar la
maternidad. Las teóricas feministas ofrecen varias soluciones para el problema:
“mejores trabajos y formación para que las mujeres puedan ‘tenerlo todo’”; “una
revolución cultural”; y la “alteración de la conciencia social”; los “bebés
probeta” y hacer difusa “la responsabilidad de criar a los hijos en muchas
familias”; “la total implicación de los padres en el cuidado de los hijos”
(Progrebin, p. 22-24).
Debe señalarse que al
mismo tiempo que las feministas radicales y de género creen que el rol de madre
y de esposa es tedioso, si tienen hijos, los quieren, y no hay evidencia de que
las feministas sean malas madres. Bella Abzug es una orgullosa madre y abuela.
Pero esto no le impide a ella ni a las demás feministas ver la maternidad como
un problema político.
Al mismo tiempo que
las feministas radicales y de género se oponen a la familia tradicional,
reconocen que la palabra familia simplemente no se puede deshacer.
Como con la igualdad, quieren redefinir la familia. Christine Riddiough sugería
utilizar la cultura gay/ lesbiana como medio de redefinir la familia.
Según la feminista
Ellen Herman, las feministas no quieren eliminar las familias sino
rediseñarlas:
(Las jóvenes feministas)… querían la libertad
para diseñar sus familias presentes y futuras en una miríada de formas, sin
penas: amar a mujeres u hombres, tener sexo con una persona una vez o varias,
vivir con o sin hijos, tener hijos de forma artificial. Sólo cuando se puedan
inventar familias de toda clase –sin miedo al ridículo o al auto-desprecio- la
mujer puede esperar conseguir la individualidad genuina, más que la
categorización como miembros cautivos de una clase de sexo/ género. (Ellen Herman, “Still Married After All These Years”, Sojourner: The Women’s Forum (Septiembre
de 1990), p. 14s).
Nancy Chodorow exige
el compartir la paternidad para superar la opresión de “la división sexual del
trabajo en la que la mujer sea madre”. La plataforma de Beijing incorpora el
tema, haciendo referencia repetidamente a “compartir la responsabilidad
familiar”. El párrafo 181(d) invita específicamente a los gobiernos a “cambiar
las actitudes que refuerzan la división del trabajo basada en el género para
promover el concepto de compartir la responsabilidad familiar del trabajo del
hogar, particularmente en relación con los hijos y el mayor cuidado”.
Para las feministas,
cambiar la división del trabajo en la familia es clave para su revolución. La
sociedad sin clases requiere la
abolición de la libertad de las parejas para decidir por sí mismos cómo
organizar sus familias.
Los defensores de la
familia no creen que todas las madres deban quedarse en casa o que los padres
no deban implicarse con sus hijos o ayudar en el trabajo de la casa. Creen que
cada pareja tiene el derecho de dividir el trabajo de la familia como crea
mejor. Si tanto el marido como la mujer quieren compartir por igual en el
trabajo fuera como dentro de casa, deben ser libres para hacerlo. Pero si
quieren dividir el trabajo de forma diferente, si la madre quiere quedarse en
casa con los hijos, el gobierno no debe interferir ni penalizar esa decisión.
La promoción del
“compartir la responsabilidad de la familia” no consiste en hacer justicia a la
mujer sino que forma parte de la estrategia de promover la igualdad
estadística. Según Vigdis Finnbogadóttir, presidente de Islandia en una defensa
activa de la perspectiva de género:
Mientras la esfera privada siga siendo en
gran medida asunto de las mujeres, estarán mucho menos disponibles que los
hombres para ocupar posiciones de responsabilidad en la vida económica y
política.
Entre las estrategias, debe hacerse mención a
la generalización del permiso parental, compartido por las madres y los padres,
a la mayor disponibilidad de facilidades para el cuidado de los hijos y al
apoyo a los hombres para que participen en el trabajo doméstico. (Council of Europe, Equality or
Democracy: Utopia or Challenge?, Reports from Discussion Groups (Palais
d’Europe, Estrasburgo, 9-11 de Febrero de 1995), p. 38).
Varias naciones
nórdicas han intentado encontrar formas para obligar a los hombres a tomar el
permiso parental. Sin embargo, estar de acuerdo con que los padres deben tomar
una parte activa en la educación de los hijos no significa que la paternidad
sea lo mismo que la maternidad. Puede que los hijos necesiten cosas diferentes
de su padre que de su madre. Las
promotoras de la Agenda
de Género no tienen ningún interés por las necesidades psicológicas de los
niños sino en la transformación de la relación entre los hombres y las mujeres.
El discurso de
Finnbogadóttir revela que el verdadero enemigo de la Agenda de Género no son los
hombres sino las mujeres –las mujeres que quieren hacer de la maternidad su
vocación principal. Las promotoras de la Agenda de Género comprenden que si las mujeres
eligen la maternidad en números significativos, no tendrán posibilidad de
conseguir la igualdad estadística. Incluso las defensoras más ardientes de la Agenda de Género no
pretenden inducir a un número significativo de hombres a que hagan del cuidado
de sus hijos a tiempo completo su vocación principal.
El cincuenta/
cincuenta a más tardar en 2005 requiere que no haya madres a tiempo completo y
la plataforma de Beijing es el proyecto para alcanzar ese objetivo.
EFECTOS
ECONÓMICOS
Uno de los argumentos
que se exponen para que todas las mujeres estén en la población activa es que
para desarrollar su economía las sociedades necesitan tomar ventaja de los
talentos de todos los ciudadanos. Las madres a tiempo completo encuentran
insultante este tipo de argumento. La clara implicación es que las mujeres que
trabajan dentro del hogar están perdiendo sus talentos y su formación. Hacer un
ser humano es el trabajo más importante de la sociedad y dedicar los propios
talentos y energías a esa tarea debe considerarse tan productivo como trabajar
en una fábrica o una oficina.
La nueva
investigación sobre el cerebro revela que el momento crucial para el desarrollo
del lenguaje, la estabilidad emocional y la capacidad de razonamiento tiene
lugar desde el nacimiento a los cinco años de edad. Un niño que no reciba la
aportación adecuada durante este periodo crucial se verá perjudicado para
siempre. El cerebro del niño necesita precisamente el tipo de interacción uno a
uno que le proporciona la madre. Es interesante que un artículo de Newsweek que estudia los descubrimientos
que llevaron a esta conclusión no hace referencia a las madres como las
proveedoras de esa interacción. En vez de eso, habla de la necesidad de una “educación
intensiva temprana en un centro de día durante cuatro meses” (Shaton Begley,
“Your Child’s Brain”, Newsweek, 19 de
febrero de 1996, p. 61).
Al mismo tiempo que
las sustitutas de la madre bien pagadas podrían ofrecer la interacción que se
necesita para el desarrollo del cerebro, el coste sería prohibitivo. Una mujer
que tenga un trabajo con un sueldo bajo no puede permitirse el lujo de pagar a
una profesional para que haga su papel de madre. Los que quieren que todas las
mujeres estén en la población activa reconocen esto y exigen a los gobiernos un
subsidio para guarderías pero, ¿de dónde procederían los subsidios? De los
impuestos sobre las familias –impuestos que obligarán a las madres a entrar en
la población activa.
Los bebés vienen con
los proveedores comprometidos de guarderías que tienen voluntad y pueden
proveer la interacción uno a uno que se necesita para el desarrollo del
cerebro: Las madres. Las madres no necesitan un master en educación para
aprender cómo hablar con los bebés. Además, los bebés ya tienen un centro
adecuado de cuidado diario totalmente equipado en casa. Y, los bebés están mejor si no son expuestos a
niños enfermos, particularmente desde que se culpa a las infecciones de oídos
frecuentes en la infancia de problemas posteriores de lenguaje.
Las feministas se
quejan de que la mujer está hecha para sentirse culpable cuando pone a sus
hijos en una guardería y esto se debe probablemente a que la mayoría de las
mujeres sabe que incluso la mejor guardería es una imitación de segundo nivel
de un hogar y de una madre. Y, muy pocas mujeres trabajadoras pueden permitirse
el lujo de lo mejor.
Los grupos de presión
pro-familia argumentan que en vez de subsidios para guarderías y créditos para
cuidar a los hijos para las madres trabajadoras, debería haber créditos para
todos los niños, o mejor, impuestos significativamente más bajos para todas las
familias, para que las madres no se vean forzadas a entrar en la población
activa.
Esta solución no
sería aceptable para las feministas radicales y de género, ya que su versión de
la potenciación del poder de la mujer requiere que todas las mujeres estén
empleadas en trabajos remunerados y sean económicamente autónomas. La
definición de la potenciación del poder de la mujer como independencia
económica ignora la realidad de las vidas de las mujeres. El embarazo, el tener
los hijos y la maternidad afectan a la participación de la mujer en el lugar de
trabajo. Cuando una mujer no tiene empleo por las responsabilidades de la
familia, depende de su marido y del padre de sus hijos para el respaldo
económico. Esta “dependencia económica” posibilita a la mujer elegir la
maternidad. El énfasis sobre el trabajo remunerado ignora los deseos de la
mujer. La posición pro-familia respalda el derecho de la mujer a decidir por sí
misma si trabajará a tiempo completo, si será una madre a tiempo completo o
elegirá un trabajo a media jornada para poder dedicar sus energías a su
familia.
Obligar a todas las
mujeres a entrar en la población activa tiene otros efectos económicos. Aumenta
la oferta de trabajadores, bajando así la demanda y bajando los sueldos. Si los
hombres no pueden respaldar a sus familias con un simple sueldo, se obliga a
más mujeres a entrar en la población activa, activando una espiral descendente.
Cuando las mujeres de los países pobres son contratadas en la población activa
por sueldos extremadamente bajos, los empleos se mudan a esos países y la
posibilidad de los hombres de mantener a sus familias también se deteriora.
Cuando se obliga a los
dos padres a trabajar, se incrementa el estrés en la familia. Los hijos en edad
escolar reciben menos supervisión. Esto incrementa la necesidad de varios tipos
de programas de gobierno y los impuestos para pagarlos.
Una forma que
utilizan las familias para arreglárselas con este estrés es limitar sus
familias a uno o dos hijos. Al mismo tiempo que la mayoría de la gente cree que
el mundo sufre una explosión de falta de control de población, el problema
económico importante del próximo siglo será la escasez de nacimientos. Una
población en proceso de envejecimiento dependiente de la salud cara del
gobierno y de programas de jubilación demandará el aumento de subsidios de un
grupo de trabajadores que está disminuyendo. Esto a su vez incrementa la carga
de impuestos.
Las feministas
insisten en que las mujeres que trabajan fuera de casa consiguen autonomía
económica pero si la mayor parte del sueldo de una mujer es para los impuestos
más altos, las guarderías y el coste de servicios adicionales, puede que una
mujer esté marginalmente mejor. Algunas mujeres argumentan que una mujer en
casa tiene verdadera autonomía. Ella es su propia jefa, lleva su casa, organiza
su tiempo y toma sus propias decisiones. Con mucha frecuencia, controla los
ingresos familiares y toma la mayor parte de las decisiones de gastos.
Las feministas tienen
mucho interés por quién toma las decisiones. Quieren las cuotas de cincuenta/
cincuenta en todos los puestos de tomas de decisiones, particularmente en las
tomas de decisiones de alto nivel. Pero la mayoría de las mujeres no se sienten
más liberadas si el burócrata o el político que toma las decisiones que
influyen en sus vidas es una mujer. Lo que ellas quieren es tomar sus propias
decisiones o que sus decisiones se tomen en el nivel más bajo de gobierno en el
que se puedan oír las voces de las mujeres comunes.
Las
grandes soluciones del gobierno previstas en la plataforma de Beijing suponen
que se tomen las decisiones fuera del nivel local y le confieren poder a las
burocracias. El poder se toma de la gente y se le da al gobierno. Autorizar las
cuotas sobre las burocracias no devolverá el poder a las mujeres comunes.
ROLES
TRADICIONALES
De
todos los párrafos de la
Plataforma de Beijing, el que las mujeres pro-familia
encontraron más ofensivo fue el insulto gratuito del párrafo 77, que condenaba
el currículum escolar por mostrar al hombre y a la mujer en “roles masculino y
femenino tradicionales”. El párrafo dice que “los roles femenino y masculino
tradicionales… le niegan a la mujer oportunidades para una posición completa e
igual en la sociedad”.
Las
mujeres pro-familia rechazan la idea de que las madres a tiempo completo sean
ciudadanas de segunda clase retenidas en roles subordinados y serviles,
esperando ser liberadas por el empleo a tiempo completo para que la sociedad
pueda tomar ventaja de sus talentos. “No se nos han negado oportunidades”,
señalaba una de las mujeres pro-familia. “Estas feministas parecen creer que no
salimos de casa. Estamos aquí en Beijing”.
Típica
de las mujeres pro-familia en Beijing era Cecilia Royals, madre de ocho hijos,
fundadora del Instituto Nacional de la
Mujer y organizadora del Bienestar del grupo de las mujeres.
Cecilia no puede ser clasificada entre las ricas y privilegiadas. Su esposo es
profesor en un colegio privado. Tres de sus hijos tienen serios defectos de
nacimiento. Su activismo no le disminuye su compromiso con la familia,
precisamente porque no tiene que trabajar fuera de casa. Los visitantes de la
pequeña pero pulcra casa de los Royals a las afueras de Washington sienten como
si hubiesen entrado en una escena de una novela de Louisa May Alcott. Los niños
ayudan con la cena y después de la comida hay un recital de piano y se leen
poesías.
Karen
McNeil, una encantadora madre y esposa de Memphis, ha tenido una parte activa
en su comunidad e iglesia, organizando un grupo que ayuda a las mujeres
embarazadas a encontrar medios para tener sus bebés y respaldando la batalla
contra los asuntos de orientación sexual. Cuando oyó hablar de la conferencia
de Beijing, se sintió llamada a asistir. Recaudó el dinero hablando a grupos de
Memphis. Karen, una verdadera magnolia de acero, había estado preocupada por
los riesgos de ir a China pero cuando llegó el momento de adoptar una postura,
Karen se unió a otras cinco mujeres americanas que estaban de pie con una
pancarta en una protesta silenciosa por el incumplimiento americano de
respaldar a la familia y a la vida. Como consecuencia, ella y el resto de
mujeres fueron puestas bajo custodia. Sus credenciales fueron confiscadas y
fueron puestas bajo arresto en el Hotel Catic. Es interesante advertir que
cuando las activistas lesbianas hicieron una protesta escandalosa en la
conferencia, ni fueron arrestadas ni penalizadas.
La
maternidad a tiempo completo no quiere decir que una mujer no tenga tiempo para
nada más. Además de enseñar a dos de sus cuatro hijos, Genevieve Kineke edita
la revista Hearth, de su sala
familiar. Actualmente está desarrollando una página en la web de World Wide
para la Alianza
de Mujeres Católicas. Preparó materiales de presiones políticas para las
conferencias de El Cairo y de Beijing que incluía el siguiente Manifiesto por la Maternidad, que fue
hecho circular a los delegados en la
PrepCom:
El Manifiesto de la Maternidad
·
Toda
mujer que crea que su lugar esté en su casa debe tener la posibilidad de estar
ahí.
·
No se obligará a la mujer a trabajar fuera de
casa, ya sea por la ley, por la economía o la presión social. Las madres que
trabajan fuera de casa tendrán el permiso suficiente para recuperarse del
parto, dar el pecho a sus bebés y cuidar a los miembros enfermos de su familia.
·
Los gobiernos deben proteger la seguridad
económica de la mujer que trabaja en casa.
·
Ninguna mujer será obligada, coaccionada,
pagada o sobornada para rendirse o poner en peligro su potencial reproductivo
por medio de la esterilización, la anticoncepción, el aborto o el servicio
sexual o reproductivo.
·
No debe obligarse ni coaccionar, sobornar o
pagar a ninguna mujer para matar o vender a sus hijos, ya sea antes o después
del nacimiento.
·
El aborto, ya sea legal o ilegal, plantea un
peligro para la salud física, psicológica y espiritual de la mujer. El aborto
tiene relación con el cáncer de pecho. La fácil disponibilidad del aborto
disminuye el respeto por la mujer, los hijos y por la vida. Por tanto, se debe
desalentar el aborto y los gobiernos, familias y comunidades deben dirigir los
problemas que conducen al aborto. Es decir, el sexo fuera del matrimonio, la
pobreza y la pérdida de respeto por la vida humana.
·
El matrimonio es la mejor protección de los
derechos de la madre. Los derechos de una mujer en el matrimonio deben
protegerse. Los gobiernos deben promulgar legislación social y políticas de
impuestos que respalden al matrimonio. No se debe obligar a ninguna mujer a
casarse en contra de su voluntad.
·
La infidelidad y la promiscuidad masculina ha
transmitido una serie de enfermedades de transmisión sexual a las castas
esposas. Se debe desalentar por la ley y la presión social toda actividad
sexual externa al matrimonio.
·
La industria del sexo plantea una amenaza al
matrimonio, a la salud reproductiva de la mujer, a la seguridad financiera de
las familias, y al respeto de la sociedad a la mujer en general. Todos los
aspectos de la industria del sexo –prostitución, shows de sexo en directo,
pornografía, películas y vídeos explícitos, incluyendo vídeos de rock y
publicidad que explota a la mujer, deben prohibirse legalmente y desalentarse
por la presión social.
·
Toda madre, en unión con el padre, debe tener
el control de la educación de sus hijos.
·
La mujer debe recibir la formación que
reconozca la diversidad del trabajo dentro y fuera del hogar que pueda
desempeñar durante su vida.
·
Las madres deben tener tiempo para educar a
sus propios hijos dentro del hogar, particularmente en asuntos de religión,
tradiciones familiares y herencia cultural. La educación formal no debe ser tan
exigente durante el tiempo ni dejar sin la energía de los hijos que sufre la
familia o que la educación centrada en la familia sea imposible. Los colegios
públicos deben reconocer que los padres son los principales educadores de sus
hijos y que los colegios están al servicio de los padres.
·
Los padres deben tener el derecho y la
capacidad económica para elegir la educación que estimen más apropiada para sus
hijos, incluyendo la formación religiosa y la educación en un colegio de un
solo sexo.
·
Las mujeres deben tener el derecho y la
oportunidad de involucrarse en el activismo social, particularmente en las
áreas en las que perciban una amenaza para ellas mismas, sus hijos o sus
familias, incluyendo la amenaza de la explotación sexual de los hijos y los
medios anti-familia. La libertad de expresión y de prensa no debe ser una
defensa de las violaciones de los derechos de los padres a proteger a sus hijos
de lo que ellos determinan que son una influencia perniciosa o peligros para la
educación religiosa, inocencia o salud de sus hijos.
Una verdadera
colaboración entre el hombre y la mujer no necesita el trabajo doméstico y el
empleo por igual. La maternidad a tiempo completo le da a la mujer libertad
para controlar su tiempo y energía, de la que con frecuencia carecen las madres trabajadoras. La división
del trabajo en la familia es eficaz. Los esposos, libres de las preocupaciones
de cada día del hogar, pueden dedicar sus energías a sus trabajos. Las mujeres
bien organizadas pueden administrar el trabajo doméstico y el cuidado de los
hijos, incluso de familias numerosas, y todavía tener tiempo y energías para
hacer un impacto adicional sobre la sociedad. Las mujeres quieren la libertad
para decidir lo que es mejor para ellas.
Muchas
mujeres quieren estar en casa pero se han visto forzadas a entrar en la
población activa. De lo que no son conscientes muchas veces las mujeres es de
que la presión económica sobre las mujeres no procede de fuerzas inexorables de
mercado. Alguien ha planeado esto, lo ha orquestado, y está encantado de que
las mujeres se vean obligadas a entrar
en la población activa. Las feministas de género dicen: “Hoy las mujeres tienen
que trabajar”. Lo que no dicen es que ellas han estado trabajando para
asegurarse de que toda mujer tenga que trabajar.
CAPÍTULO TRECE: EL CONSEJO DE EUROPA
Al volver a casa
después de la PrepCom,
algunas de las ONGs y delegadas pro-familia tuvieron la oportunidad de leer la
pila de material que habían cogido de las mesas que estaban alrededor de las
salas de la reunión. Entre este material se encontraba un informe de una
conferencia organizada por el Consejo de Europa. Este informe, titulado
“Igualdad y Democracia: ¿Utopía o Desafío?”, muestra la relación que existe
entre la teoría feminista y los programas de gobierno.
El
Consejo de Europa, que promueve estudios de asuntos sociales y culturales entre
las naciones europeas, organizó un encuentro de alto nivel en el Palais de
l’Europe de Estrasburgo, del 9 al 11 de febrero de 1995, como parte del proceso
preparatorio para la conferencia de Beijing. Alrededor de 250 personas
asistieron al encuentro, incluyendo representantes de los estados miembros del
Consejo de Europa, otros estados de Europa, representantes de organizaciones
gubernamentales y no gubernamentales y expertos. La primer ministro de
Eslovenia, Janez Drnovsek y la diputada primer ministro de Suecia, Mona Sahlin,
co-presidían la conferencia. La presidenta de Irlanda, Mary Robinson, dio el
discurso principal. La presidenta de Islandia, Vigdís Finnbogadóttir, presentó
las conclusiones finales.
La
página treinta y nueve del informe publicado en Inglés y Francés proporciona un
nexo importante entre la teoría feminista y la Agenda de Género de la
plataforma de Beijing. Algunas de las secciones de la plataforma de Beijing
están abiertas a múltiples interpretaciones pero el informe del Consejo de
Europa revela que el pensamiento de los que respaldan la perspectiva de género
y sus últimos objetivos. El informe del Consejo de Europa también revela que
los promotores de la Agenda
de Género tienen un poder y una enorme influencia y que tienen la intención de
utilizarlos.
En
su discurso en la conclusión del encuentro, la Presidenta Finnbogadóttir
hizo hincapié en la importancia de “promover una perspectiva de género”:
Si estamos convencidas genuinamente de la
necesidad de profundizar la democracia de forma estructural, se requieren
estrategias en muchas facetas para abandonar los patrones dominantes que
tienden a confinar a la mujer y al hombre a roles estereotipados en la sociedad
y debemos promover una perspectiva de género al hacer política. (Consejo de
Europa, “Igualdad y Democracia: ¿Utopía o Desafío?” (Palais de l’Europe,
Estrasburgo, Febrero de 1995), p. 35).
CUOTAS
O PARIDAD
En su discurso, la Presidenta Finnbogadóttir
admite que el objetivo del movimiento de la mujer ha cambiado de la igualdad de iure (igualdad legal), que admite que
se ha conseguido ampliamente, a la igualdad de
facto (igualdad estadística). En el informe está claro que las
participantes de Estrasburgo comprenden con claridad los obstáculos para la
igualdad de facto y que se necesita
asegurar las medidas para que los hombres y las mujeres participen en el mismo
número en las diferentes actividades de la sociedad.
Las
participantes en Estrasburgo dan por supuesto que el objetivo es la democracia
de la paridad (cincuenta/ cincuenta, representación masculina/ femenina). La
siguiente cita, impresa tal y como aparece en el original, es la conclusión del
capítulo sobre la “Participación Igual de Personas y Grupos: El Desafío de la Democracia de la Paridad” (Consejo de
Europa, p. 9):
En conclusión, muchas delegaciones estaban
de acuerdo en:
El hecho de que muchas mujeres
sufren una seria desigualdad con respecto al derecho de participar en la
democracia.
La necesidad de abolir los
obstáculos que entorpecen esa participación a priori (es decir, los
condicionamientos culturales y religiosos, la dependencia social y económica,
la segregación de la educación y la formación que no satisface las necesidades
de la mujer).
La adopción, como medio para la
búsqueda activa de la igualdad y de conseguir una democracia más representativa
para todos los ciudadanos –tanto los hombres como las mujeres- de: cuotas o de
paridad.
El informe ofrece varias explicaciones del por qué la igualdad de
oportunidades no ha tenido como consecuencia la igualdad estadística:
El
grupo revisó los varios factores que explican el bajo nivel de participación
femenina en la vida pública. Entre estos, se puso un acento particular en el
asunto de la maternidad (libertad de opción y cuidado de los hijos) y las
diferencias en la condición social de las mujeres. (Consejo de Europa, p. 10).
Según esta visión, las mujeres se
ven forzadas a la maternidad y al cuidado de los hijos porque no tienen acceso
al aborto y porque les han lavado el cerebro para que deseen ser madres. La libertad
de la maternidad es una condición necesaria para la igualdad de la mujer. El
informe da por supuesto que la mujer debe elegir desarrollar una carrera
política antes que ser madre. Las participantes en Estrasburgo quieren estar
seguras de que la siguiente generación de mujeres estará condicionada de forma
adecuada: “La educación es una
estrategia importante para cambiar el prejuicio del género en el proceso de
socialización de chicos y chicas. El acento se puso en el uso de los libros de
texto sin imágenes estereotipadas de los roles tradicionales del hombre y la
mujer” (Consejo de Europa, p. 23).
Las imágenes estereotípicas a las
que hacían referencia son las imágenes de la mujer como esposa y madre: “Ya es hora de dejar claro que los
estereotipos de género están anticuados: los hombres ya no son solamente los
machos que ganan el pan y las mujeres no son sólo esposas y madres. La
influencia psicológica negativa de mostrar estereotipos de la mujer no debe
subestimarse” (Consejo de Europa, p. 26).
Las participantes en
los debates de Estrasburgo parecen temer que ver imágenes de mujeres como
esposas felices y madres podría tentar a mujeres y chicas a dejar las
aspiraciones políticas. El trabajo del hogar se ve como una carga de la que se
debe liberar a la mujer para que pueda conseguir la paridad en la vida política
y pública.
“Se debe liberar a la mujer de la carga de
tener dos trabajos, que pueden afectar adversamente a sus posibilidades de
trabajo, alterar su vida privada y familiar y les impide tomar parte en la vida
política y pública” (Consejo de Europa, p. 38).
No
hay ninguna referencia a las mujeres que preferirían verse aliviadas de la
carga del trabajo fuera del hogar para poder dedicar sus energías al cuidado de
sus familias.
En
los países en cuestión todas las mujeres tienen el derecho legal e igual que
los hombres de participar en el proceso político –el derecho al voto, a
participar en los partidos políticos, a ser candidata, a presionar. Las
“desigualdades” específicas no son desigualdades en el derecho a participar
sino desigualdades en el índice de participación. Aunque las participantes de
Estrasburgo no lo admiten, lo que en verdad se tiene como objetivo aquí son las
opciones de las mujeres –la elección de ser madres, la elección de no ser
candidata, la elección de votar a hombres más que a mujeres. “Las cuotas o
paridad” es el medio por el que los defensores de la perspectiva del género
desautorizan las decisiones de las mujeres.
FUNDAMENTALITAS
El
informe del Consejo deja claro que la igualdad, definida como paridad, es la
norma por la que debe evaluarse todo lo demás: “El avance de la igualdad de la mujer y todo el disfrute de la mujer de
sus derechos humanos es una obligación legal y moral fundamental del Consejo de
Europa y de la comunidad internacional” (Consejo de Europa, p. 16).
Las
participantes de Estrasburgo reconocieron que una estrategia para lograr su
versión de la igualdad requiere “medidas diseñadas para cambiar actitudes”
(Consejo de Europa, p. 11). Y, apuntaron a la cultura, la tradición, prácticas
de costumbres y particularmente la religión, como las fuentes de resistencia: “El auge de todas las formas de fundamentalismo religioso se vio como una
amenaza particular al disfrute de las mujeres de sus derechos humanos y de la
participación total de la mujer en la toma de decisiones en todos los niveles
de la sociedad” (Consejo de Europa, p. 13).
Uno
de los problemas al tratar este tipo de ataque a la religión es que la religión
está unida a la cultura y las normas culturales. Para los secularistas las tres
son creaciones humanas y por tanto, responsables ante la sociedad civil. Por
supuesto, existen abusos reales de la igualdad, de los derechos y la dignidad
de la mujer que han sido justificados por alicientes de la cultura, la
tradición e incluso de la religión, pero la libertad religiosa es también un
valor importante que también debe protegerse. El informe exige a los gobiernos
que interfieran en la interpretación de la religión: “Los gobiernos, las instituciones religiosas y todos los sectores de la
sociedad deben reconocer las reivindicaciones legítimas de las mujeres de tener
un rol significativo en la definición e interpretación de las normas
religiosas, culturales y de costumbres y deben dar pasos activos para alentar
la implicación de la mujer en estos procesos” (Consejo de Europa, p. 18).
En
otras palabras, las doctrinas consideradas por los creyentes como la verdad
revelada por Dios deben ser juzgadas y aceptadas como legítimas solamente si
promueven la participación estadísticamente igual. Además, el informe exige al Consejo de Europa
para investigar la religión: “El Consejo
de Europa debe iniciar estudios comparativos de las influencias que las
diferentes culturas, religiones y tradiciones juegan en el incremento y el
impedimento de la total realización de los derechos humanos de la mujer en los
estados miembros del Consejo de Europa” (Consejo de Europa, p. 18).
La
libertad religiosa, como consecuencia de estas políticas, debería estar
subordinada a la demanda de igualdad estadística.
LA AGENDA
SEXUAL
La
razón para el ataque a la religión no es difícil de descubrir. En la
conferencia de El Cairo sobre la población, los delegados musulmanes y
católicos bloquearon los intentos de crear nuevos derechos reproductivos y
sexuales. Como conseguir un consenso en esta área parece improbable, los
participantes rechazan el sistema de consenso: “Al mismo tiempo que el consenso puede ser un método deseable de
proceder en muchas circunstancias, se sentía que la búsqueda de consenso a
cualquier precio era potencialmente peligrosa para la realización total de los
derechos humanos de la mujer” (Consejo de Europa, p. 14).
Las
participantes en Estrasburgo querían la ampliación de los derechos humanos para
incluir el derecho al aborto, a la actividad sexual fuera del matrimonio, a la
sexualidad adolescente y al lesbianismo:
El derecho a la libre elección en asuntos de reproducción y estilo de vida se
consideraba un derecho fundamental de la mujer. El disfrute de los derechos
sexuales y reproductivos es un prerrequisito para que la mujer tenga genuina
auto-determinación…
Las voces de las jóvenes deben oírse
ya que la vida sexual no se atribuye exclusivamente a la vida matrimonial. Esto
lleva al punto del derecho a ser diferente, ya sea en términos de estilo de
vida –la opción de vivir en una familia o de vivir solo, con o sin hijos- o las
preferencias sexuales. Los derechos reproductivos de las mujeres lesbianas
deben ser reconocidos (Consejo de Europa, p. 25).
Los
“derechos reproductivos de las mujeres lesbianas” incluirían el derecho a
adoptar niños y a utilizar bancos de esperma y otras formas de tecnología
reproductiva, incluyendo la madre de alquiler.
El
informe culpa al control masculino de la religión del no poder conseguir “la
opción libre en la reproducción”: Son
aplastantemente los hombres los que controlan el proceso de interpretar y
definir las prácticas religiosas, culturales o tradicionales relevantes, y como
consecuencia estas normas se definen de formas patriarcales que limitan los
derechos humanos de la mujer, especialmente al afirmar el control sobre la
sexualidad de la mujer y al confinar a la mujer en roles que refuerzan y
perpetúan su subordinación” (Consejo de Europa, p. 15).
Al
mismo tiempo que este análisis refleja el pensamiento feminista sobre la
religión, ignora los hechos. La doctrina cristiana, judía y musulmana condena
toda actividad sexual fuera del matrimonio –tanto del hombre como de la mujer-
y, siguiendo la lógica de este informe, esto limitaría tanto “los derechos
humanos” del hombre como los de la mujer. Las doctrinas religiosas
tradicionales sobre el matrimonio, si se siguen, protegen a la mujer de la
explotación sexual y de la maternidad soltera.
La
preocupación de los delegados del PrepCom de que “la perspectiva de género”
ocultaba la defensa de la homosexualidad estaba bien fundada. En lo que
fallaron fue en que no reconocieron que la promoción de la perspectiva de
género va acompañada invariablemente de un ataque sin tregua a las religiones
tradicionales.
Como
los participantes del encuentro del Consejo de Europa incluían a representantes
de los gobiernos de la
Unión Europea, el informe ofrecía una indicación clara de lo
que podía esperarse de la UE
durante la conferencia de Beijing. La mayoría creía que muchos factores,
incluyendo los biológicos, la experiencia de vivir como hombre o mujer, la
cultura, la tradición y las decisiones de libre voluntad funcionan juntas para
crear las diferencias entre el hombre y la mujer.
TERCERA PARTE
CAPÍTULO CATORCE: LA
INDEFINICIÓN DEL GÉNERO
Cuando la ampliada PrepCom terminó en abril, el borrador estaba todavía
fuertemente entre paréntesis y la palabra clave género no se había
definido. Se programó que un grupo de contacto se reuniese en mayo para debatir
una definición. El periodo intermedio le dio al Sistema de Género tiempo para
presionar a los países pro-familia para que no aceptasen la definición de
género de los pro-familia como que hace referencia a los dos sexos.
La Coalición por la Mujer
y la Familia Intentó
influir en los delegados del grupo de contacto, con hojas de propaganda e
información sobre la agenda radical feminista como la que se muestra debajo:
GÉNERO
DEFÍNELO O NO LO UTILICES
La Palabra
Género se ha
politizado. Si se va a utilizar en el texto, debe definirse para que todos
puedan estar de acuerdo en lo que significa.
Algunas feministas radicales
utilizan “Género” en contraste con “sexo”. “Sexo” hace referencia a la realidad
biológica de masculino y femenino. “Género” hace referencia al condicionamiento
social y a las prácticas culturales relacionadas con la masculinidad y la
feminidad.
Los que defienden esta definición lo
hacen porque creen que todas las diferencias evidentes entre el hombre y la
mujer no son naturales sino producidas por la “socialización opresiva del
género” y la mujer será libre sólo cuando ya no se vea obligada a ser femenina
por su cultura.
Además creen que mientras que el
“sexo” está fijado, las personas pueden elegir su “género”. Esta interpretación
es particularmente popular entre los homosexuales y las lesbianas.
Esta definición le declara la guerra
a la feminidad natural.
La “perspectiva de género” es
esencialmente una interpretación neo-marxista de la historia del mundo, bajo la
que el “género”, no la clase ni la raza, se ve como la categoría fundamental de
represión, porque el género trasciende todas las categorías.
Bajo la “Perspectiva de Género” todo
se ve como parte de la lucha de poder entre el hombre y la mujer. La
“Perspectiva de Género” en este contexto hace referencia a una “revolución de
clase sexual” de las mujeres contra los hombres.
Antes de que las naciones del mundo
den su consentimiento a cualquier Plataforma para la Acción que incluya la
palabra “Género” deben exigir una definición clara del término o volver a
colocar el término “Género” con un lenguaje sin ambigüedad”.
Coalición
por la Mujer y la Familia
Las
hojas de publicidad pro-familia y las presiones políticas demostraron no
encajar con el brazo tergiversador entre bastidores de los Estados Unidos, los
poderes europeos, las agencias de la
ONU y otros partidos interesados. Un oficial de un gobierno
africano comentó que nunca antes había experimentado una presión igual. Para los
países que afrontan severas realidades económicas, tomar una posición que
pondría en riesgo sus relaciones con los poderosos donantes de ayudas y los que
aprueban las aplicaciones de préstamos no era una opción.
Los
delegados pro-familia, principalmente de las naciones desarrolladas, querían
una definición que incluyese referencias a los dos sexos. Sus preocupaciones
eran prácticas más que filosóficas. Querían estar seguros de que no había una
aceptación oculta de la homosexualidad en la definición. Los Estados Unidos,
Canadá y otros defensores de la
Agenda de Género querían una definición que hiciera
referencia a los roles construidos socialmente. La representante de Estados
Unidos había dicho a la prensa que los Estados Unidos estaban esperando un “embotamiento
creativo”.
En
la primera reunión, el debate se quedó atascado inmediatamente. Los delegados
de Honduras, Guatemala, Benin, Malta y la Santa Sede habían expresado su preocupación por
la definición de género como roles de construcción social. Mercedes Wilson, la
delegada de Guatemala, hizo una petición apasionada de una definición de género
que mencionase específicamente los dos sexos y que no incluyese ninguna
referencia a los “roles construidos, determinados y atribuidos socialmente”.
Sugería que las palabras sexo, masculino,
femenino y mujer se pudiesen sustituir por género siguiendo el patrón de la traducción francesa.
La
presidenta, Doña Selma Ashipala, de Namibia, decidió por su cuenta la tarea de
escribir una definición, que fuese presentada en el siguiente encuentro. Su
definición se lee como sigue:
Durante la última reunión del comité
preparatorio de la
Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer, surgió un problema
con respecto al significado de la palabra género
en el borrador de la conferencia de Plataforma para la Acción. Para examinar
este asunto, el comité preparatorio decidió formar un grupo de contacto en
Nueva York, con la ponente, Doña Selma Ashipala de Namibia, como presidenta. El
comité preparatorio autorizó al Grupo de Contacto que buscase un acuerdo sobre
el significado que se comprende generalmente de género en el contexto de la Plataforma para la Acción e informar
directamente en la
Conferencia de Beijing.
Habiendo considerado el asunto
concienzudamente el Grupo de Contacto advirtió que: 1) la palabra género se ha utilizado y comprendido
generalmente en su uso ordinario, aceptado comúnmente en otros numerosos foros
y conferencias de la ONU;
2) No había indicación de que hubiese intención de darle un nuevo significado o
connotación al término, diferente del uso aceptado anteriormente, en la Plataforma para la Acción; 3) en el contexto
de la Plataforma
para la Acción
el significado de la palabra género se
refiere a los roles construidos socialmente desempeñados y que se esperaban del
hombre y la mujer en la sociedad, además de las responsabilidades y
oportunidades del hombre y la mujer que surgen de estos roles.
Así pues, el Grupo de Contacto
estuvo de acuerdo en reafirmar que la palabra género como es utilizada en la Plataforma para la Acción de la Cuarta Conferencia
de la Mujer
tiene la intención de ser interpretada y comprendida como lo es en su uso
ordinario y aceptado generalmente.
Lo extraño de esta
declaración es que no reflejaba la verdad. La declaración afirma que “la
palabra género se ha utilizado y
comprendido en su uso ordinario y aceptado generalmente en otros numerosos
foros y conferencias de la ONU”.
Para
la mayoría de los delegados que participan en las conferencias, el inglés no es
su lengua nativa y, por lo tanto, dependen de las definiciones del diccionario.
Buscando un número de diccionarios, una encuentra que la primera y principal
definición de género hace referencia
a la gramática y describe palabras. Los nombres, pronombres y adjetivos en
algunas lenguas tienen género, usualmente masculino, femenino y neutro. El
género en gramática se refiere a clases o grupos de cosas. La definición
secundaria es como un equivalente a sexo, queriendo decir masculino o femenino.
Los “roles de construcción social” que pueden cambiar no estaban enumerados en
ningún diccionario de inglés ni de ninguna lengua extranjera como definición.
La
definición de género como “roles de
construcción social que pueden cambiarse” no era “su uso ordinario y aceptado generalmente”. El uso podría ser
aceptado generalmente entre las feministas, pero apenas es ordinario. Bella
Abzug, en su discurso a las delegadas sobre este asunto, había admitido que “el
significado de la palabra género ha
evolucionado”. En efecto, se había creado un significado totalmente nuevo.
La
segunda declaración, “No hay indicación de que haya intención de darle un nuevo
significado o connotación al término, diferente del uso aceptado anteriormente,
en la Plataforma
para la Acción”,
tampoco reflejaba los hechos. Existía una diferencia sustancial entre la forma
en que género se utilizaba en el
borrador de Beijing y su uso en otras conferencias.
No
hay evidencia de que este cambio en el significado de género se haya debatido o se haya acordado por las delegadas en la
asamblea general o en cualquiera de las conferencias importantes. El
Establecimiento del Género simplemente se había hecho aprobar y estaban
determinados a proteger lo que venía a ser lo mismo que un golpe de efecto.
La definición
ofrecida en la tercera sección de la declaración, “el género se refiere a los
roles construidos socialmente desempeñados y que se esperaban del hombre y la
mujer en la sociedad, además de las responsabilidades y oportunidades del
hombre y la mujer que surgen de estos roles”, representaba una capitulación
total de la ideología feminista de género. Algunos delegados pro-género
intentaron argumentar que este sólo hacía referencia a las situaciones en las
que a la mujer se le negaba de forma arbitraria el trabajo, por ejemplo, como
piloto de Aerolíneas. Este argumento era contradicho por el texto de la
plataforma, donde el uso de la palabra género
aparece en casi todos los párrafos. La insistencia en la necesidad de
“promover una perspectiva de género” en todos los programas y las referencias a
los “análisis de género”, la “formación de sensibilidad de género”, “asuntos de
género”, “aspectos de género”, etc., dejó claro que lo que estaba en juego era
mucho más que si las mujeres podían ser pilotos o no.
El
punto muerto se resolvió de forma comprensible sólo para los que están
acostumbrados al mundo bizantino de la diplomacia de la ONU. Los delegados del
grupo de contacto, por las objeciones vigorosas de la Señora Wilson,
suprimieron la tercera sección y aceptaron el resto de la declaración. Así,
ahora el género se define “como se ha utilizado y comprendido comúnmente” pero
no se da ninguna definición. Como el grupo de contacto se formó porque no había
una comprensión común, esto era, para decir lo menos, poco sincero.
Es verdad que no se obligó a los
delegados pro-familia a aceptar una definición que incluyese “roles construidos
socialmente”. Por otra parte, los promotores de la perspectiva de género no se
vieron forzados a admitir que sólo hay dos sexos. La indefinición permitió a la
burocracia de la ONU
para proceder con su proyecto de imponer una perspectiva de género en el mundo
y definir género como roles construidos socialmente.
Los promotores de la Agenda de Género
consideraron la indefinición como una victoria porque ya habían insertado el
concepto de roles de género construidos socialmente en el documento de Beijing
en dos párrafos. El párrafo 50 (48) se refiere a “la rigidez de los roles de
género atribuidos a la sociedad”. El párrafo 28 (27) dice en parte:
Los límites de la división de género
del trabajo entre los roles productivos y reproductivos se están cruzando
gradualmente mientras la mujer ha comenzado a entrar en las áreas de trabajo
anteriormente dominadas por los hombres y los hombres han empezado a aceptar mayores
responsabilidades en las tareas domésticas, incluyendo el cuidado de los hijos.
Sin embargo, los cambios en los roles de la mujer han sido mayores y mucho más
rápidos que los cambios en los roles del hombre. En muchos países, las
diferencias entre los logros y las actividades de la mujer y del hombre no se
reconocen todavía como consecuencias de los roles de género construidos
socialmente más que de diferencias biológicas inmutables.
Está claro en este contexto que el
rol reproductivo que implica “responsabilidad para las tareas domésticas,
incluyendo el cuidado de los hijos” bajo discusión es el de la maternidad.
Posteriormente, varios delegados
comentaron que no comprendían cómo pudo aceptarse este párrafo en la PrepCom. Sin embargo,
dado el caos de los debates y el número de asuntos polémicos que hubo durante la PrepCom, no es
sorprendente que pasase una gran cantidad de tonterías por los delegados
pro-familias que se encontraban muy estresados. Algunos creen que el tamaño y
la complejidad del borrador fue parte de una estrategia planificada
cuidadosamente. Las fuerzas pro-familia se habían anotado una victoria
inesperada en El Cairo. Su oposición estaba determinada a no volver a ser
sorprendida de nuevo sin preparación. Con tantas secciones polémicas en el
borrador –muchas de las cuales estaban destinadas a ser polémicas- los
promotores de la Agenda
de Género podían tener la relativa confianza de que la alianza pro-familia se
concentraría en las secciones de salud sexual y reproductiva y no podrían
montar una oposición eficaz a los demás aspectos de la Agenda de Género.
NEGANDO LAS
DIFERENCIAS
La última frase del párrafo 28 (27), que dice: “En muchos países, las diferencias entre los logros y
las actividades de la mujer y del hombre no se reconocen todavía como
consecuencias de los roles de género construidos socialmente sino de
diferencias biológicas inmutables”, es el núcleo de la
Agenda de Género. También se puede demostrar que es falso.
Muchas, aunque no todas, de las
diferencias de las actividades y logros del hombre y de la mujer son producidas
por diferencias biológicas inmutables. Los hombres son más rápidos, son más
fuertes físicamente, son mejores en las matemáticas y en el ajedrez, son más
agresivos y no se quedan embarazados ni dan el pecho. Hay una gran evidencia
que demuestra que el cerebro, el cuerpo y los niveles de hormonas del hombre
son diferentes a los de la mujer. Los delegados de los países del Tercer Mundo
consideraban la mera sugerencia de que no había diferencias entre el hombre y
la mujer una verdadera estupidez.
La
Agenda
de Género comienza con una falsa premisa –las diferencias entre el hombre y la
mujer son meras construcciones sociales- y luego sigue exigiendo que esta
premisa sea “difundida” en todos los programas y todas las políticas. Según la
“perspectiva de género”, como todas las diferencias entre las actividades y
logros del hombre y de la mujer son artificiales, pueden y deben eliminarse.
Al mismo tiempo que los defensores de
la familia rechazaron la idea de que todas las diferencias entre el hombre y la
mujer son construcciones sociales, no acogieron el punto de vista opuesto; es
decir, que todas las diferencias sociales y culturales entre el hombre y la
mujer son producidas por diferencias biológicas inmutables y, por lo tanto, no
pueden cambiarse. La mayoría creía que muchos factores, incluyendo la biología,
la experiencia de vivir como hombre o como mujer, la cultura, la tradición, y
las decisiones de la libre voluntad trabajan juntos para crear las diferencias
entre el hombre y la mujer.
Es verdad que la sociedad transmite
ciertas expectativas a los niños pero estas expectativas apenas son arbitrarias
ni pueden suprimirse arbitrariamente y ser sustituidas por otras expectativas.
Las niñas se harán mujeres y se quedarán embarazadas. Los niños se harán
hombres que, en general, son más fuertes físicamente. Estimular a las niñas a
querer sobresalir en actividades que requieren una fuerza física superior o a
los niños a quedarse embarazados y dar el pecho sería absurdo y, por tanto, las
sociedades no lo han hecho. Relacionar el cuidado de los hijos con la mujer
apenas puede considerarse arbitrario cuando el llanto de los recién nacidos
produce que las madres les den el pecho.
Es cierto que la
sociedad transmite ciertas expectativas a los niños pero estas expectativas
apenas son arbitrarias ni pueden suprimirse arbitrariamente y que otras
expectativas las sustituyan. Las niñas se convertirán en mujeres cuando puedan
quedarse embarazadas. Los chicos se convertirán en hombres, que, en general,
son más fuertes físicamente. Estimular a las chicas a querer sobresalir en las
actividades que requieren una mayor fuerza física o a los chicos a querer
quedarse embarazados y dar el pecho sería una estupidez y, por lo tanto, las
sociedades no lo han llevado a cabo. Relacionar el cuidado de los niños con la
mujer apenas puede considerarse arbitrario cuando el llanto de los recién
nacidos produce que se emita la leche de la madre.
Las
sociedades siempre han dividido el trabajo de la familia entre el hombre y la
mujer. A la mujer siempre se le ha asignado el trabajo que le permite estar con
los hijos. No sería práctico transferir este cuidado al padre cuando los bebés
han dejado de mamar. Sería más sensato asignarle al hombre las tareas que
requiriesen una ausencia prolongada del hogar, y eso es lo que en realidad han
hecho la mayoría de las sociedades. La división del trabajo entre el hombre y
la mujer en la familia afecta al trabajo del hombre y de la mujer fuera de la
familia. Al mismo tiempo que no todos los hombres y mujeres llegan a ser
padres, la mayoría si lo hace y deben estar preparados para cumplir con esas
responsabilidades.
Formar
los jóvenes para que crean que el hombre y la mujer son lo mismo o que la
maternidad es lo mismo que la paternidad, es estar engañándoles. Pronto
descubrirán que se les ha engañado. Como la mujer que se me quejaba de que
había sido educada creyendo que ser hombre y mujer era lo mismo pero ahora
estaba casada y tenía un niño y se había dado cuenta de que le habían mentido,
a los niños de hoy no les gustará cuando crezcan y se den cuenta de que se les
ha engañado en ese asunto tan importante.
La
posición pro-familia respalda lo que puede describirse mejor como la
“complementariedad integral”, afirmando que el hombre y la mujer son
completamente iguales en humanidad, dignidad y derechos pero diferentes y
complementarios por naturaleza. Cualquier chovinismo sexual, ya sea masculino o
femenino, se rechaza absolutamente. Ningún sexo tiene derecho a reclamar
superioridad. La complementariedad integral es un rechazo de la idea de que las
diferencias biológicas entre el hombre y la mujer son irrelevantes u obstáculos
que se deben superar y que por tanto el hombre y la mujer deben ser tratados
igual o ser lo mismo. También se rechaza una visión fraccional de la
complementariedad en la que los rasgos humanos se dividen entre el hombre y la
mujer de forma estereotipada. La complementariedad integral insiste en la
completa humanidad de cada persona. El hombre y la mujer no son vistos como
seres opuestos sino más bien como dos ojos que están separados por unos pocos
centímetros dándole al ser humano una percepción de profundidad. La raza humana
existe sólo como varón y mujer y las diferencias entre los sexos le dan a la
humanidad una profundidad y una penetración de la que de otra forma carecería.
La
posición pro-familia no es una rígida defensa del pasado sino un intento
razonado de suprimir esas cosas que restringen de forma artificial a la mujer,
al mismo tiempo que protege el derecho de la mujer a ser diferente. Los
defensores de la familia tenían voluntad de entrar en debate sobre lo que era
artificial y lo que era natural pero las feministas no estaban abiertas a
debatir sobre el tema. Para las feministas de género, lo diferente es desigual
y lo desigual es injusto.
Cualquier
injusticia real que haya podido infligirse a la mujer en el pasado, no se
rectificará negándole a la mujer su originalidad específica o la naturaleza
femenina específica. Ignorar las diferencias entre los sexos, o peor, verlas
como obstáculos, le declara la guerra a la naturaleza humana –tanto a la
naturaleza de la mujer como a la del hombre.
CAPÍTULO
QUINCE: PREPARACIONES
La
confusión de género ampliada a la
División sobre la Traducción y Edición de la ONU, que en mayo publicó una
versión provisional de su Glosario sobre los Asuntos de la Mujer –Español/ Inglés. El
glosario tradujo género como sexo, aunque en español tiene una palabra
equivalente género. El glosario
definía género/ sexo como
1. El sexo de asignación por uno mismo o los que
crían a la persona. 2. En uso
mod,
(especialmente feminista), un eufemismo del sexo del ser humano, con la
frecuente intención de enfatizar lo social y cultural, en oposición a las
distinciones biológicas entre los sexos.
Esto
no tiene sentido. Si género es el equivalente de sexo, entonces no les es
asignado a la persona ni por uno mismo ni por sus padres. Según esta
definición, el género de una persona puede diferir de su sexo. El glosario
siguió definiendo rol de género como
El sexo de un niño asignado por un padre.
Cuando está en oposición con el sexo anatómico del niño (por ejemplo, debido a
la ambigüedad genital en el nacimiento o al fuerte deseo de los padres de un
niño del sexo opuesto), se pone la base para las disfunciones después de la
pubertad.
Esta definición no
tiene absolutamente ninguna relación con el texto ni con el uso común.
COORDINADOR INTERNACIONAL DE ASOCIACIONES,
BEIJING’ 95
En junio varias
mujeres pro-familia se reunieron en Roma para planificar la conferencia de
Beijing. Entre ellas estaba Fenny Tatad, esposa de un prominente senador
filipino, Silvia Arcadi, de Argentina y María Luisa López, de España, además de
mujeres de Estados Unidos, América Latina, Italia, Francia y Alemania. Todas
estaban preocupadas por la forma actual del borrador. Las mujeres de
Latinoamérica insistían en que no bastaba oponerse al borrador actual. Tenían
que mostrarles a sus gobiernos y a las mujeres de sus países a favor de qué se
encontraban. Necesitaban una plataforma alternativa.
Aunque había poco
tiempo, estas mujeres estuvieron de acuerdo en preparar una plataforma
alternativa y ponerla en circulación entre varios grupos para que diesen
aportaciones. Este esfuerzo habría sido imposible sin una iniciativa
excepcional comenzada por la española Ana Garijo. Antes de la PrepCom, la señora Garijo
había recogido las firmas de grupos españoles que representaban a miles de
mujeres que estaban en contra de la
Agenda de Género como se manifestó en la plataforma de
Beijing. Durante la PrepCom,
Garijo y sus socias españolas reconocieron que se necesitaba un esfuerzo
internacional. Para llevar a cabo este desafío organizaron la Coordinadora Internacional
de Asociaciones, Beijing’ 95.
Una petición a escala
internacional era imposible. No había forma de contar y guardar millones de
firmas. Por lo tanto, el coordinador se centró en conseguir respaldo de las
organizaciones pro-familia de todo el mundo. El coordinador distribuyó un
impreso que enumeraba varios puntos del actual borrador y las posiciones
pro-familia sobre esos asuntos. A las organizaciones que se oponían al borrador
de la plataforma y respaldaban las posiciones pro-familia se les pidió que firmasen
el nombre de su organización, legalizasen el impreso bajo notario y los
enviasen a España. En el momento en que
comenzó la conferencia de Beijing, la Coordinadora había recibido afirmaciones firmadas
de organizaciones que representaban a más de cincuenta millones de mujeres.
Los firmantes de la Coordinadora
afirmaban su respaldo a:
1)
La Declaración Universal de los
Derechos Humanos que se basa en el “reconocimiento de la dignidad inherente y
la igualdad de derechos inalienables de todos los miembros de la familia
humana” e incluye el “derecho a la vida”, la protección de la familia “como la
unidad grupal natural y fundamental de la sociedad”, la protección de la
maternidad, los derechos de los padres a elegir la clase de educación que se
les dará a sus hijos y la libertad religiosa.
2)
La protección de los niños y adolescentes de
la exposición invasiva, indiscriminada y prematura a la información sexual
explícita.
3)
Respeto al trabajo de la mujer dentro del
hogar y a las mujeres que eligen ser amas de casa. El género es una manera formal de decir sexo y se refiere a los
dos sexos, masculino y femenino.
4)
Acceso libre de las jóvenes a buscar una
formación equilibrada que las prepare para la vida.
5)
Condena de: toda prostitución es degradante
para la mujer, toda esterilización y control de nacimiento obligado; feticidio
e infanticidio como violencia contra la mujer; y la condena de la manipulación
de la verdad con respecto a los riesgos para la salud de los anticonceptivos y
el aborto.
6)
El derecho a votar, a la carrera política y a
participar en el proceso político sin discriminación ni prejuicios.
Estas
posiciones positivas a favor de la mujer fueron contrastadas con el borrador de
la plataforma, que, según la
Coordinadora, promovía los “derechos sexuales y
reproductivos” que incluían el derecho al aborto y la actividad sexual fuera
del matrimonio para todos, incluyendo a adolescentes y lesbianas; la educación
sexual adolescente que promueve la actividad sexual sin estar casados y la
administración de anticonceptivos sin aprobación paterna; la perspectiva de
género, que se basa en “la asunción de que la maternidad, la familia y la
heterosexualidad no son naturales”; los trabajos no tradicionales para la mujer
sobre una formación completa, la prostitución voluntaria y las cuotas.
La Coordinadora estuvo
de acuerdo en aceptar la responsabilidad de producir, poner en circulación,
traducir y promover la
Plataforma para la
Acción alternativa. Con sólo un poco más de dos meses hasta
el comienzo de la conferencia de Beijing, los que estaban trabajando en la
plataforma alternativa no tuvieron tiempo para toda la consulta que les habría
gustado. Todavía, la versión de una Plataforma para las Mujeres del Mundo
contenía aportes de mujeres musulmanas, católicas, baptistas y Evangélicas de
todo el mundo. Los resultados, aunque todavía lo consideraban un trabajo en
progreso, se tradujeron al inglés, español, portugués, alemán y francés.
La
plataforma alternativa comenzaba con una sección con secciones relevantes
aplicadas de la
Declaración Universal de Derechos Humanos de la ONU a los problemas actuales
de la mujer y rechazaba ideas de que la “igualdad” requiere la participación
estadísticamente igual:
La mujer y el hombre son diferentes y es
totalmente correcto reconocer esas diferencias, particularmente en la familia y
con respecto a la maternidad, ya que ese reconocimiento no crea desventajas ni
discrimina a la mujer. Negar las diferencias violaría la libertad de la mujer
para expresar y cumplir sus vocaciones únicas en la familia y la sociedad. (Una
Plataforma para las Mujeres del Mundo, A.2).
Al
mismo tiempo que el documento de Beijing mencionaba el matrimonio sólo de forma
negativa, y nunca utilizaba las palabras las palabras esposo y esposa,
la plataforma alternativa recordaba a la gente que la Declaración Universal
de los Derechos Humanos respaldaba el derecho de todos los hombres y mujeres a
“casarse y fundar una familia”.
La
plataforma alternativa estableció principios que deben gobernar la
implementación de cualquier plan para mejorar la condición de la mujer. Estos
eran, en orden de importancia: Dignidad, igualdad, complementariedad, libertad,
responsabilidad, subsidiariedad, solidaridad y realismo.
Había
habido debate durante la
PrepCom por la palabra dignidad.
Los delegados pro-familia estaban asombrados de que hubiese oposición a la
inclusión de una palabra consagrada en la propia Declaración Universal de los
Derechos Humanos de la
ONU. Parece que las feministas de género eran tan dogmáticas
que tenían miedo de que la palabra pudiese interpretarse como una insinuación
de que había un poder externo que era el que les confería dignidad a los seres
humanos, ya que se opusieron a cualquier referencia a la dignidad de la mujer.
Los
que preparaban la plataforma alternativa creían que el principio de
subsidiaridad ofrecía la mejor forma de abordar la falta de control de las
mujeres sobre sus propias vidas. La subsidiaridad requiere que grupos más
grandes de la sociedad no usurpen las funciones que pueden administrar y
controlar los grupos pequeños, en particular, la familia debe tener libertad para administrar y controlar sus propios
asuntos”.
La plataforma
alternativa acentuaba que cuando el poder se concentra en manos de pocas
personas, hay más probabilidades de que esas personas sean hombres y las
mujeres sufren de forma desproporcionada una pérdida de influencia y de
control. Aumentar el número de mujeres en los altos niveles de gobierno, sin
embargo, no compensará la pérdida de libertad que experimentan las mujeres
comunes en sus vidas diarias. La aplicación de este principio de subsidiaridad
se vio como una forma de “aumentar de forma natural el poder y la influencia de
la mujer”.
La
plataforma alternativa promovió el principio de solidaridad como antídoto a la
lucha de clases promovida por la
Agenda de Género. La solidaridad invita a hombres y mujeres,
a todas las clases, razas y grupos, a trabajar juntos y considerar las
necesidades e intereses de los demás.
“Una
Plataforma para las Mujeres del Mundo” ofrecía simples sugerencias concretas
para mejorar las condiciones de la mujer en áreas de pobreza, educación, salud,
paz, desarrollo, trabajo, los medios, la chica y los derechos humanos. Al mismo
tiempo que los miembros del equipo sentían que podrían haberlo hecho mejor si
hubiesen tenido más tiempo, estaban encantados de poder recoger en menos de 30
páginas –lo que el borrador de Beijing no pudo hacer en más de 150- un plan que
reflejase realmente las aspiraciones de las mujeres del mundo.
EL
VATICANO
El
Papa Juan Pablo II había tenido un papel activo al llamar la atención a la
conferencia de El Cairo pero la mirada de la Iglesia a la conferencia de Beijing fue muy
diferente. La delegación vaticana a la conferencia de El Cairo había estado
bajo el liderazgo del Consejo Pontificio de la Familia, mientras que la Conferencia de la Mujer de Beijing fue
responsabilidad del Consejo Pontificio de los Laicos. En El Cairo, las líneas
de batalla estaban diseñadas con claridad. La Iglesia Católica
se opuso inequívocamente al aborto, a la anticoncepción artificial y a las
relaciones sexuales fuera del matrimonio, y respaldaba a la familia, los
derechos de los padres y la castidad. La conferencia de El Cairo había estado
bajo el control de International Planned Parenthood. IPPF impuso el derecho al
aborto en todo el mundo. En Beijing, al mismo tiempo que el aborto continuó
siendo una preocupación, la cuestión era la mujer.
Mientras
que las feministas retratan a la Iglesia Católica como anti-mujer por su oposición
al aborto y su rechazo a ordenar a mujeres, el Papa actual ha insistido
repetidamente en que la
Iglesia respalda la igual dignidad y derechos de la mujer y
está en contra de toda violencia e injusticia contra la mujer. El Papa Juan
Pablo II había escrito repetidamente en su pontificado sobre la mujer y utilizó
la conferencia de Beijing como una oportunidad para reiterar los mismos temas.
El 1 de enero emitió una carta titulada “La Mujer: Maestra de Paz” en la que escribía: “La verdadera paz sólo es posible si la
dignidad de la persona humana se promueve en todos los niveles de la sociedad”.
“La mujer”, continuaba, está llamada
a ser maestra de paz con todo su ser y en todas sus acciones porque a ellas
Dios les confía el ser humano de una forma especial”. El texto acentuaba la
complementariedad del hombre y la mujer, la maternidad, y el rol importante de
la mujer en el mundo, además de condenar la discriminación contra la mujer.
En
mayo, el Papa recibió a la secretaria general de la conferencia de Beijing, Gertrude
Mongella, y emitió una carta especial expresando la apreciación del Vaticano de
sus esfuerzos. Juan Pablo acentuó que las propuestas de la conferencia debían
basarse en “el reconocimiento de la
dignidad inherente e inalienable de la mujer y la importancia de la presencia y
participación de la mujer en todos los aspectos de la vida social” y “los derechos humanos universales”. También
señaló que “la igualdad en dignidad no
significa ser lo mismo que el hombre”. Advertía que “se requiere una gran sensibilidad para evitar el riesgo de prescribir
la acción que esté lejos de las necesidades de la vida real y las aspiraciones
de la mujer”.
En junio el Papa
escribió una carta especial a las mujeres. También dedicó varias de sus
audiencias al tema. Sus intentos de calar hondo en una nota conciliadora y de
acentuar la importancia de la presencia de la mujer en la vida de sus
comunidades sorprendió a algunos, que estaban convencidos de que la Iglesia Católica
era irremediablemente anti-mujer. Algunos comentaristas sugirieron incluso que
el Papa había cambiado la doctrina Católica en esas áreas, algo que no era
verdad.
Si
el Vaticano había esperado que las palabras del Santo Padre o que el que
Mongella fuese católica influiría en el progreso de la conferencia, se llevó
una decepción. La primera lealtad de Mongella resultó ser para sus amigas de
WEDO. Casi al final de la conferencia dijo: “Estamos
viendo una revolución en el obrar… No he estado aplicando mi catolicismo en
esta conferencia. Si no, habría sido un desastre”.
Bella Abzug intentó
utilizar las declaraciones positivas hechas por Juan Pablo II para minar la
oposición de los pro-familia a ciertas secciones de la plataforma, implicando
que el Vaticano respaldaba la totalidad del documento: “La Plataforma
para la Acción
de Beijing es un documento de consenso que han acordado todas las naciones del
mundo, incluyendo el Vaticano” (Bella Abzug defiende la Conferencia de
Beijing”, The Earth Times (22 de
julio de 1995), INTERNET: theearthtime@igc.apc.org).
Al
mismo tiempo que condenaba cualquier crítica de la plataforma propuesta como un
intento de bloquear los “esfuerzos por
mejorar las vidas de las mujeres de todo el mundo y de reducir las ganancias de
la mujer”.
Juan Pablo II acentuó
lo positivo. El Dr. Joaquín Navarro Valls, director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, sin
embargo, expresaba preocupación por el desequilibrio ideológico y las
ambigüedades lingüísticas, advirtiendo que el género aparecía alrededor de
doscientas veces y madre/ maternidad menos de diez. Cuestionaba el intento de
introducir el término de orientación
sexual, que podía referirse a la pedofilia. En su sesión informativa de
agosto, Navarro-Valls invitó a la conferencia a “asumir con audacia una perspectiva decididamente a favor de la mujer” y
expresó preocupación por si pudiese haber un intento de imponer a los países en
desarrollo “un producto occidental, una
filosofía socialmente reductiva, que ni siquiera representa las esperanzas y
necesidades de la mayoría de las mujeres occidentales”.
THE
LANCET
En
julio, un editorial del prestigioso diario médico británico The Lancet revisaba la sección de salud
de la plataforma de Beijing propuesta y encontró que carecía:
La salud es definida de una forma
sorprendentemente uni-dimensional. Parece existir solamente en un contexto
reproductivo. Cuando se ve a través de las lentes del control de fertilidad, la
noción de “salud” es distorsionada más allá de todo reconocimiento. Este astigmatismo
intelectual conduce a la ONU
–y a las organizaciones no gubernamentales como la International Planned
Parenthood Federation- a adoptar la potenciación del papel de la mujer y la
igualdad como panaceas…
Hafdan Mahler, Secretario General de
IPPF, caracteriza a los que se oponen a la agenda de su organización –una que
es muy idéntica a la de la ONU-
como “oposición oscurantista”… No hay que ser ni “conservador” ni “extremista”,
utilizando las palabras de Mahler, para cuestionar las asunciones sobre las que
se basa el “movimiento” de salud reproductiva y de planificación familiar.
Los eslóganes políticamente
correctos atraen respaldos fáciles y muchos fondos necesarios. Apagan la apatía
pública y la indiferencia. Pero deben ser examinados cuidadosamente antes de
convertirse en la base de la política. El nuevo colonialismo de la agenda
internacional de salud de la mujer es una estrategia peligrosa. Coloca la
utopía occidental antes que el pragmatismo local, nociones expertas de lo que
está bien antes que una comprensión culturalmente específica de la necesidad.
La igualdad significa mucho más que alcanzar el derecho a la salud
reproductiva. (“Mujeres en el Mundo”, The Lancet (22 de julio de 1995), p. 195).
DEBATE
PÚBLICO
En
El Cairo las fuerzas pro-familia habían sido organizadas por grupos católicos y
pro-vida. Después de El Cairo muchos cristianos protestantes evangélicos se
dieron cuenta de que tenían que implicarse. En particular, Beverly LaHaye, de
Concerned Women for America, y el Dr. James Dobson, de Focus on the Family,
tuvieron una parte activa en las preparaciones para Beijing.
Desde
su base en Colorado, los shows de radio del Dr. Dobson y la literatura alcanzan
una audiencia de millones por todo el mundo con un mensaje a favor de la familia.
En Agosto envió una carta de ocho páginas a sus partidarios condenando la
conferencia de la ONU
como “la cruzada más atea radical y
anti-familia de la historia del mundo”. Dobson expresó la indignación por
la participación de una conferencia de la mujer en China, un país notorio por
las violaciones de los derechos humanos de la mujer. Citó las políticas de la
obligación del aborto y de la esterilización forzada, la práctica continuada de
infanticidios y feticidios femeninos, el plan de ejecuciones de prisioneros
para extraerles y vender sus órganos y la comida de los fetos humanos. También
condenó a la administración Clinton por negarse a conceder asilo político a las
mujeres chinas que huían de las políticas del hijo único de China.
Dobson
no tuvo pelos en la lengua, condenando el uso de los recursos y el poder de
Estados Unidos para “minar la familia,
promover el aborto, enseñar conducta inmoral a los adolescentes, incitar a la
ira y a la competición entre el hombre y la mujer, defender la conducta lésbica
y homosexual y vilipendiar a los que tienen una fe religiosa sincera”.
Apuntaba a la
ideología feminista de género como la causa del problema y animaba a sus
partidarios a “descarrilar ese coloso feminista de género”. Además de esa
carta, dedicó varios shows de radio al tema e hizo varios discursos contra la
conferencia.
Los
miembros de la delegación de los Estados Unidos reaccionaron con rapidez,
insistiendo en que el documento era pro-familia. El presidente Clinton insistió
en que la conferencia era “un verdadero cielo para las familias”
(“Transcripción de los Comentarios del 26 de agosto del presidente y la primera
dama en el 75 Aniversario de la 19 Enmienda”, U.S. Newswire, 28 de agosto de 1995). Los portavoces pro-familia
intentaron informar al público de los contenidos del borrador y se prepararon
para un debate público sobre la
Agenda de Género. En vez de ello, las feministas y los
portavoces de la administración negaron los contenidos radicales del borrador,
fingieron ignorancia de la Agenda
de Género y hablaron de cómo la conferencia promovía la salud y la seguridad de
la mujer. Los miembros de la delegación de Estados Unidos agitaron un pequeño
modelo que contenía los suministros que se necesitaban para el cuidado de
maternidad fuera del hospital, insistiendo en que era sobre eso de lo que
trataba Beijing y descartaron la controversia de género como irrelevante.
El
presidente Clinton había prometido que sus delegados designados serían diversos
y bipartitos. Sin embargo, como ha sido típico de la administración Clinton,
nadie relacionado con el movimiento pro-familia o pro-vida estuvo en la
delegación.
La
anterior congresista Marjorie Margolies –Mezvinsky, jefa sustituta del equipo
de los Estados Unidos en Beijing durante una mesa redonda televisada en C-Span,
negó las acusaciones de que la conferencia estaba promoviendo una agenda
anti-familia: “Nunca formaría parte de
algo que no celebrase la familia… He adoptado hijos cuando era soltera, me casé
y mi marido tenía hijos… por lo que no me puedo considerar de ‘familia
tradicional’”. Sin embargo, dijo que “este
documento no le está hablando a la gente sobre lo que está bien”. Cuando se
le preguntó si los Estados Unidos protestarían o no por el trato de la mujer en
China, respondió: “Intentaremos no
erigirnos en jueces”.
Los
portavoces pro-familia encontraron difícil hacer entender su mensaje en los
treinta segundos que les asignaron. Fue difícil explicar que el documento
estaba imperfecto debido a lo que no estaba en él. Los defensores de la
conferencia citaron las secciones positivas del borrador, intentando dejar la
impresión de que los que se oponían al borrador se oponían a estas, cuando no
había oposición a los programas positivos a favor de la mujer.
Sin
embargo, las fuerzas pro-familia llegaron a los miembros simpatizantes del
Congreso con sus preocupaciones. La nueva mayoría Republicana (y pro-familia)
estaba dispuesta a enfrentarse a la administración. El Congresista republicano
pro-familia Chris Smith había asistido a la conferencia de El Cairo, donde se
le había prohibido hablar en público. La elección de 1994 les dio a los
miembros pro-familia nuevo poder para celebrar audiencias y hacer preguntas
duras. El 7 de marzo, durante las audiencias ante el Comité de Relaciones Internacionales,
el congresista Chris Smith le preguntó a la Secretaria de Estado
Warren Christopher. Smith preguntó por qué y cuando se le pidió que
identificase la primera preocupación de la delegación de los Estados Unidos en
Beijing. Lo primero que dijo la delegada Margolies –Mezvinsky dijo que fue
“opción” y cuando se le preguntó que especificase qué opción, su respuesta fue
“aborto”. (Hearing of House International Relations Committee,
30 de marzo de 1995).
Consciente de que
durante la conferencia de El Cairo el Departamento de Estado había enviado una
nota a los embajadores ordenándoles que presionasen a los gobiernos extranjeros
para respaldar la posición americana sobre el aborto, Smith le exigió
aseguraciones a la secretaria de que la administración no utilizaría la
conferencia para intentar cambiar las leyes de los demás países con respecto al
aborto.
LA DECLARACIÓN CHILENA
El
debate sobre la conferencia de Beijing siguió en muchos países, con resultados
diferentes. Desde el punto de vista pro-familia la acción más positiva vino del
Senado chileno, que puso en circulación una fuerte declaración expresando
preocupación por “cualquier sistema de valores totalitarios que afirma tener la
autoridad de representar la conciencia de los hombres y mujeres del mundo”. La
declaración resumía la posición pro-familia sobre los asuntos planteados en la
plataforma:
Tipos
de familias –Queremos respaldar el concepto de la familia,
fundamentalmente la unión monógama y estable de un hombre y una mujer en el matrimonio,
como célula básica de la sociedad. Cualquier tipo de acción que tenga el efecto
de debilitar a la familia no se debe respaldar. La tierra tiembla ante la
posibilidad de que personas del mismo sexo constituyan una familia. Todo esto,
por supuesto, se debe hacer, sin prejuicios, para proteger a las personas y
especialmente a las mujeres, los niños y las personas dependientes. Para ser
precisos, es necesario considerar en justicia el problema que presentan los
otros tipos de uniones, cuyos miembros e hijos merecen protección.
Igualdad de Género –Porque
muchos de los que proponen el uso de la palabra género, sin gran
especificidad, mantienen que masculino y femenino se refieren sólo a la
construcción social y cultural y no a las condiciones biológicas que marcan el
carácter psicológico de la mujer y el hombre, y que según esta concepción las
diferencias entre los sexos no tienen un origen natural, considerando las
consecuencias que esto desencadena para todas las personas además de para la
familia y la sociedad, nos repelen los circunloquios pretenciosos y
problemáticos, por lo que creemos que es un uso de términos ambiguos y
conceptos legales que emanan de ellos.
Derechos reproductivos de la
mujer –Esta frase, que nos parece muy problemática y peligrosa, se utiliza
con frecuencia para insinuar la existencia de un derecho al aborto, la así
llamada libertad reproductiva. Queremos una definición clara y definitiva que
defienda el derecho a la vida de todos los seres humanos desde el momento de la
concepción sin ningún tipo de ambigüedad o interpretaciones semánticas
liberales. Queremos que Chile como expresión de su cultura vete cualquier frase
o acción que pueda ser comprendida directa o indirectamente como legitimadora
del aborto.
Los derechos de los padres en la
educación de sus hijos: El Senado exige que no se apruebe ninguna acción que
viole los derechos, deberes y responsabilidades de los padres y otras personas
responsables legales de los niños y también en todas las acciones que les
afectan como adolescentes, en conformidad con la Convención sobre los
Derechos del Niño.
En general, no queremos una
presentación que se base en una presunta inferioridad de la mujer sino una
declaración que respete la libertad y la dignidad de la mujer como persona y
como agente activo en la construcción de la sociedad y si es su voluntad,
también como esposa y madre en la familia. (Traducción de la
autora).
En
los Estados Unidos el debate sobre el contenido del borrador se desvió por la
polémica del encarcelamiento del activista de los derechos humanos Harry Wu. Se
alzaron muchas voces contra la asistencia de Hillary Clinton a una conferencia
en China mientras que Harry Wu permanecía encarcelado bajo amenaza de
ejecución. Otros sentían que las violaciones de los derechos humanos en China
eran tan atroces que los Estados Unidos deberían boicotear toda la conferencia.
En
agosto, el Departamento de Estado de los Estados Unidos emitió un aviso a los
ciudadanos americanos que asistían a las conferencias, “que los delegados
podrían ser arrestados y encarcelados si llevaban biblias a China, se
comprometían en actividades religiosas o se reunían en pequeños grupos”.
Varios grupos
decidieron boicotear la conferencia para protestar contra la política china. El
Foro de Mujeres Independientes, que está en contra del extremismo feminista,
eligió no ir pero ofreció mujeres elocuentes para debatir el tema en los medios
y distribuyó chapas que decían “SEXO ES MEJOR QUE GÉNERO”.
Además,
los problemas sobre la acreditación no se solucionaron hasta finales de julio.
Sólo entonces supieron varias ONGs americanas si se les permitiría enviar
representantes. Para empeorar las cosas, los representantes encontraron que no
podían reservar habitaciones sin visa y no podían conseguir un visa sin una
acreditación de la ONG.
El
reportero de Washington Times George Archibald mantuvo el asunto en las
noticias y las tertulias locales tomaron un gran interés pero los grandes
medios ignoraron la historia real y siguieron la línea de la administración.
Desafortunadamente, algunos de los mejores legisladores y comentaristas
pro-familia fueron distraídos por el debate de los cinco géneros y se
decepcionaron cuando descubrieron que el documento no hacía ninguna referencia
a los cinco géneros.
El
1 de agosto el senado americano aprobó una enmienda al Acta de Revitalización
de Relaciones Extranjeras dando instrucciones a la delegación americana en
Beijing de que la “maternidad” debe ser “reconocida como un esfuerzo valioso y
que merece la pena que de ninguna forma debe... ser denigrada por la sociedad
ni por el estado”. El senador Kay Bailey Hutchinson de Texas que introdujo la
enmienda dijo que esta resolución “deja en el Congreso la constancia de que
los delegados americanos deben defender la importancia de la familia como la
unidad fundamental de nuestra sociedad... La mayoría de los americanos se
sorprendería al saber que no existe ninguna razón para que el Congreso dé este
paso”.
El senador Cotas, en
un discurso durante el debate dijo que el borrador actual de Beijing “entra
en conflicto con los puntos de vista de la mayoría de los americanos y no dice
nada del rol exclusivo de la mujer como madre”.
Esta
resolución y un movimiento similar de la Casa de los Representantes tuvo un efecto sobre los
delegados de los demás países pero no fue suficiente para detener el coloso que
iba rodando hacia Beijing.
Mientras
se acercaba el fin de Agosto, los pseudo-problemas se solucionaban. Harry Wu
fue juzgado, condenado y exiliado a tiempo para que Hillary pudiera asistir a
la conferencia. La polémica sobre la sede del foro de las ONGs, que se había
trasladado desde Beijing a una ciudad de
tercer nivel a cuarenta minutos de la conferencia, había sido intensa. Se había hablado de pasar la conferencia a otro
país. Algunos de los delegados pro-familia habían rezado para que se cancelase
totalmente. Pero, al final, la ONU
capituló totalmente al gobierno chino.
Los
miembros de las Organizaciones No Gubernamentales que habían luchado durante
meses para recibir acreditaciones de la
ONU se encontraron con que tenían que afrontar otra barrera.
Los chinos rechazaron o retrasaron la concesión de visados –sin dar razones
para ello. Dorothy Patterson, de la Convención Baptista
del Sur, había visitado China varias veces en el pasado pero a pesar de varios
llamamientos se le negó el visado. Dan Zeidler, organizador clave de la Coalición para la Mujer y la Familia, tuvo que viajar
desde su casa de Wisconsin a Chicago varias veces antes de que al final
consiguió un visado de los oficiales chinos. La estrategia china parecía ser
entretener y demorar y luego entregarlo sólo a los extremadamente persistentes.
CAPÍTULO DIECISÉIS: CHINA
Huairou
La sucia ciudad
industrial de Huairou, elegida por los chinos para hospedar al Foro de las
Organizaciones No Gubernamentales, carecía incluso del encanto de la pobreza.
Los chinos habían utilizado el pretexto de que las facilidades de Beijing
tenían problemas estructurales y no podían acomodar a los treinta mil
participantes anticipados pero todos sabían que simplemente no querían treinta
mil activistas feministas sueltas en su capital. La ONU había protestado por el
cambio de lugar pero, como con todo lo demás, al final, todo el mundo se postró
ante los chinos. El foro de las ONGs comenzó unos días antes de la verdadera
conferencia.
Las
autoridades chinas consideraban a toda la asamblea con sospecha y corría el
rumor de que estaban preocupadas especialmente por las activistas lesbianas.
Evidentemente, habían visto la cobertura informativa de C-Span de una
concentración feminista en Washington, D.C., en la que las feministas habían
mostrado sus pechos desnudos y, por tanto, pidieron a la policía de Huairou que
protegiese a la población de cualquier muestra visual que produzca shocks.
Las
autoridades chinas dejaron claro que la libertad de expresión y las protestas
en apoyo de los grupos étnicos disidentes, particularmente los tibetanos, no se
tolerarían. Los participantes desacostumbrados a la verdadera opresión se
quejaron de la dureza del trato de la policía china. Los que esperaban que
mantener la conferencia en China sería un paso adelante hacia la mayor libertad
de las mujeres chinas encontraron que su optimismo estaba injustificado. No
había oportunidad de diálogo con las mujeres comunes.
Los
chinos permitieron que cinco mil miembros del partido de las mujeres
seleccionadas y formadas cuidadosamente asistieran al forum. Estas sirvieron
como otro brazo de las autoridades. Cuando la Coalición Ecuménica
sobre la Mujer
y la Sociedad
intento llamar la atención sobre la falta de libertad religiosa en China, una
mujer china cogió las peticiones de libertad religiosa en China y salió
corriendo de la tienda del encuentro (“The Lack of Liberty –An object lesson”, Faith
& Freedom (Invierno de 1995-96), p. 10).
Aunque
los oficiales chinos habían prometido que todo estaría preparado a tiempo,
cuando las mujeres llegaron a Huairou, encontraron los teléfonos desconectados
y duchas que no funcionaban. Las acomodaciones eran pobres y horrorosas. En
Huairou hay poco que pueda recomendarse. La fuerte lluvia y el viento lo
convertían en un enorme charco. Las tiendas levantadas para los encuentros
regionales, de temas y de diversidad se agitaban salvajemente con los vientos
de septiembre, ofreciendo poca protección del frío y la lluvia. Los colegios,
donde se pusieron los talleres, estaban deprimentes y fríos en los días de
lluvia e insoportablemente cargados en los soleados.
Se
suponía que Hillary Clinton iba a hablar a un grupo de desfile en el exterior
pero una lluvia torrencial obligó a los participantes empapados a entrar en un
sórdido teatro de película que daba cabida sólo a mil quinientas personas. La
feminista fundadora Betty Friedan fue empujada por la policía que intentaba
controlar a la multitud y luego salió afuera entre los que se quedaron
atrapados bajo la lluvia (“Women fight past Chinese security at forum”, Providence
Journal (7 de septiembre de 1995),
p. 10ª).
TALLERES
Los eventos del forum incluían más de tres mil
talleres, sobre temas como “Flirteo Lésbico”, “Guía de Meditación para la Curación de la Madre Tierra”,
“Celebrar las Diosas”, “Lesbianismo para las curiosas”, “Activismo lésbico
desde una perspectiva interreligiosa”, “Mujeres de negro: un grupo de
espíritus” (A las participantes se les dijo que vistiesen de negro y que
llevasen una lámpara), “Lesbiana y madre” (inseminación artificial), y “Cómo el
fundamentalismo religioso ayuda a la extensión del SIDA”.
Los
educadores sexuales daneses y suecos presentaron un taller sobre sus programas
para una multitud para la que no quedaron asientos. Las mujeres estaban de pie
alrededor de los bordes de la habitación y sentadas en el suelo mientras una de
las profesoras explicaba con gran entusiasmo cómo enseña a los adolescentes que
“la lujuria y el deseo son una fuente de vida para las personas” de la que los
jóvenes deben hacer uso. No había ninguna referencia al matrimonio y ni
siquiera al amor. La educadora sexual danesa admitió que había leyes contra el
sexo con niños menores de quince años pero no veía nada malo en que dos menores
de catorce años tuvieran sexo mutuamente. Los miembros de la Audiencia de los Estados
Unidos se quejaron de las actitudes represivas y de que la Derecha Religiosa
impide la adopción de esos programas “progresistas” en su país.
Las
educadoras sexuales distribuyeron un panfleto titulado “Los Derechos Sexuales
de las Jóvenes en Dinamarca y Suecia”, que consideraba los programas de
educación sexual necesarios para el progreso que se había logrado al modernizar
las actitudes sexuales. Según el panfleto, las mujeres noruegas más jóvenes
tienen ahora entre otras cosas:
·
Una infancia secularizada
·
Una auto-estima sexual alta
·
Un debut sexual relativamente precoz
·
Un índice de frecuentes actos sexuales
·
Orgasmo
·
Técnica sexual pluralista
·
(Escritos o visuales)… materiales sexuales. (“Sexual Rights of Young Women in Denmark
and Sweden”
(The Danish Family Planning Association and the Swedish Association for Sex
Education, RFSU, 1995) p. 8)
Los derechos sexuales
de las jóvenes en Dinamarca y Suecia incluyen el derecho a:
·
Elegir pareja sexual
·
Controlar el propio cuerpo
·
Placer sexual
·
Aborto seguro
·
Conocimiento en general y de los servicios y
derechos. (“Sexual Rights”, p. 9).
En los cursos
de educación sexual obligatoria daneses los adolescentes “están al
corriente de sus derechos y protección
bajo la ley –incluyendo sus derechos sexuales y reproductivos”. A los padres
que protestaron a la
Comisión Europea de Derechos Humanos que la educación sexual
obligatoria era una violación de sus creencias religiosas se les informó de que
“la educación sexual obligatoria no
infringe en sí misma la libertad religiosa”.
Las
autoras del panfleto parecen encantadas con que, como consecuencia de esos
programas, “nazcan muchos niños fuera del
matrimonio sin producir ningún tipo de estigma… El matrimonio tiene que ser
sustituido en algún grado por las uniones de hecho” (Derechos Sexuales”, p.
14).
LAS
ACTIVIDADES DEL FORUM
WEDO
patrocinó una serie de encuentros diarios titulados “Hijas de la Tierra”, que incluían
varias formas de adoración a diosas. Una participante brasileña declaró: La gente de mi comunidad creía en la
crucifixión pero hemos decidido: ‘No más crucifixión’. Creemos en la vida…
Somos poder”.
La
multitud respondió con entusiasmo. Bella Abzug les condujo a una consigna
apasionada: ¡”Soy el poder! ¡Soy el poder!” (Goddesses of Their Own Choosing”, Faith
and Freedom, (The Institute on Religion and Democracy, Invierno de
1995-96), p. 7).
El Consejo Mundial de
las Iglesias patrocinó un seminario titulado “Evangelio, Culturas y Mujer”, en
el que la hablante denunciaba al cristianismo tradicional como imperialista,
patriarcal, colonialista, capitalista, egocéntrico, racista y homófobo. Una
perteneciente a la
Iglesia Presbiteriana (E.E. U.U.), Rebecca Peters, culpaba a
“los mensajes de la Biblia, de la tradición de la Iglesia y las autoridades
de la violencia doméstica, del incesto, el abuso infantil y de la explotación
sexual de niñas y mujeres por los curas” (Delegados de la Iglesia Se Unen al
Ataque a la Fe”, Faith and Freedom, p. 8).
La Unión Ecuménica de
Mujeres, organización aglutinante internacional que incluye al Consejo Mundial
de Iglesias, La lglesia Luterana Mundial, la Federación Mundial
de Mujeres Metodistas y a la
Alianza Mundial de Iglesias Reformadas, entre otras, organizó
un taller titulado “La
Religión: Entre el Fundamentalismo y la Auto-Conciencia”.
La primera hablante habló de la necesidad de romper con la tradición. “Estamos preocupadas por el fundamentalismo,
ya que las religiones tradicionales son un impedimento para el progreso de
todos en el mundo”. Una líder luterana escandinava exigió cambios
radicales. “Debemos inventar nuevas
ceremonias. Todo el mundo debe desarrollar su propia forma de religión”. Las
participantes aplaudieron con entusiasmo.
Mientras
que las feministas los superaban en número, los grupos pro-familia montaban
también casetas en Huairou y montaban talleres. La caseta montada por Susan
Roylance de Familias Unidas que promovía la maternidad y la familia fue muy
popular. Una mujer estaba tan encantada de haber encontrado una presencia
pro-familia en el mar de feminismo que no pudo evitar las lágrimas.
Varios
de los talleres pro-familia fueron molestados por protestantes feministas, que
acusaban a las que hablaban de querer “controlar la vida sexual de las
mujeres”. Las lesbianas intentaban distraer a las hablantes pro-familia
acostándose una con otra y acariciándose de forma provocativa durante las
sesiones.
Un
grupo de mujeres musulmanas compró un tablón de anuncios y lo decoraron con
posters pro-vida y pro-familia. Cuando un grupo de lesbianas intentaron
romperlos, uno de los hijos de las mujeres defendió a las mujeres y al tablón
de sus ataques. Sin embargo, la mañana siguiente lo encontraron hecho pedazos.
Cuando
las mujeres musulmanas tuvieron una pequeña manifestación cantando: “El hombre
y la mujer mano a mano hacen de nuestro mundo una tierra feliz”, un grupo de
lesbianas las hostigaron y se burlaron de ellas. Las lesbianas se besaban y se
abrazaban riéndose de las mujeres musulmanas, intentando quitarles sus pañuelos
y besarlas.
Afirmando
que hablaban para todas las mujeres del fórum, el Grupo de vinculación política
controlado por WEDO presentó una lista de los cambios que querían en la
plataforma. En particular, el grupo de vinculación política exigía la supresión
de todas las referencias pro-familia. Las mujeres pro-familia que asistían al
fórum fueron rápidas respondiendo con hojas de publicidad en inglés, español y
francés que decían lo siguiente:
¡ALERTA
ONG!
EL
GRUPO DE VINCULACIÓN POLÍTICA DE LA
MUJER
NO
HABLA
POR
LAS MUJERES DEL MUNDO
EN
EL FORUM DE LAS ONGs
A los delegados de la Conferencia de Beijing
no se les debe engañar con declaraciones hechas por el Grupo de Vinculación
Política de la Mujer
y otros grupos controlados por WEDO (Organización para el Ambiente y Desarrollo
de la Mujer) y
Bella Abzug. Ellas no representan a los sentimientos de las mujeres del mundo.
El Grupo de Vinculación Política de la Mujer está utilizando el
Forum de las ONGs para conseguir su propia agenda.
WEDO, el Grupo de Vinculación
Política de la Mujer
y Bella Abzug han ignorado las verdaderas preocupaciones de las mujeres,
esposas y madres del mundo.
WEDO y el Grupo de Vinculación
Política de la Mujer
creen que no hay nada malo en abortar a niñas bebés mientras no sepas que son
niñas.
WEDO y el Grupo de Vinculación
Política de la Mujer
creen que las niñas de 13 años pueden negociar el sexo seguro.
WEDO y el Grupo de Vinculación
Política de la Mujer
están en contra de “la abstinencia hasta el matrimonio como conducta sexual
responsable”.
WEDO y el Grupo de Vinculación
Política de la Mujer
quieren que todos los países se vean obligados a aceptar los derechos y la
conducta homosexual y lésbica.
WEDO y el Grupo de Vinculación
Política de la Mujer
se oponen a la mención de los derechos de los padres(madres). ¿No saben que las
mujeres son padres también?
WEDO y el Grupo de Vinculación
Política de la Mujer
planifican utilizar palabras como “embarazo forzado”, “respeto total a la
integridad física del cuerpo humano”, “aborto inseguro” y “derechos sexuales y
reproductivos, incluyendo el derecho a tener la información y los medios para
ejercer esos derechos” para engañar a los países y promover el derecho al
aborto.
WEDO y el Grupo de Vinculación
Política de la Mujer
están en contra de la inclusión en el documento de Beijing de “la dignidad” de
la mujer, de los valores “religiosos”, “éticos” y “espirituales”, y de la
“maternidad”.
PROTESTAMOS POR ESTA TERGIVERSACIÓN
BEIJING
Los miembros de la Coalición por la Mujer y la Familia advirtieron que
las acomodaciones en Huairou serían primitivas y habían hecho reservas en
Beijing, viajando a Huairou sólo con cuando era necesario. Se aprobó una opción
sensata pero cara. Desafortunadamente, los hoteles asignados las ONGs estaban a
treinta minutos de la sede y los autobuses que se suponían que trasladaban de
ida y vuelta de la conferencia se quedaban aparcados delante de los hoteles.
Los participantes tuvieron que negociar con los taxistas que no sabían hablar
inglés o esperar en línea durante treinta minutos mientras la policía china
racionaba los taxis. Los chinos habían doblado los precios de todo y estaban
determinados a estrujar todos los peniques posibles de las participantes.
Afortunadamente, Tom Minery, de
Focus on the Family, descubrió el Catic Plaza, un nuevo hotel de clase,
adyacente al centro de la conferencia, que acababa de abrir y se dejó de lado
para la prensa pero, que estaba, a pesar de su situación conveniente, casi
vacío. Los miembros clave de la
Coalición para la
Mujer y la familia se mudaron a Catic y montaron un centro de
comando en una suite del décimo piso.
El Catic Plaza parecía como si hubiese
sido ordenado desde los Estados Unidos en un modelo y se montase en un momento
por trabajadores que no sabían cómo utilizar un arma que calafatea o una
alfombra de corte derecho. Las cazadoras de Mao y los estilos revolucionarios
anodinos se habían desterrado.
Las camareras del restaurante
llevaban trajes rosas de gran tamaño con un corte por el muslo e inclinaban la
cabeza con elegancia. Las jóvenes en el pupitre de recepción eran encantadoras
y sonreían en sus trajes a juego pero era imposible comunicarse con ellas en
inglés, español o francés.
Como la mayoría de los chinos no
sabía hablar inglés, la coalición tuvo verdaderamente mucha suerte porque una
pareja americana que vive en una ciudad provincial china hubiese venido a
Beijing a traducirles. La pareja ayudó a la coalición a negociar las tarifas de
las habitaciones y a adquirir una fotocopiadora y teléfonos celulares. Cuando
estos se añadieron a los ordenadores e impresoras que habían traído con ellos,
tenían la tecnología para dirigir una campaña a gran escala.
Algunos miembros de la coalición
apodaron al Catic “la
Plaza Católica”. Un cura católico escocés había intentado
decir misa en el centro religioso montado en los terrenos de la conferencia
pero cuando rechazó trabajar con la Iglesia Católica Patriótica China Separada, se le
dijo que tenía que marcharse. Así, decía dos misas diarias en una suite del
Catic. Las dos habitaciones solían estar tan llenas de adoradores que no había
sitio para arrodillarse. Un cura de Filipinas también decía misa todos los días
en el Catic y había servicios Evangélicos. Los miembros de la coalición estaban
preocupados al principio de que los chinos pudiesen negar los servicios
religiosos y las demás actividades de la coalición o que sus habitaciones o
teléfonos fuesen pinchados. Sin embargo, mientras pasaban los días y no sucedía
nada, dejaron de preocuparse.
Beijing no era en absoluto lo que se
esperaban los participantes, probablemente porque Beijing no estaba como era
Beijing en absoluto. Los que habían visitado la ciudad sólo meses antes no
podían creer la transformación. Tres millones de residentes sin techo habían
sido sacados de la ciudad. A muchos residentes de Beijing se les había dado
unas vacaciones de dos semanas. Se había prohibido que los autobuses estuviesen
en las calles, disminuyendo la polución del aire y permitiendo respirar a los
visitantes. El uso de los automóviles estaba restringido. Incluso los carriles
de bicicletas estaban relativamente vacíos.
Beijing estaba atípicamente limpio. Las
flores, declaradas anteriormente extravagancias burguesas, decoraban ahora a
toda la ciudad. Crisantemos en macetas se concentraban en medio de las aceras
cerca del complejo y al mismo tiempo que eran extremadamente decorativas,
obligaban a los peatones a caminar por la calle. Las restricciones de los
vehículos y el tráfico peatonal diseñadas para mantener a los chinos fuera de
la conferencia hicieron que se negociase alrededor de la sede difícil pero más
que eso, los participantes de Beijing no fueron acosados por la policía china.
CAPÍTULO DIECISIETE: LA CUARTA CONFERENCIA MUNDIAL SOBRE LA MUJER
El primer día, la presidenta sacó a
colación la cuestión de la definición de género.
Los
delegados pro-familia estaban preocupados porque una definición de género
podría ser peor que una declaración ambigua. La mayoría de los delegados de las
naciones pro-familia y de la
Santa Sede estuvieron de acuerdo en aceptar la indefinición
que había sido propuesta por el grupo de contacto antes que afrontar la
posibilidad de algo peor.
Mercedes
Wilsom, de Guatemala, no se quedó satisfecha y pidió que el género fuese
definido como “masculino y femenino: los dos sexos del ser humano”. Nadie la
respaldó. Mercedes se quedó destrozada. Las feministas estaban estáticas.
Todas
las pretensiones de buscar consenso se abandonaron en Beijing. El debate en el
comité principal se apartó de sección en sección, haciendo difícil que el lobby
se preparase. Cualquier tema que no resolviese inmediatamente de la forma que
quería el liderazgo era referido a un grupo de contacto. No había salas de
reuniones para el grupo de contacto y las horas de los encuentros se cambiaban
con mucha frecuencia. Los delegados pro-familia afectados tenían que correr por
las escaleras arriba y abajo intentando encontrar las reuniones. Cuando
llegaban, el encuentro podría haber terminado y los resultados declarados
finales.
Para
poner las cosas todavía más difíciles, no se ofrecía ninguna traducción en los
grupos de contacto. Esto era una clara desventaja para los delegados
pro-familia, que procedían principalmente de Hispanoamérica, del África
francófona y de los países musulmanes. Como el debate era sobre el lenguaje, la
traducción correcta era crucial. Las protestas por estos abusos fueron ignoradas.
Los
miembros bilingües de la
Coalición por la
Mujer y la
Familia se presentaron como voluntarios para traducir. Con
esta habilidad, pudieron aconsejar a los delegados afines sobre las
implicaciones que había tras el lenguaje. Al mismo tiempo que se hacían
esfuerzos para prohibirles la entrada las reuniones, la mayoría persistía.
En
los grupos de contacto, no hubo intento de llegar a un verdadero consenso. La
mayoría decidía, a menos que la mayoría no estuviese de acuerdo con el
liderazgo, y entonces se posponía la decisión. Como la composición de los
grupos de contacto era, en muchos casos, una reflexión simplemente de la
capacidad de encontrar una sala de reuniones, una gran cantidad de los
presentes no debía BIND toda la conferencia. El sistema de consenso había
protegido los derechos de todos los países no incluyendo nada que fuese
ofensivo para cualquier grupo de naciones. El nuevo sistema forzaba la voluntad
de los que unían la conferencia con todos los demás.
La
mayoría de los delegados del Tercer Mundo consideraban la agenda sexual de los
europeos como totalmente irrelevantes para sus culturas. Para ellos, el hombre
y la mujer son diferentes, la maternidad y la familia son importantes. Tenían
voluntad de tolerar lo que consideraban una tontería europea porque esperaban
que se les recompensase con una ayuda sustancial para las mujeres de sus
países. Sin embargo, a mitad de la conferencia, quedó claro que no habría
dinero para ayudas. Los países ricos dejaron que se supiese que esperaban que
los pobres desviasen los recursos ya escasos para la salud y educación a
“expandir la perspectiva de género”. Después de esta revelación, el ambiente se
volvió muy desagradable. Uno de los delegados africanos se quejó: “Si no hay
dinero, ¿para qué estamos aquí?” la coalición utilizó esta cita como el título
de una hoja de publicidad:
“SI
NO HAY DINERO,
¿PARA
QUÉ ESTAMOS AQUÍ?”
A
las naciones en vías de desarrollo se les había hecho creer que si
Soportaban
todas las tonterías procedentes de la Unión Europea,
Tendrían
dinero para el desarrollo.
Ahora
se les dice que no hay dinero.
Y
lo que es peor, la Unión
Europea espera que los países
En
vías de desarrollo utilicen sus escasos recursos para
Financiar
la promoción de su agenda cultural en sus propios países.
Será
la misma vieja historia, los escasos fondos serán para
Pagar a “expertos” de países desarrollados, que le
dirán a la gente
De
los países desarrollados cómo vivir sus vidas.
Las
mujeres pobres no pueden dar de comer a sus hijos el papel
Que
están utilizando para la “estadística de disgregación de género”.
Los
países en vías de desarrollo conocen el impacto del analfabetismo,
Del
agua contaminada y la pobreza sobre la mujer. No necesitan pagar
Por
“análisis de impacto de género” para decirles que las mujeres
Se
beneficiarán del incremento del gasto en desarrollo,
En
el cuidado de la salud básica y en educación.
RECHAZA
EL IMPERIALISMO CULTURAL DE LA UE
NO
SACRIFIQUES LOS VALORES DE TU PROPIO PAÍS
POR
NADA.
Coalición
por la Mujer y la Familia
Los representantes de
la Unión Europea
exigieron manifiestamente que el documento se escribiese a su forma, declarando
sin rodeos lo que aceptarían y lo que no. En los grupos de contacto los líderes
del grupo insistieron en que los participantes “progresaban”, que siempre hacía
referencia al progreso hacia aceptar las exigencias de la UE, y el “compromiso”, que
significaba rendirse a la UE.
Al
mismo tiempo que la UE
afirmaba ser defensora de la mujer, una y otra vez los verdaderos intereses de
la mujer eran sometidos a consideraciones ideológicas. Nada ilustra esto de
forma más clara que el debate sobre la prostitución. Los países del Tercer
Mundo querían que la plataforma condenase “todas las formas de prostitución”.
La UE insistía en que la condena
se limitaría a la prostitución “obligada” y a la prostitución infantil. Y la UE prevaleció.
Según
muchas fuentes, este resultado fue impuesto por Holanda, con el respaldo de los
países nórdicos. Las feministas argumentan que la legalización de la prostitución
protege el “bienestar” de las prostitutas. Al mismo tiempo que esa frase no era
compartida por la mayoría de los delegados, la presidenta no le dijo a Holanda
que hiciera una reserva.
El
extremismo ideológico era evidente en la sección de violencia contra las
chicas, que condenaba “la pedofilia, la prostitución obligada y la posible
venta de órganos y tejidos, la violencia y las prácticas nocivas como el
infanticidio femenino y la selección sexual prenatal, el incesto, la mutilación
genital femenina y el matrimonio precoz, incluyendo el matrimonio infantil”
(párrafo 41).
Era difícil
comprender por qué se hacía una distinción entre prostitución “obligada” y
“voluntaria” para las chicas, cuando no había ninguna entre la pedofilia, el
matrimonio infantil y la mutilación genital
“obligadas” y “voluntarias”.
Los
grupos anti-prostitución presionaron fuertemente para que hubiese una condena
directa de toda la prostitución, insistiendo en que el tráfico sexual,
particularmente en Asia, tiene como objetivo las mujeres y los niños y expande
el SIDA a esposas y bebés inocentes. Acusaron a la UE de proteger a la escoria
asiática que trafica con las mujeres. Las naciones africanas exigieron de forma
unánime que la prostitución fuese condenada como una violación de los derechos
humanos.
Wassyla
Tamzali, de la Coalición
contra el Tráfico de Mujeres, consideraba la sustitución de las palabras prostitución obligada por todas las formas de prostitución como
una catástrofe y un paso atrás de la Convención de la ONU de 1949 para la Supresión del Tráfico de
Personas y de la
Explotación de la Prostitución de los Demás. La convención condenó
la prostitución y el tráfico de personas porque “son incompatibles con la
dignidad y el valor de la persona humana y ponen en peligro el bienestar de la
persona, de la familia y de la comunidad”. Según Tamzali, “Después de Beijing, iba a ser necesario comenzar otra vez de cero” (“Retour
à la case départ”, Vivre, 13 de
septiembre de 1995, p. 2 (traducción de la autora).
La
ausencia de verdadera preocupación por la mujer era también evidente en la
discusión del párrafo 110(e), que había sido propuesto por una oncóloga de
Eslovaquia. Sugirió la siguiente frase: “Informe
a las mujeres sobre los datos que muestran que la anticoncepción hormonal, el
aborto y la promiscuidad incrementan los riesgos de desarrollar cánceres e
infecciones del aparato reproductor”. Cuando la sección iba a ser debatida
en el comité principal, la presidenta egipcia se negó a invitarla, aunque
estuvo de pie durante treinta minutos ondeando su bandera. Después de que la
sección se debatió y se suprimió su frase, fue reconocida y ella se quejó
amargamente. “No había forma de que no
pudieras verme. Soy alta y estoy embarazada de seis meses”.
AGENCIAS
DE LA ONU
A
las que están preocupadas por el medio ambiente se les debe preguntar cuántos
árboles tienen que morir para mantener a la ONU con papeles no reciclables. El área de la
conferencia estaba cubierta literalmente con panfletos y material impreso de
todas clases, la mayor parte del cual era producido por las agencias de la ONU. Si sólo el papel, el
dinero y la tinta se utilizasen para estos materiales se podría haber
solucionado el problema de alfabetización del mundo. En los últimos días de la
conferencia, vi un gran camión de plataforma que estaban cargando de pilas de
materiales de la ONU
que no se habían distribuido. Si la
ONU tiene una crisis financiera, interrumpir su presupuesto
de imprenta probablemente iría a un camino largo para solucionar el problema.
Las
agencias de la ONU
que producen esta ventisca de papel no esperaban a la conferencia de Beijing
para autorizar la “expansión de la perspectiva de género”. Ya lo habían escrito
en todos sitios. Había materiales sobre “Asuntos de Género en Sectores Pesqueros
Rurales”, “Pobreza y Empleo de Género”, “Hacia una Cultura inclusiva de Género
por medio de la Educación”
e incluso “Análisis de Género y Formación Forestal”. Un miembro de la coalición
que revisó numerosas publicaciones de la
ONU se quejó: “Estas
personas no pueden promover simples proyectos como la alfabetización o la salud
de la mujer sin intentar promover el aborto y la anticoncepción”.
En este sentido, la Organización Mundial
de la Salud es
la mayor ofensora, promoviendo manifiestamente la legalización del aborto en
naciones miembros en la que actualmente es condenado. Un panfleto de WHO
acusaba a las leyes antiabortistas de Filipinas de vulnerar la “capacidad de la mujer de pensar y actuar
como un ser humano racional e independiente”, implicaba que el aborto legal
era más importante para la mujer que el empleo o la educación; descartaba el
síndrome pos-aborto como un intento “de
los activistas anti-abortistas… de mover el debate del terreno moral al
científico”; e invitaba a los gobiernos a pasar por alto el permiso de los
padres para “los servicios de planificación familiar, incluyendo el aborto”
(“Women’s Experience of Abortion in the Western Pacific Region”, Women’s Health Series, vol. 4 (Manila:
World Health Organization, Regional Office for the Western Pacific, 1995), pp. 4, 6, 25).
Otra
publicación de WHO promovía agresivamente “la información apropiada,
herramientas y servicios apropiados” (Lee contracepción y aborto legal) para
las “jóvenes que sean activas sexualmente” en la misma sección que admitía que
las chicas suelen ser presionadas por “mayores a tener sexo” (World Health: The Magazine of the World
Health Organization: Executive Summary, 1995, p. 10). Y, un estudio “entre
las chicas de once a quince años de edad encontró que el 40 por ciento afirmaba
las razones de su primera relación sexual como ‘obligada’” (World Health, p. 14).
En
otra sección, la publicación insistía en que ganar ingresos era esencial para
la buena salud de la mujer. Una prescripción errónea, debido al exceso de
trabajo, particularmente durante el embarazo, es un problema de salud
importante para la mujer, como señalaban claramente otros artículos de la
revista. Las mujeres cuyos esposos
las respaldan durante el embarazo tienen mucho menos riesgos que las mujeres
que tienen que trabajar.
Todavía
otra publicación de WHO iba más lejos al culpar de la “malnutrición y la anemia
en la mujer” a la “institución religiosa” que encarna “los conceptos de roles
exclusivos para el hombre y la mujer y la convicción, por ejemplo, de que la
mujer no pueda recibir el orden debido a su sexo” (refiriéndose evidentemente a
la Iglesia Católica).
Según el autor, la doctrina de la
Iglesia anima a los padres a dar de comer primero a los niños
y después a las niñas (Rebecca Cook, “International Law and Women’s Health”, Gender, Women and Health in the Americas (WHO
& Pan American Health Organization, 1993), p. 250).
El
uso de WHO para promover el aborto, el sexo adolescente y los ataques a la
religión mina el respeto por la agencia. Esto puede tener trágicas
consecuencias en una época en la que las plagas y enfermedades vuelan en
aviones.
LA
DELEGACIÓN DE ESTADOS
UNIDOS
La
delegación de Estados Unidos se había opuesto a la inclusión de afirmaciones
positivas sobre la maternidad, la familia y la espiritualidad durante la PrepCom. En Beijing
tuvieron que afrontar las nuevas realidades políticas de vuelta a casa. Les
habían advertido las dos Casas del Congreso que respaldasen la maternidad. Para
asegurarse de que no se olvidasen, el Congresista Republicano Chris Smith vino
a Beijing a reunirse con ellos.
Su
intervención tuvo el efecto deseado. La delegación americana se retiró al
margen mientras Canadá y la
Unión Europea tomaron la posición de punto. Un delegado
francés dejó claro que los europeos estaban ansiosos por asumir la
responsabilidad: “En El Cairo tomamos un
puesto posterior. Ahora avanzamos con los cuchillos fuera.”
El efecto de la
visita del Congresista Smith pudo observarse durante las negociaciones. Durante
uno de las pequeños debates del grupo pequeño sobre los riesgos de la actividad
sexual adolescente, la pregunta fue: “¿Debe
hablar la declaración de los riesgos de toda la actividad sexual adolescente o
sólo de la actividad sexual ‘sin protección’ y/ o ‘prematura?” Las naciones
pro-familia rechazaron la palabra ‘sin
protección’ sobre la base de que toda actividad sexual adolescente contiene
riesgos para las jóvenes. Querían que la palabra ‘sin protección’ fuese sustituida por la palabra prematuro.
El
debate estaba tan acalorado en un punto que los delegados de la UE dijeron que no aceptarían
ningún lenguaje que estigmatizase la actividad sexual en la adolescencia.
Cuando el delegado del Vaticano señaló los riesgos físicos y psicológicos de la
actividad sexual precoz, el delegado de la UE replicó con un comentario sobre los
adolescentes casados.
El
delegado del Vaticano respondió que ellos no estimulaban el matrimonio
adolescente. La líder del grupo comenzó a contar las cabezas intentando forzar
la palabra sin protección. Cuando la
líder del grupo enumeró a la gente de su parte, incluyó a la delegada americana
entre los que respaldaban “sin protección”. La delegada americana, que había
estado en silencio durante el debate, le recordó a la líder del grupo que los Estados
Unidos no habían afirmado su posición. Estaba claro que el grupo que no quería
estigmatizar la actividad sexual adolescente creía que la delegada americana
estaba de su parte y que la delegada americana estaba siendo muy cuidadosa con
comprometerse públicamente.
La
delegación americana también invirtió la posición que había tomado en la PrepCom y respaldó los dos
párrafos positivos insertados por la Santa Sede -30 (29) y 31 (24). Al mismo tiempo
que eran vistos como un gran avance, los párrafos daban sólo un reconocimiento
simbólico a la maternidad y a la espiritualidad. El párrafo 30 afirma: “Debe reconocerse el significado social de
la maternidad y el rol de los padres en la familia y en la educación de los
hijos”.
En
el contexto del tono de anti-maternidad del resto del documento, esto fue una
admisión significativa pero no se reflejaba en el resto del documento. Cuando
los delegados pro-familia intentaron introducir la frase: “retratando familias felices, madres cariñosas con sus hijos” en una sección del medio, fue suprimida.
La
tragedia más grande de Beijing fue que se negaban los verdaderos problemas de
la mujer. Fatana Ishaq Gailani, una imponente matrona de Afganistán, intentó
llamar la atención de los delegados sobre la situación difícil de las mujeres
de su país, que sufren mientras continúa la guerra civil, utilizadas por grupos
de fuera. Todo lo que quería era comida para los refugiados, educación y
asistencia médica. “Nadie está luchando
por la paz”, se quejaba. “Los ojos del mundo ya no están en
Afganistán pero las mujeres están viudas, los niños huérfanos y los hijos se
están muriendo”.
ONGs
La
burocracia de la ONU
ha admitido varias formas de acceso al proceso de las ONGs, incluyendo el
derecho de las ONGs seleccionadas a dirigir la sesión plenaria de la
conferencia pero no todas las ONGs eran bienvenidas de la misma forma. La Doctora Margaret
Ogola, pediatra responsable de un hospital de SIDA de Kenia, estaba entre los
que esperaban hacer una solicitud para dirigir el plenario. Cuando la persona
de la ONU
responsable vio el currículum de la Doctora Ogola, les dijo a los demás que salieran
y luego le preguntó a la
Doctora Ogola si trabajaba para IPPF.
Sin
esperar por respuesta, siguió diciendo: “No
quiero que sienta que la estoy interrogando pero todos estos grupos pro-vida
extremistas que están desequilibrando el proceso, estoy intentando protegerla”.
A la Doctora Ogola, que
no reveló sus conexiones pro-vida, se le concedió al momento permiso para
hablar.
Como
parte de su esfuerzo de presión, la Coalición por la Mujer y la Familia tuvo una reunión abierta. Las
presentaciones fueron en cuatro lenguas e incluían a mujeres todo el mundo. La Doctora Ogola
expresó la decepción que dijo que era compartida por las mujeres africanas al
ver que las feministas eran indiferentes a los problemas de las mujeres pobres:
“En África, la gente está muriendo de
malaria, neumonía y otras infecciones pero la plataforma de Beijing sólo
menciona el aborto, el aborto y otra vez el aborto. Si de verdad quisieran
ayudar a las mujeres africanas y se tomasen la molestia de hablar con ellas,
comprenderían que el aborto es justo lo último por lo que se preocupa la mujer
africana”.
Gwen
Landolt, de las Mujeres Reales de Canadá, habló contra la inclusión de
“orientación sexual” como categoría protegida y criticó al gobierno canadiense
por ignorar la voluntad del pueblo intentando imponer los derechos gays al
país. Durante la sección de preguntas y respuestas, las lesbianas no estaban de
acuerdo con los comentarios de la señora Landolt y la reunión se fue
deteriorando en un MATCH de gritos.
VER CHINA
Después
de una semana de negociaciones ininterrumpidas con poco progreso sobre los
temas más polémicos, los participantes se tomaron el domingo libre para ver las
sedes. Beijing está en el medio de una gran llanura. Las carreteras rectas
bordeaban con árboles en dirección al norte a la Gran Muralla. Una
vez fuera de la ciudad, las casas de ladrillos uniformes cedían el paso a los
ricos campos de maíz y huertos cargados de fruta. Mientras uno se acerca a la
muralla, las montañas se levantan pronunciadas y angulares, como una pintura
china.
La Plaza Tienamen
atraviesa la ciudad desde el centro de la conferencia. Por una parte de un
monumento comunista un enorme reloj marca los segundos hasta que Hong Kong
vuelva a ser de China otra vez –un recordatorio de las ambiciones imperiales de
China. Los periódicos de propaganda china preparados para la conferencia
dejaron claro que China espera la vuelta de Taiwán y una siente que las
ambiciones de China no se detienen ahí. Los que esperan que la prosperidad sea
el primer paso hacia la libertad deberían estudiar la historia de China y
recordar que los gobernantes actuales de China son los primeros de todos los chinos
que caminan en la tradición de los emperadores y son sólo comunistas de forma
tangencial.
A
través de un amplio bulevar desde la plaza se encuentra el estrado desde el que
la élite de China revisa las tropas. En el centro del estrado, una enorme pintura
de Mao lo ve todo. Debajo de Mao las puertas grandes están abiertas a la ciudad
que estuvo prohibida una vez. La residencia de los emperadores chinos durante
quinientos años ha abierto sus salas exteriores a los paseantes y compradores
de los domingos, su lugar sagrado interior a los turistas extranjeros.
La
tarde cálida del domingo, las familias que salían a pasear consistían en un
solo niño regordete acompañado de cuatro o cinco adultos, reflejando la
realidad de la política de la política del hijo único de dos generaciones de
China.
China
está criando una generación de “pequeños emperadores y emperatrices”,
consentidos por dos padres protectores y cuatro abuelos que lo adoran.
La
escena me recordaba el único encuentro real que tuve con la gente normal de
China. En el avión a Beijing me senté al lado de una mujer china anciana y su
hijo. Cuando le dije que tenía tres hijos y una hija, me miró como si yo fuese
la más privilegiada de las mujeres.
CAPÍTULO
DIECIOCHO: LOS DERECHOS DE LOS PADRES
Para
los jóvenes estimulados a utilizar “la lujuria y el deseo como recursos”, la
anticoncepción y el aborto son necesidades y el consentimiento paterno un
obstáculo. Por tanto, no fue ninguna sorpresa que la UE luchase contra todas las
referencias a los derechos a los padres. La coalición elaboró un número de
hojas para informar a los delegados de la importancia de los derechos de los
padres:
¿POR
QUÉ SE OPONE LA UE A
LOS DERECHOS DE LOS PADRES?
Los
delegados de la UE
han defendido repetidamente las Relaciones sexuales de las chicas adolescentes
solteras.
La UE quiere evitar que los padres se preocupen de
proteger a sus hijas de:
Profesoras
de educación sexual como las educadoras sueca y danesa del taller del fórum de
las ONGs de Huairou, que dijo que promueven “la lujuria y el deseo” en los adolescentes.
Las
consultas de salud de la mujer que les darán preservativos y abortos sin que sus padres lo sepan.
Las
lesbianas que les enseñarán que el
lesbianismo es normal y que sus padres se erigen en jueces.
¿Por
qué la UE piensa
que sabe lo que es mejor para las chicas musulmanas, latinoamericanas y
africanas?
DILE
A LA UE QUE
DEJE SOLAS
A
NUESTRAS HIJAS
DEVUÉLVELES
SUS DERECHOS A LOS PADRES
Coalición
por la Mujer y la Familia
El Grupo Juvenil, que
estaba influenciado fuertemente por WEDO y el Grupo de Lesbianas, contraatacó
con una hoja que se oponía a los derechos de los padres, que en parte decía:
LA
POTENCIACIÓN DEL
PODER DE LA MUJER COMIENZA
CON LAS JÓVENES
Respalda los derechos de las niñas y jóvenes
Las adolescentes tienen derecho a la
información y a la formación esencial para su bienestar, tal y como se reconoce
en la Convención por los
Derechos del Niño.
PROTEGE LOS DERECHOS DE LAS MUJERES
Los padres deben respetar las capacidades en
desarrollo de la chica y las jóvenes de acuerdo con la Convención sobre los
Derechos del Niño.
El acceso a
la información, educación y servicios es un asunto de salud.
Las creencias de los padres no deben minar
los derechos de la chica y de las jóvenes a la salud sexual y a los servicios e
información de salud reproductiva.
Suprime los pasajes repetitivos que
exageran los derechos, los deberes y las responsabilidades de los padres.
LA
EXAGERACIÓN DE LOS DERECHOS
DE LOS PADRES disempower
LA MUJER.
Grupo
de Juventud
La
coalición presionó con fuerza pero fue difícil convencer a los delegados del
Tercer Mundo de que sus familias estaban en riesgo. Muchas habían sido
convencidas de que era necesaria la educación sexual para evitar la propagación
del SIDA. Los miembros de la
Coalición señalaron que estos programas se han probado en los
Estados Unidos y los embarazos fuera del matrimonio y las enfermedades de
transmisión sexual han aumentado porque todos los métodos anticonceptivos
tienen índices de errores.
Los
delegados del Tercer Mundo no podían comprender por qué los países
desarrollados estaban promocionando esos programas si no funcionaban. Los
miembros de la Coalición
les explicaban que el objetivo verdadero de los programas era destruir los
valores morales y religiosos y estimular la experimentación y la actividad
sexual entre los niños de todas las edades, y en esto estaban teniendo mucho
éxito.
Olivia
Gans, de Víctimas del Aborto de América, vio eficaz pedirles a los delegados de
África que adivinasen el número de abortos que se realizaban en Estados Unidos
al año. Los delegados respondieron que como en América no había pobres y había
educación sexual y acceso a los anticonceptivos, de 200 a 300. Se quedaron
asombrados al descubrir que el número era de 1.5 millones.
Una
delegada de Sudán le pidió a una delegada francesa: “¿Por qué estás tan enfadada? Ustedes tienen todos esos derechos que
quieren que aceptemos nosotras… Por favor, enséñame algo de tu paraíso, porque
todo lo que veo en tu mundo es el aumento de la promiscuidad entre los jóvenes,
el aumento de divorcios, el aumento de abortos, homosexualidad, enfermedades
venéreas… No veo tu paraíso”.
Cuando se reunió el
grupo de contacto sobre el derecho de los padres, el contingente pro-familia,
como habían sido engañados en el pasado, ahora estaba con fuerzas. Como la
mayoría, estaban de acuerdo con el siguiente enunciado: “Reconocer las responsabilidades, derechos y deberes de los padres y
otras personas responsables legalmente de los adolescentes, proporciona, de
forma consistente con las capacidades en desarrollo de los adolescentes y en
conformidad con la
Convención sobre los Derechos del Niño un respaldo y una guía
adecuados, en asuntos sexuales y reproductivos”.
Dos
días después, la presidenta de Canadá hizo copias de una versión totalmente
diferente. Mercedes Wilson protestó: “Cuando los países occidentales tienen
mayoría, cierran el caso y lo presentan a un comité principal. Cuando nosotros,
de los países en desarrollo, tenemos mayoría, ustedes quieren continuar
negociando. ¿Qué tipo de proceso dictatorial es este?”
La presidenta canadiense del grupo de contacto respondió que había
hablado del lenguaje con varias delegadas y que estuvieron de acuerdo con el
cambio. Mercedes lo comprobó con otros delegados pro-familia que estaban
implicados en las negociaciones iniciales y todos negaron que se les hubiese
preguntado y que estuviesen de acuerdo con el nuevo lenguaje. Se programó otra
reunión de contacto resultó quedarse en punto muerto pero la presidenta esperó
hasta que Mercedes se viese obligada a dejar la reunión para asistir a una
conferencia de prensa pre-programada en la que presentaba la carta de Madre
Teresa a la conferencia. Entonces, la presidenta canadiense hizo aprobar con urgencia
el nuevo enunciado, que decía:
Tener
en cuenta los derechos del niño a acceder a la información, a la privacidad, la
confidencialidad, el respeto y al consentimiento informado, además de las
responsabilidades, los derechos y deberes de los padres y guardianes legales a
ofrecer, de forma consistente con las capacidades en desarrollo del niño, una
dirección y guía adecuada en el ejercicio por el niño de los derechos
reconocidos en la
Convención sobre los Derechos del Niño, y en conformidad con la Convención sobre la Eliminación de Todas
las Formas de Discriminación contra la Mujer. En todas las acciones concernientes con
los niños, los intereses del niño serán una consideración principal. (párrafo 108e)
Esto ya no es el lenguaje de los
derechos de los padres sino el lenguaje de los derechos de los niños. Si los
niños tienen el derecho a la privacidad y a la confidencialidad, los padres no
tienen derechos en lo que importa realmente. ¿Quién decide los intereses del
niño? Los promotores del aborto, los burócratas que promueven la anticoncepción
y el aborto, los educadores sexuales. Mucha gente se había opuesto a la Convención de los
Derechos del Niño sobre la base que se utilizaría para minar los derechos de
los padres. Aquí estaba la prueba de que sus preocupaciones estaban
justificadas.
Mercedes expresó su ira en el
proceso:
Vinimos
aquí en busca de un consenso. ¿Cómo puede haber consenso cuando una parte
espera que la otra sacrifique su religión, sus valores, su soberanía? Habría
sido mejor si nos hubiésemos dividido en dos grupos. Que todos los que quieran
el sexo paras las chicas solteras, la educación sexual explícita, los
preservativos y el aborto, las madres solteras, el matrimonio de lesbianas y
que se obligue a todas las mujeres a trabajar fuera de casa, que se pongan de
pie en un lado. Y todos los que defienden la familia basada en el matrimonio
entre un hombre y una mujer, la maternidad, los derechos de los padres, la
protección de las chicas de la explotación sexual y la defensa de la vida
humana desde la concepción que se pongan de pie por el otro. Entonces podríamos
tener dos documentos y las personas del mundo podrían decidir qué documento
representa realmente a las mujeres de su país.
La única luz brillante en esta oscuridad fue la declaración de la Madre Teresa, que la
coalición tradujo a cinco idiomas y distribuyó a los delegados. La Madre Teresa hablaba
directamente sobre los asuntos que se estaban debatiendo:
No
comprendo por qué hay personas que dicen que la mujer y el hombre somos
exactamente lo mismo y niegan las bellas diferencias que existen entre el
hombre y la mujer. Todos los dones de Dios son buenos pero no todos son
iguales... Ningún trabajo, ningún plan, ninguna posesión ni ninguna idea de “libertad” puede quitarle el sitio
al amor. Porque todo lo que destruye el don de Dios de la maternidad destruye
Su don más precioso a la mujer –la capacidad de amar como mujer... Los que
niegan las bellas diferencias entre el hombre y la mujer no se aceptan a sí
mismos como Dios los ha hecho... Con frecuencia he dicho que el aborto es el
amor destructor de la paz en el mundo en la actualidad y los que quieren hacer
de la mujer y el hombre lo mismo están todos a favor del aborto.
LA ORIENTACIÓN SEXUAL
Las lesbianas constituyen menos del
1 por ciento de las mujeres del mundo pero parecían dominar los grupos de
presión en Beijing. El Grupo de Lesbianas ofreció varias enmiendas a la Plataforma Por la Acción. Además de
exigir “que la “orientación sexual” se incluyese con la raza, religión y otras
categorías protegidas, sus enmiendas exigían una “transformación de la
sociedad” que “suprima la jerarquía de género” y programas de educación para
“dirigir la violencia contra la mujer incluyendo presiones para conformarse a
las normas heterosexuales”. Querían que “familia” fuese sustituida por “varias
formas de familias”. También querían que la Convención sobre la Eliminación de Todas
las Formas de Discriminación contra la
Mujer se corrigiese para “establecer la libertad de opción
sexual para las mujeres adultas como un derecho humano inalienable”.
Durante la PrepCom
las lesbianas habían ganado respaldo de varias naciones de la Unión Europea y Canadá para que se añadiesen las palabras orientación sexual a los cuatro párrafos del documento. Aunque las palabras estaban entre
paréntesis, las defensoras de los derechos de las lesbianas tenían la esperanza
de que podrían prevalecer. Si algunos delegados pudieran tener la impresión de
que “orientación sexual” se refería a una forma de educación sexual, cuando el
tema se debatió todo el mundo, supo que “orientación sexual” significaba la
concesión de un estatus protegido a los homosexuales y lesbianas.
Las lesbianas recibían un tratamiento especial de los organizadores de
la conferencia. A las mujeres pro-familia que dirigieron una protesta
silenciosa a la conferencia de prensa de los Estados Unidos les confiscaron sus
credenciales y fueron puestas bajo arresto domiciliario. Pero, cuando las
treinta miembros del Grupo de las Lesbianas desplegaron una gran bandera de
color púrpura que decía: “Los derechos de las lesbianas son derechos humanos”,
durante la sesión plenaria el 8 de septiembre, no se tomó ninguna acción contra
ellas.
Sabiendo que el tema iba a ser polémico, la presidenta retrasó el
debate de este tema hasta el final. La presidenta dijo que las negociaciones
comenzarían a las siete en punto de la tarde pero la sesión no comenzó hasta
las once. Las verdaderas negociaciones sobre la”orientación sexual” no
comenzaron hasta las dos de la madrugada.
Las delegadas islámicas y africanas no fueron disuadidas por esas
tácticas. Una de ellas dijo: “Sabemos lo
que están intentando hacer. Están esperando que nos quedemos tan dormidas y
cansadas para que nos vayamos a casa y luego poder aprobar esos temas polémicos
que serían destructivos para nuestras naciones. Por lo que no vamos a irnos y
nos quedaremos en estas sillas hasta que comiencen, aunque tengamos que estar
aquí toda la noche”.
Cuando finalmente comenzaron las negociaciones, se levantaba delegación
tras delegación para exigir la supresión de la frase “orientación sexual”. Las
hablantes dijeron que habían venido a Beijing para discutir los problemas del
hambre y la pobreza y no para legalizar la ilegalidad. Cuando, a pesar de todas
las maniobras, quedó claro que no había manera de que las fuerzas pro-lesbianas
pudiesen amañar un consenso, la presidenta Patricia Licuanan, de Filipinas,
decidió que como el término no había sido aireado antes en la ONU, y dada la fuerte
oposición, no debería aparecer el término en el texto. Canadá y los Estados
Unidos pidieron dos veces que se reconsiderase el lenguaje. Fue a las cinco de
la mañana cuando terminó la sesión.
WEDO etiquetó la oposición a la orientación sexual como “una muestra
histórica de intolerancia”. A pesar del repudio abrumador del término por los
delegados, WEDO afirmaba que en realidad habían ganado.
La
Plataforma por la Acción no utiliza las
palabras orientación sexual en ningún sitio del documento o declaración
de 135 páginas. Sin embargo, la mayoría de los grupos considera que el debate
innovador de la conferencia de Beijing sobre el tema de la ausencia de
discriminación, basada en la orientación sexual y la afirmación de los derechos
humanos de todas las mujeres, ha sido una victoria significativa de los
derechos de los gays y lesbianas. (“Un Análisis
Breve de la Declaración
y Plataforma para la Acción
de la Cuarta
Conferencia sobre la
Mujer de la ONU”,
WEDO).
Toda la UE
y otros 16 países incluyendo a Canadá, Sudáfrica y los Estados Unidos emitieron
declaraciones interpretativas sobre el párrafo 48 (46) advirtiendo que
comprenden que el término otro estatus incluye discriminación en la base de la orientación sexual.
Un miembro de la coalición comentó cuando la conferencia llegaba al
final que los procedimientos eran los equivalentes a los de la violación por
una persona con quien se sale o con quien se tiene una relación. La UE y sus aliados, incapaces de
conseguir lo que querían por medio de la persuasión, recurrieron a la fuerza y
luego afirmaron que tenían el consentimiento de sus víctimas.
RESERVAS
Los
miembros de la coalición albergaban el deseo secreto de que al menos un país se
negaría a unirse al consenso pero se dieron cuenta de que ningún diplomático
podía correr el riesgo incluso de aparentar oponerse a los derechos de la mujer
y a la igualdad. Por tanto, mientras se acercaba el final, los miembros de la
coalición comenzaron a presionar a los delegados para hacer fuertes reservas
durante la sesión final. La siguiente hoja se distribuyó en tres idiomas:
NO
CONSENTIMOS
La
Plataforma de Acción
que saldrá de la
Conferencia de Beijing es un ataque directo a los valores,
las culturas, las tradiciones y creencias religiosas de la amplia mayoría de
los habitantes del mundo tanto en los países en desarrollo como en los
desarrollados. Al mismo tiempo que en la Plataforma hay muchas cosas buenas y necesarias
para el progreso de la mujer, las partes positivas son eclipsadas por las
negativas. El documento no respeta la dignidad humana, busca destruir la
familia, ignora totalmente al matrimonio, minimiza la importancia de la
maternidad, busca imponer actitudes sexuales depravadas, promueve la
homosexualidad, el lesbianismo, la promiscuidad sexual y el sexo con niños, y
busca destruir la autoridad de los padres sobre los hijos.
Nosotros, como ciudadanos de los
países desarrollados, queremos disculparnos ante las personas del mundo menos
desarrollado y permanecer en solidaridad con ellos en defensa de la familia, de
la maternidad y de los derechos de los padres. Estamos avergonzados de la forma
en que nuestros países han respaldado un proceso de “consenso” forzado negando
las traducciones, ignorando a los delegados de los países pequeños y a los
delegados oponentes que se negaban.
Ninguna persona objetiva que mire
este proceso, en el que los representantes de los países ricos han forzado a
los delegados de los países pobres a la sumisión, puede llamarlo consenso.
Deseamos que los delegados del mundo
menos desarrollado se alcen y digan: “No. No consentimos esta farsa”. Pero
somos realistas. Sabemos lo difícil que es esto. Sabemos que estamos pidiendo a
los países pobres que entreguen lo poco que tienen. Quizás, en algún lugar del
mundo haya un país tan pobre que no haya nada que los países ricos puedan
quitarle, que tenga el valor de decir públicamente la verdad de esta Plataforma
para la Acción.
Es terrible que los países en vías
de desarrollo tengan que esconderse tras la soberanía nacional para defender
los principios universales de respeto por la familia, la maternidad, el
matrimonio, la moralidad y la castidad, aunque estos fuesen costumbres
atrasadas peculiares.
Hemos visto cómo han tratado las
reservas hechas en El Cairo y otras conferencias pero las reservas son la única
forma que queda para protestar por estos abusos.
Si sientes que no tienes más
alternativa que unirte al consenso, no dejes tu última oportunidad de
protestar:
POR
FAVOR, HAZ FUERTES RESERVAS EN EL PLENO
Miembro de Países Desarrollados de la ONG
Coalición por la Mujer y la Familia
Los
delegados de los países en vías de desarrollo respondieron de forma positiva a
este escrito. Algunas de ellas volvieron y pidieron copias adicionales para sus
compañeras. Otras les dieron las gracias a los miembros de la coalición por su
ayuda. Las promotoras de la “perspectiva de género” puede que hayan manipulado
el proceso pero no se habían ganado los corazones ni las mentes. Los
participantes pro-familia lamentaban el que se hubiese perdido una oportunidad
irrepetible para abordar los verdaderos problemas de las mujeres.
La
plataforma generó un número récord de reservas, ya que país tras país tomaban
excepción a las disposiciones en contra de la familia, dejando vacía cualquier
afirmación de que se había conseguido el consenso. En un momento de franqueza
inusual, la delegada de Malawi expresó la esperanza de que tomar las reservas
no les impidiese conseguir financiaciones de las naciones ricas.
Cuando
la conferencia llegaba a su fin, Gertrude Mongella declaró que los procedimientos
eran un completo éxito. Reaccionó a la defensiva cuando un periodista le pidió
que respondiese a las acusaciones hechas por algunas ONGs de que la Plataforma para la Acción está contra la
familia y la maternidad. “¿Significa la
educación y erradicar el analfabetismo estar contra la maternidad? ¿Significa
exigir la paz estar en contra de la maternidad?” (Li Xing, “Mongella
predice un éxito total”, World Women, 14
de septiembre de 1995, p. 1). No hizo referencia a las secciones de la
plataforma que respaldaba a las madres a tiempo completo o al trabajo de la
mujer en casa porque no había ninguna.
CAPÍTULO
DIECINUEVE: CONCLUSIONES
Con
frecuencia me piden que explique lo que vi en El Cairo y en Beijing en una
frase lapidaria de treinta segundos. Con el riesgo de simplificar demasiado,
respondo que observé que la ONU
está habitada por gente que piensa que lo que el mundo necesita es
1)
menos gente
2)
más placer sexual
3)
la eliminación de las diferencias entre el
hombre y la mujer
4)
que no haya madres a tiempo completo
Estas
personas reconocen que incrementar el placer sexual puede hacer que aumente el
número de bebés y de madres. Por lo tanto, su prescripción para la salvación
del mundo es
1)
anticoncepción libre y aborto legal
2)
promoción de la homosexualidad (sexo sin
hijos)
3)
cursos de educación sexual que estimulen a la
experimentación sexual entre losniños y enseñarles cómo llegar a la
anticoncepción y al aborto, que la homosexualidad es normal y que el hombre y
la mujer son lo mismo.
4)
La eliminación de los derechos de los padres
para que los padres no puedan evitar que los hijos tengan sexo, educación
sexual, anticonceptivos o aborten.
5)
Cincuenta/ cincuenta, cuotas hombre/ mujer
6)
Que todas las mujeres estén en la población
activa
7)
Desacreditar a todas las religiones que se
opongan a esta agenda.
Esta es la
“perspectiva de género” y quieren que “sea la corriente principal” en todos
los programas y todos los niveles de
todos los países. Para los que miran al mundo desde esta perspectiva de género,
la conferencia de Beijing fue un éxito tremendo. Se han convencido de que en
Beijing ganaron una autorización para imponer su Agenda de Género sobre todas
las familias del mundo.
Sin
embargo, no son tan estúpidos como para creer que pueden venderle esta agenda a
la gente común. Por tanto, la
Agenda de Género está envuelta en retórica sobre la igualdad
y los derechos y charlas de familia, salud y justicia. Hablan de mejorar las
vidas de las mujeres pero es a la mujer a la que atacan –la mujer que quiere
estar en casa con sus hijos, la mujer que quiere proteger a sus hijos de la
explotación sexual, la mujer que quiere trabajar en empleos “tradicionales”, la
mujer que no quiere que las feministas radicales y las activistas lesbianas afirmen que están
hablando por ella, la mujer que cree que Dios es su Padre adorable que está en
el cielo.
EL
FUTURO
A
veces me preguntan si creo que la
Agenda de Género tendrá éxito. Es ciertamente posible, dado
su impulso y el poder del Sistema de Género. Las universidades, el sistema de
educación, las burocracias de gobierno, los medios y los grandes negocios que
ya se alinean con ella.
Sin
embargo, el Sistema de Género, por mucho que lo intenten, no podrá cambiar la
naturaleza humana. El hombre y la mujer seguirán siendo diferentes. La mujer
encontrará medios para ser madre pero la Agenda de Género, si se implementa, minará a la
familia y a la sociedad e incrementará los embarazos fuera del matrimonio y el
divorcio. Los niños educados en el caos subsiguiente dependerán de los
gobiernos cuyos recursos ya están llevados al límite, los deudores emocionales
y económicos que mermen las cuentas acumuladas por sus padres y que hipotequen
sus futuros. Si la liberación sexual promovida por la Agenda de Género no se
revisa, las enfermedades de transmisión sexual y las adicciones sexuales se
expandirán por todo el mundo. Y, cuando esto suceda, El Sistema de Género verá
sin duda los estragos producidos por sus políticas y sólo verán justificaciones
para más financiación, más control y más “formación de sensibilidad de género”.
Pero, por mucho control que tengan, no aparecerá ninguna sociedad utópica sin
clases de sexo/ género.
Sin
embargo, existe otra posibilidad. Si la agenda de género se promociona
demasiado, lo que puede aparecer es una reacción violenta desagradable y brutal
no contra los excesos de la
Agenda de Género sino contra los derechos de la mujer y la
igualdad. Cuanto más oscile el péndulo en una dirección, más oscilará de vuelta
hacia la otra. Los hombres pueden decidir que ya han tenido bastante y comenzar
a obrar como los opresores de lo que les acusan las feministas de ser. Si
estalla una verdadera guerra de sexos, las mujeres se verán obligadas a elegir
entre las feministas militantes y los hombres de sus vidas. En una guerra así,
las víctimas puede que sean las verdaderas ganancias que ha conseguido la mujer
en los últimos cien años.
Esta
generación de feministas, aunque les cueste reconocerlo, se han beneficiado de
una generación de hombres educados para respetar a sus madres y, por extensión,
a todas las mujeres. El feminismo nunca habría ganado tan fácilmente si los
hombres no hubiesen sido formados para ser educados. Puede que la próxima
generación de mujeres no sea tan afortunada. Puede que tengan que afrontar a
multitudes de hombres huérfanos de madres, privados de padre, que sean mucho
menos comprensivos con las preocupaciones de la mujer. Los profesores ya están
observando el hosco resentimiento de los jóvenes hacia la “sensibilidad de
género”. La violenta música rap que procede de los guetos de bienestar, que
glorifica la violación y utiliza los términos más vulgares para referirse a la
mujer, refleja un mundo en el que no tener padre es una forma de vida.
DENUNCIA
¿Qué
se puede hacer para detener la
Agenda de Género? El primer paso es evidentemente la
denuncia. Las feministas de género han dejado un rastro de papel y se les debe
obligar a que se coman sus palabras. Las feministas de género que se esconden
tras el lenguaje de la familia tienen que ser denunciadas. Un perfecto ejemplo
de este tipo es el libro de Hillary Clinton, It Takes a Village, que está lleno de una sabiduría maravillosa,
aparentemente pro-familia. Sin embargo, debajo una encuentra la ideología
feminista de género. El libro debería titularse It Takes a Federal Bureaucracy porque la villa que imagina la Señora Clinton no
es una comunidad unida en la que los vecinos comparten valores comunes y se
respaldan mutuamente sino un lugar en el que las familias dependen de los
programas de gobierno.
Puede
que la Señora Clinton
pague palabrerías para las madres que se queden en casa pero ella promueve “las
guarderías pagadas por el gobierno”. Y, bajo las pequeñas historias acogedoras,
hay una pura feminista de género, que escribe: “Puede ser que la mujer consiga la paridad económica y social con el
hombre sólo cuando las madres y los padres compartan totalmente la
responsabilidad de educar a sus hijos y otras tareas domésticas” (Hillary
Clinton, It Takes a Village Nueva
York: Simon and Schuster, 1996), p. 212).
No
se les puede permitir a las feministas de género el pretender estar a favor de
la familia y de la maternidad, mientras que al mismo tiempo derriban todo lo
que respalde el que la mujer esté en su casa.
Cuanto
más sabe la gente común de la perspectiva de género, menos les gusta. Pero, no
es suficiente condenar su plan de siete puntos –protestar contra la educación
sexual, el aborto y la homosexualidad –o promover la maternidad y la familia.
Si se acepta su diagnosis del problema, entonces sus soluciones pueden parecer
convincentes.
Los
oponentes de la Agenda
de Género debemos atacar su diagnóstico:
1)
La explosión demográfica está a punto de
convertirse en una escasez de nacimientos. Los demógrafos honestos saben que la
caída de los índices de nacimientos, particularmente en los países
desarrollados, y el aumento de la longevidad están a punto de producir un
desastre económico de proporciones monumentales, mientras una población vieja y
enferma está obligada a depender de un grupo encogido de trabajadores. La
historia muestra de forma bastante concluyente que en los países
subdesarrollados, el desarrollo económico es desencadenado y respaldado por los
dramáticos incrementos de población. La caída de la población desencadena el
colapso económico.
2)
La gente que promueve el placer sexual no
comprende lo que es el sexo. Están promoviendo una búsqueda de placer egoísta,
infantil e inmadura que no puede satisfacer nunca los deseos del corazón
humano. En el mismo número de la revista Ms
de Gloria Steinem que llevaba un reportaje elogioso de la conferencia de
Beijing, había un artículo titulado “Sexual Pleasure Unscripted”, que citaba,
entre otras, a Debra Haffner de SIECUS. Sin entrar en los detalles gráficos, el
punto del artículo era que el feminismo ha liberado sexualmente a la mujer para
que el encuentro sexual ya no sea tan importante y la masturbación se vea como
“una ruta natural, totalmente gratificante, hacia el placer sexual”.
La
visión de la sexualidad de la
Agenda de Género, no hay nada malo en que la bisexual
transexual Kate Bornestein promueva un mundo de perversidad polimorfa. Esto no
es liberación sino enfermedad. Kate Bornestein no es un héroe de la revolución
sino una figura trágica –un hombre que se había amputado sus genitales y que se
viste como una mujer y luego dice que es lesbiana. Estas personas necesitan
terapia, no seguidores.
Los
supuestamente liberados sexualmente llegan a ser adictos a sensaciones
estériles, siempre buscando formas de incrementar la emoción porque lo que
hacen no puede nunca satisfacer a la persona humana que ha sido creada para los
placeres privados del matrimonio fiel y las alegrías de los hijos.
Lo
que es más censurable sobre los liberacionistas sexuales es que están apuntando
a los niños, esperando hacer adictos a los inocentes de actividades sexuales en
solitario y exponiéndoles a depredadores sexuales y conductas peligrosas. Hemos
entregado nuestros hijos a abusadores sexuales y a exhibicionistas enmascarados
de educadores sexuales. Lo que se necesita es una contra-revolución sexual, no
para disminuir los placeres del amor humano sino para liberar a la gente de
conductas auto-destructivas y adictivas.
3) El hombre y
la mujer son diferentes. Intentar enseñar a los niños que no serán libres, como
demuestra el siguiente artículo, escrito por un estudiante de octavo grado. La
clase de Ricky Beyer fue enviada a una “Conferencia de Género”, en la que,
según Ricky, los que daban la conferencia
estaban intentando adoctrinar a los alumnos”, diciéndoles que “todos los seres humanos son igualmente
masculinos y femeninos”.
Nuestro adoctrinador de la
neutralidad abrió nuestras mentes al hecho de que el “hombre” y la “mujer”, tal
y como los nombra la sociedad, son lo mismo. Nos dijeron que las personas no
tienen moral, ideas, instintos o mentalidades más allá de las que implanta una
sociedad. Cuando argumentamos que el “hombre” y la “mujer” tenían instintos
diferentes con independencia de lo que la sociedad les había implantado, fuimos
tratados con incredulidad y el adoctrinador ni siquiera se dignó a responder a
nuestro argumento. Ignorándonos, invitó a una “chica” que decía: “Este es el
90. ¡Los seres humanos no tenemos instintos!” (Ricky Beyer, “Indoctrination: Gender Rules” The Blue and the Gray (Baltimore MD: Gilman School) Febrero de
1995, p. 1).
Los adultos no deben
mentirles a los niños. La igualdad estadística no es un objetivo noble sino un
sistema totalitario para cambiar el poder, no a las mujeres comunes sino a la
élite feminista que se convertirían en las tiranas del nuevo orden mundial.
4)
La mujer tiene derecho a ser madre –a la
mujer se le ha confiado de una forma especial la persona humana. No se puede
obligar ni presionar ni coaccionar y de ninguna forma privar a la mujer de su
derecho a tener hijos y de cuidar a sus propios hijos.
Celebrar
la maternidad de la mujer no disminuye de ninguna forma las otras muchas
actividades y aficiones de la mujer, ni menosprecia los logros de las mujeres
que no son madres biológicas pero negar el derecho de la mujer a ser madre
denigra a toda mujer.
Me
considero muy afortunada de haber podido estar en casa con mis hijos mientras
estaban creciendo. He visto el dolor en las caras de las jóvenes que son
obligadas a trabajar y a dejar a sus bebés con otras y he visto los sacrificios
económicos que han hecho otras mujeres para estar en casa con sus hijos. Si la
sabiduría es conocer la diferencia entre lo que debe aceptarse y lo que se
puede cambiar, entonces la sabiduría hoy debe ser que la situación presente no
tiene que aceptarse. Toda mujer debe tener el derecho a decidir por sí misma si
quiere hacer de la maternidad su vocación principal y tener la oportunidad de
cuidar a sus hijos durante el tiempo que estime necesario –no el que un
empresario o el gobierno le conceda.
Llevará
más que la denuncia y los argumentos brillantes. Si esto es una guerra
cultural, entonces debe lucharse con la cultura además de con argumentos. Los
guerreros deben escribir historias, cantar canciones y producir imágenes que
comuniquen la verdad del ser humano.
Y,
llevará grosería calculada. Las feministas han confiado en la educación de los
hombres. Han exigido que la tontería peligrosa y la estupidez total sean tratadas con respeto. La Agenda de Género no puede ser derrotada hasta que
la gente tenga la voluntad de ponerse de pie y decir: “No más lenguaje
inclusivo, no más discursos de lo políticamente correcto”. Debemos rechazar
decir “género” cuando queremos decir “sexo”. Los que son ofendidos por la
realidad y la naturaleza humana tendrán que vivir con ella.
Las
mujeres de todo el mundo se han puesto de pie y han dicho alto y claro: “Estas
feministas no hablan por nosotras”. Grupos locales, nacionales e
internacionales de mujeres de las bases se han organizado para luchar varios
aspectos de la Agenda
de Género. Conocí a muchas de estas mujeres en Beijing y sé que cada una de
ellas representaba a miles más que estaban en casa.
La Agenda de Género me
recuerda un globo gigante en una habitación pequeña. Mientras todo el mundo trata al balón con
respeto, continúa expandiéndose y, eventualmente, sofocará a la gente de la
habitación. Pero todo lo que se necesita para detener el globo es un alfiler
afilado. Este libro tiene la intención de ser ese alfiler.
[1] El número y/ o letra que
preceden a las citas de la
Declaración y la Plataforma para la Acción de Beijing hace
referencia al párrafo del que se tomó el extracto. Algunas de las citas van
precedidas por dos números. Esto es necesario porque el primer número es del
esbozo y es el número que se utilizó durante los debates. El segundo número
entre paréntesis es el que se utilizó en el documento final en el que algunas
de las numeraciones se cambiaron por las sumas y restas. El mismo sistema de
referirse al documento se utilizará en este libro para mejor claridad.
HOLA, quiero compartir este maravilloso testimonio con el mundo entero en caso de que haya algún cuerpo en esta misma situación. Me diagnosticaron de VIH en el año 2009 hasta que quise decir un testimonio en línea de una mujer con nombre Anita sobre un hombre llamado Dr Solution, no estaba muy seguro de si era real hasta que me contactó con él mismo. Pensé que nunca había una cura para mi enfermedad mortal pero el Dr. Solution me dijo que sus hierbas podrían curarme, y entonces decidí intentarlo, él entonces me dijo que una vez que empiece a tomar sus hierbas, que sólo Tómame algunos días para ser curado, lo creí y tomé la hierba con fe. Después de que me dio la medicación, la tomé y sentí algunos nuevos signos en mi cuerpo y decidí ir a una prueba y el resultado declaró que yo era VIH negativo, estaba muy contento e incluso llamé a mi pastor y le dije Estoy muy feliz de que ahora soy VIH negativo y también estoy feliz de que ya no estaré viviendo como un paciente con VIH como lo he hecho durante los últimos 6 años, así que ayúdame a decir un gran agradecimiento al Doctor Solución para salvarme de las manos de la dolencia mortal. Si también estás en este tipo de situación y estás buscando ayuda, no busques más por que has recibido la información correcta que has estado deseando durante mucho tiempo en este tipo de problemas que estás muy libre de contactar con Dr. Solution hoy A través de su correo electrónico privado: solutionhealinghome@gmail.com. Creo firmemente que él te ayudará como lo hizo el mío, mantente fresco y Dios te bendiga.
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