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segunda-feira, 8 de junho de 2015

Explicando a chamada "Agenda de Gênero"


O artigo abaixo está em espanhol, pela facilidade de cópia para o blog (doc.). Mas é possível entender perfeitamente como tal agenda ameaça a família tradicional mundial, e não só ela, mas o próprio futuro da raça humana.

 

 

LA AGENDA DE GÉNERO


REDEFINIENDO LA IGUALDAD




Dale O´Leary



Escritora e investigadora,
de la Asociación Médica Católica de Estados Unidos


















ÍNDICE



PRIMERA PARTE



            Capítulo 1. Feminismo y Género

            Capítulo 2. Establecer la Agenda de Género como Corriente Principal

            Capítulo 3. Comprendiendo el Proceso

            Capítulo 4. El Cairo.

            Capítulo 5. Conspiración en Glen Cove

            Capítulo 6. El mundo según Bella

            Capítulo 7. Re-imagen del Género


SEGUNDA PARTE



            Capítulo 8. Feminismo Radical.

            Capítulo 9. El Feminismo Verdaderamente Radical

            Capítulo 10. La División del Trabajo.

            Capítulo 11. La Re-definición de la Igualdad

            Capítulo 12. La Guerra contra la Maternidad.

            Capítulo 13. El Consejo de Europa.


TERCERA PARTE



            Capítulo14. La Indefinición del Género.

            Capítulo 15. Las Preparaciones.

            Capítulo 16. China.

            Capítulo 17. La Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer.

            Capítulo 18. Los derechos de los padres.

            Capítulo 19. Conclusiones.

 

 

PRIMERA PARTE





CAPÍTULO UNO: FEMINISMO Y GÉNERO



            Sin fanfarria ni debate, la palabra sexo ha sido sustituida por la palabra género. Antes hablábamos de discriminación sexual pero ahora se habla de discriminación de género. Los impresos, como el de las solicitaciones de créditos, solían pedir una indicación de nuestro sexo pero ahora piden nuestro género. Ciertamente parece bastante inocente. Sexo tiene un significado secundario –encuentro sexual o actividad sexual. Género suena como más delicado y refinado. Pero, si crees que el cambio señala un renacimiento de la sensibilidad neo-victoriana, no puedes estar más equivocado. Este cambio y un gran número de otras cosas de las que puede que todavía no te hayas dado cuenta, forman parte de la Agenda del Género.

            Los que creyeron que la derrota de la Enmienda de la Igualdad de Derechos significaba el fin de la era feminista deben echar otra ojeada. Las militantes feministas han vuelto. Están en la poltrona del poder y están determinadas a reforzar una nueva versión de su revolución –la Agenda de Género. Los que creen que la acción afirmativa es una idea cuyo tiempo ha pasado pueden sorprenderse al ver que existe un movimiento activo para hacer que se cumpla en todo el mundo lo de las cuotas cincuenta/ cincuenta
hombre /mujer.

            Las feministas militantes han aprendido de sus errores. Cuando no pudieron vender su ideología radical a las mujeres normales, le renovaron la imagen. Ahora, tienen mucho cuidado de no revelar sus objetivos verdaderos. Han trabajado en posiciones de poder dentro de las instituciones existentes. Quieren lograr sus objetivos no por medio de la confrontación abierta sino cambiando los significados de las palabras. La envoltura puede parecer diferente pero los contenidos son inaceptables.


ESCUCHANDO A LAS FEMINISTAS



            Mi interés por el feminismo comenzó con la publicación de Feminine Mystique de Betty Friedan. El libro se publicó después de graduarme en Smith College, que resultó ser también el alma mater de la Señora Friedan. Mis compañeras antiguas alumnas se emocionaban con las introspecciones “demoledoras de mitos” pero yo no estaba tan convencida. Mientras pasaban los años, cuanto más oía del feminismo, menos me gustaba. Las feministas reivindicaban promover el progreso de las mujeres pero a mí me parecía que las feministas tenían una idea muy oculta de lo que significaba ser mujer y una idea incluso más misteriosa de lo que constituye el progreso.

            Intrigada por lo que me parecían ser contradicciones evidentes en la ideología feminista, decidí investigar el feminismo. Leí a las escritoras feministas populares: Simone de Beauvoir, Betty Friedan, Kate Millett, Susan Brownmiller, Gloria Steinem y otras muchas. La opresión de las mujeres no parece ciertamente haberles evitado que se publiquen sus obras. Las bibliotecas y librerías disponen de estantes de literatura feminista. La sección de revisión de libros del New York Times publica regularmente revisiones elogiosas de los últimos volúmenes de feministas de peso.

            La mayoría de los libros que leí tenían un tema común: Los hombres son unos monstruos y las mujeres siempre y en todo lugar han sido oprimidas. El peso de esta evidencia podría haber sido convincente (ciertamente otras muchas mujeres se hicieron feministas por ello). Sin embargo, no me quedé convencida porque lo que decían yo no lo había experimentado.

            Por ejemplo, las feministas hablaban de cómo todas las mujeres de los años 50 habían estado oprimidas pero yo había vivido en los años 50 y sabía de primera mano que no era cierto lo que decían para todas las mujeres. Las feministas hablaban de la opresión de las mujeres en el siglo diecinueve pero mi abuela y mis tías abuelas habían crecido en el siglo diecinueve y no sufrieron ninguna opresión. Eran mujeres duras y tenían capacidad para recuperarse. La madre de mi madre respaldó a la familia cuando su esposo perdió su trabajo y su confianza. La madre de mi padre logró sostener unida a la familia cuando su esposo se quedó ciego. Mis tías abuelas eran mujeres trabajadoras. Después de varios meses de leer diatribas feministas, le dije a mi esposo: “No comprendo por qué las feministas se están quejando siempre de la opresión”. Él sonrió y me dijo: “Por supuesto que tú no. Nadie se atrevería”.

            En efecto, nadie se había atrevido nunca, y si lo habían hecho, no me había dado cuenta. Mi adorado padre me animaba a especializarme en Física. Mi madre quería que estudiara Derecho. Uno de mis abuelos me enseñó Griego. El otro, a Shakespeare, arte y poesía. Mis profesores respaldaban mis aspiraciones. Nadie me dijo nunca que los chicos eran más inteligentes que las chicas y, si alguien lo hubiese dicho, no le habría creído. En mi instituto, las chicas practicábamos deporte, participábamos en todas las actividades e igualábamos a los chicos en las asignaturas académicas y estandarizábamos los resultados de las pruebas. Mi madre era la vicepresidenta de una pequeña empresa. Mi abuela nació en 1884 y tuvo una doctora que era mayor que ella. Mi madre tuvo una tocóloga en el momento de mi parto. Que nadie piense que tuve una vida de privilegios o que formaba parte de una comunidad idealista de izquierdas. Déjenme asegurarles que crecí en una familia normal en una pequeña ciudad americana.

            Al mismo tiempo que no era bastante como para creer que mis experiencias positivas eran universales, no podía ocultar la sospecha de que las escritoras feministas eran propensas a universalizar sus propias experiencias negativas.


COMPRENDER EL DOLOR



            Soy escéptica sobre una teoría histórica que encaje todo en una unidad y particularmente escéptica sobre las teorías de la conspiración de la historia. Además, encuentro insultante la teoría feminista de la opresión universal de las mujeres. Simplemente me niego a creer que todas mis antepasadas y que todas las mujeres del mundo hayan sido tan estúpidas para haber permitido que se las esclavizara y se abusara de ellas o que todos los hombres del mundo eran tan inteligentes para poder crear esta conspiración masiva. Conozco a muchas mujeres inteligentes.

            Es verdad que la historia está llena de historias de abusos de mujeres, de negaciones de los derechos de las mujeres y de violencia contra las mujeres pero también está llena de abuso, de violencia y de negaciones de derechos humanos en general. Los hombres, las mujeres y los niños han sido víctimas en todas las épocas. No todas las veces en que una mujer era víctima de abuso se debía necesariamente porque fuese mujer.

            Nadie puede negar que las mujeres han sufrido pero la indignación por el abuso de mujeres no soluciona el problema. Estar de acuerdo con las feministas en que las mujeres han sufrido no requiere estar de acuerdo con que las feministas tengan la solución para terminar con ese sufrimiento. Las feministas ofrecen soluciones revolucionarias radicales cuando bastarían cambios mucho más simples. Una mujer que va al médico por la infección de un dedo del pie va buscando una solución sencilla, no que le amputen el pie. Es verdad que una guillotina solucionaría el problema de las migrañas pero la mayoría de la gente no lo vería como una solución viable.

            Leyendo las contabilidades feministas del abuso emocional, físico y sexual de las mujeres, una siente que las feministas se identifican con el sufrimiento de las mujeres porque ellas mismas lo han sufrido. Sin embargo, se debe preguntar si es el sufrimiento lo que hace que una mujer sea feminista o la incapacidad para tratar el sufrimiento. Muchas mujeres han tenido vidas difíciles y han padecido abusos terribles, aunque han podido perdonar y seguir adelante con sus vidas. Aprendieron cómo convertir la adversidad en triunfo.

            Las feministas que leo obsesionadas con comentarios negativos de lo que otras mujeres se habrían tomado a broma. Parecían incapaces de distinguir el humor masculino del abuso masculino. No  podrían perdonar el insulto más ligero y absolutamente, no perdonarían.

            Mientras leía los textos feministas, me acordaba de la oración: “Dios, dame la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el coraje para cambiar las cosas que puedo y la sabiduría para saber la diferencia”. A mí me parecía que las feministas carecen de esa sabiduría crucial. Se encolerizan con las cosas que no se pueden cambiar –como la naturaleza humana- y aceptan cosas que se pueden cambiar- como su actitud hacia las ofensas del pasado.

            En todo esto no podía ver nada que fuese liberador para la mujer y sí mucho que supondría una ventaja psicológicamente para la mujer. Me habría unido con voluntad a ellas en la batalla por eliminar los abusos reales y mejorar las vidas a las mujeres normales pero la idea de la militantes feministas del cambio positivo estaba destruyendo a la familia, promoviendo la liberación sexual y defendiendo el derecho al aborto.

            Las ideologías se deben juzgar con objetividad pero al estudiar el feminismo y la Agenda de Género, es difícil dejar de lado la sospecha de que toda la iniciativa es una gigante racionalización creada por mujeres heridas para justificar su ira, sus rencores y conducta de auto-destrucción. Sus abortos, su promiscuidad sexual, su rechazo de la maternidad y el lesbianismo parecen más la conducta que resulta de traumas de la infancia que una auto-liberación valerosa. A veces es más fácil culpar a las estructuras opresivas y exigir que cambie ese mundo que asumir la responsabilidad de cada cual por la propia conducta auto-destructiva.


LA HISTORIA DE GLORIA



            Gloria Steinem, el encanto del movimiento feminista y editora de la revista Ms, ejemplifica la relación entre la experiencia personal y el activismo feminista. Para el mundo, Steinem se presenta como el paradigma de la mujer liberada, pero en su libro Outrageous Acts and Everyday Rebellions, revela que detrás de la imagen cosmopolita está una niña pequeña que tenía miedo de crecer porque no quería ser como su madre, que padecía de enfermedades mentales.

            A la madre de Steiner se le diagnosticó una neurosis de ansiedad y necesitaba ser hospitalizada y tomar medicamentos de forma periódica. El padre de Steinem dejó a su familia, dejando a la Gloria adolescente para que se las arreglase con una “madre loca” que tenía miedo de salir de casa y se quedaba en la cama hablando sola. Gloria intentó cuidar de su madre tanto como pudo pero admite que estaba obsesionada con el miedo de terminar como su madre:

            Pasaron muchos años antes de ver a mi madre como persona y antes de comprender que muchas de las fuerzas de su vida son patrones que comparten las mujeres. Como muchas hijas, supongo que no podía permitirme el lujo de admitir que lo que le había sucedido a mi madre no era personal ni accidental y por lo tanto me podría suceder a mí. (Gloria Steinem, Outrageous Acts and Everyday Rebellions (New York: Holt, Rinehart and Winston, 1983, p. 144).

            Mientras su madre se beneficiaba del tratamiento y podía emerger de su introversión, Gloria luchó para comprender a la mujer que había sido su madre antes de su enfermedad:

            Solía decirle: “Pero, ¿por qué no te fuiste? ¿Por qué no cogiste el trabajo? ¿Por qué no te casaste con el otro hombre?” Ella siempre insistía en que no importaba, que era afortunada de tenernos a mi hermana y a mí. Si presionaba mucho, añadía: “Si lo hubiese dejado tú no habrías nacido”.
            Siempre lo pensé pero nunca tuve el coraje de decirle: Pero en vez de eso podrías haber nacido tú. (Steinem, p. 139).

            Leyendo la historia de la juventud de Gloria, una no puede evitar tener compasión de la joven chica que se quedó sola con una “madre loca”. Se puede ver cómo Gloria podía culparse de la enfermedad de su madre –si ella no hubiese nacido, su madre podría haber escapado del matrimonio que Gloria ve como la causa de la enfermedad mental de su madre. Años más tarde, cuando se le preguntaba por su madre, decía: “Mi madre no estaba enferma mentalmente. Fue rechazada por un mundo lleno de prejuicios” (Marcia Cohen, The Sisterhood (New York: Sion & Schuster, 1988), p. 50).

            En 1956 Gloria se quedó embarazada de un joven que quería casarse con ella. Ella pudo llevar a cabo un aborto en Inglaterra. Cuando años más tarde se le preguntó qué habría sucedido si hubiese tenido el niño, respondió:

            No sé lo que habría hecho. En verdad no lo sé... Si tuviera que llegar a casa y estuviese casada y con un hijo... Puede que llegase a hacerlo... Puede que hubiese sobrevivido pero no me veo a mí misma sobreviviendo... no de ninguna forma real...

            Sólo puedo imaginarme volviéndome loca... (Cohen, p. 106)

            Se puede comprender por qué Gloria cree que el matrimonio y los niños pueden hacer que una mujer se vuelva loca y por qué no puede admitir que la condición de su madre podría haber sido la manifestación de una enfermedad mental que pudo haber tenido lugar incluso si su madre hubiese tenido un esposo perfecto o no se hubiese casado y tuviese hijos.

            Puedo sentir compasión por el verdadero sufrimiento que Steinem y otras feministas han experimentado en verdad pero eso no me obliga a aceptar su teorías o sus esquemas. A las feministas no se les puede permitir derribar todas las familias y destruir todos los matrimonios porque ellas tengan miedo al matrimonio y a la maternidad.

            No todas las mujeres simpatizantes del feminismo han tenido infancias difíciles. A veces, las feministas me recuerdan a las niñas pequeñas que se quedan bajo la choza del árbol de los chicos. Como se les prohibía entrar porque eran chicas, algunas de ellas juraron en sus corazones infantiles que un día obligarían a que se les dejase entrar en esa choza. Otras juraron que cuando crecieran tirarían abajo al árbol. Si ellas no podían jugar, entonces no jugaría nadie. Todavía otras llegaron a la determinación de que no permitirían que nadie volviese a llamarlas chicas. Tengo que admitir que yo no tuve esa envidia porque, cuando era joven, pude convencer a los chicos para que me dejasen entrar en su choza y descubrí que allí no sucedía nada emocionante.

HISTORIAS SIN EQUILIBRIO


            Leyendo textos feministas, es fácil sentirse escandalizada con el catálogo de abusos que exponen, pero cualquier persona que tenga cierto conocimiento de la historia podrá reconocer que esas letanías de abusos no son sino una cara del relato. Para todas las víctimas que mencionan las feministas, existe una heroína que ellas ignoran, o peor, que se convierte en víctima. Por ejemplo, las feministas se quejan por sistema de cómo los puritanos patriarcales oprimieron a las mujeres aunque las mismas feministas se niegan a mencionar a las mujeres Puritanas heroicas que fueron famosas en su día, como Anne Bradstreet, cuya obra poética fue la primera en ser publicada de todos los poetas americanos, tanto hombres o mujeres.

            En su libro sobre la violación, Susan Browmnmiller no da crédito al coraje de la buena esposa Mary Rowlandson, cuyo relato de su cautiverio durante la guerra del Rey Felipe en 1676 fue el primer best seller americano. Todavía peor, Brownmiller insinúa que Rowlandson podría haber estado mintiendo cuando insistía en que los indios que la mantuvieron cautiva “no abusaron sexualmente de mí ni de palabra ni de obra”  (Susan Brownmiller, Against Our Will (New York: Bantam, 1976), p. 151).

            Las escritoras feministas hablaban de la importancia de los modelos de rol positivos para las mujeres. Estoy de acuerdo con ellas. Pero es que han sido ellas las que han degradado, ignorado o distorsionado las historias de fuertes mujeres seguras de sí mismas como Catherine Beecher, defensora de las mujeres del siglo diecinueve; Frances Willard, activista cristiana que dirigió Temperance Union de las Mujeres y que fue clave para que las mujeres obtuviesen el derecho a votar; Sarah Pierpoint Edwards, mística considerada por sus contemporáneos como que tenía más profundidad espiritual que su esposo Jonathan Edwards; Susana Wesley, madre de diecinueve hijos, incluyendo a John y Charles Wesley, fundadores de la Iglesia Metodista que le concedió todo su crédito para su trabajo; Santa Catalina de Siena, a la que se nombró Doctora de la Iglesia Católica por su teología mística, de la que el Papa tomó consejos.

            Las teólogas feministas insisten en que la Biblia ha ocultado las historias de mujeres pero fácilmente se pueden encontrar muchas mujeres heroicas en la Escritura, incluyendo a Ester, que mató al enemigo de su pueblo clavándole una estaca en la sien, y Judith, que le cortó la cabeza a Holofernes con dos golpes de su propia espada, y así mereció su propio libro en la Biblia.

            Encontré muchos errores y distorsiones de hechos reales en los escritos feministas que me podría pasar la vida entera proporcionando la documentación necesaria para corregirlas. Por ejemplo, Susan Brownmiller ve la opresión patriarcal en el hecho de que “Judith y su libro aparecen en la parte baja de los sospechosos libros apócrifos” (Brownmiller, p. 365). En oposición total a la afirmación de Brownmiller de que Judith “no era el tipo de modelo de rol que cualquier patriarcado en su justo juicio querría proponer” (Brownmiller, p. 365), el libro de Judith está incluido en todas las biblias católicas. En el tiempo de la Reforma, por razones que no tenían nada que ver con la amenaza de Judith a la ideología “patriarcal”, los Luteranos relegaron todas las partes del Antiguo Testamento que estaban escritas en griego al estatus de “apócrifos”. Esto incluyó al libro de Judith. Además, la historia de Judith fue un tema favorecido en el arte católico. En el techo de la Capilla Sixtina, la sala en la que tiene lugar la elección del Papa, Miguel Ángel plasmó hábilmente a Judith marchándose con la cabeza de Holofernes. El fresco de Judith se equilibra con uno de David cortándole la cabeza de Goliat, demostrando tanto simetría simbólica como igualdad sexual. Y, Judith no es la única mujer que se encuentra en el techo. Las sibilas femeninas se equilibran con profetas masculinos, al mismo tiempo en que los antepasados masculinos y femeninos de Jesús se muestran sin discriminación.

            Cuanto más leía, más errores encontraba. Si todo lo que me era familiar era falso, podía asumir que lo que no me era familiar también sería distorsionado de la misma forma.

            La historia no es lo único que han distorsionado las escritoras feministas. Cristina Hoff. Sommers, en su libro Who Stole Feminism?, documenta cómo las feministas han creado mitos sobre la violencia contra las mujeres, distorsiones de investigación sobre la auto-estima de las adolescentes y suprimieron la evidencia que no encajaba con sus teorías. Las feministas han protestado airadamente contra la opresión que las mujeres han sufrido por parte de los hombres y luego giraron y suprimieron a cualquier mujer que se opusiese a su ideología. A las mujeres investigadoras que estudian las diferencias entre hombres y mujeres se les niega financiación frecuentemente y se les advierte sistemáticamente que elijan una línea diferente de investigación. Gloria Steinem censura esa investigación como contraria a la mujer: “Realmente es el vestigio de lo anti-americano, de locos, hacer esta investigación. Es lo que hace que sigamos abajo, no lo que nos ayuda” (John Stossel, “Boys and Girls are Different: Men, Women, and the Sex Difference,” ABC News Special, 1 de Febrero de 1995).

            Últimamente, al mismo tiempo que se ha sabido que las feministas afirman claramente que consideran lógica “una trama patriarcal”, creo que los argumentos que presente un autor no deben ser contradictorios. Las feministas tenían sólo un punto: “Los hombres son horribles” –y todo se veía como prueba de ello. Si los hombres violaban a mujeres, eso era  opresión- coincidían. Pero, si los hombres eran indignantes por las violaciones, eso, según las feministas, era también una evidencia de opresión. Dar con la puerta en las narices a las mujeres era opresión pero abrir la puerta era también opresivo. Que las mujeres se casasen y condenarlas a la vida familiar era opresión pero también lo era que no se casasen. Los hombres eran condenados si lo hacían y también si no lo hacían.

            La evidencia feminista no era convincente, sus teorías eran contradictorias y, además de esto, algo del feminismo me sonaba vaga y desagradablemente familiar. Había oído antes esa melodía pero no podía recordar las palabras. Eventualmente, descubrí que había muchas más cosas erróneas en el feminismo de lo que había imaginado. Como investigué después, la música subió de volumen y se hizo más clara, y al final descubrí de quién era la canción que estaban cantando.


DE EL CAIRO A BEIJING


            El feminismo es sólo uno de los muchos asuntos que divide a los partidos en las guerras culturales. Como yo había estado haciendo seguimiento, denunciando y comentando las diversas batallas de este conflicto durante más de quince años, no me sorprendió cuando en 1994 estaba interesada en las preparaciones de la Conferencia de la ONU sobre Población en El Cairo. La batalla de El Cairo había estado subiendo de tono durante meses. Ocho semanas antes de que comenzase la conferencia, se presentó la oportunidad de cubrir la conferencia de El Cairo y no la dejé escapar. Los asuntos de población no son mi área de pericia pero parecía claro a mediados de julio que el conflicto de El Cairo era crucial y quien quisiera estar donde estuviese la acción debería estar allí.

            En las guerras culturales, la ubicación puede cambiar pero los asuntos siguen siendo los mismos. Los asuntos de sexo y de la vida dominaban los debates de El Cairo como lo hacen en los comités de escuelas locales, fuera de las clínicas abortivas y en los salones del Congreso. Para mí, el camino de El Cairo condujo a Beijing y la Cuarta Conferencia Mundial de la ONU sobre las Mujeres.

            Lo que sucedió en El Cairo y en Beijing importa. No tanto porque la ONU pueda forzar su voluntad en los Estados Unidos, sino para que exclusivamente los países pobres que dependen de ayudas extranjeras se vean forzados a aceptar las agendas promulgadas en estas conferencias. Importa porque la guerra de la cultura es una batalla de ideas y la ONU tiene los recursos y el prestigio para promover su agenda a los líderes del mundo, a los escolares y los medios de comunicación social.

            En este momento, la ONU está dedicando sus recursos y su prestigio para promover la “perspectiva de género”, y los que respaldan esta Agenda de Género esperan más que palabras. Han pedido que los planes realizados en El Cairo y en Beijing se implementen y se financien. La Plataforma para la Acción de la conferencia de Beijing sobre la mujer invitó a los gobiernos a “una perspectiva de género de pensamiento único” en todos los programas y políticas de todas las instituciones públicas y privadas.

            La administración Clinton, el gobierno canadiense, la Unión Europea y un grupo de agencias de la ONU están “preparando esa perspectiva de género” pero ha habido poco debate en los medios sobre lo que conlleva exactamente una “perspectiva de género”. Si una “perspectiva de género” va a “establecerse” en todos los programas públicos y privados del mundo, la prudencia requeriría que, al menos, se informase al público de la naturaleza de esta agenda. En vez de eso, la implementación se lleva a cabo sin ninguna aclaración pública. La Agenda de Género entra en las comunidades no como un barco grande sino como un submarino, determinada a revelar lo mínimo posible de sí misma.

            Sin embargo, los que tienen voluntad de examinar los documentos de la ONU pueden encontrar una definición de la perspectiva de género y de sus objetivos. Según un folleto publicado por el Instituto de Formación e Investigación Internacional de Naciones Unidas para el Avance de las Mujeres (INSTRAW), “Adoptar una perspectiva de género es ‘... distinguir entre lo que es natural y biológico y lo que es una construcción social y cultural, y en el proceso de renegociar los límites entre lo natural –y de ahí relativamente inflexible- y lo social- y de ahí relativamente transformable’ ” (Gender Concepts in Development Planning: Basic Approach” (INSTRAW, 1995), p. 11). En inglés claro, significa que las diferencias evidentes entre los hombres y las mujeres no son naturales sino que fueron inventadas, por lo que pueden y deben cambiarse.

            ¿Es esta perspectiva de género una verdad auto-evidente que se debe imponer a los habitantes del mundo sin ningún debate o discusión? ¿Cuál es la relación entre la perspectiva de género y el hecho de que los que la proponen tengan una aversión extrema a palabras como madre, padre, esposo y esposa? ¿Por qué los que defienden la Agenda de Género se refieren al matrimonio y a la familia en términos negativos? ¿Por qué un documento de la ONU sobre la mujer no tiene casi nada positivo que decir sobre las mujeres que son madres a tiempo completo? ¿Por qué la ONU ya no promueve una “perspectiva de la mujer?”

            Las fuerzas que están detrás de la Cuarta Conferencia Mundial de la ONU sobre la Mujer creen que su “perspectiva de género” es una verdad auto-evidente. Estaban ocupadas incluso antes de que la conferencia de Beijing pusiera en marcha sus planes para “establecer la perspectiva de género” en todas las escuelas, todos los negocios, todas las familias, todos los programas privados y públicos, en todos los niveles y en todos los países. Dado el poder de las fuerzas que hay tras ella, la velocidad a la que está siendo implementada y lo que está en juego, la Agenda de Género pide, al menos, un examen estricto.


NOMBRAR A LOS PARTICIPANTES


            Relatar un conflicto ideológico requiere nombrar a los participantes. No se puede hablar de cómo hicieron esto y de cómo lo hicieron sin definir quiénes son. Como este conflicto implica a dos grandes y diversas coaliciones que se mantienen unidas sólo por un compromiso general con ciertos principios, enumerar los miembros de la coalición es difícil, si no imposible.

            Las líderes de la coalición de grupos que promueven la Agenda de Género se denominan feministas pero la defensa de la Agenda de Género no se limita a las mujeres ni a aquellos cuya principal preocupación sea el feminismo. El respaldo a la Agenda de Género procede de grupos activistas, todos interrelacionados de alguna forma o con intereses comunes pero sin embargo distinguibles: 1.- controladores de la población; 2.- libertarias sexuales; 3.- activistas de los derechos de los gays; 4.- multiculturales /promotores de lo políticamente correcto; 5.- ecologistas extremistas; 6.- neo-marxistas /progresistas; 7.- postmodernos / deconstruccionistas. La Agenda de Género la respaldan también grandes gobiernos liberales y ciertas corporaciones multinacionales.

            El término Feministas de Género parece el más apropiado para una coalición de grupos de intereses que promueven la Agenda de Género, ya que han asumido como su objetivo “establecer como pensamiento único la perspectiva de género” en todos los programas y políticas en el sector privado y público. Parece justo decir que tienen interés en establecer la agenda de género como la fuerza de gobierno del mundo. A veces, sería más exacto hablar del Sistema del Género, ya que la promoción de la perspectiva de género no la están llevando a cabo activistas de base, ni mujeres comunes, sino personas que se han establecido en varios centros de poder y que están utilizando su influencia para llevar a cabo la agenda.

            La educación requiere generalmente que se llame a la gente por el nombre que han elegido para sí mismos. En el caso de las feministas, sin embargo, esto no resulta tan fácil, ya que mujeres con filosofías radicalmente diferentes se llaman feministas. Las feministas de género no se llaman a sí mismas con ese nombre. En vez de ello, se llaman feministas y pretenden representar a todas las mujeres. Además de esta, existen otras formas de feminismo anteriores al feminismo de género y que continúan teniendo influencia.

            En 1977, en un libro de texto diseñado para programas de estudios para mujeres, Alison Jagger identificaba varias formas de feminismo: liberal, marxista, socialista, radical, lésbico y separatista matriarcal (Alison Jagger, “Political Philosophies of Women’s Liberation”, Feminism and Philosophy (Totowa, NJ: Littlefield, Adams & Co., 1977) p. 5-37). Christina Hoff Sommers distingue entre el viejo, feminismo de igualdad o  de corriente principal (aproximadamente equivalente al feminismo liberal) y el nuevo y “resentido” (con odio a los hombres) o feminismo de género. Recientemente, algunos han llegado a distinguir entre feministas liberales, radicales, marxistas y postmodernas.

            Algunos han sugerido que el término feminista debe reservarse para las feministas liberales y llamar a las demás “feministas extremistas”. Esto daría la impresión inexacta de que las “feministas extremistas” son atípicas, que no es el caso. Las feministas liberales no son la fuerza dominante en el movimiento de las mujeres. Entre las teóricas y las activistas feministas, el porcentaje de feministas liberales disminuye cada año. Además, las mujeres que sugieren moderación suelen ser castigadas por las “verdaderas creyentes” como traidoras a la causa o presas de la “reacción violenta”.

            Un número de mujeres ha elegido el nombre de feministas pro-vida o feministas cristianas. Sienten que la palabra es lo bastante amplia como para incluir a todas las mujeres que creen en los derechos y en la igualdad de la mujer. Al mismo tiempo que es comprensible el deseo de expresar el respaldo a las mujeres, me parece que existe una diferencia sustancial entre estar a favor de las mujeres y estar a favor del feminismo. Cualquier imagen posible que la palabra feminista pudo tener, ha sido deslustrada por las que se han apoderado de ella, y yo, por mi parte, estoy satisfecha de dejarles a las militantes la posesión total del término. Pero eso nos deja con el problema de cómo llamar a las que se oponen al feminismo militante.

            Al mismo tiempo que muchos americanos son políticamente disléxicos, los términos Izquierda y Derecha todavía nos sirven de utilidad. En las guerras culturales, la Izquierda suele respaldar la liberación sexual, el entretenimiento sexual explícito, el derecho al aborto, los derechos de los homosexuales, la educación sexual basada en los anticonceptivos, las cuotas y la acción afirmativa, mientras que la Derecha respalda el matrimonio, la familia, la vida, la castidad y la igualdad de oportunidades.

            Las feministas consideran a sus oponentes “fundamentalistas”, “la Derecha Religiosa” o la “extrema derecha”, insinuando que representan un punto de vista estrecho, extremista y religioso sectario que no tiene cabida en la zona pública. Los oponentes a la Agenda de Género, sin embargo, están unidos no por la adherencia a una religión en particular sino por un compromiso con la familia y con una creencia en la ley natural. Se consideran a favor de la familia.

            Las feministas insisten en que ellas también respaldan a la familia pero redefinen la familia para que el término pueda referirse a dos compañeros de habitación y a su perro. Por otra parte, la mayoría de los activistas pro-familia respaldaría la siguiente definición de familia:

            La “familia” en todas las épocas y en todos los rincones del mundo puede definirse como la unión de un hombre y de una mujer por medio de un convenio aprobado socialmente para regular la sexualidad, para tener, educar y proteger a los hijos, para darse amor y protección mutua, para crear una pequeña economía familiar y mantener la continuidad entre las generaciones, los que se van antes y los que vienen después. De las relaciones recíprocas y recreadas de forma natural de la familia crecen comunidades más amplias, como las tribus, las villas, los pueblos y las naciones. (Allan Carlson, “What’s Wrong With the United Nations’ Definition of ‘Family’?” The Family in America (Agosto de 1994), p. 3).

            Los defensores de la familia son inequívocos en su respaldo a la igualdad de derechos de la mujer. Creen que todos los hombres han sido creados con la misma dignidad y que el Creador les ha dotado de ciertos derechos inalienables. No tienen duda de que “todos los hombres” hace referencia igualmente a los hombres y a las mujeres.

            A los defensores de la familia se les ha acusado falsamente de odiar a las personas que no comparten sus ideas, como las mujeres que abortan, los hombres y mujeres que mantienen relaciones homosexuales y otras formas de conducta auto-destructiva. A los defensores de la familia les importan profundamente estas personas como individuos y se preocupan por su salud y su bienestar pero también les preocupa la sociedad y la gente inocente que sufrirán daños graves si se promueven políticas peligrosas.

            Muchas mujeres creen que el feminismo es tan destructivo y contrario a los intereses de la mujer que se oponen a él con todas sus fuerzas. Las mujeres que están a favor de la mujer y en contra del feminismo creen con la misma pasión en la igualdad de la mujer. Estas mujeres nunca han tenido dudas de que tienen la misma dignidad como personas que los hombres, aunque algunas coincidirían con mi madre, a la que le encantaba decir que no quería la igualdad con los hombres ya que no tenía ninguna intención de decrecer. Estas mujeres no quieren un lenguaje inclusivo. Se consideran incluidas en la palabra hombre. Prefieren Presidente a Presidencia, mujer a esposa y Mrs o Miss a Ms. Llaman a Dios Padre y creen que Hijos de Dios se refiere a ellas de la misma forma que a sus hermanos.

            Estar a favor de la mujer y en contra del feminismo no es ignorar los problemas que afrontan las mujeres en sus vidas cotidianas ni, ciertamente, excusar el abuso, la violencia, la explotación o la injusta discriminación contra las mujeres o cualquier persona, sino creer que la revolución feminista no sólo no solucionará los problemas de las mujeres comunes sino que hará que empeoren.



LA ONU


            Algunas personas me han preguntado por qué me he molestado en escribir un libro sobre las Naciones Unidas. ¿No es la ONU irrelevante? A esto respondo: Este no es un libro sobre la ONU. Es un libro sobre la Agenda de Género, la redefinición de la igualdad y la guerra contra la maternidad. Pude haber escrito sobre cómo se está promoviendo la Agenda de Género en las universidades, en las escuelas públicas, en el gobierno, en los medios, o incluso en los negocios pero la Conferencia de la ONU sobre las mujeres era una oportunidad única para ver expuesta toda la Agenda de Género en un solo lugar.

            Como el Sistema de Género controla a la ONU con firmeza, han estado abiertos a divulgar todos los ámbitos de sus planes para rehacer el mundo. Fue fácil conseguirlo al escribirlo en sus propias palabras. Como en los debates públicos los defensores de la Agenda de Género no eran muy comunicativos sobre sus intenciones, he incluido un gran número de citas.

            Algunos pueden creer que este libro respalda el argumento de que se debería abolir la ONU o al menos echarla de los Estados Unidos. Al mismo tiempo que puedo comprender este sentimiento, mis experiencias personales de El Cairo y Beijing hicieron que me diese cuenta de que la ONU tiene mucho que ofrecer como lugar en el    que puedan encontrarse los pueblos del mundo y puedan aprender a comprenderse recíprocamente. Tenemos el deber de preocuparnos por las necesidades de los demás y de cómo nuestras políticas afectan a los que viven en otros países. Desafortunadamente, la ONU se ha convertido en presa de ideologías peligrosas, que están utilizando el poder y la influencia de la ONU para promover sus esquemas peligrosos.

            La ONU no debe intentar convertirse en un gobierno internacional, o peor, una burocracia internacional sino un lugar de encuentro de las naciones soberanas, en el que puedan oírse las voces de los pequeños, los pobres y los débiles. El Papa Juan Pablo II en su discurso a la ONU en octubre de 1995 quiso hablar sobre los derechos de las naciones, el respeto a las diferencias y el derecho fundamental a la libertad religiosa y la libertad de conciencia. Estas se ven claramente amenazadas por los que quieren utilizar la ONU para imponer una camisa de fuerza ideológica en el mundo.

            Importa lo que sucedió en Beijing, porque lo que se planificó en Beijing irá llegando a todas las ciudades, todos los colegios y todos los negocios (si no lo han hecho ya), a no ser que se exponga y nos alcemos en su contra.



















CAPÍTULO DOS: ESTABLECER LA AGENDA DE GÉNERO COMO CORRIENTE PRINCIPAL


            Pocos meses después de volver de la conferencia de Beijing, se me acercó una mujer en una reunión social y me dijo: “He oído que estuvo en Beijing. Hábleme de ello”, me dijo. “Debe haber sido emocionante. Lo he leído todo sobre ello.” Mientras le explicaba un poco de lo que había sucedido, se iba quedando perpleja. “No he visto nada de eso en la prensa”. Tenía razón. Al mismo tiempo que las conferencias de la ONU atraen la atención de medios sustanciales, los medios de la corriente principal parecían dispuestos a evitar la historia real y centrarse en aspectos periféricos.

            La conferencia de Beijing sobre la mujer no fue una excepción. La cobertura se concentró en las violaciones de los derechos humanos en China, en la asistencia de Hillary Clinton, en el acoso de China a las mujeres asistentes al Forum de las Organizaciones No Gubernamentales relacionadas –pero no en el tema central de la conferencia- “establecer la perspectiva de género como corriente principal”. Con la acción afirmativa y las cuotas como temas candentes, pensaba que los informadores podrían señalar que la plataforma exigía cuotas generales. Con los valores de la familia como política importante, se podría esperar que la prensa advirtiese el tratamiento negativo del matrimonio, la familia y la maternidad que se da en el texto. 

            Pero esta omisión de los medios apenas me sorprende, ya que se han negado a investigar la Agenda de Género y las implicaciones ideológicas que se encuentran tras ella, aunque la Agenda de Género está en todos sitios, como demuestran los siguientes ejemplos. Estos ejemplos se han emparejado con párrafos aplicables desde la plataforma de Beijing. [1]


IGUALDAD FORZADA


            La Universidad Brown de Providence, en Rhode Island, miembro de la prestigiosa Liga Ivy y reconocida como líder en su compromiso con la igualdad de las mujeres, con la diversidad y el multiculturalismo, fue demandada recientemente por discriminación contra las mujeres. Brown fue acusada de violar el Título IX, que manda que las instituciones educativas que recibieron fondos del gobierno deben ofrecer las mismas oportunidades para la participación en los deportes a las mujeres y a los hombres. Brown había incrementado voluntariamente el número de equipos femeninos, ofreciendo más deportes de equipo femeninos que cualquier otra universidad. Cuando llegó la hora de los presupuestos, Brown trató a los equipos masculinos y femeninos de la misma forma pero las entrenadoras de las chicas llevaron a Brown a los tribunales, argumentando que mientras el cuerpo estudiantil de Brown es femenino en más del 50 por ciento, la participación en deportes entre universidades es del 60 por ciento de chicos frente al 40 por ciento de chicas.

            La universidad presentó la evidencia de que los estudiantes varones tienen más interés en practicar deporte que las chicas estudiantes; de que salen más chicos para deporte en los institutos y universidades que chicas; de que los chicos tienen más voluntad de quedarse en el banquillo y de no jugar nunca un juego en solitario, mientras que las chicas que sienten que no van a jugar nunca, frecuentemente dejan el equipo. La universidad argumentó que los equipos femeninos existentes tenían huecos vacantes y, por lo tanto, las chicas que quisieran participar en un deporte de equipo en Brown tenían ya muchas oportunidades.

            El juez determinó que si Brown no podía incrementar el número de chicas, tendría que disminuir el número de chicos, hasta que se alcanzase la participación estadísticamente igual entre chicos y chicas.

            Plataforma de Beijing 280(d)- Promover la participación total e igual de las chicas en las actividades extracurriculares, como los deportes, el teatro y actividades culturales.


APLICACIÓN DE GÉNERO


            Siguiendo la estela del caso Brown, el Departamento de Educación de los Estados Unidos publicó nuevas reglas que requerían que los colegios y universidades emitieran reportajes anuales sobre cuánto gastan en encuentros atléticos interescolares masculinos y femeninos. Las defensoras de las atletas dijeron que las nuevas reglas les facilitarían demostrar los cargos de discriminación sexual (“Colleges Told To Publish Sports Costs”, New York Times (3 de diciembre de 1995)).

            Plataforma de Beijing 209(a) –Asegurar que se recojan, se compilen, se analicen y se presenten las estadísticas relacionadas con las personas por sexo y edad y reflejen problemas, asuntos y cuestiones relacionados con las mujeres y los hombres en la sociedad.


BALONCESTO MIXTO


            En un artículo de la sección de Educación del New York Times, el Dr. Charles Corbin, profesor de educación física y para la salud de la Universidad del Estado de Arizona en Tempe era citado como dice: Si los chicos y chicas son emparejados igualmente por edad, habilidad, experiencia, altura y peso, las chicas pueden jugar en los equipos de los chicos y viceversa... Es más agradable, divertido y la vida real”.

            El Dr. William Squires, profesor de biología, de forma física y salud, además de nutrición de la Universidad Luterana de Texas afirmaba: “Si hubiese una sociedad informada, se podría tener una liga de baloncesto mixto y tener a los tres mejores chicos y las tres mejores chicas en un equipo jugando contra los tres mejores chicos y las tres mejores chicas de otro colegio”.

            Por otra parte, Mary E. Dunkin, profesor de psicología /sociología deportiva de la Universidad de Pittsburg cree que la respuesta es que no haya deportes de contacto en absoluto (Elaine Louie, “Unequal Contest”, New York Times: Education (Julio de 1989), p. 29).

            En Kingston del Norte, Rhode Island, las clases de gimnasia del instituto son mixtas. Los chicos y las chicas luchan unos con otros. Algunos de los chicos están tan avergonzados que se han negado a tomar parte, mientras que otros han asumido la situación.

            Declaración de Beijing 24 –Tomar las medidas necesarias para eliminar todas las formas de discriminación contra la mujer y las niñas y suprimir todos los obstáculos para la igualdad de género.

HOMBRES EXCEDENTES


            Según un artículo del New York Times, la investigación realizada por la Dra. Susan Ward y el Dr. Brian Whipp, fisiólogos de UCLA, sugiere que:

            Si continúa mejorando la actuación de las carreras de las mujeres en el nivel al que se ha disparado desde los años 20, las mejores mujeres no tardarán mucho en correr tan rápido como los mejores hombres y puede que incluso los superen algún día... Los investigadores sugieren que las corredoras de élite se están haciendo mucho más rápidas a un gran ritmo que deberían correr maratones tan rápidamente como los hombres como mucho en 1998 y otros eventos de pista más pequeña antes de la mitad del siglo próximo.

            Estas predicciones sorprendentes se basan en un nuevo análisis estadístico que compara las tendencias de los records del mundo de los hombres y las mujeres durante los últimos 70 años y proyecta esos patrones para el futuro.

            Los investigadores admiten que las corredoras más ágiles hoy ni siquiera estarían cualificadas para las carreras masculinas de pista de las Olimpiadas, el record del mundo masculino (de maratón) es de 2:06.50 y el femenino es de 2:21.06 pero están seguros de que las diferencias se pueden superar. (Natalie Angier, “2 Experts Say Women Who Run May Overtake Men”, New York Times (7 de enero de 1992), p. c3).

            Plataforma de Beijing 28 (27) –En muchos países, las diferencias entre los logros y actividades de las mujeres y de los hombres no se reconocen todavía como consecuencias de los roles de género construidos socialmente sino en las diferencias biológicas inmutables.


MUJERES ENTRENADORAS DE FÚTBOL


            El Departamento de educación del Estado de Rhode Island, en unión con la Comisión sobre la Mujer, está promoviendo los programas de igualdad de género en todas las escuelas públicas y privadas del estado. El programa se inició después de una entrevista que reveló desigualdades en la educación en Rhode Island, que incluyen el hecho de que el 100 por ciento de los entrenadores de fútbol son hombres. El informe admite que para entrenar “no hay sitio para las mujeres y en otros muchos casos la cualidad y los años de experiencia colocan a las mujeres en desventaja cuando piden posiciones. Deben hacerse esfuerzos por la contratación y programas de apoyo para incrementar el número de mujeres entrenadoras”.

            El informe concluía: “La intervención para cambiar actitudes hacia las carreras estereotipadas de género y para incrementar el interés en las áreas no tradicionales deben comenzar en las guarderías y continuar a lo largo del colegio” (Kathryn Quina, “Report Card for the 1990’s: A Report on the Status of Girls and Women in Rhode Island Education” (Rhode Island Commission on Women, Julio de 1992)).

            Plataforma de Beijing 85(m) (83) –Respaldar el avance de las mujeres en todas las áreas del deporte y de la actividad física incluyendo el entrenar.


HERMANASTROS Y CHICOS SCOUTS


            El trabajo de Ruth Bader Ginsburg, del Tribunal Supremo de Estados Unidos sobre un estudio del prejuicio sexual en el código legal de los Estados Unidos afianzó su reputación como campeona de los derechos de la mujer. A Ginsburg, que al principio fue profesora de derecho en la Escuela de Derecho Columbia, y a Brenda Feigen-Fasteau, anterior directora del Proyecto de la Unión de Libertades Civiles Americanas de derechos de las Mujeres, se les encargó diseñar un plan para borrar “los prejuicios sexuales de nuestras leyes más básicas”. Su informe, publicado en 1977, encontró numerosos ejemplos de prejuicios sexuales.

            Parece que descubrieron que el código americano contenía un número de leyes que se referían a “maridos y mujeres” más que a “esposos”; “padres y madres más que a “padres”; “abuelos y abuelas “ más que “abuelos”; “hermanas y hermanos” más que a “hermanos”, y “hermanastras y hermanastros” más que a “hermanastros”.

            El informe también expresaba preocupación porque el símbolo anti-basura Johnny Horizon era un “estereotipo sexual de la persona al aire libre” y “debe complementarse con una figura femenina que promueva los mismos valores”. Además, “las dos figuras deberían retratarse como personas de igual fortaleza de carácter” (Ruth Bader Ginsburg y Brenda Feigen-Fasteau, “Sex Bias in the US Code” (Report of the U.S. Commission on Civil Rights, Abril de 1977), p. 100).

            El informe criticaba la sección 371 del código americano que trata la validez de los matrimonios contraídos según las costumbres indias, porque

            La sección contiene referencias innecesarias a los sexos de las partes del matrimonio. Más sustantivamente, especifica que los hijos de esas uniones se considerarán la descendencia legítima del padre pero no hace esa especificación con respecto a la madre. Aparentemente, se consideraba como más allá de la cuestión de que esos hijos sean la descendencia legítima de la madre. La única característica física de que la madre natural de un niño está invariablemente presente en el nacimiento del niño no justifica esta distinción en estos casos. (Ginsburg y Feigen-Fasteau, p. 119)

            El informe se quejaba también del respaldo del gobierno a los Chicos y Chicas Scouts: “El Chico y la Chica Scout ofrecen ostensiblemente beneficios ‘separados pero iguales’ para roles sexuales estereotipos perpetuos para ambos sexos” (Ginsburg y Feigen-Fasteau, p. 145).

            El informe respaldaba permitir la continuación del uso de los nombres de lugares específicos de género, como la Montaña de las Gemelas y el Parque Nacional del Hombre del Minuto (p. 208).

            Plataforma Beijing 232(d) –revisar leyes nacionales, incluyendo leyes de costumbres y prácticas legales en las áreas de ley familiar, civil, penal, laboral y comercial y... revocar cualquier ley que quede que discrimine en la base del sexo y suprimir prejuicios de género en la administración de justicia.


CUOTAS DE CINCUENTA /CINCUENTA PARA EL CONGRESO


            Mim Kelber, que estuvo implicado profundamente en las preparaciones para la participación de las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) en la conferencia de Beijing, es el editor del libro Women and Goverment: New Ways to Political Power. La antigua congresista Bella Abzug es la coautora de la introducción. El libro, escrito explícitamente para la conferencia de Beijing, presenta una serie de planes para alcanzar cuotas del cincuenta /cincuenta en todos los cargos a elegir. En los Estados Unidos esto se conseguiría, entre otras cosas, re-escribiendo la Constitución para mandar que el senado se componga de doscientos miembros, dos hombres y dos mujeres de cada estado (Mim Kelber, Women and Goverment: New Ways to Political Power (Westport, CT: Praeger, 1994), pp. 215-218).

            Plataforma Beijing 192(a) (190) –Establecer el objetivo de equilibrio de género en los cuerpos y comités de gobierno, además de las entidades administrativas públicas y las judiciales, incluyendo, entre otras, estableciendo metas específicas e implementando medidas para aumentar sustancialmente el número de mujeres con el fin de conseguir la misma representación de mujeres y de hombres, si es necesario a través de la acción positiva, en todas las administraciones públicas y de gobierno. Tomar medidas, incluyendo donde sea apropiado, en los sistemas electorales que estimulan a los partidos políticos a integrar a las mujeres en posiciones públicas de ser elegidas y de no ser elegidas en la misma proporción y niveles que los hombres.


ESTUDIOS DE LESBIANAS


            Kathleen Westergaard, estudiante de la Universidad de Victoria, British Columbia, de Canadá, recibió una tarea en su clase de estudios de sus mujeres. “Las mujeres de la clase se emparejarán y pasarán 10 minutos caminando por el campus cogidas de la mano. Siéntanse libres de mostrar afecto. Intenten caminar por áreas donde haya gente. Cuando regresen a clase contarán cómo se sintieron al hacerlo... Si no te sientes capaz de hacerlo, analiza por qué.” La señorita Westergaard se negó y presentó una queja. “Quería un estudio de la mujer porque creo en los derechos de las mujeres y en la lucha por la igualdad... Deberían cambiar el nombre del curso por estudios de lesbianas”  (Steve Vanagas, “Lesbian conversion”, Western Report (19 de junio de 1995), p. 44).

            Según la antropóloga de la Universidad de Alberta Ruth Gruhum, “El objetivo explícito de los Estudios de las Mujeres es política: Que se propague la ideología lo más posible, con el último objetivo de conseguir el cambio social... que una ideología establecida por la institucionalización en la universidad, sin embargo, se pueda mantener más allá de su tiempo, tanto tiempo como pueda ser protegida de la crítica” (Steve Vanagas, “Lesbian conversión” Western Report  (19 de junio de 1950, p. 44).

            Plataforma de Beijing 209© (206) -Abrir centros para estudios de mujeres... Para controlar y evaluar la implementación de los objetivos de la Plataforma para la Acción.


PREGÚNTENLE AL BEBÉ

 
            Elias Farajojé-Jones, profesor de divinidad de la Universidad de Howard, cree: “Se nos enseña que tenemos que ser una cosa. Ahora la gente se encuentra que no tienen que elegir”. Farajojé-Jones, que ha tenido relaciones sexuales con hombres y con mujeres desde los dieciséis años, tiene un niño de dos meses con su pareja bisexual, Katherin. Ha decidido “que su hija Issa-Ajamu no conocerá barreras de género. Con la ayuda de un tubo con correas que se pueda rellenar, los dos padres la amamantarán. Y, cuando la gente pregunta si el bebé –que tiene dos zarcillos- es un niño o una niña, Farajojé responde: ‘Pregúntenle al bebé’ ” (Steve Rhodes et al., “Bisexuality”, Newsweek (17 de julio de 1995), p. 49).

            Plataforma de Beijing 245(a) –Promover que las responsabilidades familiares se compartan igualmente por medio de campañas de los medios que pongan énfasis en la igualdad de género y en roles de género no estereotipados de hombres y mujeres en la familia.



PREGÚNTENLE AL TRANSEXUAL


            En San Francisco, se obliga a la policía a tratar con presuntos autores cuya identidad sexual “elegida” no encaja con su identidad biológica. Para acomodar a los “transexuales”, se sugirieron baños “unisex” además de separar los baños de hombres y de mujeres, pero no se los exige la ley aprobada recientemente en San Francisco. Cynthia Goldstein, de la Comisión de los Derechos Humanos de San Francisco, dijo que la ciudad está “mirando un sistema escalonado de acomodación... Cuando se implica la desnudez, como un baño comunitario, las instalaciones deben satisfacer a tus genitales”. La policía recibió instrucciones de alojar a los transexuales “en celdas adecuadas a la identidad de género de la persona”. Según el artículo, a la policía se le dijo: “Es respetable preguntarle a una persona cuya identidad de género está en cuestión por el género que prefieran”. El problema de las mujeres que se niegan a tener que compartir una sala o vestuarios de mujeres de tiendas de ropa con hombres vestidos de mujer debe abordarse todavía (Lambda Report on Homosexuality Newsletter).

            Plataforma de Beijing 125(k) (124) –Adoptar todas las medidas apropiadas, especialmente en el campo de la educación, para modificar los patrones sociales y culturales de conducta de los hombres y las mujeres.


SIN INTIMIDAD


            Wendy Shalit, estudiante de segundo curso de la Universidad de Williams, informa que al comienzo de cada año, los chicos y chicas estudiantes de cada colegio mayor se reúnen en su sala común para votar si tienen o no el baño compartido. El voto siempre va a favor del sí porque a los novatos se les arenga para que voten a favor, ya que si votan en contra son acusados de no sentirse “cómodos con sus cuerpos”.

            Ms. Shalit, que insiste en que está cómoda con su cuerpo, le gustaría utilizar la ducha en intimidad. “En el mundo de la ducha mixta, las jóvenes son libres para hacer strip-tease y desfiles en toallas mojadas sabiendo que la administración de la universidad caerá como un martillo sobre cualquier joven que sea encontrado culpable de ‘objetivarlas’ con la ‘mirada masculina’”.

            Ms. Shalit ve la situación de la ducha como una “alegoría del ambiente intelectual actual de nuestras universidades en las que todo es relativo, nada es ‘esencialmente’ diferente de otra cosa, no hay mezcla de significados- y en el nombre de esta mentalidad muy liberal los estudiantes son invitados diariamente a acomodar las proposiciones más monstruosas, filosóficas no menos que sexuales” (Jeffrey Hart, “Sex Re-education at Williams”, Providence Journal (28 de noviembre de 1995), p. B7).

            Plataforma de Beijing 283(a) –Tomar medidas para eliminar incidentes de acoso sexual de chicas en instituciones educativas y otras instituciones.


NUESTRO PADRE /MADRE DEL CIELO


            En la nueva versión con lenguaje sexista del Nuevo Testamento y los Salmos de la Oxford University Press, la frase “Hijo del Hombre” se traduce como “Humano”. La oración del señor comienza “Padre-Madre nuestro /a que estás en el Cielo”. Desaparecen las referencias al reino de Dios porque la palabra reino tiene un “carácter ostensiblemente androcéntrico y patriarcal”. En la escena en la que los padres preocupados de Jesús le encuentran en el templo, ahora se lee en el texto: “’¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que debía estar en la casa de mi Padre-Madre?’ Pero ellos no comprendían lo que Jesús les decía”.

            Desaparecen las referencias a la mano derecha de Dios por deferencia a las personas zurdas. Ya no se utiliza la oscuridad como imagen del mal por miedo a ofender a los negros.

            Algunos piensan que esta traducción todavía no ha sido suficiente. La Biblia postmoderna, una colección de ensayos producidos por el Colectivo Bíblico y Cultural, se queja de que “no se dice nada de un Dios Madre ni de que Dios hiciera la Mujer, ni siquiera de Dios como pareja o parejas... Tenemos que liberarnos de la opresión del racismo, clasismo y sexismo; es decir, del patriarcado”, argumenta el Colectivo. “La atención puesta en la muerte de Jesús desvía la intención de esa opresión” (Anthony Lane, “Scripture Rescripted”, New Yorker (23 de diciembre de 1995), p. 100).

            Plataforma de Beijing 276(d) –Dar pasos para que la tradición y la religión y sus expresiones no sean base para discriminación de las chicas.


EXPLOTACIÓN POR IGUAL


            El restaurante Hooters, que se promociona contratando jóvenes muy atractivas como camareras y vestirlas con modelos exiguos, ha sido acusado recientemente de discriminar a los hombres. La Comisión de Igualdad de Oportunidades de Empleo presentó la acusación de que la negación a contratar camareros constituía una discriminación hacia los hombres, aunque ningún hombre había pedido trabajo de camarero en Hooters. La CIOE exigió que Hooters estuviese de acuerdo en establecer cuotas estrictas –el cincuenta/ cincuenta- de contratos a mujeres y a hombres (Who gives a hoot?” Providence Journal (3 de diciembre de 1995)).

            Plataforma de Beijing 165 (163) –Es necesario repensar las políticas de empleo para integrar la perspectiva de género y llamar la atención a una gama más amplia de oportunidades además de abordar cualquier implicación negativa de género de patrones actuales de trabajo y empleo.


ENVOLTURA DE PLÁSTICO PARA SEXO SEGURO


            Lani Ka’ahumanu es la coordinadora de Safer Sex Sluts, un grupo de educación de VIH. El grupo “hace parodias graciosas y divertidas que muestran lo embarazoso del sexo seguro pero también lo erotiza”, dice Ka’ahumanu, que suele abrir las parodias con su “Envoltorio de Plástico para el sexo Seguro” (“Hechos”, Ms. (Julio/ Agosto de 1994). P. 45).

            Plataforma de Beijing 99 –El VIH/ SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual... están teniendo un efecto devastador sobre la salud de las mujeres, en particular sobre la salud de las chicas adolescentes y mujeres y jóvenes. Con frecuencia no tienen la fuerza para insistir en el sexo seguro y responsable.

             Objetivo estratégico C.3 –Emprender iniciativas sensibles de género que aborden las enfermedades de transmisión sexual, VIH/ SIDA y aspectos de salud sexual y reproductiva.





MUÑECAS HINCHABLES


            El Forum de Organizaciones No Gubernamentales realizó en unión con la conferencia de Beijing sobre la mujer un programa de talleres sobre el flirteo de lesbianas y “El Rol del Las Muñecas Hinchables y Los Consoladores para Mejorar la Salud”. Al mismo tiempo que se atendía el taller de flirteo de lesbianas, las organizadoras del taller de las muñecas y de los consoladores no aparecieron, dejando que las asistentes debatieran el asunto entre ellas. Mientras que algunas decidían que todo aquello era una estupidez, la escritora de salud americana Rebecca Chalker no estaba de acuerdo. Sugería que las muñecas de plástico o de goma podían hacerse reales y penetrables. Podían ser mecánicas y a medida. Los hombres podrían ir a la tienda, elegir una muñeca y coger una cinta con la voz de una mujer de fondo para acompañar al encuentro sexual (Jennifer Griffin, Beijing Watch (11 de septiembre de 1995), p. 3).

            Plataforma de Beijing 27 (26) –A través de organizaciones no gubernamentales, han participado mujeres y han influido fuertemente en los foros de la comunidad, nacionales, regionales y globales, y en debates internacionales.


BISEXUALES Y PROSTITUTAS


            Una historia del Wall Street Journal, titulada “Dating Game Today Breaks Traditional Gender Rules” hablaba de la tendencia actual a los encuentros bisexuales en los campus:

            Las jóvenes entran en relaciones íntimas con ambos géneros que son algo más que simples experimentos. Se resisten a ser descritas como heterosexuales o gays –o incluso bisexuales, que sugiere promiscuidad y pareja de una noche. En vez de eso utilizan palabras como ‘dinámicas’ y omnisexuales. ...La tolerancia con las relaciones homosexuales entre mujeres suele comenzar en los campus universitarios, donde las relaciones gays arquean las cejas estos días. En su graduación en 1993 de la Universidad de Macalester en San Pablo, Minnessotta, Laura Bradley se puso de pie delante de los padres, abuelos, los miembros del consejo de administración y de la facultad y le leyó una carta a su madre que había muerto de cáncer dos años antes. En el escrito, le daba las gracias a su amante, Marcy. Las dos mujeres se besaron después en el estrado después de recibir sus diplomas. (Wendy Bounds, “Dating Games Today Breaks Traditional Gender Roles”, Wall Street Journal (26 de abril de 1995), p. B1).

            Uno de los periódicos publicados para las Conferencias de Beijing tenía una historia titulada “Las Prostitutas Exigen Dignidad y Derechos Legales”. Según el artículo, “las prostitutas dicen que deberían tener los mismos derechos que las demás mujeres trabajadoras, incluyendo las pensiones de jubilación... ‘Las prostitutas no somos diferentes de las demás mujeres trabajadoras... Simplemente somos mujeres comunes’, dijo la prostituta mexicana Claudia Commimore Arellano. “Como al resto de las mujeres, nos preocupa lo caro que es coger un taxi, cómo imponer el sexo seguro y cómo evitar los asaltos’ ”  (Natacha Henry, Beijing Watch (11 de septiembre de 1995), p. 3).

            Plataforma de Beijing 97 (95) –Los derechos humanos de las mujeres incluyen su derecho a tener el control y a decidir libre y responsablemente sobre los asuntos relacionados con su sexualidad, incluyendo la salud sexual y reproductiva, libres de coacciones, discriminación y violencia.

            Leyendo estos ejemplos de la Agenda de Género, una no sabe si echarse a reír o ponerse a llorar. Cuando a la gente común se le exponen los ejemplos de la perspectiva de género, la pregunta que hacen es: “¿Por qué? ¿Por qué las que afirman ser las portavoces de las mujeres defienden esas políticas tan absurdas?”

            Los promotores de la Agenda de Género hablan de opresión y liberación pero el tono que yo oía no era el de una melodía libre sino un ritmo totalitario que exigía que todo el mundo marchase al mismo ritmo.























































CAPÍTULO TRES: COMPRENDIENDO EL PROCESO


            Durante los últimos veinte años, las conferencias internacionales se han convertido en una parte importante de las actividades de Naciones Unidas. Nafis Sadik, secretaria general de la conferencia de El Cairo sobre población, afirma que las conferencias ocupan ahora el 70 por ciento del trabajo de la ONU. Desde 1974 la ONU ha presentado cuatro conferencias sobre la mujer –Ciudad de México, 1975, Copenhague, 1980, Nairobi, 1985 y Beijing, 1995; tres conferencias sobre población –Bucarest, 1974, Ciudad de México, 1984 y El Cairo, 1994; la Cumbre Mundial para los Niños –Nueva York, 1990; la Cumbre Mundial sobre la Tierra en Río, 1992; la Conferencia de Viena sobre los Derechos Humanos, 1993; la Cumbre Social de Copenhague, 1995, además de un número de pequeñas conferencias.

            Estas conferencias están diseñadas para llamar la atención ante el mundo sobre el área que esté bajo consideración y producir documentos “consensuados” que proporcionen guías para la acción nacional e internacional. Los documentos no son documentos a ejecutar pero se considera que tienen autoridad moral porque se supone que representan un consenso de la opinión mundial. Dada su deuda masiva, la ONU podría encontrar mejores medios para utilizar sus escasos recursos pero en principio no hay nada malo en tener una conferencia internacional que centre la atención del mundo en un área particular de preocupación. Desafortunadamente, estas conferencias han sido objetivos fáciles para los que quieren utilizar la ONU para servir a sus agendas ideológicas particulares.

            La plataforma pasa por una serie de borradores antes de ser presentada a debate en la conferencia. Se tienen varios encuentros de los comités preliminares o PreComs antes de la conferencia, donde se comienza el trabajo sobre la plataforma. Las conferencias regionales que tienen lugar en varias partes del mundo ofrecen aportaciones. El personal de la ONU escribe un borrador y lo presenta a los delegados en el PreCom final, que tiene lugar en Nueva York. Entonces, los representantes del gobierno debaten el borrador e intentan eliminar la mayor controversia posible antes de la conferencia. Las secciones en las que no se logra un acuerdo “se dejan entre paréntesis” y sólo las secciones entre paréntesis se debaten en la conferencia. El ideal diplomático sería una conferencia sin controversia –una cara foto para demostrar que se había alcanzado algo maravilloso.

            Las conferencias de la ONU operan bajo un sistema de consenso. Al mismo tiempo que es teóricamente posible votar, casi nunca se vota. El sistema se diseñó para proteger los derechos de los países pequeños y crear respaldo popular para los programas. En el pasado, el consenso sobre las palabras de los acuerdos, tratados, convenciones y documentos como los planes de acción de la conferencia se conseguía con negociaciones largas y cuidadosas. Esto significaba que cuando una nación tenía objeciones a una palabra, frase o concepto dados, los debates para redefinir el lenguaje, encontrar sinónimos o definiciones continuaban hasta que todas las naciones quedaran satisfechas. Si, después de prolongadas negociaciones, no se pudiese convencer a una nación para sumarse al consenso, durante la sesión final de la conferencia, su delegación podía registrar reservas a las secciones del documento con las que no estaba de acuerdo.

            En los últimos años, las “reservas” a un consenso habían sido extremadamente pocas y solían ser sobre detalles técnicos. Esos puntos en los que no se podía alcanzar un consenso normalmente se suprimían del documento final. Esta era la razón de los años de encuentros prolongados y por lo que las asambleas de la ONU son tan reacias a llevar las cosas a votación. Una votación sería una frustración de la idea del consenso.

Por tanto, debería ser motivo de preocupación que durante las recientes series de conferencias –particularmente, desde la cumbre de Río sobre el medio ambiente- el sistema de consenso haya sufrido serios ataques. Ciertas fuerzas que están dentro del sistema de la ONU –es decir, una coalición de naciones occidentales, agencias de la ONU y Organizaciones No Gubernamentales (ONGs)- han tenido la determinación de llevar a cabo políticas en una dirección predeterminada y obligan a introducir su agenda en el texto. Su agenda incluye reclamar la legalización y expansión del aborto, varios “derechos sexuales”, y otros puntos sobre la agenda feminista. Como consecuencia, se ha incrementado el número de reservas.

En Río al final de la Cumbre sobre la Tierra, la primer ministro de Noruega, Doña Gro Haarlem Bruntdland (que había presidido la conferencia) exigió que se abandonase el sistema del consenso, ya que los países más lentos están impidiendo el progreso de los que quieren avanzar con más rapidez. Era bien conocido que Brutdland se sentía frustrada porque el aborto y otros elementos a los que ella se mostraba a favor no se habían insertado en el texto.

En Beijing, el sistema de consenso se abandonó esencialmente cuando la dirección forzó su agenda y dijo a las naciones que disentían que si no estaban de acuerdo con alguna redacción, podían hacer una reserva.


ONGs


Para ayudar a su deliberación, la ONU acredita a representantes de Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) nacionales e internacionales que presionan a los delegados del gobierno. Las ONGs han crecido en poder e influencia con la burocracia de la ONU y superan en número a los delegados de los gobiernos. Para incrementar la participación de las ONGs, la ONU comenzó autorizando que tuviesen lugar foros con las conferencias internacionales donde los representantes de las ONGs presentasen talleres y organizasen grupos para concentrar su esfuerzo de presión.

Se suponía que el movimiento de ONGs traería la voz de los grupos de las bases y de caridades internacionales a los debates pero el movimiento de ONGs ha sido absorbido por grupos que no tienen el respaldo de las bases y que ven la ONU como un medio con el conseguir por medio de la presión lo que no pudieron en las elecciones. Muchas de las ONGs tienen oficinas permanentes en Nueva York y han pagado a grupos de presión. En particular, los grupos de presión bien financiados del control de población han conseguido tener una enorme influencia en la ONU. Los refugiados de los años sesenta han encontrado un refugio en la ONU, donde están ocupados promocionando viejas causas con la vieja retórica como si la corriente conservadora que se extiende por los Estados Unidos y otros países fuesen una pesadilla. Entre estos devoradores de la ONU, que disfrutan estando donde está la acción, están los viejos pacifistas de los años sesenta, los promotores de las religiones de la nueva era, los defensores de un gobierno mundial y ecologistas radicales. Han sido incorporados por las feministas cuya ideología postmoderna se cultivó en el hervidero de las academias de los campus y de las activistas lesbianas militantes. La más importante de estas refugiadas es la antigua congresista de los Estados Unidos Bella Abzug.

Bella había sido elegida al Congreso en 1970 desde un distrito de Manhattan pero tenía ambiciones más altas. Activista del movimiento pacifista y de otras causas de la izquierda, se vio a sí misma como portavoz de todas las mujeres. En 1977 presidió la Primera Conferencia Nacional de la Mujer en Houston. Después de ser rechazada en varios intentos de escalar a puestos superiores y siendo incapaz de recuperar su antiguo puesto, se retiró a la ONU, donde se congració con la burocracia de la ONU estando siempre disponible a dar un discurso o a servir en un comité.

En 1990 el Fondo Americano de la Mujer organizó WEDO, la Organización del Ambiente y Desarrollo de la Mujer, “un taller de información y de defensa global” con Bella como cabeza (Mim Kelber, “Institutions: the Women’s Environment and Development Organization”, Environment, Volumen 36, Número 8 (Octubre de 1994), p. 43). El nombre de la organización refleja que el primer objetivo de WEDO  era la conferencia de Río sobre el medio ambiente. La influencia de WEDO cambió el núcleo de la conferencia a su agenda –el aborto y la potenciación del papel de la mujer. Desde Río, WEDO ha seguido manipulando el proceso de las conferencias para promover su agenda y convertir todos los temas en un tema sobre la mujer.

WEDO está bien financiada y relacionada. Según las representantes de WEDO: “WEDO ha recibido reconocimiento y apoyo de varias fuentes, que incluyen las Fundaciones MacArthur, Ford, Noyes y Turner, además de las agencias de las Naciones Unidas, gobiernos y donantes individuales. Su presupuesto nuclear para 1994 es de 630.000 $ con fondos adicionales que se incrementan para programas especiales” (Kelber, “Institutions”, p. 43).

La WEDO  ha sido instrumental para la organización de los grupos de presión. Los grupos critican el texto, circulan sus recomendaciones de cambio y organizan esfuerzos de presión. El más grande y más importante de los grupos, el grupo de las Mujeres, representa supuestamente los intereses de todas las mujeres, pero en realidad está bajo el control de WEDO. La WEDO también domina a otros grupos, como descubrieron las ONGs pro-familia cuando intentaron participar en la deliberación del grupo.

El grupo de vinculación política controlado por WEDO afirma estar trabajando para asegurar que los compromisos hechos en conferencias anteriores a la agenda de WEDO no son debilitados por conferencias posteriores. El grupo de vinculación política, no hay necesidad de decirlo, no tiene ningún interés en proteger los compromisos pro-familia. La regla de WEDO parece ser: “Todo lo que se ha aprobado previamente en las conferencias de la ONU con lo que están de acuerdo es sagrado y todo aquello con lo que no están de acuerdo se puede cambiar”.

Durante las PrepComs, Bella estaba en su elemento. Sin dejarse ver nunca sin su sombrero de firma, reunió al Grupo de las Mujeres y habló en la ONU. –conferencias de prensa patrocinadas. Hubo rumores persistentes sobre su salud y sus admiradoras se daban la vuelta para ahorrarle una presión excesiva  pero podía caminar si tenía que hacerlo.

El trabajo verdadero de WEDO tiene lugar entre bastidores. WEDO se ha convertido en una ONU en la sombra. En El Cairo, a Bella se le oyó decir que había escrito en la Plataforma para la Acción. Insistía en que Beijing sería su conferencia.


IPPF


La batalla por el alma de la ONU ha seguido desde su fundación. Sin embargo, para los objetivos de este debate, la PrepCom final para El Cairo que tuvo lugar en Nueva York en marzo de 1994 ofrece un buen punto de comienzo. Mientras que un pequeño número de grupos pro vida ha estado preocupado durante mucho tiempo sobre la influencia de la International Planned Parenthood Federation (IPPF) y otros grupos de la ONU, las consecuencias de la PrepCom para la Conferencia de El Cairo sobre la población hizo que aumentase su conciencia. El Papa Juan Pablo II, alarmado por la plataforma propuesta, escribió una carta personal a cada Jefe de Estado del mundo enumerando sus preocupaciones. También habló fuerte y frecuentemente sobre los peligros de la conferencia de El Cairo. Como consecuencia, muchos líderes de América Latina, África y musulmanes tomaron conciencia de la gravedad de la situación.

Sin embargo, los esfuerzos del Papa habrían sido en vano si no hubiera sido por la valentía de Doña Marta Lorena Casco, representante del gobierno de Honduras, y Cecilia Royals, del Instituto Nacional de la Mujer. El trabajo de estas mujeres aseguró que se quedasen entre paréntesis las partes más ofensivas del texto.

En la conferencia anterior sobre población llevada a cabo en la ciudad de México en 1984, la administración Reagan había luchado por el lenguaje que no permitiese a la ONU promover el aborto. El lenguaje de la Ciudad de México dice: “No se promoverá el aborto como medio de planificación familiar”. Este lenguaje se había utilizado para restringir la financiación a la International Planned Parenthood Federation y a otros grupos defensores del aborto.

La IPPF tenía la determinación de que El Cairo fuese su conferencia. Estaban convencidos de que en El Cairo podrían: 1) tramar la supresión del lenguaje de Ciudad de México; 2) lograr que se declarase al aborto como derecho humano como parte de la nueva categoría de derechos sexuales y reproductivos y, 3) recibir compromisos de 17 $ billones de nueva financiación para sus programas de “planificación familiar” por todo el mundo.

La Financiación de Población de la ONU (UNFPA) podría estar dirigiendo la conferencia pero la IPPF estaba tan implicada en la planificación y organización de la conferencia de  El Cairo que una de las delegadas pro-familia bromeó diciendo que la IPPF y UNFPA llevaban acostados juntos tanto tiempo que se podían definir como una pareja de hecho.

La administración Clinton llegó al poder con el fuerte compromiso de promover los derechos al aborto, incluyendo el repudio del lenguaje de Ciudad de México y la reanudación de la financiación del aborto por todo el mundo. Con el gobierno de Estados Unidos no oponiéndose ya a su agenda, la IPPF y sus aliados creyeron que podrían barrer cualquier oposición.


EL CONTROL DE LA POBLACIÓN


En la ONU, la IPPF ha trabajado conjuntamente con WEDO. Ha habido tensión entre las feministas y el movimiento de control de la población, producida por los métodos coercitivos utilizados en muchas partes del mundo para conseguir la reducción de la población. Las mujeres del Tercer Mundo se quejaron a las feministas occidentales de que la IPPF y otros grupos de población promovían políticas que coaccionaban a las mujeres pobres a aceptar la esterilización, DIUs y drogas peligrosas y experimentales. Las feministas del Tercer Mundo recordaban a sus hermanas occidentales que la libertad de elección quiere decir tener el derecho a elegir el aborto y la anticoncepción, no el ser forzadas a ellos por planificaciones de población demasiado celosas.

Las feministas del Tercer Mundo documentaron también abusos masivos. En América Latina, las mujeres trabajadoras son presionadas a firmar un papel en el que dicen estar de acuerdo con ser esterilizadas. Muchas mujeres dicen ser esterilizadas sin su consentimiento durante el momento de las cesáreas. En México y Kenia, las mujeres tienen tanto miedo de ser esterilizadas involuntariamente o de que se les dé un DIU sin saberlo que evitan los programas de salud llevados a cabo por el gobierno.

Los principales donantes de ayuda extranjera, como el Banco Mundial, USAID y UNFPA, suelen unir la ayuda a la aceptación de los programas que promueven la esterilización, el DIU y la anticoncepción artificial. Los médicos de Kenia decían tener armarios llenos de preservativos y de DIUs proporcionados por donantes occidentales pero no tenían guantes de latex para las operaciones quirúrgicas ni antibióticos.

Los métodos anticonceptivos no considerados seguros para las mujeres occidentales se envían al mercado de los países pobres. El DIU no sólo ha estado relacionado con infecciones de la pelvis y esterilidad sino que este riesgo aumenta cuando las mujeres carecen de la sanidad básica y el acceso al cuidado médico adecuado. Las mujeres del Tercer Mundo se cogen frecuentemente para probar nuevos métodos anticonceptivos, con frecuencia sin su consentimiento. El DIU y las formas hormonales de anticoncepción suelen producir grandes hemorragias durante los periodos de menstruación de la mujer, incrementando el riesgo de anemia en las mujeres que ya están desnutridas. A los médicos se les da dinero para que inserten anticonceptivos norplant, no para suprimirlos. Las mujeres que sufren náuseas severas o hemorragias continuas no puede permitirse el lujo, con frecuencia, de que se les quite el norplant.

Una pediatra de América Latina, que tenía tanto miedo de represalias que pidió no sólo que no se imprimiese su nombre sino que también se ocultase el nombre de su país, habló del uso repetido de la ayuda externa para presionar a las mujeres a aceptar la inserción del DIU o la esterilización. Dijo que cuando se apuntó en un programa para estimular el que se dé el pecho, descubrió que en realidad el programa no era sino un medio de ganarse la confianza de las nuevas madres para poder presionarlas para que aceptasen los “modernos” métodos anticonceptivos. También habló de cómo, en las áreas rurales de su país, el programa que ofrece leche gratis para los niños está unido al control de población. Para obtener el título de distribuidor de leche, el médico tenía que estar de acuerdo en introducir un cierto número de DIUs. La subvención del programa incluye dinero para que el médico guarde registros para demostrar que ha llenado su cuota y presente informes a las organizaciones que lo financian. Esto conduce inevitablemente a abusos. Muchas mujeres afirman que se les ha puesto el DIU sin su consentimiento. La pediatra dijo que estaba tan preocupada de que las madres con las que trabajaba fuesen presionadas durante el trabajo para que estuviesen de acuerdo con la esterilización que decidió estar presente para proteger los derechos de sus pacientes.

Las formas permanentes de anticoncepción pueden tener unos efectos trágicos en áreas de pobreza extrema en las que los hijos son la única seguridad social de una mujer. El alto índice de mortalidad infantil puede tener como consecuencia una situación en la que una mujer que tenga tres o cuatro hijos puede que no vea vivos a ninguno de ellos en la adultez. Si una mujer que es presionada para aceptar la esterilización o a la que se deja estéril con un DIU después del nacimiento de uno o dos hijos pierde a sus hijos vivos, suele ser abandonada por su marido sin ningún recurso ni esperanza para el futuro.

Germaine Greer, una de las líderes originales del movimiento feminista y autora de The Female Eunuch, escribió un libro entero, Sexo y Destino, para documentar el abuso que sufren las mujeres de los países pobres a manos del movimiento de control de población. Dice:

¿Por qué tenemos que construir el modelo de sexo recreativo en los lugares públicos de todo el mundo? ¿Quiénes somos nosotras para invadir las camas de matrimonio de las mujeres con velo? ¿Nos atrevemos a repeler el matriarcado y a exterminar el campesinado? ¿Por qué tenemos que trabajar para aumentar la esperanza de vida cuando no tenemos tiempo o es inútil para los viejos? ¿Por qué tenemos que preocuparnos más por frenar el incremento del número de pobres de lo que lo hacen ellos mismos? ¿Quiénes somos nosotras para decidir el destino de la Tierra? (Germaine Greer, Sex and Destiny (Nueva York: Harper & Row, 1984), p. xiv)

El lobby de población ha reaccionado a la mala publicidad afirmando que ha bajado el tono de sus programas coercitivos pero informes del campo indican que ha cambiado poco. Sin embargo, el lobby de población ha reconocido que su énfasis en ofrecer anticonceptivos y en la esterilización no tuvo como consecuencia índices de nacimiento más bajos a no ser que se combinasen con el incremento de la educación y del empleo femenino. Por tanto, el lobby de la población pone ahora un énfasis añadido en los programas de formación de las mujeres y de empleos de mujeres fuera del hogar.





IMPERIALISMO ANTICONCEPTIVO


Muchos de los países en desarrollo ya no creen en la línea de la población. Mercy Walbin, de Eco-News, Kenia, se queja de que los programas de población que se están promoviendo en África no responden a las promesas que se les había hecho:

Hemos reducido con éxito nuestra población a un promedio de 3 niños de 4... Nuestra reducción en la población no va emparejada con una correspondiente mejoría de nuestra economía. En verdad, las cosas han empeorado... Puedes llevar a las mujeres al hospital y ponerles los DIUs que creas convenientes. Esto me da ganas de llorar. Los donantes sólo tienen interés en la demografía, no en la persona. La moral en el campo médico es muy baja. Un médico dice que no puede seguir. Los pacientes no pueden permitirse el lujo de comprar sus prescripciones. A veces tiene que poner dinero propio para comprar medicinas en casos graves. Nuestras estanterías están llenas de píldoras anticonceptivas, de preservativos y de DIUs pero no hay medicinas disponibles.

Elizabeth Sobo, que escribe y presiona para llamar la atención sobre la explotación económica de África, insiste en que África no está superpoblada sino bajo poblada. La baja densidad de población de África significa que los caminos son tan ligeros que a veces se convierten en junglas o son cubiertos de arena. La baja densidad de población incrementa el coste del ofrecimiento de los servicios básicos en áreas remotas. Sobo señala que África no es pobre sino rica en recursos naturales y productos agrícolas. Se encuentra en quiebra porque los países desarrollados pagan bajos precios por sus productos y el pueblo tiene que pagar intereses por las deudas de los préstamos pedidos por los regímenes corruptos cuyos líderes están ahora disfrutando en la Riviera. La mayoría del dinero prestado regresó a sus países donantes para pagar proyectos que tenían poco o ningún efecto en mejorar las vidas de la gente. Muchas naciones africanas ya han pagado intereses iguales al dinero prestado y todavía deben la cantidad original y más intereses todos los años. Para pagar sus deudas, los países se han visto obligados a cortar presupuestos para la sanidad y educación. En cada una de las conferencias recientes, las naciones deudoras han rogado el alivio de la deuda y en cada una de ellas no se les ha hecho caso. Sin embargo, la financiación para el control de población se ha incrementado.

Lo que ha aumentado también es el cinismo de las personas de África y América Latina, muchas de las cuales ven ahora la financiación masiva para el control de la población como un movimiento calculado para empobrecer a sus países. Un número de diplomáticos africanos y de América Latina ha sugerido en privado que los programas de población no se diseñaron para promover el bienestar de la gente de los países en vías de desarrollo sino para preservar el poder de los países desarrollados. Los países desarrollados de Occidente y del borde de Asia tienen todos índices de nacimientos que están por debajo del reemplazo. Dadas las tendencias actuales, sus poblaciones comenzarán a declinar pronto en el siglo próximo. (La razón del aumento actual de población en el mundo desarrollado hoy es el aumento de la esperanza de vida. Nacen menos personas pero hay más personas que viven ochenta y noventa años.)

El crecimiento de la población en los países en vías de desarrollo es lento pero está todavía por encima del reemplazo. Algunos argumentan que el aumento de la población en el mundo en vías de desarrollo puede avivar el desarrollo económico. Si sucediese esto, estos países ya no serían un mercado para los bienes occidentales sino que comenzarían a producir bienes para la exportación. Ya no se verían forzados a vender sus recursos naturales y productos agrícolas a precios bajos. Grandes poblaciones de países en vías de desarrollo querrían decir que podrían alinear grandes ejércitos, moviendo así el equilibrio de poder en el mundo. A la luz de esto, el respaldo al control de la población por países ricos parece menos que compasión humanitaria y más un medio por el que los países ricos pretenden asegurar su dominio económico y militar continuo.


LA PREPCOM DE EL CAIRO


Las PrepComs tuvieron lugar en el edificio de la ONU de Nueva York. Los comités principales se encuentran en las grandes salas de conferencias del piso más bajo del edificio de la ONU. Las salas dan al East River y están equipadas con sistemas de traducción simultánea y galerías para los observadores.

Durante las PrepComs la base de la ONU es un bullicio de actividad. Las mesas de los pasillos y de dentro de las reuniones están llenas de pilas de libros de ONGs, de materiales de delegaciones nacionales y de publicaciones oficiales de la ONU. Las paredes y puertas muestran avisos de grupos, de talleres y encuentros. Las estrictas medidas de      seguridad requieren que los representantes de las ONGs lleven insignias de identificación especiales, pasen por detectores de metales y se examinen sus bolsos con rayos x cada vez que entran en el edificio.

En la PrepCom de El Cairo, las fuerzas promotoras de la agenda de población tenían la determinación de no consentir interferencias. La Señora Casco, con todo el encanto y estilo tan característico de las mujeres de América Latina, dejó claro que no tenía ninguna intención de rendirse ante las presiones. Insistió en que el lenguaje pro-derechos sexuales y reproductivos del borrador de la plataforma se pondría entre paréntesis. La delegación de Estados Unidos intentó varias formas de intimidación para forzar a la Señora Casco y a otras delegadas pro-familia a someterse. En un momento la delegación americana la invitó a tener un encuentro en una de las salas del piso bajo de la ONU, aparentemente con la esperanza de intimidarla. Cuando ella advirtió su intención, simplemente se levantó y se fue.

La presión también se ejerció sobre el gobierno de Honduras, incluyendo amenazas veladas de que Estados Unidos y la ONU le retirarían su ayuda si la Señora Casco no se quedaba callada. La Señora Casco se negó a echarse atrás, insistiendo en que simplemente estaba defendiendo la constitución a favor de la vida y de la familia y las leyes en contra del  aborto de su país, frente al lenguaje contra la familia propuesto por la plataforma. Las Mujeres del Instituto Nacional de la Mujer, de las bases de Washington, un grupo de mujeres voluntarias, respaldó la posición de la Señora Casco. La presidenta de NIW, Cecilia Royals y Mary Suárez Ham, hermana del anterior alcalde de Miami y madre de once hijos, había ido a Nueva York a respaldar las políticas a favor de la mujer y de la familia. Como crecía la presión sobre Honduras, Cecilia les dijo a sus amigas que enviasen faxes al presidente de Honduras para hacerle saber que había mucha gente que respaldaba la posición valiente de Marta Lorena.

Los ataques personales a la Señora Casco no dieron resultado. El representante de Benin se sintió tan ofendido por lo que consideraba que fue un tratamiento duro y maleducado dirigido hacia la Señora Casco, que intervino en el ambiente caldeado del debate y le dijo a la presidencia que pusiese entre paréntesis lo que la Señora Casco quería que se pusiese. Como consecuencia de la valiente posición de la Señora Casco, el borrador fue al Cairo con las secciones más ofensivas abiertas todavía al debate.












CAPÍTULO CUATRO: EL CAIRO


La conferencia sobre población comenzó la primera semana de septiembre de 1994. No había llovido en El Cairo desde Marzo- lo que es normal para esta ciudad desértica- y los árboles de El Cairo parecían plantas polvorientas artificiales gigantes. Se rumoreaba que se eligió El Cairo como sede de la conferencia de la ONU sobre la población para que los participantes se impresionasen del horror de vivir en una ciudad superpoblada del Tercer Mundo. Si esa era la intención, fracasaron. En El Cairo puede hacer calor, puede ser pobre y polvorienta pero late con vida y emoción. El turismo es el negocio número uno de Egipto y los egipcios saben cómo tratar a sus invitados. Los hoteles estaban bien controlados,  la comida fantástica y para los que tenían tiempo libre después de los actos, los lugares turísticos eran fascinantes. Los egipcios eran muy conscientes de los asuntos que se estaban debatiendo. El camarero del hotel Flamenco resumía la actitud de los egipcios hacia la conferencia de población diciendo: “Sí, vendrán y hablarán pero no nos afectará. El próximo año habrá un millón de egipcios más”.

En las semanas anteriores a la conferencia, los medios occidentales habían informado de amenazas de extremistas islámicos que consideraban la conferencia como una afrenta a los principios islámicos. Cierto número de personas cancelaron sus planes de viaje. Algunos asistentes pro-familia escribieron sus testamentos. Otros llegaron preparados para morir si eso era lo necesario. Para su sorpresa se encontraron con que los egipcios eran muy agradables, las calles seguras y que la conferencia estaba bien controlada. Una mujer a la que se le quedó su monedero en una iglesia volvió una hora después y lo encontró como lo había dejado. Después de un día duro de presiones políticas, podían retirarse a bonitos restaurantes de clase mundial que daban al Nilo y ver la puesta de sol con los tonos salvajes rojo y púrpura de la calima siempre presente en la ciudad.

Alertados por Juan Pablo II, las personas pro-familia y pro-vida de todo el mundo decidieron asistir a la conferencia de El Cairo. No fue algo organizado sino personas preocupadas de Estados Unidos, Canadá, Guam, Filipinas, Kenia y de los países de América Latina. Un joven de Canadá resultó que tenía dos semanas de vacaciones y el dinero, por lo que decidió en el último momento ir al Cairo para ver si podía hacer algo. Un doctor canadiense y su esposa fueron porque él era egipcio y sentía que su conocimiento de la lengua podría ayudar. Como muchas personas pro-familia decidieron asistir después del plazo límite para pedir el estatus de las ONGs, pidieron que periódicos locales y publicaciones propicias los enviasen como corresponsales. Muchos llegaron sin conocer a casi nadie y sin tener seguridad de lo que podían hacer pero, mientras pasaban los días, pudieron hacer contactos y coordinar sus esfuerzos.

Típica de las fuerzas pro-familia era Dee Becker, de Delaware, que decidió en el último minuto ir al Cairo. Cuando llegó, vio que era necesario una coordinación inmediata de las fuerzas pro-familia. Apropiándose de una mesa de la sala de prensa, montó una tienda, envió mensajes, veía portafolios y distribuyó hojas de propaganda.

La conferencia tuvo lugar en un centro de convenciones moderno y bien acondicionado. El Forum de las ONGs en un gran centro de deportes, que es parte del mismo complejo. Todo el complejo estaba en la calle trasera de la calle en la que fue asesinado Anwar Sadat y el monumento en forma de pirámide dedicado a Sadat se podía ver desde el centro de la convención. Aunque los autobuses evitaban pasar por el sitio donde fue asesinado, los taxis no –un recordatorio desalentador de que la violencia era siempre una posibilidad real.

El gobierno egipcio se tomó en serio las amenazas de los extremistas islámicos. La seguridad era extremadamente rigurosa. Todas las entradas al complejo de la conferencia estaban equipadas con rayos x y detectores de metales. Las calles que estaban delante de los hoteles utilizados por los delegados tenían barricadas y las entradas eran vigiladas. Había soldados estacionados cada cien yardas a lo largo de la autopista principal y un guardia con un pequeño revólver iba en cada autobús de la conferencia. A pesar de las precauciones, o quizás debido a ellas, no había sentido de peligro. Mientras progresaba las conferencia, estaba claro que la única amenaza para los ciudadanos americanos procedía de sus propios representantes.

Durante la conferencia, el jefe de la delegación americana, Tim Wirth, ordenó a los guardias de la ONU que arrestasen a Keith Tucci, activista pro-vida, que estaba cubriendo la conferencia para un periódico de Carolina del Sur. En palabras de una activista feminista, Tucci fue acusada falsa y absurdamente de estar implicada en el asesinato de un abortista americano. Él y otros dos americanos, cuya única ofensa fue seguir a la policía cuando arrestaron a Tucci, fueron tenidos bajo custodia durante veinticuatro horas por la policía egipcia y fueron amenazados con la deportación inmediata. Fue la intervención del congresista Chris Smith lo que consiguió su liberación.

Los egipcios habían llegado a creer que todos los americanos vestían de forma inmodesta, que creían que estaba bien el sexo fuera del matrimonio y que promovían el aborto y el lesbianismo. Los guías turísticos, los estudiantes que ayudaban en el Forum, la prensa egipcia y los delegados estaban sorprendidos y encantados de descubrir a los americanos que defendían la familia.

Los estereotipos existían en ambos lados. Muchas de las ONGs pro-familia tenían poco o ningún contacto anterior con los musulmanes. Descubrieron que al contrario que los estereotipos, las mujeres egipcias no eran calladas, cautivas sin formación de una religión anti-femenina represiva. Llevar un pañuelo en la cabeza no suponía que las mujeres egipcias no utilizasen sus cabezas. El 50 por ciento de los reporteros egipcios son mujeres. Un ejemplo de ellas es Manal Abdel Aziz, periodista de Egyptian Gazette, periódico de lengua inglesa de El Cairo.  Alta, morena y guapa, Manal explicó con una dulce sonrisa que las mujeres musulmanas cubrían su pelo porque el pelo de la mujer es su rasgo más atractivo y distrae a los hombres de sus habilidades profesionales. Manal se ajustaba a los requerimientos islámicos de modestia pero sus grandes mangas, sus faldas hasta los tobillos y  el pañuelo no le restaban estilo y gracia. No sólo estaba imponente con una chaqueta de color melocotón de manga larga, una falda estampada de color melocotón y un pañuelo a juego sujetado con alfileres de punta color perla, sino que era extremadamente profesional, mientras trabajaba para presentar una imagen exacta de lo que estaba sucediendo en la conferencia a sus lectores. Sus simpatías estaban claramente con las ONGs pro-familia. Como la mayoría de los egipcios, estaba en contra del aborto, del sexo fuera del matrimonio y de la homosexualidad. Le molestaba de forma particular que las mujeres musulmanas estuviesen siendo utilizadas por grupos del extranjero para promover el aborto y la conducta condenada por el Islam.

Uno de los grupos cuyas actividades preocupaban a los egipcios era el Religious Consultation on Population, Reproductive Health and Ethics, cuyo comité incluía al doctor disidente católico Daniel Maguire (profesor de Ética en la Universidad Marquette) y a Frances Kissling, de Católicos por una Opción Libre. Financiados por la fundación Ford para promover el control de la población, el Consultation llevó a especialistas de religión simpatizantes con su punto de vista sobre el control de la población y el aborto. Según Maguire, la gente de la Fundación Ford era cautelosa en implicar la religión pero ahora creen que “tienes que entrar en la imaginación religiosa de la gente”.

Maguire admitió su interés en reclutar para su causa a mujeres musulmanas eruditas ya que, según él, “las feministas seculares no tienen la influencia que tienen las feministas religiosas en los países musulmanes” (Mary Ann Budnik, “Entrevista con Daniel Maguire”, 31 de agosto de 1994).




EL FORUM DE LAS ONGs DE EL CAIRO


Imagina una conferencia de Planificación Familiar Internacional que tiene lugar en el mismo lugar que una concentración pro-vida, al mismo tiempo que en el mismo edificio miembros de cultos religiosos de costumbres extrañas difunden su mensaje, mujeres musulmanas protestan la interferencia occidental en su cultura y los comerciantes han instalado un bazar y tendrás alguna idea del ambiente del Forum de las Organizaciones No Gubernamentales que tuvo lugar junto a la conferencia de El Cairo. Los participantes podían echar un vistazo por los puestos, coger bolsos llenos de literatura gratuita, visitar los puestos de comida o asistir a conferencias de prensa, encuentros de grupos y talleres.

Cada mañana en el forum de las ONGs, Bella Abzug presidía el grupo de las Mujeres. Cecilia Royals y otras mujeres del Instituto Nacional de la Mujer, creyendo que el Grupo de las Mujeres debería estar abierto a todas las mujeres, desafió al control de WEDO siendo la primera en hablar cuando se abrieron los micrófonos para comentarios. En un punto, una de las ayudantes de Bella susurró que no se debió haber abierto un turno de preguntas porque las “anti-aborto” tenían los micrófonos. No sabía que sus comentarios fueron cogidos por el sistema de traducción simultánea y todas las personas que tenían los cascos puestos pudieron oírlos.

La intervención a favor de la familia de NIW consiguió aplausos de las participantes musulmanas, que pronto se hicieron muy explícitas en su oposición al dominio feminista. Durante las conferencias de prensa, la prensa pro-familia dominaba los micrófonos, haciendo preguntas significativas y presentando puntos de vista alternativos. A ellos se les unieron miembros de la prensa egipcia, que estaban interesados particularmente en desafiar a cualquiera que distorsionase las enseñanzas musulmanas. Los portavoces de la ONU se quedaron tan frustrados que exigieron saber a qué publicación representaba cada hablante. A pesar del acoso, las activistas pro-vida con credenciales de periódicos de ciudades pequeñas defendieron su opinión, mientras que los representantes de publicaciones importantes tenían que esperar su turno.

Mientras que la mayoría de los talleres eran dirigidos por organizaciones de control de población y feministas, los dirigidos por grupos pro-familia estaban muy bien atendidos. Los estudiantes egipcios que trabajaban como ayudantes en el forum estaban interesados de forma particular en oír algo del movimiento pro-familia, y muchos estaban buscando información sobre los problemas reales que tienen que afrontar, como los niños discapacitados, los déficit de nutrición, el cuidado de los moribundos y las salud materna. Encontraron poco de valor en las presentaciones de la población y las feministas.

Los participantes pro-familia del forum se tomaron un tiempo para asistir a los talleres de la población y los feministas y para contradecir la idea de que la anticoncepción y el aborto eran la solución para la mujer del Tercer Mundo. En ese sentido, un grupo de Kenia fue particularmente efectivo. Tan efectivo que las fuerzas de control de población de Kenia intentaron encontrar una forma de presionarles para que se callasen.


SIECUS


El taller de educación sexual patrocinado por SIECUS (Consejo de Educación e Información Sexual de Estados Unidos) atrajo mi interés. Según el programa, Debra Haffner, directora ejecutiva de SIECUS, iba a asistir a la conferencia. La Sra. Haffner me era familiar porque varios años antes, había escrito una carta al editor del New York Times, en respuesta a una columna que promovía preservativos para adolescentes, que decía en parte:

En el debate sobre los preservativos en los colegios, los defensores del preservativo han estado evitando la cuestión central: ¿Deben los niños tener relaciones sexuales?... El embarazo y las enfermedades no son los únicos efectos del sexo adolescente. Las personas que están indignadas con el abuso sexual a los niños dan un guiño al sexo entre niños. ¿Cómo pueden saber los que ofrecen preservativos si los que los utilizan están o no preparados psicológicamente para tener una relación sexual? Muchos expertos creen que ningún niño está preparado para tener sexo, con independencia de lo deseosos que puedan estar para ello...

Los defensores del preservativo dicen que el sexo es responsable mientras nadie resulte herido. En el sexo entre niños alguien siempre resulta herido. (10 de Octubre de 1991).

La Señora Haffner envió una carta como respuesta, donde decía, entre otras cosas, que “tener relaciones sexuales es una conducta normativa para los adolescentes de 15 a 19 años” ((30 de octubre de 1991), A24).

Como las relaciones sexuales con chicas de quince años constituyen una violación de la ley, tenía mucho interés en ver si la Sra. Haffner defendería este punto de vista en El Cairo pero no hizo la presentación. En vez de ello, el encuentro fue conducido por un joven de SIECUS y un hombre moreno y delgado que decía que representaba a la Fundación MacArthur, que dijo estar orgulloso de financiar el trabajo de SIECUS.

Alrededor de treinta y cinco personas estaban presentes, incluyendo un número de estudiantes egipcios que estaban trabajando como ayudantes para el forum. El portavoz de SIECUS presentaba la línea estándar de SIECUS: Que la actividad sexual es una forma normativa para que los adolescentes se expresen y que lo que es importante es que los jóvenes sean “responsables”, como por ejemplo, utilizando el preservativo. El joven promovía los beneficios de la masturbación y de la mutua masturbación hasta el clímax. Una joven y encantadora estudiante egipcia, cuyo vocabulario de Inglés no incluía estos términos, pidió una explicación. Como la experiencia de la joven no incluía claramente las conductas a las que se refería, la explicación lo único que hizo fue añadir confusión.

En este punto, debo admitir que me sentí indignada ante la presentación y se lo dejé claro al portavoz de SIECUS, preguntándole cómo se había atrevido a venir a Egipto para intentar corromper la inocencia de estas estudiantes con ideas que estaban destruyendo a los jóvenes de nuestro país. Intenté explicarle a la audiencia la consecuencia de los programas promovidos por SIECUS. Cuando insistió en que me sentase y dejase hablar a los demás, protesté porque no podía soportar escuchar la defensa de lo indefendible y me fui de la sala. Más de la mitad de la audiencia me siguió hacia el pasillo donde continuamos nuestro debate. El hombre de la Fundación MacArthur siguió al grupo del pasillo e intentó convencer a los participantes para que volvieran al taller.

Delante de los egipcios, le pregunté por qué su organización financiaba a un grupo que promovía el sexo entre adolescentes, el aborto y la homosexualidad, algo que es rechazado por la mayoría de los egipcios. Cuando el hombre defendió su organización, los egipcios comenzaron a discutir con él.


DERECHOS SEXUALES Y DE REPRODUCCIÓN


Leyendo el borrador de la plataforma para la conferencia y los materiales distribuidos por los grupos de control de población en el forum, y escuchando los discursos, una creería que todo lo que se necesita para eliminar la pobreza, dar a las mujeres sensación de poder y salvar al mundo del desastre eminente, es la anticoncepción gratuita, la legalización del aborto y la educación sexual para adoctrinar a las mujeres y a niños sobre cómo aprovecharse de estos “servicios de salud”.

WEDO montó una campaña masiva para los derechos sexuales y reproductivos y la salud, argumentando que todo ser humano tiene derecho a vivir, lo que incluye un “derecho a la salud”, lo que incluye la salud sexual y reproductiva. Por tanto, si el aborto peligroso es una amenaza importante a la salud de las mujeres, el derecho de las mujeres a la salud incluiría el derecho a un aborto seguro y, para que el aborto sea seguro, tiene que ser legal. Siguiendo esta perversidad, llegaron a la conclusión de que el derecho a la vida da a las mujeres el derecho al aborto legal.

Para respaldar su reivindicación, produjeron estadísticas que aumentaban el número de muertes por abortos ilegales. Un médico africano dijo que si se iban a creer esa figuras, todas las muertes de mujeres de quince a cuarenta años de su país se atribuirían al aborto ilegal, que en verdad no era el caso. La cuestión del derecho a la vida del ser humano no nacido no se consideró.

Para confundir más la cuestión, las feministas unieron la salud sexual y reproductiva con los derechos sexuales y reproductivos aunque necesariamente no existe relación entre las dos. Su versión de los derechos sexuales y reproductivos incluirían el derecho a mantener varias conductas, algunas de las cuales son extremadamente insanas. La Declaración Universal de los Derechos Humanos defiende el derecho a casarse y formar una familia, no el sexo para solteros y adolescentes.

Los que reclaman el reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos ya tenían un pie en la puerta. La siguiente afirmación se había aprobado ya en la ciudad de México en 1984: Todas las parejas y personas tienen el derecho básico a decidir libremente y responsablemente el número y a espaciar sus hijos y a tener la información, la educación y los medios para hacerlo”. Al mismo tiempo que en ese momento esto podía parecer un compromiso sano, los delegados pro-familia no tenían idea de que se utilizaría para justificar que las lesbianas y mujeres solteras tuvieran niños por medio de la inseminación artificial y los hombres homosexuales utilizando madres de alquiler.

La declaración lleva consigo la implicación de que las personas tienen derecho a tener hijos, cuando ese derecho no existe. Los matrimonios tienen un derecho a los actos que podrían tener como consecuencia la concepción de un niño. Son los niños los que tienen derecho a nacer en una familia donde sean amados y queridos por ambos padres biológicos.

Estos nuevos “derechos” fueron promovidos en una serie de talleres en el que se distribuyó un folleto titulado “Derechos Sexuales y Reproductivos y a la Salud como derechos Humanos: Conceptos y Estrategias: Una Introducción para los Activistas”. El folleto, de Rhonda Copeland de la Consulta Internacional Legal de los Derechos Humanos de las Mujeres de CUNY (Universidad de la Ciudad de Nueva York) y Berta Esperanza Hernández del Proyecto Internacional de los Derechos humanos Internacionales del Centro para la Ley y la Política Pública, de la Universidad de St. Johns (Nueva York), invitaron a las activistas a presentar la idea de que los derechos humanos se habían desarrollado y que los “derechos sexuales y reproductivos” se incluían ya entre los derechos humanos reconocidos. Justo como en los Estados Unidos, el Tribunal Supremo había “encontrado” un derecho al aborto, evidentemente esperaban que la conferencia de El Cairo encontraría “derechos sexuales y reproductivos” en documentos previos y les concedería una versión internacional de la decisión Roe v. Wade.

El folleto define los derechos sexuales y reproductivos como los que incluyen: “respeto a la integridad física y a la toma de decisiones de la mujer además de su derecho a expresar su sexualidad con placer y sin temor al abuso, la enfermedad o discriminación. Requiere acceso a la información, educación y servicios de salud sexual y reproductiva de calidad y voluntaria” (Rhonda Copeland y Berta Esperanza Hernández, “Sexual and Reproductive Rights and Health as Human Rights: Concepts and Strategies; An Introduction for Activists” (Cairo: Human Rights Series, 1994), p. 2).

Los que están familiarizados con la literatura feminista saben que esto incluye no sólo el derecho a la anticoncepción de cualquier tipo y el derecho al aborto sino también el reconocimiento legal del lesbianismo, la libertad sexual para los adolescentes, bancos de semen para lesbianas y mujeres solteras, prostitución voluntaria y la prohibición de la demostración pro-vida. Si estos son declarados derechos humanos, las feministas creen que tendrían una herramienta poderosa para hacer valer su agenda.  Los autores explican que su estrategia se basa en el respeto debido a los derechos humanos:

Los derechos humanos producen limitaciones en la soberanía de los estados. Constituyen principios a los que los estados, donantes, proveedores, organizaciones intergubernamentales y por último, el sector económico privado debe imputárseles la responsabilidad. (Copeland and Hernández, p. 1)

Los derechos humanos no dependen de si un estado los ha reconocido, por ejemplo, ratificando un tratado particular. Las normas de los derechos humanos respaldadas ampliamente son relevantes con independencia de si un estado ha ratificado un tratado particular. (Copeland and Hernández, p. 3)

Los derechos humanos son normas de las que todo el mundo es responsable pero no se pueden expandir para servir a una agenda ideológica. Los derechos humanos deben basarse en la verdad del ser humano.

Copeland y Hernández acusan a los “fundamentalistas religiosos” de oponerse a sus derechos humanos: “Esta demanda de los derechos humanos elementales se está encontrando con la oposición de fundamentalistas religiosos de todo tipo, con el rol que está jugando el Vaticano liderando la organización de la oposición religiosa a la salud y a los derechos reproductivos incluyendo incluso los servicios de planificación familiar” (Copeland y Hernández, p. 3).

Los líderes religiosos, incluyendo al Arzobispo Renato Martino, delegado de la Santa Sede en la ONU, rechazan la afirmación feminista de que los grupos religiosos se oponen a los derechos humanos. Sin embargo, Martino lleva a cabo una clara distinción entre los derechos humanos reales, que son inherentes a la persona y los intentos de manipular la idea de los derechos humanos:

Actualmente, existe una tendencia a creer que la sociedad ha formulado lo que se conoce como los derechos humanos. Sin embargo, los derechos humanos lo son precisamente porque son inherentes a la dignidad del ser humano. Una sociedad puede reconocer o violar los derechos humanos pero no puede manipular la existencia de los derechos humanos, ya que estos derechos preceden incluso al estado. (Noviembre de 1994)

Los que siguen la ONU han estado muy preocupados de que las feministas y sus aliados intenten utilizar el cincuenta aniversario de la firma de la Declaración de la ONU de los Derechos Humanos de 1998 para reclamar una nueva versión del documento. “Propuesta de una Declaración Universal de los Derechos Humanos desde una Perspectiva de Género”, puesta en marcha por CLADEM (El Comité Latinoamericano y del Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres), sugiere que se debe retocar la declaración para garantizar los derechos de los “niños, los homosexuales y lesbianas, bisexuales, transexuales y hermafroditas”. Se deberían añadir los siguientes artículos:

Todas las personas tienen derecho a la educación sexual libre y responsable que garantice el derecho a su propia sexualidad.

Todas las personas tienen el derecho a su orientación sexual que incluye la decisión de tener o no una pareja emocional y/ o sexual que pertenezca al mismo sexo o al opuesto.

Todas las mujeres y hombres deben tener la garantía del derecho y tener todo el poder para tomar decisiones autónomas sobre sus funciones reproductivas. Esos derechos incluyen pero no se restringen a: a) acceso a los servicios de sanidad; b) maternidad y paternidad libre y voluntaria; c) planificación familiar; d) acceso a los métodos anticonceptivos seguros; e) interrupción voluntaria del embarazo en condiciones seguras; f) esterilización voluntaria de hombres y mujeres; g) autonomía sexual; h) vida libre de violencia en el ejercicio de la sexualidad y especialmente de embarazo.

Todos los hombres y mujeres tienen el derecho a formas diferentes de placer físico, sexual, emocional y espiritual que son parte esencial de la condición humana. Este derecho incluye cualquier posibilidad de placer sexual responsable que exista en el contexto de la persona, la pareja, la familia y la comunidad. (“Propuesta Para Una Declaración Universal de los Derechos Humanos Desde Una Perspectiva de Género” (Lima, Perú: CLADEM) pp. 7-8)

María Ladi Londoño se hizo eco de los mismos sentimientos en un artículo titulado “Sexualidad y reproducción como derechos humanos”, publicado por la Cadena de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe. “La Declaración Universal de los Derechos Humanos se ha quedado corta con su objetivo”, según ella. “Las personas deben tener nuevos derechos con sentido simbólico, real o incluso retórico” (María Ladi Londoño, “Sexuality and Reproduction as human rights, Women and Population Policies (Oaxtepec, México: Latin American and Caribbean Women’s Health Network, 5-9 de julio de 1993), p. 66). Londoño enumera los diversos problemas, que incluyen “la imposición de criar los hijos”, “la orientación heterosexual como el modelo universal” y “las condiciones en las que trabaja la gran mayoría de trabajadoras del sexo”, que cree que se abordarían con la promoción de los derechos sexuales y reproductivos (Londoño, p. 68).  Londoño cree que “una vez se reconozcan como universales los derechos sexuales y reproductivos, a punto por medio del proceso de aceptación, llegarán a ser parte de la dinámica de la liberación y de la madurez personal” (Londoño, p. 73).

Al intentar utilizar los derechos humanos para promocionar su agenda, las feministas se están embarcando en una táctica muy peligrosa. Las naciones occidentales podrían utilizar su poder económico para obligar a “expandir” su versión de los derechos humanos por el resto del mundo y presionar a los países pobres para que legalicen el aborto y los derechos gays. Sin embargo, lo que es más probable, es que la presión occidental para “expandir” los derechos humanos mine el respeto por los derechos humanos en los países en vías de desarrollo.

En muchas partes del mundo, los derechos humanos están comenzando a significar algo y las mujeres están comenzando a tomar ventaja de ese respeto todavía frágil concedido a los derechos humanos. Provocar un falso conflicto entre religión y derechos humanos podría poner en peligro ese proceso y poner en riesgo a los más vulnerables, incluyendo a las mujeres y a los niños.


LA SOLUCIÓN EGIPCIA


 En los diez años que habían transcurrido desde la conferencia de Ciudad de México, se había obligado a la IPPF a trabajar bajo las restricciones impuestas por el lenguaje de Ciudad de México. Ahora, con Reagan y los Republicanos fuera del poder y el Presidente Clinton comprometido con su causa, IPPF creía que este iba a ser su momento de gloria. Ciento veintiocho de sus trabajadoras iban a ser incluidas en las delegaciones nacionales.  Veintidós miembros de Planned Parenthood habían sido designados a la delegación norteamericana. El presidente del comité principal era el Dr. Fred Sai de Ghana, presidente de IPPF. Se suponía que los delegados representaban a los intereses nacionales pero durante la conferencia mantuvieron encuentros cerrados para planear la estrategia.

 En el momento crucial de las deliberaciones de la conferencia, el Dr. Sai intentó que pareciera que el Vaticano estaba bloqueando el consenso sobre el lenguaje pro-aborto. Los medios subrayaron la acusación. En efecto, no se había alcanzado ningún consenso sobre el aborto. Los países musulmanes se oponían públicamente a la promoción del aborto, al igual que muchos países de América Latina. Otros países menos vocales estaban encantados con el liderazgo del Vaticano, ya que les evitaba recibir la ira de los países donantes si hablaban en público.

 Las partes estaban divididas de forma muy acusada y en un momento parecía que el proceso se iba a romper. Los egipcios, en un intento por salvar la conferencia, sugirieron un compromiso: El lenguaje sobre salud reproductiva y sexual seguiría siendo el mismo en el texto pero se colocaría un chapeau (párrafo de introducción) al comienzo del documento para garantizar la soberanía nacional y la protección de los valores religiosos. Al mismo tiempo que eso solucionaba el problema inmediato, creaba un peligroso precedente.

Los grupos a favor de los derechos pro-sexuales y reproductivos podrían argumentar entonces que los “fundamentalistas” estaban utilizando la religión para oponerse a los derechos humanos. La plataforma afirmó también claramente que la conferencia no estaba autorizada para reconocer nuevos derechos humanos. El lenguaje de México no fue repudiado. En vez de ello, la frase “En ningún caso se promoverá el aborto como método de planificación familiar” apareció en la plataforma en dos lugares separados.

En detrimento de la conferencia, la batalla sobre los derechos sexuales y reproductivos llegó a ocupar el centro del escenario. Los delegados pro-familia no tuvieron tiempo para concentrarse en el capítulo 4, “Igualdad de Género, Equidad y la Potenciación del Papel de la Mujer”, que demandaba “la participación igual y representación equitativa de las mujeres en todos los niveles del proceso político y de la vida pública” y “la igualdad de género en todas las esferas de la vida, que incluyen a la familia y la vida en comunidad”. Debido a que las fuerzas que están a favor de la familia respaldaron con entusiasmo la igualdad de derechos de la mujer, la mayoría no vio peligro en estas secciones. Ocupados totalmente con lo que para ellos eran asuntos de vida o muerte, no se interesaron en buscar nuevos problemas.

El Cairo hizo que el movimiento pro-familia despertase sobre los peligros de una ONU activista. Tuvieron oportunidad de conocer gente de todo el mundo con las mismas ideas y de formar relaciones de trabajo. En particular, ofreció un momento para que cristianos y musulmanes reconocieran que los viejos estereotipos y malentendidos ocultaban su acuerdo básico sobre la importancia de la familia, de la vida y de la fe. Aunque algunos cristianos evangélicos habían acudido a El Cairo individualmente, los grupos importantes no estaban bien representados, algo que un gran número de personas pensó que debía evitarse en el futuro.

Sin embargo, las fuerzas pro-familia consiguieron una gran victoria en El Cairo impidiendo una casi segura coup d’etat de Planned Parenthood y sus aliados. Las fuerzas pro-familia habían podido quedarse al cargo contra un enemigo que avanzaba pero, al final de la batalla, su enemigo no había avanzado un ápice y, aunque no se dieron cuenta en aquel momento, la causa pro-familia perdió mucho en El Cairo. El “género” y la “salud y los derechos sexuales y reproductivos” habían encontrado su forma en un documento de la ONU. Una vez que se aceptaron, con independencia de los requisitos que se fijasen, serían un problema.

Mientras la conferencia llegaba a su final, Bella Abzug y sus amigas, que habían declarado al comienzo que esta era su conferencia, se sentían frustradas y enfadadas por no haber podido lograr la aceptación del aborto como derecho humano. Se retiraron a los bazares y a las atracciones turísticas que le daban fama a El Cairo para calmarse del escozor de su derrota, con la promesa: “Esperen al próximo año. Lo que no hemos conseguido aquí, lo lograremos en Beijing”.




















































CAPÍTULO CINCO: CONSPIRACIÓN EN GLEN COVE


La coalición pro-familia se fue de El Cairo con la determinación de organizarse y prepararse para la conferencia de la mujer de Beijing pero ya iban con dos años de retraso con respecto a su oposición. Ya habían tenido lugar dos PrepComs para Beijing y se habían producido varios borradores de la plataforma. Toda una burocracia había estado dirigiendo sus energías durante muchos meses hacia Beijing.

Las preparaciones para el Forum de las ONGs incluía la publicación de un boletín informativo. El número de septiembre de 1994 informaba de que las ONGs de las mujeres ya estaban presionando activamente para la inclusión de una perspectiva de género en los documentos de la ONU. Otro artículo informaba sobre la discusión de un panel en el que María Suárez, de la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas, en lo que se describió como un discurso “conmovedor”, atacó al “fundamentalismo religioso” y exigió que “Beijing las expusiera al mundo por lo que le están haciendo a las mujeres” (Boletín del Forum de ONGs sobre la Mujer de 1995”, (Septiembre / Octubre 1994) p. 4).

El boletín también daba información sobre una campaña de petición diseñada para “introducir la Sexualidad en la Agenda en la Conferencia Mundial sobre la Mujer”. Emprendida por la Comisión Internacional de Derechos Humanos de Gays y Lesbianas, la campaña “tenía el objetivo de respaldar la movilización para la inclusión de la orientación sexual en la Plataforma” (p. 8).


CONFERENCIAS REGIONALES


Las preparaciones para Beijing incluían las Conferencias Regionales que tuvieron lugar en Viena, Austria; Mar del Plata, Argentina; Amman, Jordania; Dakar, Senegal, y Yakarta, Indonesia. La literatura de WEDO que promovía las conferencias afirmaba que “WEDO trabajará para asegurar el acceso total de las mujeres de grupos de base a los encuentros preparatorios de los gobiernos nacionales y regionales y de las ONGs (“Folleto de WEDO”).

La definición de WEDO de mujeres de base parece estar limitada, sin embargo, a las mujeres que están de acuerdo con ellas. Las organizaciones de mujeres pro-familia ni fueron informadas ni invitadas y las que descubrieron las conferencias encontraron obstáculos para participar. La conferencia regional para las mujeres de EEUU tuvo lugar en Viena, nada conveniente.

En el encuentro regional de Viena, la presidenta de la conferencia, Johanna Dohnnal, condenó el incremento de los partidos políticos de extrema derecha. Según Dohnal, esos partidos formaban parte de “una cultura vinculada al machismo” cuyo mensaje a las mujeres era “quedarse en casa y criar a los hijos”. A.P. Melkert, ministro de Asuntos Sociales y Empleo de Holanda, pidió cambiar las imágenes de la masculinidad y la feminidad.

La declaración que emitió la reunión Preparatoria Regional de Viena incluía varias referencias a la Agenda de Género, en particular, las siguientes secciones:

Sec.2©: La colaboración entre mujeres y hombres es la base para un nuevo acuerdo de género basado en la igualdad, que implicaría una redistribución del cuidado doméstico y familiar, que contribuiría a la independencia económica de las mujeres, reduciría el doble trabajo de las mujeres y acabaría con los estereotipos existentes de los roles de mujeres y hombres.

(d) Un nuevo acuerdo de género implica una política activa y visible de introducción de una perspectiva de género en todos los campos políticos, económicos y de política social relevantes a nivel local, regional y central.

MAR DEL PLATA


La conferencia regional y el forum de las ONGs para América Latina tuvo lugar en Mar del Plata, Argentina. Dorotea Vedoya, Cristina Delgado y Rita Barros de Sverdlik estaban entre un pequeño grupo de mujeres pro-familia que, a pesar de varias formas de acoso, participaron en los encuentros de las ONGs relacionadas. Estas mujeres hicieron la acusación de que los organizadores del forum de las ONGs manipularon intencionadamente los preparativos para excluir la participación de las mujeres pro-familia. El forum tuvo muy poca publicidad. Las reuniones, lugares, horarios y temas de los talleres no se anunciaron antes de tiempo. A grandes organizaciones de mujeres no feministas les negaron las credenciales. Las que pudieron asistir se encontraron con que se ignoraban sus contribuciones y, a pesar de las garantías de lo contrario, su declaración de disconformidad no se incluyó en el informe del secretariado. Sin embargo, tuvieron una oportunidad de observar cerrar y en acción a las feministas de género.

Durante los talleres, los portavoces insistían en que las mujeres deben liberarse de las vocaciones de esposa y madre y de los conceptos tradicionales del matrimonio y la familia. En un taller sobre “Mito y Sexualidad”, la presentadora insistió en que “el derecho a elegir” se extendía a otras áreas de libertad sexual, como la prostitución, y que el incesto era aceptable a no ser que implicase el uso de la fuerza de un adulto sobre un menor.

La Asociación Internacional de Lesbianas y Homosexuales fue participante activo en los talleres. Una miembro de esa organización, Rebeca Seville, en un taller sobre “Democracia y Ciudadanía” insistía en que ella y su pareja tenían derecho a formar una familia con todos los mismos derechos que las demás familias.

En Mar del Plata las participantes pro-familia se encontraron también con los escritos de Marta Llama, una famosa feminista mexicana. De particular preocupación fueron los comentarios de la Sra. Llama sobre el género y su afirmación de que había más de dos sexos. Según la Sra. Llama,

La biología demuestra que, aparentemente, los seres humanos pueden ser divididos en dos sexos. Sin embargo, existen más combinaciones que resultan de las cinco áreas fisiológicas que, en términos generales y muy simples, determinan lo que se llama el sexo biológico de una persona: los genes, las hormonas, las gónadas, los órganos reproductivos internos y los órganos reproductivos externos (los genitales). Estas áreas controlan los cinco tipos de procesos biológicos en un continuo... Una clasificación rápida pero de alguna forma  insuficiente de estas combinaciones obliga a reconocer al menos cinco sexos biológicos.

Hombres (personas que tienen dos testículos)
Mujeres (personas que tienen dos ovarios)
Hermafroditas (que al mismo tiempo tienen un testículo y un ovario)
Hermafroditas masculinos o Merms (personas que tienen testículos pero presentan otras características sexuales femeninas)
Hermafroditas femeninos o Ferms (personas con ovarios pero con características sexuales masculinas)

Esta clasificación sirve solamente si tenemos en cuenta los órganos sexuales internos y la característica sexual “secundaria” como una unidad. Pero si imaginamos las múltiples posibilidades que pueden resultar de una combinación de las cinco áreas psicológicas que ya mencionamos vemos que nuestra dicotomía hombre/ mujer, más que una realidad biológica, es una realidad simbólica y cultural. (Marta Llamas, “Cuerpo: Diferencia sexual y género” de Cristina Delgado “Definiciones extraídas de documentos usados en Foro Mar del Plata”, pp. 2-3, traducción de la autora).

Según la Sra. Llama, hombre /mujer, masculino/ femenino son meras construcciones sociales y la idea de que la heterosexualidad es la sexualidad “natural” es sólo otro “ejemplo de una construcción social ‘biologizada’ ”.

La tragedia de las deformidades congénitas no demuestra que existan más de dos sexos y ciertamente no demuestra que la heterosexualidad no sea natural, al igual que el hecho de que algunos niños nazcan ciegos no demuestra que el que otros seres humanos vean no sea natural. El sexo biológico no es determinado por los órganos externos sino por la estructura genética. Cada célula del cuerpo humano es marcada claramente masculina o femenina. Lo que es absurdo es que varias feministas encontrasen convincente ese argumento.

Los delegados pro-familia encontraron difícil de seguir el razonamiento de la Sra. Llama pero su visión era clara: varón y mujer es algo que ha creado la gente. Por tanto, la homosexualidad es igual a la heterosexualidad:

La inexistencia de una esencia masculina o femenina nos permite excluir la superioridad supuesta de un sexo sobre el otro y también incluso a cuestionar si existe una forma “natural” de sexualidad humana... En ciertos círculos la reflexión psicoanalítica está llegando a una lenta aceptación de la homosexualidad como una opción igual a la condición psicológica de la heterosexualidad. En otras palabras, se puede decir que la heterosexualidad es el resultado de un proceso psíquico o incluso, que no es “natural”. (Marta Llamas, citada por Delgado, p. 3, traducción de la autora).

Las referencias frecuentes de la Sra. Llama al género y su definición de género como “la simbolización que cada cultura establece sobre la diferencia sexual” llevó a los participantes pro-familia a creer que “establecer la perspectiva de género” era un medio oculto para promover la ideología feminista radical y la homosexualidad. El siguiente informe de la declaración del forum de Mar del Plata no hizo nada para aliviar estas preocupaciones:

El heterosexismo intenta hacer de la heterosexualidad la norma no sólo para mantener la desigualdad entre nosotras las mismas mujeres y la violencia contra las lesbianas, sino que ayuda a mantener la desigualdad entre las mujeres y los hombres, prescribiendo que toda mujer, para ser normal, debe estar con un hombre, aunque sea un hombre que la ataque, la viole y le niegue placer. (Foro de ONG de América Latina y el Caribe, Mar del Plata, 20-24 de septiembre, 1994 Paz: El Derecho a una Vida sin Violencia. (Coordinadora de ONGs de América Latina y El Caribe. Foro de ONGs de Beijing ’95), p. 5).

Desafortunadamente, la mayoría de este material estaba disponible sólo en español y sólo para una audiencia limitada. Las fuertes preocupaciones de los argentinos no fueron tomadas en serio incluso por muchos delegados pro-familia. Además, la preocupación sobre el género disminuyó incluso entre los delegados que hablaban español porque cuando se emitió el borrador de la Plataforma para la Acción, la versión española no tradujo la palabra gender como género, su equivalente en español, sino como sexo (sex).


REUNIÓN DE ESTRATEGIAS GLOBALES DE LA MUJER


Como preparación para la conferencia de Beijing, WEDO tuvo un encuentro de tres días de Estrategias Globales de la Mujer, del 30 de noviembre al 2 de diciembre de 1994, en Glen Cove, Nueva York. WEDO tenía tanta confianza en su control del proceso que distribuyó un informe completo del encuentro y envió una lista de los participantes por Internet.

El 10 por ciento de las mujeres participantes en el encuentro de Glen Cove eran trabajadoras de la ONU, incluyendo a Gertrude Mongella, secretaria general de la conferencia de Beijing y Kristen Timothy, encargada de la acreditación de las ONGs.

Gertrude Mongella, de Tanzania, tiene una larga historia de vínculos con WEDO. Es miembro de su Comité de Acción de Política Internacional y designó a WEDO para trabajar como Grupo Asesor Experto en tres asuntos: (1) Mujeres y desarrollo ambiental, (2) incremento de la participación de las mujeres en la toma de decisiones; (3) crear consensos (Folleto de WEDO). La participación de Kristen Timothy planteó muchas preguntas, ya que a un gran número de grupos pro-vida y pro-familia, algunos de los cuales habían participado en conferencias anteriores de la ONU, se les negó inicialmente el estatus de Organización No Gubernamental para la conferencia por su organismo.

Debido a que el objetivo del encuentro de Glen Cove era planificar una estrategia para influir en el resultado de las conferencias de la ONU y atacar a políticas respaldadas por naciones miembros, la presencia de muchas empleadas de la ONU pagadas, aunque fuesen sólo como observadoras, constituye, al menos, un conflicto serio de interés para el personal de la ONU. También refuerza las acusaciones de que la burocracia de la ONU es mucho más sensible a las preocupaciones de las ONGs feministas que a proteger los derechos e intereses de las naciones miembros. Acciones como estas refuerzan las acusaciones de que la ONU es una burocracia no regulada y fuera de control. El informe emitido por WEDO después del encuentro tenía como objetivo los grupos considerados como obstáculos para su agenda:

Controlar y oponerse a la internacionalización del anti-aborto y otros movimientos fundamentalistas... Reaccionar a los esfuerzos de la Santa Sede y de movimientos fundamentalistas para debilitar e invertir los beneficios conseguidos en El Cairo durante las preparaciones para la Cumbre Social y la Cuarta conferencia Mundial sobre la Mujer... Controlar el fundamentalismo y a los extremistas religiosos y reivindicar los intereses morales de espacio /familia valores/ familia. (“Informe de Estrategias Globales de la Mujer”, WEDO, Diciembre de 1994).

Para las feministas el término fundamentalistas no se restringe a los extremistas musulmanes o protestantes que mantienen la inerrancia bíblica. En un debate dirigido por las ONGs durante la PrepCom de Beijing titulado “Contraataque: Las Mujeres hacen frente al Fundamentalismo”, las hablantes consideraron a los católicos, los evangélicos, ortodoxos, musulmanes, los pro-vida, cualquiera que crea en la complementariedad de los hombres y de las mujeres y los que respalden la maternidad como vocación especial de la mujer, como “fundamentalistas”.

Bajo esta definición de fundamentalismo, la mayoría de los estados miembros se podrían clasificar como “fundamentalistas”, ya que su pueblo, sus leyes, sus constituciones y constumbres respaldan la religión “fundamentalista”, la maternidad y el derecho a la vida. La Declaración Universal de la ONU de los Derechos Humanos defiende la libertad religiosa, la maternidad y la familia. La participación de personal de la ONU en una reunión opuesta de forma tan directa a los intereses de muchos estados miembros y a los principios sobre los que se fundó la ONU, pone en cuestión la capacidad de la ONU de actuar de forma ética y justa.

Además del personal de la ONU y miembros de varias organizaciones feministas, la lista de participantes incluía a representantes de la Fundación Ford, la Fundación MacArthur, Planned Parenthood, CNN y the Body Shop (una cadena de tiendas que vende jabón de hierbas/ natural y productos personales).

Diane Faulkner, del Departamento de Trabajo, estaba también entre la lista de participantes. La participación de la Sra. Faulkner en un encuentro cuyos objetivos, entre otras cosas, incluían conseguir cuotas de cincuenta/ cincuenta hombre/ mujer para el gobierno y el sector privado como mucho en el año 2005, plantea cuestiones, ya que la administración Clinton ha negado repetidamente las acusaciones de que respalda las cuotas. El informe de Glen Cove no registra ninguna oposición a los siguientes objetivos:

Los Gobiernos deben alcanzar la inclusión del 50 % de mujeres en cargos elegidos o designados a más tardar por el año 2005.

Los agentes económicos influyentes como las corporaciones privadas y las instituciones financieras, sindicatos,, instituciones financieras internacionales como el banco Mundial y el IFM deben incrementar el número de mujeres en puestos clave hasta el 50 % a más tardar por el mismo tiempo.

Esto se debe alcanzar: a) estableciendo objetivos de acción numérica y afirmativa, que incluyan sistemas de cuotas; y b) estableciendo mecanismos para controlar y demostrar el progreso para conseguir ese objetivo. (Grupo de Trabajo 6, “Informe de Estrategias Globales de las Mujeres”, p. 2).

Las participantes de Glen Cove reconocieron que el simple aumento del número de mujeres en cargos elegidos y designados no lograría sus objetivos. Según el informe, quieren garantías de que “mujeres líderes elegidas y designadas para posiciones de tomar decisiones sean responsables de los asuntos, demandas y plataformas articuladas por mujeres de todo el mundo a través del proceso de Beijing” (Grupo de Trabajo 4, “Encuentro de Estrategias Globales de las Mujeres”, p. 8).

Una anécdota de una estudiante de graduación en MIT ofrece una idea de cómo trabajan las feministas para garantizar que el tipo correcto de mujeres sea colocado en posiciones clave de “tomar decisiones”. La estudiante, que estaba considerando las posibilidades de estudiar varias carreras, asistió a una charla sobre Mujeres en la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, en la que fue invitada a una visión desde el interior de cómo las feministas utilizan el poder. La mujer de la EPA, creyendo evidentemente que estaba entre mujeres de la misma ideología, explicó con grandes detalles cómo había maniobrado en una posición de poder dentro de la EPA y ahora estaba a cargo de contratar personal para su departamento. Explicó que tenía cuidado al revisar los currículos de empleados potenciales y buscar pistas de actividades de lo políticamente correcto porque quería asegurarse de no contratar simplemente a “alguna mujer afortunada”.

 Otros programas perturbadores promovidos por Glen Cove incluían el aborto seguro “como método básico de regulación de fertilidad y como parte esencial de los servicios de salud reproductiva”, el reconocimiento de la “orientación sexual como derecho humano fundamental dentro del contexto de la definición en expansión de la familia” y educar a los hombres y mujeres con el fin de llevar a cabo la transformación de los roles de género.


VÍDEO PROMOCIONAL


Si la asistencia de Mongella al Encuentro de Estrategias Globales de la Mujer constituyó un conflicto de intereses, todavía mostró una imagen peor al aparecer en un vídeo creado para promocionar el forum de las ONGs. El vídeo, Rompiendo Barreras, ataca a las religiones más importantes del mundo afirmando que están contra la mujer, hilvana medias verdades con distorsiones, hace un refrito con viejas acusaciones y promueve la interpretación feminista radical de la historia. Al mismo tiempo que defiende la adoración de diosas y brujas, recuerda la visión de la mujer “que existía bajo el régimen de Hitler, que consistía en tener niños, estar en la cocina e ir a la Iglesia”. Las quejas sobre el maltrato de las mujeres van acompañadas de imágenes de una catedral. Los siguientes extractos del vídeo revelan el tono anti-religioso:

En la antigua Roma y el antiguo Egipto las diosas estaban unidas a la fertilidad y a la creación de la vida y así, se les adoraba, pero no había nada más que constriñese a la mujer que las creencias y doctrinas religiosas... Los judíos ortodoxos todavía le dan gracias a Dios en sus oraciones por haber nacido mujeres... El cristianismo, o mejor, su interpretación ha dado su propia contribución a la sumisión de la mujer... Es la cuestión de la mujer y la brujería lo que San Agustín llamó “El río oscuro de lujuria del infierno”. Es la posición obstinada de una Iglesia cristiana que prefiere quedarse sin presbíteros a permitir que las mujeres entren en su exclusivo bastión masculino... John Stuart Mill, que se había implicado activamente en los derechos de la mujer en el siglo XIX, llamó al matrimonio escuela de despotismo.

El vídeo no sólo difama al cristianismo. También insultaba a otras religiones:

En la sociedad Islámica Árabe, el estatus de la mujer no ha cambiado relativamente a lo largo de la historia. Las mujeres siguen estando subordinadas a los hombres porque la sociedad siempre ha sido patriarcal. Un hombre puede tener cuatro esposas e incluso tener concubinas... Junto a otras religiones importantes del mundo, las creencias chinas que incluyen al Confucionismo, al Taoísmo y al Budismo discriminan a la mujer.

 Al mismo tiempo que el vídeo termina con un compromiso con la “inclusión y la participación de todos”, en ningún lugar del vídeo aparecía el punto de vista de los que estaban a favor de la religión. Las mujeres que creen que la religión ha promovido el bienestar de la mujer no fueron incluidas entre las entrevistadas.

Aunque el vídeo fue producido por una compañía independiente sin fondos de la ONU, la aparición de Mongella y el uso del logo de la conferencia protegido como propiedad intelectual dio la impresión de que se trataba de una producción oficial de la ONU. La creadora del vídeo, Judith Lasch, dijo que el vídeo había sido proyectado a todo el personal de la ONU y a las ONGs y que todo el mundo, incluida Gertrude Mongella, estaba muy contento con él.

Desafortunadamente, esos ataques a la religión son muy comunes en la ONU. Si la línea de defecto de la ONU estaba anteriormente entre los regímenes comunistas y los regímenes democráticos, las nuevas líneas de defecto parecen estar entre los estados agresivamente laicistas y los que respaldan los valores religiosos. Al mismo tiempo que los laicistas afirman que los estados con orientaciones religiosas impiden el consenso, la verdad es que son los laicistas los que están determinados a aplicar su ideología por todas partes del mundo.

Un efecto no deseado de este ataque a la religión ha sido el crecimiento de la cooperación entre los pueblos religiosos. Encontrarse al mismo lado en la batalla por la familia, por la vida y la fe, las personas de diferentes credos están descubriendo cuánto tienen en común. El reconocimiento de los valores compartidos y el aumento de la comprensión entre grupos religiosos puede ser una de las consecuencias positivas de esta serie de conferencias.









CAPÍTULO SEIS: EL MUNDO SEGÚN BELLA


PREPCOM PARA BEIJING


Mientras los medios se centran en la conferencia, es en la Prepcom donde se hace el verdadero trabajo. De una forma ideal, al personal de la ONU le gustaría ver solucionados todos los problemas polémicos antes de que se enciendan las cámaras. Entonces, la conferencia sería simplemente una coronación de sus planes más últimos para salvar a la humanidad de los desastres que se encontraban entonces bajo debate.

Cuando se convocó el Prepcom en marzo de 1995, el borrador de la Plataforma para la Acción ya había sufrido numerosas alteraciones. Se suponía que los delegados habían recibido copias de la versión más nueva de la plataforma el 1 de febrero pero el texto no oficial no estuvo disponible hasta el día 17 de febrero. El 27 de febrero, dieciséis días antes de que se programase que comenzase la Prepcom, los participantes recibieron la página 70 oficial, el texto de 246 párrafos. Los que habían intentado prepararse antes de tiempo estudiando los borradores anteriores se encontraron con que su trabajo había sido en vano. Este texto se había alterado radicalmente y renumerado completamente.

  Los representantes de los gobiernos y de ONGs pro-familia examinaron a fondo páginas y páginas de lenguaje repetitivo y tópicos mojigatos que no buscan sino poner en peligro los valores de la familia. Encontraron muchas áreas de preocupación. Incluso después de que comenzase la PrepCom, todavía estaban descubriendo minas potenciales en el texto. De incluso mayor preocupación era lo que no estaba allí. El borrador de la plataforma ignoraba las necesidades de las mujeres que trabajan en casa y no tenía nada positivo que decir del matrimonio, la vida familiar, la maternidad, los derechos de los padres ni de la religión. Sin embargo, el tamaño puro del texto obligó a las ONGs pro-familia a concentrar sus esfuerzos de presión en las secciones más ofensivas. Para complicar más el proceso, las traducciones al español y al francés ocultaban la agenda en contra de la familia. Como el texto oficial está en Inglés, los delegados pro-familia de América Latina y de la África francófona estaban en desventaja. Además, muchos de los delegados no estaban familiarizados con las implicaciones ideológicas de las palabras inglesas. Los que no hablaban inglés contaban con diccionarios, que rara vez tenían las nuevas definiciones inventadas por las feministas deconstruccionistas postmodernistas. La representante de Honduras Marta Lorena Casco estaba preocupada por “una agenda oculta” y acusó a los que estaban en la ONU de utilizar “eufemismos manipulados para hacer un borrador de un texto para el que ellos contaban con el único diccionario en exclusiva”.

Muchos de los delegados y de las ONGs llegaron a Nueva York exhaustos. Habían pasado el mes de enero en nueva York en la PrepCom de la Cumbre Social, el mes de febrero en Copenhague en la Cumbre Social y ahora estaban de vuelta en Nueva York para la PrepCom de Beijing. Algunos habían volado directamente de Copenhague a Nueva York sin volver a casa para un descanso. No tuvieron tiempo para estudiar el texto y tuvieron pocas oportunidades de realizar estrategias con delegados de la misma ideología.

WEDO y sus aliados vinieron totalmente preparados para oponerse a todas las enmiendas de los grupos pro-familia y llevar a cabo su agenda. La coalición pro-familia, que se había formado en El Cairo, había hecho una buena exposición en la PrepCom de la Cumbre Social de Copenhague. A través de su intervención, se había fortalecido el lenguaje sobre la familia.

Como sólo unos pocos grupos pro-familia tenían los recursos para enviar representantes para todo el encuentro, que llegó a durar casi cuatro semanas, vino un número para periodos más pequeños de tiempo. Más personas tenían intención de venir pero, en el último momento, se les negó la acreditación a un gran número de grupos pro-familia que habían solicitado el estatus de ONG. La ONU emitió una declaración diciendo que debido al gran número de solicitudes nacionales, sólo se aceptaron los grupos cuyas actividades fuesen relevantes para la conferencia. Eso no tenía sentido, ya que se les negó a tres de los grupos nacionales más grandes y más relevantes –Concerned Women for America, Eagle Forum y Catholic Campaign- mientras que a Catholics for a Free Choice, una organización que no era miembro con catorce empleados, financiada por ricas fundaciones, se le concedió el estatus de ONG. La batalla por las acreditaciones continuó hasta agosto.

CATHOLICS FOR A FREE CHOICE


La PrepCom comenzó con un shock. Para sorpresa de todos, el primer día, Sheri Ricket, de la delegación vaticana desafió a la acreditación de Catholics for a free Choice y a sus afiliados de América Latina sobre la base de que CFFC no es una organización católica. La presidenta de CFFC Frances Kissling estaba indignada.

En la conferencia de El Cairo, Kissling había estado omnipresente, utilizando todas las oportunidades para criticar a la Iglesia Católica. Encabezaba una petición de que se le revocase a la Santa Sede el estatus de observador permanente de la ONU. El Vaticano descartó la petición como una estratagema de propaganda pero estaban preocupados por las distorsiones de CFFC de la doctrina católica en América Latina. Durante la PrepCom, Kissling distribuyó un panfleto titulado “Equal is as Equal Does”, de la que era coautora junto a Mary Hunt, de WATER (Alianza de Mujeres para la Teología, Ética y Liturgia) para la Convergencia de la Iglesia- Mujeres. El panfleto de Kissling y Hunt pedía una “antropología feminista” basada en la “igualdad radical de mujeres y hombres”, en la que “la comunidad, más que la familia, es el ‘foco programático’”. Hunt será recordada por su participación en la Conferencia feminista radical Re-Imagen, de Minneapolis de 1993, en la que propuso sustituir la camaradería como metáfora de la familia:

Imagina el sexo entre amigos como la norma. Imagina valorar la interacción genital en términos de si y cómo fomenta la amistad y el placer... El placer es nuestro derecho natural que nos ha robado el patriarcado religioso... Imagino amigos, no familias, gozando del placer que merecemos porque nuestros cuerpos son santos. (Re-Imaging Conference, citado en HLI Reports (Enero de 1995), p. 6).

Como las relaciones familiares –Dios como Padre, Jesús como Hijo- están en el núcleo de la fe cristiana, sustituir familia por amigos no es solamente un cambio metafórico. Las ideas de Hunt sobre la sexualidad la colocan fuera de la tradición cristiana. Las feministas son, por supuesto, libres para dejar los credos establecidos pero no son libres para exigir que se cambien las doctrinas reveladas para que encajen sus conductas.

Kissling reaccionó frente a las acusaciones del Vaticano argumentando que CFFC nunca había afirmado que eran representantes de la Iglesia Católica. Pero, había evidencia sustancial de que CFFC había intentado dar la impresión de que estaban proporcionando asesoría “Católica”. Un panfleto de CFFC ofrecía “hechos de aborto desde la doctrina católica a las actitudes y prácticas católicas. Las meditaciones para antes y después del aborto responden a necesidades espirituales de las mujeres”. Otro panfleto de CFFC se titula “Reflexiones de una teóloga católica al visitar una clínica abortiva”. Un tercero, “Guía para Hacer Opciones Éticas”, que responde a preguntas como “¿Es el aborto un asesinato? ¿Cómo tomo una decisión?” fue escrito por Marjorie Reiley y el Dr. Daniel Maguire.

Marjorie Maguire repudió desde entonces a CFFC. En una carta al editor del National Catholic Reporter respaldaba la acusación del Vaticano de que CFFC no era una organización católica, señalando que al mismo tiempo que sus miembros pueden haberse bautizado como católicos, no asisten a los cultos católicos ni creen en la doctrina católica más básica (Marjorie Reiley Maguire, Letter to Editor, National Catholic Reporter (21 de abril de 1995) ).

Con el fin de salvar su acreditación como ONG, CFFC emitió un comunicado de prensa que decía: “Nuestro nombre no implica que nuestras organizaciones sean organizaciones católicas ‘oficiales’ y nunca hemos hecho esa afirmación. Somos una organización de personas católicas, no de la Iglesia”. Se envió una carta a la ONU diciendo lo mismo. Esta declaración era precisamente lo que el Vaticano quería. Su objetivo no era evitar que CFFC participase en Beijing sino forzar a CFFC a admitir que no era una organización católica.

LAS MUJERES TIBETANAS


La delegación china bloqueó la acreditación de las ONGs que representaban a las exiliadas tibetanas. Kissling intentó identificar su situación con la que afrontaban las mujeres tibetanas invitándolas a unirse a su conferencia de prensa. Sin embargo, no había punto de comparación. La petición del Vaticano de que los apóstatas no se hiciesen pasar por verdaderos creyentes apenas puede compararse con el genocidio físico y cultural que las mujeres tibetanas han sufrido bajo la dominación china.

Los chinos han instituido un programa de población draconiano en el Tíbet, aunque el Tíbet nunca ha tenido problemas de población. Los tibetanos son un pueblo profundamente religioso y, antes de la invasión de la China Comunista, una parte importante de la población entró en una vida monástica célibe. Sin embargo, como parte del programa para solidificar su control del Tíbet, los chinos han obligado a las mujeres tibetanas a someterse a abortos y a la esterilización, han metido en prisión y violado a monjas budistas, han cerrado monasterios y han atacado a la libertad religiosa. Las mujeres tibetanas en el exilio presentaron mucha evidencia de la negación de la libertad religiosa que existe en el Tíbet, incluyendo las torturas de una monja budista:

Me desnudaron y me pusieron boca abajo en un piso muy frío. Me golpearon con una cuerda y un palo y con golpes eléctricos. Me golpeaban mientras estaba tirada en el suelo. En aquel momento pensaba que iba a morir. La imagen de Guru Rinpoche apareció ante mis ojos y luego me desmayé. Para hacerme volver en sí, me arrojaron agua fría. Eran muy insultantes. Apretaron mis pechos diciendo que en ellos había mucha leche, que yo no era monja, que al menos debía tener ya dos hijos. Decían que yo tenía relaciones sexuales con los monjes y que por eso lo estábamos demostrando juntos. Les dije que era monja. Me introdujeron un palo en la vagina una y otra vez hasta tal punto que durante tres días no pude orinar. Uno de los guardias me metió una picana en el ano y lo dejó allí. Era como un dolor insoportable que entraba en mi corazón. Caí inconsciente. (Comité Internacional de Abogados para el Tibet, “Denial of Tibetan Women’s Rights to Freedom of Religious Belief and Expresion” ( San Francisco, CA, 10 de marzo de 1995), p. 7).

El comunicado de prensa dado en la conferencia de prensa contenía también relatos personales de cómo se había obligado a mujeres a someterse a abortos, o como a Lh, que huyó del Tíbet, a ser esterilizadas:

Cuando los oficiales chinos llegaron a mi casa después del nacimiento de mi tercer hijo, me dijeron que no conseguiría más tarjetas para los racionamientos para mi tercer hijo y que tenía que pagar una multa. Me informaron de que me habían puesto en una lista de mujeres que pronto iban a ser esterilizadas. Otra vez más, no protesté. Sabía que no serviría de nada. Muchas de mis amigas ya habían sido esterilizadas o habían sido sometidas a que se les practicase un aborto. Simplemente, no teníamos más opción “Denial of Tibetan Women’s Rights to Freedom of Religious Belief and Expresion” ( San Francisco, CA, 1 de marzo de 1995), p. 10).

El comunicado de prensa incluía también un informe de un testigo presencial del trabajo de los equipos móviles de control de nacimientos de China en las villas del Tíbet en 1987:
A los habitantes de la villa se nos dijo que todas las mujeres tenían que presentarse en la tienda para los abortos y las esterilizaciones o habría graves consecuencias. A las mujeres que iban pacíficamente a las tiendas y no se resistían, se les proporcionaba asistencia médica. Las mujeres que se negaban a ir eran llevadas a la fuerza, se las operaba y no se les proporcionaba asistencia médica. A las mujeres con nueve meses de embarazo se les extraían sus hijos... Vimos llorar a muchas chicas. Oíamos sus gritos mientras esperaban su turno para entrar en la tienda y vimos una gran pila de fetos fuera de la tienda, que desprendían un olor horrible. Durante las dos semanas de esta movilización, a todas las mujeres embarazadas se les practicaron abortos y luego fueron esterilizadas. Todas las mujeres en edad de tener hijos fueron esterilizadas. (p. 9).

Las tibetanas que vinieron a Nueva York a implorar la intervención internacional no eran conscientes de que estaban siendo utilizadas por las feministas que las respaldaban para promover los “derechos reproductivos”. El comunicado de prensa que denunciaba los terribles abusos de las mujeres tibetanas incluía la siguiente recomendación:

Que a las mujeres tibetanas se les proporcione el acceso a las facilidades de la asistencia sanitaria para asegurar la disponibilidad de los métodos seguros y eficaces de control de natalidad, abortos y esterilización seguros, en caso de que las mujeres tibetanas hagan esas opciones.

Una mujer del Instituto Nacional de la Mujer (NIW) cogió aparte a una de las mujeres tibetanas y le preguntó que cómo era posible que su grupo, siendo budista, pudiese respaldar el aborto. La tibetana no podía salir de su asombro. No habían sido conscientes de que el lenguaje pro-abortista se había incluido en el comunicado de prensa y no tenían ni idea de que en Occidente, “derechos reproductivos” hacía referencia al derecho al aborto. Pensaban que hacía referencia al derecho a tener un hijo. La causa del Tíbet fue ignorada por los delegados nacionales.


LA COALICIÓN POR LA MUJER Y LA FAMILIA


Los participantes pro-familia de la PrepCom de Beijing renovaron la amistad que habían entablado en El Cairo y se organizaron como la Coalición por la Mujer y la Familia. Fueron presentados por primera vez en el sistema de la ONU. La coalición dirigía sus esfuerzos para presionar desde los asientos de cuero que estaban fuera de la sala en la que tenían lugar las negociaciones.

            La ubicación hacía posible que se pudiese acceder a salidas eléctricas en las que los miembros de la coalición enchufaban sus ordenadores e impresoras portátiles. Esto le permitía a la coalición reaccionar con rapidez mientras el debate se desarrollaba. Se hacía un seguimiento del debate y, cuando surgía un problema, una persona escribía una hoja. Otro la corregía. Otras lo revisaban para asegurarse de que en él no había nada que pudiese malinterpretarse. Alguien lo revisaba con delegadas aliadas, si se podía encontrar alguna, para saber su reacción. La hoja se traducía al Español y al Francés, y habiendo otra versión escrita, haciendo puntos similares para las delegadas musulmanas y luego los mensajeros salían a buscar una impresora en que se imprimían las versiones en papeles de colores brillantes. El uso de papel de colores les permitía a los que llevaban las hojas echar una mirada a ver si una persona había recibido o no una hoja concreta. A veces, se podía mirar hacia abajo desde la galería y decir por los colores que casi todo el mundo estaba leyendo la última hoja.

            La coalición no tenía organización ni financiación formal. Todo era estrictamente ad hoc. Funcionó por la dedicación y la experiencia de los miembros. Algunas, como Jean Head, de Derecho Internacional a la Vida, tenían años de experiencia en la ONU. Jean  trabajaba por las noches como enfermera por lo que podía presionar durante el día. Para Brenda Alexander, la esposa de un ministro negro de Memphis, era su primera experiencia en política internacional.

            La técnica tuvo tanto éxito que el personal de la ONU encontraba continuamente reglas en un reglamento, que nadie vio nunca, para restringir la distribución de hojas y así poder poner límites a las actividades de la coalición. Sin embargo, la Coalición Para la Mujer y la Familia se adaptó rápidamente a los cambios de reglas en gran medida por la consternación de la gente de WEDO, que se quejó en alta voz durante sus reuniones de las “fundamentalistas” que estaban intentando sabotear la PrepCom. Mientras que a los miembros de la coalición se les impedía frecuentemente el paso al hemiciclo durante las sesiones formales, Bella Abzug se sentó en el sitio de una delegada ausente. Recibió un tratamiento preferencial y todavía se quejaba de que las ONGs no tenían el suficiente poder.

Las miembros de WEDO acusaron a la coalición de querer mantener a las mujeres en casa y subordinadas a los hombres, lo cual era absurdo, ya que las mujeres de la coalición estaban trabajando en la ONU con hombres sin ninguna lucha ni cuotas, dominación ni subordinación. Las mujeres de la coalición se consideraban a sí mismas pruebas vivas de que el movimiento pro-familia respaldaba la participación de las mujeres en política. Como mujeres casadas y solteras, mujeres trabajadoras y madres a tiempo total, creían que representaban las aspiraciones reales de las mujeres.

            En un punto, varias miembros del grupo las lesbianas intentó meter las narices en la coalición, sentándose en los bancos en los que normalmente se reunían sentadas con sus abrigos y papeles y evidentemente intentando escuchar sus conversaciones. Olivia Gans, de Víctimas Americanas del Aborto, intentó hacer amistades con ellas y entablar un diálogo con sentido con ellas pero se fueron.

            La PrepCom fue polémica desde el comienzo. En un punto, un simple párrafo del texto había generado treinta y dos páginas de enmiendas. Las representantes no estaban de acuerdo en el aborto, los derechos parentales, la deuda, la migración, la universalidad de los derechos humanos, el trabajo no remunerado, la prostitución, si la discriminación de la mujer comenzaba en el nacimiento o antes y en otra gran cantidad de temas.


LA PERSPECTIVA DE GÉNERO


            Para la Coalición por la Mujer y la Familia, la amenaza inmediata era el lenguaje sobre los derechos sexuales y reproductivos, la salud y los derechos paternales. Pocos estaban preocupados por el uso repetido de la palabra género en el borrador y las referencias a “expandir la perspectiva de género”, “el análisis de género”, “los aspectos de género”, “el concepto de género”, “la sensibilidad de género” y “los roles de género”. La mayoría de los delegados y de las ONGs pro-familia asumieron que género no era sino un sustituto más formal de sexo.

            Sin embargo, la preocupación de la coalición sobre el género fue lo suficiente como para preparar la siguiente hoja para llamar la atención sobre el tema, que en parte decía:

¿Qué es la perspectiva de género?

            La perspectiva de género puede ser un término extraño para algunos delegados. No se refiere al “compromiso por los derechos de la mujer” ni a la oposición a la “discriminación sexual”. Hace referencia a verlo todo como una lucha de poder entre los hombres y las mujeres. Cada problema es analizado en términos de cómo las diferencias entre los hombres y las mujeres son la causa del problema.

            Los problemas, ciertamente, son reales y serios. Con frecuencia hay hombres culpables de cometer enormes injusticias a mujeres pero la perspectiva de género ve a todos los hombres como culpables y beneficiarios de las desigualdades de “poder”. Las diferencias estadísticas entre los hombres y las mujeres se ven como prueba de una trama de los hombres contra las mujeres. Todos los sufrimientos de las mujeres son de alguna forma por culpa de los hombres.

SUPRIME EL LENGUAJE ANTI-MASCULINO
LO QUE SE NECESITA ES LA PERSPECTIVA DE LA MUJER

Coalición por la Mujer y la Familia

            De la misma forma que el tema del género no era una prioridad entre las delegadas pro-familia, las que respaldaban la “perspectiva de género” estaban indignadas de que cualquiera desafiase la perspectiva de género.

            Como respuesta a las preguntas sobre la definición de género, el liderazgo de la conferencia lanzó la siguiente definición: “El género se refiere a las relaciones entre las mujeres y los hombres que se basan en los roles definidos socialmente que son asignados a un sexo o al otro”.

            Más que solucionar el problema, esta definición sólo sirvió para crear más confusión. El delegado de Malta expresó sus reservas sobre la definición propuesta. Como abogado, no veía cómo se podían escribir leyes sobre las relaciones basadas en los roles definidos socialmente. Las leyes, insistía, deben referirse a las personas masculinas y femeninas. Varios delegados comenzaron a poner entre paréntesis género cada vez que aparecía en el texto.

EL DISCURSO DE BELLA


            La reacción a la sugerencia de que género se pusiese entre paréntesis fue rápida y agresiva. Revelaba que los que estaban preocupados por las implicaciones ideológicas de la palabra género realmente habían subestimado la importancia de este término. El 3 de abril, a Bella Abzug se le dio una oportunidad especial para dirigirse a los delegados. En un discurso lleno de ira, condenó los intentos de poner entre paréntesis la palabra género hasta que se estuviese de acuerdo en una definición: “Nadie nos va a obligar a volver al concepto de que ‘la biología es el destino’ que busca definir, confinar y reducir a la mujer a sus características sexuales”.

            Los delegados de la PrepCom se quedaron sorprendidos por la acusación de que definir el género como un sinónimo de sexo era un intento de confinar y de reducir a la mujer a sus características sexuales físicas. Bella insistió en que la definición “feminista” de género era comprendida y aceptada universalmente, algo que realmente no era así:

            El concepto de género está insertado en el discurso social, político y legal contemporáneo. Se ha integrado en el discurso social, político y legal contemporáneo… El significado de la palabra género se ha desarrollado como diferente de la palabra sexo para expresar la realidad de que los roles y el estatus del hombre y la mujer son construcciones sociales y se pueden cambiar.

            Bella actuó como si los delegados fuesen totalmente conscientes del discurso contemporáneo de “sexo” y “género”. La mayoría de los delegados habían sido, hasta ese momento, felizmente ignorantes de la trayectoria ideológica del pensamiento feminista. Según Bella, “la infusión de las perspectivas de género en todos los aspectos de las actividades de la ONU es un compromiso importante aprobado en las conferencias anteriores y debe reafirmarse y fortalecerse en la Cuarta Conferencia sobre la Mujer.”

            Los delegados, muchos de los cuales habían asistido a las anteriores conferencias de la ONU, comenzaron a escanear documentos de la ONU para tener evidencia de que habían aprobado una definición de género como roles construidos socialmente que se pueden cambiar. Encontraron que en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 había hecho referencia al sexo, no al género. Las Estrategias Forward Looking de Nairobi de 1985 utilizaron la palabra sexo y hablaban de “las perspectivas de la mujer”. La Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer utilizó la palabra género varias veces pero no había HINT de una nueva definición. Ni los participantes de El Cairo fueron conscientes de ninguna nueva definición.

            En su discurso, la señorita Abzug insistió en que su definición de género era innegociable:

            El intento actual de varios Estados Miembros de eliminar la palabra género de la Plataforma para la Acción y sustituirla con la palabra sexo es un intento insultante y degradante de invertir los logros obtenidos por las mujeres, para intimidarnos y bloquear un mayor progreso. Urgimos al pequeño número de delegados y delegadas que buscan distraer y sabotear la potenciación del papel de la mujer a que abandonen esa táctica de despiste. No tendrán éxito. Sólo están perdiendo un precioso tiempo. No volveremos a roles inferiores subordinados.

            Los delegados no tenían ninguna intención de llevar de nuevo a la mujer a “roles inferiores subordinados”. Todo el mundo estaba comprometido con la promoción de la igualdad y los derechos de la mujer. Sólo querían comprender qué significaba la palabra género antes de aprobar un texto en el que la palabra aparecía más de doscientas veces.

































CAPÍTULO SIETE: REIMAGEN DEL GÉNERO


            Para incrementar la polémica, un miembro de la delegación de un gobierno que había considerado el debate sobre la definición de género una sobre-reacción, le habló del tema a la canguro de la familia. Resultó que la canguro estaba estudiando un curso en la Universidad de Hunter titulado “Volver a imaginar el Género”. Le explicó a su empresaria que Bella tenía razón. El Género ya no se refería al sexo sino a los roles construidos socialmente. La canguro le proporcionó copias de los materiales del curso para probarlo. Fueron fotocopiadas y circularon entre los delegados y los miembros de las ONGs  pro-familia.

            A los estudiantes se les había asignado un documento de dos a cinco páginas sobre su propia “re-imagen del género”, y la instructora del curso, Lorna Smedman, había escrito la siguiente introducción para los estudiantes:

            En este curso, leeremos una variedad de textos –literatura modernista y postmodernista, ciencia ficción, los dibujos animados, películas, ensayos- para averiguar cómo los pensadores del siglo veinte han re-imaginado  el concepto de género. ¿Es el género una “construcción social” o el producto del “sexo biológico”? ¿Qué está en juego con la transgresión de las categorías binarias de mujer/ hombre, femenino/ masculino, heterosexual/ homosexual, natural/ innatural?

            Los representantes de los países conservadores no tenían ningún interés en volver a casa con un documento que “transgrediera las categorías binarias” o que abriese el tema de la homosexualidad.

            Entre los materiales fotocopiados se encontraba un artículo de Adrienne Rich titulado “Compulsory Heterosexuality and Lesbian Existence”, que incluía las siguientes citas: “La heterosexualidad, como la maternidad, debe ser reconocida y estudiada como una institución política” (Adrienne Rich, “Compulsory Heterosexuality and Lesbian Existence”, Bloody Bread and Poetry: Selected Prose, 1979-85 (New York: W.W. Norton & Co.), p. 35 (materiales fotocopiados tomados del curso)).

            “En un mundo de igualdad genuina, en la que los hombres no sean opresores sino tiernos, todo el mundo sería bisexual” (Rich, p. 34).

            Un artículo de Lucy Gilbert y Paula Webster, “The Dangers of Feminity”, sugiere que definir el género como una “construcción social” significaría que lo masculino y lo femenino no son naturales, apenas una idea reconfortante para los delegados:

            A cada niño se le asigna una o la otra categoría sobre la base de la forma y el tamaño de sus genitales. Una vez que se hace esta asignación nos convertimos en lo que la cultura cree que somos cada uno de nosotros –femenino o masculino. Aunque mucha gente cree que los hombres y las mujeres son la expresión natural de un plan natural, el género es un producto del pensamiento y la cultura humana, una construcción social que crea la “verdadera naturaleza” de todas las personas. (Lucy Gilbert and Paula Webster, “The Dangers of Feminity”, Gender Differences: Sociology or Biology?, p. 40 (materiales fotocopiados tomados del curso))

            Un capítulo tomado de un libro de Kate Bornestein, un hombre que se sometió a un “cambio de sexo”, argumenta que el medio para liberar a la mujer es deconstruir el género: “No se puede oprimir a la mujer si no existe eso que es la ‘mujer’. Acabar con el género es clave para acabar con el patriarcado” (Kate Bornestein, Gender Outlaw: On Men, Women and the Rest of Us (New York: Rutledge, 1994), p. 115).

            Para Bornestein el número de géneros no está limitado a dos: “La fluidez del género es la capacidad para llegar a ser libre y conscientemente uno o muchos del número ilimitado de géneros, para cualquier cantidad de tiempo, en cualquier ritmo de cambio. La fluidez de género no reconoce límites ni reglas de género” (Bornestein, p. 52).

            Particularmente problemático era un artículo de Anne Falsto-Sterling titulado “The Five Sexes: Why Male and Female Are Not Enough”. Este artículo fue la fuente de las ideas que promovió Marta Llamas. La Señorita Falsto-Sterling afirma que la existencia de varias anormalidades genitales constituye una razón para ampliar el número de sexos de dos a cinco –hombres, mujeres, hermafroditas, hermafroditas masculinos y hermafroditas femeninos.

            El interés de la Señorita Falsto-Sterling en añadir sexos extra no parece tener relación con una preocupación sincera por el pequeño número de personas que padecen esas anormalidades sino con un deseo de desafiar las ideas tradicionales:

            ¿Por qué debe importarnos si hay personas cuyo equipamiento biológico les permite tener sexo “de forma natural” tanto con hombres como con mujeres? La respuesta parece estar en una necesidad cultural de mantener distinciones claras entre los sexos… Dado que los hermafroditas encarnan literalmente ambos sexos, desafían las ideas tradicionales sobre la diferencia sexual: Poseen la capacidad irritante de vivir a veces como un sexo y a veces como el otro y plantean el espectro de la homosexualidad. (Anne Falsto-Sterling, The Five Sexes: Why Male and Female Are Not Enough”, The Sciences (Marzo /Abril de 1993), p. 24).

            La Señorita Falsto-Sterling ve la aceptación de la existencia de más de dos sexos como un avance de la agenda feminista y homosexual: “Imagina que los sexos se hayan multiplicado más allá de los límites imaginables en la actualidad. Tendría que ser un mundo donde se comparta el poder. El paciente y el médico, el padre y el hijo, el hombre y la mujer, el heterosexual y el homosexual –todas esas oposiciones y otras tendrán que desaparecer como fuentes de división. Surgiría una nueva ética de tratamiento médico, que permitiese la ambigüedad en una cultura que ha superado la división sexual” (Falsto-Sterling, p. 24).

            Los artículos incluidos en la clase de la re-imagen del Género eran extraños pero los delegados y miembros de la coalición pro-familia que los leyeron no pudieron evitar el advertir que muchos de los temas que expresaban los artículos se hacían eco de lo que parecía haber sido hasta ese momento frases inocentes en la propuesta Plataforma para la Acción.

EPISTEMOLOGÍA FEMINISTA


            Una reportera del “Earth Negotiations Bulletin” llamó al debate sobre el género “un caso de estudio de libro de texto sobre el estado del feminismo global y de la epistemología feminista,” que “planteaba debates centrales sobre la relación entre el lenguaje, el conocimiento y el poder, la contienda política sobre ‘lo natural’ y la identidad negociada socialmente, y las ideas que impregnan la ‘reacción violenta’ actual contra algunos de los avances feministas llevados a cabo en los Estados Unidos” (“Earth Negotiations Bulletin”, 10 de abril de 1995).

            Sin embargo, la mayoría de los delegados no había venido a Nueva York a debatir la “epistemología feminista”. Los defensores de género insistieron en que la palabra se había aceptado en la ONU y en la literatura académica y anteriormente no se había cuestionado. Los que cuestionaban el uso de género señalaban que antes no se había cuestionado porque nadie sabía que le habían inventado una nueva definición.

            Cuando los Estados Unidos rechazaron una definición de género que incluyese los términos dos sexos, los delegados comenzaron a especular sobre sus motivos. ¿Creían los representantes de la administración Clinton que existían más de dos sexos o sexos adicionales? Si es así, ¿cuántos y cuáles eran? Los delegados pro-familia estaban preocupados de que la “perspectiva de género” escondía una agenda oculta; es decir, la promoción de la homosexualidad. La administración Clinton era conocida por ser agresiva en su respaldo a la agenda homosexual. ¿Formaba parte de esa agenda su rechazo a definir género como dos sexos? El debate produjo mucha confusión. Varios reporteros cogieron la materia y varios líderes conservadores de los Estados Unidos y de América Latina tuvieron la impresión de que la plataforma promovía cinco géneros: masculino, femenino, homosexual, lesbiana y bisexual o transexual.

            Marta Casco, como jefa de la delegación de Honduras, les pidió a los oficiales de la ONU una definición de género. Le dijeron que el género “no tenía definición y que no necesitaba ninguna”. Se le acusó de intentar sabotear la causa de la mujer y de minar la conferencia que plantea la pregunta.

            La Señora Casco tuvo una fuerte intervención, advirtiendo que “en la búsqueda de sus derechos legítimos y la igualdad de oportunidades, la mujer no debe rendirse y mucho menos negar su propia naturaleza” y que “diseñar un mundo de mujeres individualistas y egoístas a las que se margine de las realidades familiares no contribuirá a la erradicación de la violencia ni a la superación de las injusticias o desigualdades ni a la disminución de la pobreza, sino todo lo contrario” (traducción de la autora).


VERDADERA PROTECCIÓN


            El género no fue la única fuente de disputa de la conferencia. Casi todos los párrafos generaban un debate. Ambas partes sugerían párrafos adicionales, incrementando eventualmente el texto por un tercio. Mientras se añadían más de cien nuevos párrafos, los presentados por los delegados pro-familia fueron omitidos misteriosamente de la grabadora de las actas.

            Por ejemplo, en la sección sobre la violencia contra la mujer, el borrador culpaba de la violencia a la familia, la religión, la tradición y a “las desiguales relaciones de poder entre los hombres y las mujeres”. Intentando ofrecer soluciones positivas al problema de la violencia, los delegados pro-familia ofrecieron el siguiente párrafo:

            Es importante reconocer que la única protección verdadera para la mujer es una sociedad en la que se enseñe a los hombres desde la infancia que los actos de violencia o de falta de respeto hacia las mujeres son poco viriles e inaceptables. Las madres, como maestras principales de los hijos y formadoras de las conciencias deben educar a sus hijos para que comprendan que los hombres deben respetar a las mujeres y protegerlas de toda forma de violencia y abuso. Los padres deben reforzar esas enseñanzas con sus palabras y acciones.

            Cuando apareció la grabación impresa, este párrafo no se encontraba en ningún sitio. El presidente afirmó que fue un error pero no llevó a cabo ninguna acción correctiva.

            Las deliberaciones se prolongaban, y, eventualmente, la PrepCom tuvo que demorarse durante tres días. Las fuerzas pro-familia vieron que la extensión era una estratagema para mover el poder hacia las naciones más ricas, ya que los delegados de las más pobres, los países pro-familia, que ya habían hecho las reservas de sus vuelos, tendrían que marcharse con muchos asuntos importantes sin decidir.

            La coalición respaldó las peticiones de una definición clara de género. Aunque varios del grupo sentían que la palabra había adquirido tanto bagaje ideológico que debería ser sustituida por otros términos –ya fuese masculino y femenino, o de las mujeres o sexo, como fuese apropiado- los delegados pro-familia sentían que todo lo que era necesario era definir con claridad el género haciendo referencia a “masculino y femenino, los dos sexos de la persona humana”.

            Cuando Marta Casco, la delegada de Honduras, hizo una petición formal de que género se pusiese entre paréntesis en todo el documento, la presidenta, Irene Freidenschlus de Austria, en un hecho sin precedentes, lo rechazó. La Señora Casco continuó defendiendo su derecho a poner entre paréntesis el texto inaceptable. Cuando se hizo aparente que la polémica no se podía contener, Freidenschlus accedió a formar un grupo de contacto que se reuniría del 15 de mayo al 15 de junio para debatir una definición de género.

            El “Earth Negotiations Bulletin” informó que los Estados Unidos no tenía ningún interés en que se definiese género con claridad: “Algunas de las partes más interesadas en el debate están representadas ahora en el grupo de Contacto creado para llegar a una comprensión consensuada de la palabra género. Como lo escribía un delegado senior americano, el resultado probable será la introducción de una ‘falta de nitidez positiva’ al texto” (“Earth Negotiations Bulletin” (10 de abril de 1955)).

            Los narcisos del parque que están delante de la ONU estaban mirando a la tierra cuando comenzó la PrepCom. Ya habían comenzado a marchitarse en el momento en que terminó. Todavía estaba un tercio del texto entre paréntesis y no se había tomado ninguna decisión sobre la cuestión del género. Mirando atrás, las fuerzas pro-familia se darían cuenta de que ese fue el punto alto de su influencia. Detrás de las escenas, se estaban utilizando el dinero y el poder para asegurar el triunfo de la Agenda de Género.

































SEGUNDA PARTE






CAPÍTULO OCHO: EL FEMINISMO RADICAL


            El mes que estuvo entre el final de la PrepCom y la reunión del grupo de contacto sobre el género dio a los delegados y ONGs interesados la oportunidad de realizar un curso intensivo sobre la teoría feminista. El material del curso “Re-Imagen del Género” había abierto algunos ojos y planteado muchas preguntas.

            La confusión era comprensible. Existe un abismo enorme entre la percepción pública del feminismo y la realidad de la teoría feminista. Yo misma había afrontado ese abismo, cuando hace unos años, comencé a investigar sobre el feminismo. Leí todo lo que se había publicado de las autoras feministas pero lo que decían no tenían sentido. Estaba perdiéndose una pieza. Podía oír sonar una melodía pero no podía recordar la letra.

            Compartí mi problema con una amiga, Claire Driver, que enseñaba literatura rusa en la Universidad de Rhode Island. Ella se reía y me dijo: “Mira, todas son marxistas”. Lucha de clases, opresión, patriarcado –lo había oído antes. Había pasado mucho tiempo desde que había leído a Marx pero recordé: “Toda la historia no es sino la historia de la lucha de clases… El opresor contra los oprimidos”. Las palabras encajaron en la melodía.

            Todo había estado allí pero no lo había visto. Mirando atrás a través de los textos de las feministas, me quedé asombrada al ver cuántas de ellas citaban a Marx y a su compañero y confidente Frederick Engels y, en particular, el libro de Engels, The Origin of the Family, Private Property and the State. No lo había considerado significativo cuando Kate Millett en Sexual Politics elogió las teorías de Engels: “El gran valor de la contribución de Engels a la revolución sexual reside en su análisis del matrimonio patriarcal y la familia” (Kate Millett, Sexual Politics (New York: Avon, 1971), p. 167).

            No me di cuenta de que cuando Millett escribió la siguiente explicación de las raíces de la “opresión” estaba revelando sus propias raíces ideológicas: “En la sumisión de la mujer al hombre, Engels (y Marx también) veían el prototipo histórico y conceptual de todos los sistemas de poder subsiguientes, todas las relaciones económicas ingratas y la misma opresión en sí” (Millett, p. 169).

            Ni me había dado cuenta de que Barbara Ehrenreich y Deirdre English  en su libro, For Her Own Good, incluían la siguiente cita del “Manifiesto Comunista”: “Fijado todo, las relaciones congeladas, con su serie de prejuicios y opiniones antiguas y venerables, son barridas, todo lo que se forma nuevo se convierte en anticuado antes de que puedan anquilosarse. Todo lo que es sólido se pierde en el aire, todo lo que es santo es profanado, y por fin se obliga al hombre a afrontar con sentido sobrio sus condiciones reales de vida y sus relaciones con los suyos” (Barbara Ehrenreich y Deirdre English , For Her Own Good, (Garden City, NJ: Anchor Press, 1978), p. 5).

            Yo había considerado al marxismo como una teoría económica trasnochada hasta entonces. Mi exposición limitada a Marx no había incluido su teoría social. Y, en cualquier caso, sugerir que alguien era marxista simplemente no se hacía. En la América post-McCarthy, esa sugerencia traía vergüenza al momento no sobre el acusado sino sobre el acusador. 

            Pero toda la evidencia estaba ahí. Un recorrido por la librería feminista local –una tienda de golosinas convertida con anuncios colocados fuera que promovían toda causa imaginable de la izquierda- revelaba que la Izquierda feminista se había abandonado más de lo que pensaba. El plano de la tienda se leía como un mapa del alma feminista –la pared izquierda estaba dedicada a la literatura, la teoría y la teología feminista. El pasillo del medio al lesbianismo y a la homosexualidad. La parte de atrás de la tienda a la brujería, la New Age y al medio ambiente. Y la parte derecha a los escritos de Marx, Engels, Gramsci y sus compañeros de viaje. No me había dado cuenta de que algunos de esos trabajos todavía estaban publicados.
            Saber que las feministas seguían a Marx (con ciertas revisiones, por supuesto) no explicaba la Agenda de Género. Afortunadamente, un buen amigo y activista pro-familia, Michael Schwartz, sugirió que si quería comprender a las feministas, debería leer The Origin of the Family, Private Property and the State de Engels y The Dialectic of Sex de Shulamith Firestone. En esos libros pude ver cómo la dialéctica de Marx se había convertido en la dialéctica del sexo. Shulamith Firestone no se encontraba entre las estrellas de los medios feministas pero era citada ampliamente por las autoras feministas. La revista Ms colocaba su libro entre los clásicos feministas y su lectura se requiere en los programas de estudios de la mujer. Cuando leí a Engels y Firestone, comprendí cómo las palabras encajaban con la música.


DE LIBERALES A RADICALES


            La Agenda de Género intenta edificar sobre la buena voluntad generada hacia el feminismo en los años 60, cuando el movimiento de la mujer promovía un “feminismo liberal” o en términos de Christina Hoff Sommers un “feminismo de igualdad”. El feminismo liberal sostiene que la mujer debe tener la misma libertad que el hombre en la sociedad e insiste en que la persona debe ser considerada de forma separada del grupo. El respaldo al feminismo liberal fue tan amplio que casi toda la legislación requería prohibir la discriminación sobre la base de que el sexo se aprobaba sin ninguna oposición seria. En efecto, uno de los argumentos expuestos contra la Enmienda de la Igualdad de Derechos fue que era innecesaria porque las mujeres tenían ya igualdad de derechos.

            De los contrarios a las reivindicaciones de la Izquierda feminista, nadie quiere dar marcha atrás a esos logros.  No hay un “contraataque” contra el derecho de la mujer a votar, a ser candidata, a la igualdad de educación o a la igualdad de oportunidades en el trabajo. Las mujeres, como yo misma, que son inflexibles en su oposición a la Agenda de Género son activas en las vidas políticas y económicas de sus comunidades, esperan igualdad de derechos, igualdad de educación, igualdad de oportunidades e igualdad de trato.

            Sin embargo, los defensores pro-familia reconocen las limitaciones del feminismo liberal, particularmente su error en tomar en cuenta las diferencias reales y evidentes entre hombres y mujeres y reconocer que muchas de las leyes “discriminatorias” entre hombres y mujeres no eran intentos de oprimir a la mujer sino intentos de compensar las diferencias naturales y proteger a la mujer. Cuando esas leyes se suprimieron, la mujer sufrió como consecuencia del así llamado tratamiento de igualdad. El feminismo liberal, con su énfasis en la persona, ignoró la importancia de la familia como unidad social. El feminismo liberal es también propenso a poner un énfasis desorbitado en el gran gobierno como solución a todos los problemas, incluyendo los problemas de la mujer.

            Los defensores pro-familia creen que es posible estar totalmente comprometido con la dignidad y la igualdad de derechos del hombre y de la mujer sin negar las diferencias entre ambos sexos, sin quitar importancia a la familia ni recurrir al gran gobierno. La influencia del feminismo liberal mermó en parte porque tuvo éxito en sus objetivos, en parte porque sus objetivos se vieron de forma aparente pero principalmente porque fue sustituido por un feminismo radical que sostenía que el feminismo liberal no había avanzado mucho. El así llamado contraataque contra el feminismo no se dirige contra el feminismo liberal de los años sesenta sino contra las nuevas tensiones del feminismo, que repudiaron los valores liberales a favor de la ideología revolucionaria.

            Según Alison Jagger, que escribió un libro sobre el feminismo, las feministas radicales repudian el feminismo liberal porque las feministas liberales no reconocen “que es necesario cambiar toda la estructura social existente con el fin de conseguir la liberación de la mujer” (Alison Jagger, “Political Philosophers of Women’s Liberation”, Feminism and Philosophy, ed. Por Vetterling-Braggin, Elliston and English (Totowa, NJ: Littlefield, Adams & Co., 1977), p. 9).

            Este repudio del feminismo liberal tuvo lugar a finales de los años 60. El movimiento de la mujer es absorbido por las políticas radicales. Las políticas neo-marxistas estaban en boga. Las mujeres que se unieron a los movimientos revolucionarios se expusieron a las ideologías revolucionarias. Sin embargo, la batalla contra la opresión no fue muy liberadora para muchas de estas mujeres. Sus hermanos revolucionarios trataban mal a las mujeres, relegándolas a la cocina, a escribir a máquina y a los servicios sexuales, al mismo tiempo que se negaban a permitirles expresar sus opiniones o tener posiciones de liderazgo dentro del movimiento.

            Las mujeres radicales se rebelaron contra este maltrato y, al hacerlo, se dirigieron a su ideología revolucionaria para su justificación. Encontraron exactamente lo que necesitaban en la filosofía de Karl Marx y de Frederick Engels, particularmente en el libro de Engels The Origin of the Family, Private Property and the State. Imagina su encanto cuando descubrieron que Marx y Engels habían enseñado que la mujer era la primera propiedad privada y la opresión de la mujer por parte del hombre la primera opresión de clases:

            En un viejo manuscrito no publicado escrito por Marx y por mí mismo en 1846, encuentro las palabras: “La primera división del trabajo es la que existe entre el hombre y la mujer en la procreación de los hijos”. Y hoy puedo añadir: La primera oposición de clases que aparece en la historia coincide con el desarrollo del antagonismo entre el hombre y la mujer en el matrimonio monógamo, y la primera opresión de clases coincide con la que padece el sexo femenino por el masculino. (Frederick Engels, The Origins of the family, Private Property and the State (New York: International Publishers, 1942), p. 58)

            La proclamación de Marx y Engels de que toda la historia es la historia de la lucha de clases es bien conocida. Lo que es menos bien conocida es su argumento de que la primera lucha de clases tenía lugar en la familia. Según la teoría marxista, en los primeros años de la existencia humana la gente vivía en sociedades pacíficas sin clases, compuestas por unidades familiares por línea materna en las que se desconocía la propiedad privada y no existía ningún tipo de opresión. Algunos marxistas sostienen incluso que los hombres ni siquiera sabían que eran padres, al no ser conscientes de la relación que existe entre el acto sexual y el subsiguiente nacimiento del hijo. Según la teoría marxista clásica, todo cambió en lo que equivale a la versión marxista del Pecado Original: los hombres descubrieron o insistieron en el reconocimiento de su paternidad, esclavizaron a las mujeres en el matrimonio, crearon la familia patriarcal y establecieron la propiedad privada. Siguieron los conflictos de clase y la opresión. En 1884 escribía Engels: “El derrocamiento del derecho de la madre fue la derrota histórica mundial del sexo femenino. El hombre tomó también el mando en el hogar. La mujer fue degradada y reducida a servidumbre. Se convirtió en esclava de la lujuria del hombre y en un mero instrumento para la producción de niños”  (Engels, p. 50).

            Marx y Engels sostenían que con el fin de conseguir la liberación de la perpetua lucha de clases, los medios de producción y reproducción deben ser arrebatados de las manos de los opresores y ser devueltos a los trabajadores. Esto requeriría no sólo la abolición de la propiedad privada sino también la destrucción de la familia cuya cabeza sea el padre; que todas las mujeres fueran obligadas a trabajar fuera de casa; guardería gratis y la colectivización de las tareas del hogar; el divorcio fácil, la liberación sexual y la aceptación de la ilegitimidad. Y finalmente, la destrucción de la religión porque la religión respalda a la familia:

            La primera condición para la liberación de la esposa es traer de vuelta a todo el sexo femenino a la industria pública y que esto, a su vez, suponga la abolición de la familia monógama como la unidad económica de la sociedad. (Engels, p. 66)

            Con la transferencia de los medios de producción en la propiedad común, la familia deja de ser la unidad económica de la sociedad. Las tareas domésticas privadas se transforman en una industria social. El cuidado y la educación de los hijos se convierten en asunto público. La sociedad cuida a todos los hijos igual, ya sean legítimos o no. Esto suprime toda la ansiedad sobre las “consecuencias”, que hoy es el factor social más esencial –moral además de económica- que evita a una chica el entregarse completamente al hombre que ama. ¿No será suficiente provocar el crecimiento gradual de encuentros sexuales incontenibles y con ello una opinión pública más tolerante con respecto al honor de una doncella y la vergüenza de una mujer? ( Engels, p. 67).

            Las incipientes feministas radicales se aferraron al concepto de control de reproducción. La liberación requería el control femenino absoluto del embarazo y del nacimiento, incluyendo el acceso ilimitado a la anticoncepción y al aborto. La revolución provocaría también la liberación sexual total y la liberación de las restricciones del matrimonio y de la familia.

            Después de la revolución rusa, los comunistas intentaron inicialmente algunas de estas políticas pero se echaron atrás cuando vieron el desastre provocado por un ataque frontal a la familia. El sistema comunista se centró entonces en la socialización de la industria y en el control del aparato político.

            Las mujeres radicales de los años sesenta vieron en los análisis de Marx y de Engels la justificación de su propia insatisfacción con las reformas liberales. Estaban convencidas de que las revoluciones marxistas anteriores habían fracasado porque fallaron al apuntar a la familia. Si el análisis marxista era correcto, la familia era la causa de la opresión y tendría que ser eliminada. Los escritos de Marx y de Engels ofrecieron el respaldo necesario para un ataque a la familia. Marx dice que “la familia moderna contiene en germen no sólo la esclavitud sino también la servidumbre” (Marx, citado por Engels en The Origin of the Family, Private Property and the State, p. 51). Engels escribe: “La familia individual moderna está fundada en la esclavitud doméstica abierta u oculta de la esposa” (Engels, p. 65). Y dice que la mujer casada “se diferencia de la cortesana común en que no alquila su cuerpo en trabajo a destajo como una asalariada, sino que lo vende una vez y para siempre en esclavitud” (Engels, p. 63).

            Ellen Herman, en un artículo en Sojourner: The Women’s Forum, titulado “Todavía Casada Después de Estos Años”, escribe sobre los primeros días del movimiento feminista radical: “A finales de los años 60, las jóvenes radicales que recuperaron el término burlón ‘feminista’ y lo hicieron central para ellas desarrollando identidades políticas, señalaron a la familia –específicamente, la occidental, patriarcal, burguesa, centrada en los hijos y la familia nuclear- como la fuente de opresión más importante de la mujer” (Septiembre 1990, p. 14s).

            Las primeras feministas radicales criticaron el matrimonio como el “proceso de socialización del género”, la norma de la dualidad sexual, la ideología del amor romántico y la “heterosexualidad compulsiva”. Estas feministas exigían “salarios por los trabajos domésticos” sobre la base de que “la liberación de la mujer y el capitalismo eran contradictorios” y el “beneficio” capitalista tenía lugar “solamente cuando no se le pagaba a más de la mitad de la población por una gran cantidad de trabajo”. Exigían el derecho al aborto sobre la base de que el “control reproductivo era prerrequisito para cualquier cosa que se parezca a la igualdad”.


THE DIALECTIC OF SEX


            La escritora que mejor articuló la visión del feminismo radical fue Shulamith Firestone. En su libro, The Dialectic of Sex, Firestone muestra cómo el marxismo puede transformarse en el feminismo radical:
De la misma forma que para asegurar la eliminación de las clases económicas es necesaria la rebelión de la clase marginal (el proletariado) y, en una dictadura temporal, su toma de los medios de producción, para asegurar la eliminación de las clases sexuales es necesaria la rebelión de la clase marginal (las mujeres) y la toma de los medios de reproducción: la restitución a la mujer de la propiedad de sus propios cuerpos, además del control femenino de la fertilidad humana, que incluye tanto la nueva tecnología como todas las instituciones sociales de maternidad y de criar niños. Y como el objetivo final de  revolución socialista no era la eliminación del privilegio de la clase económica sino de la distinción de clases económicas en sí, por lo que el objetivo final de la revolución feminista debe ser, a diferencia del primer movimiento feminista, no sólo la eliminación del privilegio masculino sino de la misma distinción de sexos. La distinción de sexos entre seres humanos ya no importaría culturalmente. (Shulamith Firestone, The Dialectic of Sex (New York: Bantam Books, 1972), pp. 10-11)

Aquí está la base del feminismo radical y el corazón de la Agenda de Género: la eliminación de la distinción de sexos y el control de la reproducción. Las feministas radicales están de acuerdo con los marxistas en que el objetivo es una sociedad sin clases, pero la revolución feminista radical acabaría con las clases de sexo. La clave para ello sería el “control de la reproducción”.

Debe señalarse –no porque importe en el gran sistema de cosas sino porque las feministas son extraordinariamente defensivas, no tienen sentido del humor y se ofenden con facilidad- que existen varios subconjuntos de feministas de extrema izquierda, y se enfadan si las confundes. Las feministas marxistas creen que la revolución marxista debe preceder a la revolución feminista. Las feministas socialistas creen que las revoluciones marxista y feminista deben tener lugar al mismo tiempo y las feministas radicales creen que la revolución feminista debe tener lugar primero. También había Separatistas Lesbianas y Matriarcales, que creían que la revolución requería pasar de una sociedad basada en dos sexos a  una basada en enclaves femeninos –organizados alrededor de las relaciones lésbicas o de la maternidad.

Firestone cree que el hombre retiene a la mujer en el matrimonio porque la mujer es la que tiene los niños y da crédito a Engels con esta introspección: “Engels observó que la división original del trabajo estaba entre el hombre y la mujer con el objetivo de educar a los hijos. Eso dentro de la familia. El marido era el propietario, la esposa los medios de producción. Los hijos eran el trabajo y la reproducción de la especie humana era una sistema económico importante distinto de los medios de producción” (Firestone, p. 4).

El primer objetivo de la revolución sería liberar a la mujer de la carga de la maternidad. Argumenta que si las mujeres simplemente se negasen a tener hijos, el hombre tendría que inventar una solución tecnológica.

“La reproducción de las especies por un sexo para beneficio de ambos sería sustituido por (al menos la opción de) la reproducción artificial. Los niños nacerían igualmente para ambos sexos o con independencia de cualquiera, al que se elija mirar” (Firestone, p. 12).

Los úteros artificiales o las técnicas quirúrgicas que permitirían que los hombres gestasen fetos humanos no se han desarrollado todavía, aunque la idea sigue reapareciendo. (Ya he encontrado a un hombre interesado en presentarse voluntariamente para ese experimento). Las feministas radicales más moderadas, si esto no es un oxímoron, se retiraron de esta revolución biotecnológica hacia una exigencia de absoluto “control de reproducción” de la mujer, que incluiría el derecho al aborto durante todo el embarazo y el acceso gratuito y fácil para todas las formas de anticoncepción y todas las tecnologías reproductivas.

Es muy interesante que Firestone reconoce siempre que está atacando a la “realidad biológica”. “A diferencia de la clase económica, la clase sexual procedía directamente de una realidad biológica: el hombre y la mujer fueron creados diferentes y con privilegios desiguales” (Firestone, p. 8).

Las diferencias reproductivas naturales entre los sexos condujo directamente a la primera división del trabajo basándose en el sexo, que está en los orígenes de todas las demás divisiones en las clases económicas y culturales” (Firestone, p. 9).

Para ella eso no era problema. Tiene la voluntad de tirar lo “natural” si impide la revolución: “Así, lo ‘natural’ no es necesariamente un valor ‘humano’. A la humanidad ha comenzado a quedársele pequeña la naturaleza. Ya no podemos justificar el mantenimiento de un sistema discriminatorio de clases sexuales sobre la base de sus orígenes en la Naturaleza. Por razones pragmáticas, sólo está comenzando a parecer cómo si tuviéramos que quitárnosla de encima”  (Firestone, p. 10).


PERVERSIDAD POLIMORFA


Firestone exige también libertad sexual absoluta. La familia, según Firestone, se basa en la restricción de la sexualidad a las parejas casadas. Por lo tanto, la eliminación de la familia irá acompañada de la liberación de la sexualidad de cualquier restricción en el número, sexo, edad, relación biológica o estado marital de los participantes. Exige “una vuelta a una pansexualidad despejada –la ‘perversidad polimorfa’ de Freud- que sustituya a la hetero /homo /bi-sexualidad” (Firestone, p. 12).

Para comprender la relación entre feminismo y lesbianismo, es necesario comprender que existen tres teorías del origen de la orientación homosexual y lésbica: innata, polimorfa y traumática:

Innata. La gente nace u homosexual o heterosexual, y no hay nada que se pueda hacer con ello. Por tanto, la homosexualidad es natural e igual a la heterosexualidad. La sociedad debería garantizar todos los derechos a los homosexuales a casarse y a adoptar niños. La orientación sexual se ve como el equivalente de la raza –algo que no eliges y que no puedes controlar.

Polimorfa. El ser humano nace sin ninguna orientación sexual y puede sentir atracción por cualquier sexo. El sexo de tu pareja es irrelevante. La gente que sostiene este punto de vista cree que las categorías de homosexualidad, heterosexualidad y bisexualidad deberían abandonarse para que las personas puedan volver a una “sexualidad natural polimorfamente perversa”.

Traumática. La homosexualidad y el lesbianismo son provocados por traumas psicológicos de la infancia, como el rechazo del padre del mismo sexo, abuso sexual o una combinación de factores. La conducta homosexual y lésbica se ven como una forma adictiva o destructiva de tratar problemas de la infancia sin resolver. En muchos casos, la condición puede tratarse con éxito si la persona quiere cambiar. La orientación homosexual y lésbica se ven como similares a la adicción a las drogas o el alcoholismo.

Al mismo tiempo que las feministas tienden a argumentar que el lesbianismo es innato cuando están presionando por los derechos gays, entre ellas mismas hablan de la elección de una pareja sexual como una declaración política. Según Alison Jagger, algunas feministas creen que, mientras la perversidad polimorfa es el último objetivo, la situación presente requiere que las mujeres adopten el lesbianismo como una “forma de combatir la ideología heterosexual que perpetúa la supremacía masculina” (Jagger, p. 15).

Los defensores pro-familia creen que todas las personas tienen igualdad de derechos a ser respetados y a la seguridad física, pero se oponen a derechos especiales que se basan en la orientación sexual, el matrimonio del mismo sexo y enseñar a los niños que la homosexualidad es normal.

Ha habido un debate considerable sobre la influencia de las lesbianas en el movimiento feminista. Hay quien afirma que dominan el movimiento. La elección de Patricia Ireland, que ha admitido tener una relación lésbica, a la presidencia de la Organización Nacional de la Mujer (NOW) parecían confirmar esa acusación. Existe también un debate sobre si las lesbianas se sienten atraídas de forma natural por el activismo feminista o si las mujeres implicadas en el feminismo se enrolan para experimentar con la sexualidad lésbica. En cualquier caso, el movimiento feminista está comprometido fuertemente con los derechos de las lesbianas y la teoría feminista se utiliza para defender el lesbianismo.


LA LIBERACIÓN SEXUAL DE LOS NIÑOS


Firestone exige también la liberación total de los niños y la abolición virtual de la infancia: “Debemos incluir la opresión de los niños en cualquier programa de la revolución feminista... Nuestro último paso debe ser la eliminación de las condiciones de la feminidad y de la infancia” (Firestone, p. 104).

Los comentarios de Firestone sobre la liberación de los niños muestran el nexo ideológico entre el feminismo radical y el movimiento por los derechos de los niños. Según Firestone:

El tabú del incesto es ahora necesario sólo para preservar la familia. Entonces, si acabamos con la familia acabaremos con las represiones que moldean la sexualidad en formaciones específicas. Siendo todas las otras cosas iguales, la gente podría preferir a los del sexo opuesto simplemente porque físicamente es más conveniente. (Firestone, p. 59).

Firestone no ve nada inherentemente malo en el incesto o en el abuso sexual a los niños: “Los tabúes del sexo entre adulto y niño y el sexo homosexual desaparecerían, además de la amistad no sexual... Todas las relaciones íntimas incluirían lo físico” (Firestone, p. 240).

Cree que la absoluta liberación sexual es la clave para la liberación política y económica: “Si la temprana represión sexual es el mecanismo básico por el que se producen las estructuras de carácter que respaldan la servidumbre política, ideológica y económica, el fin del tabú del incesto, por medio de la abolición de la familia, podría tener profundos efectos. La sexualidad se liberaría de su camisa de fuerza para erotizar toda nuestra cultura, cambiando su definición” (Firestone, p. 60).

Firestone cree que una vez que sea eliminado el tabú del incesto no habría nada de malo en que un niño tenga relaciones sexuales con su madre.

Las ideas de Firestone son tan extremas que es fácil comprender por qué las feministas –muchas de las cuales fueron influenciadas profundamente por sus teorías- tuvieron mucho cuidado de no ponerla como la portavoz de su movimiento. Las feministas radicales no renunciaron a la visión de Firestone de una absoluta revolución de clase sexual. Simplemente reconocían que tendría que ser presentada de una forma más aceptable.
CAPÍTULO NUEVE: EL FEMINISMO VERDADERAMENTE RADICAL


Engels no fue el único marxista que influyó en el pensamiento feminista. El marxista italiano Antonio Gramsci es citado frecuentemente por las feministas radicales. Gramsci, que fue encarcelado por sus ideas en los años treinta, creía que la revolución había fracasado en Italia porque la gente se aferraba a su fe religiosa. Según Gramsci, la gente no sólo cree en la religión sino que, debido a su religión, creen ciertas cosas sobre lo que es natural y lo que no es natural. Para él, la religión es el medio por el que la clase gobernante refuerza su poder y consigue el consentimiento del pueblo a su propia opresión. Creía que la revolución no había ganado respaldo popular porque la gente era presa de “ideas hegemónicas”:

Con hegemonía Gramsci quería decir la promoción en toda la sociedad civil –incluyendo una amplio conjunto de estructuras y actividades como sindicatos, escuelas, las iglesias y la familia- de todo un sistema de valores, actitudes, creencias, moralidad, etc. Eso respalda de una forma o de otra el orden establecido y los intereses de las clase que lo dominan. (Carl Boggs, Gramsci’s Marxism (London: Pluto Press, 1976), p. 39).

Según Gramsci, los valores religiosos no son sino herramientas de los capitalistas para mantener a los trabajadores en línea. Este tema fue asumido por la feminista socialista lesbiana Christine Riddiough, que argumenta que la familia es el instrumento que utiliza la “clase gobernante” para suprimir la sexualidad de la mujer. Riddiough es la “presidenta” de la Comisión Feminista DSA, grupo que ha sido activo en la ONU (“Christine Riddiough y DSA formaban parte de la red americana de El Cairo”, Cairo ’94 Boletín). Ella cree que el tema del lesbianismo puede utilizarse contra la idea “hegemónica” de la familia como natural:

La cultura gay/ lésbica puede verse también como una fuerza subversiva que puede desafiar a la naturaleza hegemónica de la idea de la familia. Sin embargo, puede hacerse de una forma en que la gente no sienta que está en oposición con la familia en sí. Un simple eslogan “destruye la familia” es visto como una amenaza no tanto para la clase gobernante como para las personas de la clase trabajadora que con frecuencia confían en los lazos familiares para mantener la seguridad y estabilidad en sus vidas. Para poder ser utilizada por la naturaleza subversiva de la cultura gay con eficacia, tenemos que presentar formas alternativas de ver las relaciones humanas. (Christine Riddiough, “Socialism, Feminism, and Gay/ Lesbian Liberation”, Women and Revolution, ed. Por Lydia Sargent (Boston: South End Press, 1981), p. 87).

Esta idea de redefinir la familia sale a la superficie una y otra vez en la literatura feminista. Públicamente afirman estar a favor de la familia. Utilizan la palabra familia pero le cambian el significado.


DECONSTRUCCIÓN


Los que intentan explicar el estado actual del pensamiento feminista afrontan una tarea difícil. La teoría feminista es esencialmente inestable. Uno puede tomar una imagen del movimiento feminista en cualquier momento particular pero la situación seguramente cambiará antes de que se desarrolle la película.  Al mismo tiempo que esto puede presentar un desafío para los que estudian el feminismo, no es un problema para las teóricas feministas. La verdad, la realidad, la lógica, la evidencia científica, la investigación verificable –esto no son sino palabras para las feministas.

Las feministas radicales y de género creen que los hombres inventaron la historia, la ciencia y la religión para oprimir a la mujer y que la mujer debe hacer una nueva versión de ellas para conseguir su liberación. La historia y la ciencia son vistas como herramientas para promover la revolución.  Si una teoría se puede implementar de forma que le dé poder a la mujer, se acepta. Para ellas, la cuestión no es si la masculinidad, la feminidad, la maternidad, la paternidad, la heterosexualidad y el matrimonio son realmente ‘roles de género de construcción social’ sino si llamarles roles de género de construcción social sirve para sus fines políticos.

Las feministas académicas han abrazado la teoría postmodernista / deconstruccionista, que sostiene que el lenguaje no son sino palabras que imponen una estructura arbitraria sobre objetos individuales que no tienen significado o relación intrínseca. Las palabras se deconstruyen demostrando que una palabra sirve a un objetivo político, dándole a un grupo poder sobre otro. Según la teoría deconstruccionista, una vez que a la palabra se le quita su poder, se liberará el pueblo. Se ignora la realidad que hay detrás de las palabras. Al final, se puede deconstruir todo.

Judith Butler, en su libro Gender Trouble: Feminism and the Subversion of Identity, sugiere que si el género se construye socialmente, puede ser que el sexo también se construya socialmente. Los escritos de Judith Butler son casi imposibles de descifrar, como demuestran las siguientes citas:

Con la intención original de disputar que la biología es destino para mular, la distinción entre sexo y género sirve al argumento de que cualquier intransigencia biológica que parece tener el sexo, el género es una construcción social: he aquí que el género no es el resultado causal del sexo ni está tan fijado aparentemente como el sexo.

Si el género es el significado cultural que asume el cuerpo sexuado, entonces no se puede decir que el género siga a un sexo de alguna forma. Llevado a su límite lógico, la distinción entre sexo y género sugiere una discontinuidad radical entre los cuerpos sexuados y los géneros de construcción social. (Judith Butler, Gender Trouble: Feminism and the Subversion of Identity (New York: Routledge, 1990), pp. 6-7).

Es necesario leer las citas varias veces e incluso entonces es difícil creer que realmente quiera decir lo que está diciendo. Butler continúa:

Asumir por el momento la estabilidad del sexo binario, no sigue que la construcción de “hombre” sea exclusivamente para los cuerpos de los hombres o que “mujer” haga referencia solamente a cuerpos femeninos. Es más, aunque los sexos parezcan ser binarios en su morfología y constitución (que será una cuestión) no hay motivo para asumir que los géneros deberían seguir siendo también dos. La presunción de un sistema binario de género conserva implícitamente la creencia en una relación mimética de género y sexo por la que el género refleja el sexo o de otra forma es restringido por él. Cuando el estatus de construcción de género es teorizado como radicalmente independiente del sexo, el mismo género se convierte en un artificio sin ataduras, con la consecuencia de que el hombre y lo masculino podrían hacer referencia fácilmente tanto a un cuerpo femenino como a uno masculino, y la mujer y lo femenino tanto a cuerpo masculino como a uno femenino. (Butler, p. 6).

Si el carácter inmutable del sexo es rebatido, quizás este constructo llamado ‘sexo’ sea una construcción cultural al igual que el género. Quizás ya lo fue siempre el género, con las consecuencias de que la distinción entre el sexo y el género llegue a ser totalmente inexistente. (Butler, p. 7).

En pleno Inglés, según Butler, dividir la humanidad en dos sexos es tan arbitrario como asignar roles de género a las personas, y no deberíamos hacerlo.

Leyendo el libro de Butler y los otros trabajos en este campo, una conclusión posible es que toda esta teoría postmodernista/ deconstruccionista no es sino un frente para promover la idea de que la homosexualidad es tan natural como la heterosexualidad, porque “lo natural” es una idea hegemónica inventada por la clase gobernante para oprimir a todo el mundo. Ciertamente existe la posibilidad de que si uno fuese a “deconstruir” a Butler y a otros postmodernistas, podría encontrar gente que busque teorías para justificar sus “estilos de vida”.

Butler se encuentra en el comité de directores de la Comisión Internacional de Derechos Humanos de los Gays y Lesbianas. La comisión es una ONG acreditada de la ONU y patrocinadora de la campaña de petición internacional “Pon la Sexualidad en la Agenda en la Conferencia Mundial de la Mujer”. La campaña se anunció en el boletín del forum de las ONGs de Septiembre/ Octubre de 1994. La petición invitaba a los estados miembros a reconocer “el derecho a determinar la propia identidad sexual; el derecho a controlar el propio cuerpo, particularmente al establecer relaciones íntimas y el derecho a elegir si, cuando y con quien tener o criar hijos como componentes fundamentales de los derechos humanos de toda la mujer con independencia de la orientación sexual”.

La petición afirma que estas demandas se basan en el artículo 2 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que garantiza protección “sin distinción de ningún tipo como raza, color, sexo … u otro estatus” y ese otro estatus incluiría el estatus lésbico.

Al mismo tiempo que la idea de Butler puede parecer extraña, este tipo de pensamiento postmodernista/ deconstruccionista ha tenido mucha influencia al formar el pensamiento feminista y ha encontrado su camino en la ONU. Por ejemplo, en el libro Women, Gender, and World Politics, varios escritores discuten la relación de género con relaciones foráneas y la ONU. En la introducción, Peter Beckman y Francine D’Amico proponen la idea de que las etiquetas Mujer y Hombre crean seres ficticios y perpetúan las desigualdades:

La concepción de género como poder nos permite dar un paso más allá: Sugerir que toda nuestra forma de pensar y de hablar sobre las personas se basa en el poder. Los términos “mujer” y “hombre” son un reflejo de ese poder. Etiquetar a las personas como “mujeres” (u “hombres”) es el ejercicio de poder, porque la etiqueta crea para los seres humanos un conjunto de expectativas sobre que son, que no son, y qué rango de opción es disponible para ellos.

El género como poder argumenta que la mujer y el hombre se hacen, no nacen. Son creados por esas etiquetas –etiquetas que abren algunas puertas y cierran otras. Etiquetar crea un ser ficticio… y perpetúa las desigualdades porque los humanos que cargan con una etiqueta tienen más derechos y privilegios que los que llevan la otra etiqueta. (Peter Beckman & Francine D’Amico, Women, Gender, and World Politics (Westport, CT: Bergin & Garvey, 1994), p. 7)

Para que la gente deje de etiquetar a hombres y mujeres se requeriría el absoluto control de las familias, de la educación, de los medios y de la conversación privada. Sin embargo, el lenguaje inclusivo, solamente sería la punta del iceberg.


FICCIÓN FEMINISTA

Los ejemplos más radicales del feminismo radical se encuentran no en sus discursos especulativos sino en sus novelas futuristas. Estas novelas ofrecen una idea del alma feminista.

En el bravo nuevo mundo que Dorothy Bryant creó en The Kin of Alta are Waiting for You, las relaciones homosexuales y heterosexuales son consideradas iguales. Las relaciones no posesivas son posibles porque se ha eliminado el género. No hay palabras para “hombre”, “mujer”, “él” o “ella” (Anne Sisson Runyan “Radical Feminism: Alternative Futures”, Women, Gender, and World Politics, ed. por Peter Beckman & Francine D’Amico (Westport, CT: Bergin & Garvey, 1994), p. 205).

En The Dispossessed, de Ursula Le Guin, los hombres y las mujeres son absolutamente iguales, compartiendo la producción y la reproducción. La heterosexualidad y las relaciones homosexuales son iguales y no hay pronombres posesivos ni matrimonio (Runyan, p. 205).
En la comunidad feminista utópica creada por Marge Piercy en Woman on the Edge of Time, no sólo se ha eliminado el género sino que el sexo biológico se ha presentado ambiguo. Los bebés son creados en tubos de pruebas y cada bebé tiene tres “comadres”, varón y mujer, todos los cuales son tratados con hormonas para que puedan dar el pecho. La gente es llamada “per” más que “él” o “ella” y tiene relaciones sexuales con hombres y mujeres (Anne Sisson, p. 206). Uno de los personajes de Piercy explica por qué esto es necesario:

Era parte de la gran revolución de las mujeres. Cuando estábamos rompiendo todas las viejas jerarquías. Finalmente, había una cosa que también teníamos que dejar, a cambio de no más poder para nadie. La producción original: el poder del nacimiento. La causa tanto tiempo como estuviésemos encantadas biológicamente nunca seríamos iguales. Y los hombres no se humanizarían siendo cariñosos y tiernos. Porque todos éramos madres. Todo niño tiene tres. Para romper el vínculo nuclear. (Marge Piercy, Woman on the Edge of Time (New York, Random House, 1971), p. 105, citado por Runyan, p. 207).

La actitud hacia la maternidad en estas novelas es indicativa de la dirección del pensamiento feminista radical. Las escritoras ven la maternidad tan represiva sólo cuando las mujeres la llevan a cabo. Si la llevan a cabo los hombres o la comunidad, es liberadora (Runyan, p. 207). Al mismo tiempo que estas novelistas feministas particulares vuelven al mismo tema –los hombres deben ser cambiados. Deben adoptar el cuidado no jerárquico, y actitudes no competitivas- su punto de vista no es compartido por las novelistas lesbianas y separatistas matriarcales. No teniendo esperanzas de que esta transformación de los hombres tuviese lugar, las separatistas escriben de las mujeres que se han separado de los hombres para salvarse a sí mismas y al mundo.


LA NUEVA REVOLUCIÓN


Para los que creen que el marxismo murió con la caída del muro de Berlín, la dependencia de las feministas radicales y de género del análisis marxista puede parecer extraña. En efecto, el análisis marxista está floreciendo en las universidades americanas. Cuando le pregunté a un profesor de Mt. Holyoke College por qué el marxismo era tan atractivo para la Izquierda académica, me respondió que los ateos necesitaban algo en lo que creer. El marxismo les proporciona ese algo. Ofrece una visión mundial comprensiva y una causa por la que luchar. Y, el marxismo ofrece la élite del poder académico. Es su oportunidad de convertirse en los líderes de la revolución.

Al mismo tiempo que las feministas radicales y de género comienzan con el análisis marxista, se han movido en una dirección totalmente diferente de los marxistas económicos y políticos. No están trabajando para una revolución comunista sino para una revolución cultural. Quieren destruir la familia, no el estado. Sus enemigos no son los capitalistas burgueses sino los “Puritanos”, los “fundamentalistas”, “la Derecha Religiosa” y “la Santa Sede”.

Estos neo-marxistas están interesados en la política “progresista”, los programas políticamente correctos, el multiculturalismo y la diversidad. Promueven el victimismo–la creación de nuevas clases de “oprimidos”. Al mismo tiempo que los neo-marxistas suelen enmascararse como políticos liberales, no comparten el compromiso liberal de la libertad de expresión y la igualdad de derechos. Afirman ser los defensores de la justicia y la imparcialidad pero su estilo de justicia y de imparcialidad se aplica sólo a los “oprimidos”. Además, cuando estos neo-marxistas llegan a posiciones de poder, rara vez respetan los derechos de los que no piensan como ellos.

Se han levantado numerosas voces contra el espíritu totalitarista de lo políticamente correcto, la Izquierda Neo-marxista, pero ninguno de forma tan elocuente como David Horowitz, que, como editor de la revista Ramparts, estaba una vez entre sus luces iluminadoras. Horowitz reconoció que, al mismo tiempo que la Izquierda marxista habla de liberación y de libertad, están comprometidos con una idea utópica destructiva. En Destructive Generation: Second Thoughts about the 60’s, escribe:

No es la compasión lo que motiva a la Izquierda, que es ajena al sufrimiento humano que sus generaciones han producido. Lo que motiva a la Izquierda es la Idea totalitaria: La idea de que es más importante que la misma realidad. Lo que motiva a la Izquierda es la Idea del futuro en el todo es diferente, todo es superado. El futuro en que el presente ya está aniquilado; en el que su realidad ya no existe.

Lo que motiva a la Izquierda es una idea cuya conciencia verdadera es esta: Todo lo humano es extraño. Porque todo lo que es humanidad de carne y sangre es sólo el pasado desechable. Esa es la conciencia que hace criminales de masas de humanistas bien intencionados y progresistas serios. (David Horowitz and Peter Collier, Destructive Generation: Second Thoughts about the 60’s (New York: Summit Books, 1989), p. 288).

Los defensores de la familia han luchado en vano para mostrar a las feministas y sus aliados los desastres que han provocado sus políticas, indicando terrenos baldíos urbanos, niños sin padre, millones de abortos, el número de enfermedades de transmisión sexual, las mujeres abandonadas y divorciadas. Lo que no comprenden los defensores de la familia, sin embargo, es que las feministas saben el coste y lo aceptan como un precio inevitable de la revolución. Están convencidas de que el futuro será tan maravilloso que cualquier sufrimiento que haya para lograr sus fines será siempre justificado.


























CAPÍTULO DIEZ: DIVISIÓN DEL TRABAJO


El efecto más evidente de la influencia de Marx /Engels/ Firestone es la demonización del “patriarcado” como el gran mal. El Patriarcado se ha convertido en una palabra maldita a todo propósito. Es interesante que muchas personas han aceptado que el patriarcado está mal sin considerar las raíces ideológicas de esa acusación.

La feminista marxista Heidi Hartman define el patriarcado como

El control del hombre sobre el poder del trabajo de la mujer. Ese control se mantiene excluyendo a las mujeres del acceso a los recursos de producción económicamente necesarios y restringiendo la sexualidad de la mujer. El hombre ejercita su control al recibir servicio personal de la mujer, al no tener que hacer el trabajo doméstico ni criar a los hijos, al tener acceso a los cuerpos de las mujeres para tener sexo y al sentirse con poder y tener poder. (Heidi Hartman, “The Unhappy Marriage of Marxism and Feminism”, Women and Revolution, ed. Por Lydia Sargent (Boston: South End Press, 1981), p. 18).

Según Hartman, los “elementos del patriarcado como los experimentamos actualmente son: el matrimonio heterosexual (y la homofobia consecuente), el trabajo doméstico y la crianza de los hijos por parte de la mujer, la dependencia económica de la mujer con respecto al hombre (aplicada por los acuerdos en el mercado de trabajo), el estado y numerosas instituciones que se basan en relaciones sociales entre hombres –clubs, deportes, uniones, profesiones, universidades, iglesias, corporaciones y ejércitos”.

La institución en la que el hombre “tiene acceso a los cuerpos de las mujeres para tener sexo”, “recibe servicio personal de la mujer” y no tiene que “hacer el trabajo doméstico o criar hijos” es, por supuesto, la familia un ingreso/ dos padres. Muchas mujeres afirmarían que la división del trabajo entre el hombre y la mujer en la familia un ingreso/ dos padres es un mal patriarcal que debe ser destruido por un cambio radical en la relación entre los hombres y las mujeres.

Al mismo tiempo que las feministas radicales ven el patriarcado como el gran mal, el patriarcado podría ser visto también como que los hombres aceptan la responsabilidad sobre sus esposas e hijos. Una sociedad que está sufriendo una epidemia de familias con padres ausentes debería tener en cuenta si la guerra sobre el “patriarcado” ha beneficiado a las mujeres. Las mujeres que quieren hacer de la maternidad su vocación principal necesitan hombres que tengan voluntad de comprometerse con la paternidad y una sociedad en la que los hombres tomen la responsabilidad de proteger y mantener a las mujeres y a los hijos.

Para las feministas radicales, no es sólo que la familia un ingreso/ dos padres oprima a la mujer. Ven a la familia como la causa de todas las demás formas de opresión y la base de la “sociedad patriarcal, jerárquica, sexista, racista y homófoba”. No les basta que algunas mujeres rechacen las relaciones patriarcales. Creen que mientras las mujeres elijan esa forma de asociación, todas las mujeres están amenazadas.

Según Nancy Chodorow, en la familia con el padre que trabaja/ madre en casa, el niño está condicionado psicológicamente para creer que los dos sexos son diferentes. Las chicas se identifican con sus madres y los chicos se dan cuenta de que cuando crezcan no van a ser como sus madres. Según Chodorow, las diferencias entre el hombre y la mujer son creadas (construidas por la sociedad) por estas experiencias tempranas. Una vez que el concepto de los dos sexos diferentes se inculca en la mente del niño, el niño verá otra división de “clases”, y el mal del pensamiento de clase se habrá transmitido a otra generación.

Así, en la visión del mundo del feminismo radical, la maternidad es el problema, específicamente la mujer como cuidadora principal de los hijos. ¿Cómo puede superarse esto? Para Chodorow, no basta conseguir que todas las mujeres entren en la población activa y que todos los niños entren en la guardería porque los trabajadores de guarderías son básicamente mujeres. Los hombres deben aceptar el 50 por ciento del cuidado de los niños:
Si nuestro objetivo es superar la división sexual del trabajo de las madres, tenemos que comprender los mecanismos que lo reproducen en primer lugar. Mi descripción señala precisamente a donde debe tener lugar la intervención. Cualquier estrategia para el cambio cuyo objetivo incluya la liberación de las restricciones de una organización social desigual del género, debe tener en cuenta la necesidad de una reorganización fundamental de los padres, para que la paternidad principal se comparta entre el hombre y la mujer. (Nancy Chodorow, The Reproduction of Mothering (Berkeley: University of California Press, 1978), p. 215).

El análisis de Chodorow ha recibido un amplio respaldo entre las feministas. Para ellas, identificaba el problema: Las mujeres cuidan de los hijos. Señalaba la solución: Hacer que los hombres cuiden de los hijos. Explicaba por qué las mujeres no habían acogido la revolución: Les habían lavado el cerebro porque fueron educadas por sus madres. Y explicaba cómo los hombres habían mantenido el control de todo: Fueron educados para no ser madres.

GÉNERO


Combinando estas teorías, las feministas pudieron crear una ideología que explicaba todo para su satisfacción. Ahora necesitaban un plan. Podían estar de acuerdo con Firestone en que los hombres eran la clase opresora primordial, las mujeres la primera clase y la más oprimida y que la única respuesta es una abolición total del sistema de clases sexuales, pero ¿cómo se crea una sociedad sin clase cuando las diferencias de clases están enraizadas en la biología? No se puede quitar de encima la masculinidad de la misma forma en que te desprendes de la propiedad privada. Las feministas no podían, como habían hecho sus hermanos bolcheviques, tomar a la clase opresora y dispararles o mandar en barco a todos los hombres a Siberia, aunque leyendo ocasionalmente literatura feminista radical y literatura separatista lésbica, una tiene la impresión de que lo haría si pudieran. En el autobús que nos llevaba al Forum de las Organizaciones No Gubernamentales durante la conferencia sobre la mujer de Beijing, a las feministas se les oía reflexionar sobre lo maravilloso que sería cuando hubiese ciudades sólo con mujeres y niñas. Sin embargo, la mayoría de las feministas reconoce la imposibilidad de llevar a la práctica la promoción de un mundo sin hombres. Tiene que existir otro medio para eliminar la opresión que la clase de los “hombres” ejerce sobre la clase de las “mujeres”.

Las teóricas feministas solucionaron este problema inventando un nuevo significado para género. La redefinición de género les permitía afirmar que aceptaban las diferencias biológicas de “sexo” y que sólo estaban rechazando los roles de “género” sociales y culturales. El género se convirtió en el núcleo de la revolución feminista. Un folleto de INSTRAW explica la nueva definición de género:

¿Qué es el género? El Género es un concepto que hace referencia a un sistema de roles y relaciones entre mujeres y hombres que están determinados no por la biología sino por el contexto social, político y económico. El sexo biológico de una persona es dado por naturaleza. El género es construido... El género puede verse como el “... proceso por el que las personas que nacen en categorías biológicas de masculino y femenino se convierten en las categorías sociales de mujeres y hombres a través de la adquisición de atributos definidos localmente de masculinidad y feminidad”. (“Gender Concepts in Development Planning: Basic Approach” (INSTRAW, 1995), p. 11).

Utilizando “análisis de género”, las feministas evitaron que se les percibiera como que atacaban la biología.  Admitían que las diferencias sexuales eran naturales y fijadas pero insisten en que todas las diferencias importantes entre el hombre y la mujer eran diferencias de género. Y, las diferencias de género artificiales se pueden transformar.

 El análisis de género no es un estudio científico de la influencia relativa de la biología y la cultura en la creación de las diferencias que existen entre el hombre y la mujer. Las feministas de género oponen cierta investigación seria sobre las diferencias que existen entre el hombre y la mujer. La Agenda de Género se basa en la asunción no demostrada de que la masculinidad, la feminidad, la maternidad, la paternidad y la heterosexualidad son artificiales, arbitrarias, “roles de género” creados culturalmente.

El objetivo es la igualdad estadística entre el hombre y la mujer en todas las actividades y logros. El mayor obstáculo para la igualdad estadística es la maternidad –la vocación de la mujer como cuidadora principal de los hijos. Si la mayoría de las mujeres o incluso un porcentaje significativo de mujeres elige la maternidad como su vocación principal, entonces la igualdad estadística se hace estadísticamente imposible, ya que el número de mujeres disponibles para trabajar fuera de casa se reduce de forma sustancial. De ese modo, el objetivo principal de la “perspectiva de género” es la deconstrucción de la maternidad como única vocación de la mujer.

Nada más claro ilustra la naturaleza real de la perspectiva de género que la siguiente cita del folleto INSTRAW: “Nada en el hecho de que las mujeres tengan hijos implica que sean ellas exclusivamente las que tengan que cuidarlos durante toda la infancia” (Maureen Mackintosh, “Gender and Economics” citado en Gender Concepts, p. 18).

Según este punto de vista, el deseo de la mujer de ser madre –que está relacionado íntimamente con el cuidado día a día de sus hijos, particularmente sus recién nacidos- es considerado como algo impuesto sobre ellos por una sociedad patriarcal.

No es nada sorprendente que el miembro del tribunal Supremo de Justicia Ruth Bader Ginsburn, en un discurso en Nueva York, hacía referencia al amor maternal como un mito: “El amor maternal no es tan bueno como lo pintan. Hasta cierto punto, es un mito que el hombre haya hecho creer a la mujer que hace ese trabajo a la perfección” (Joan Biskupic, “Ruth Bader Ginsburg: Feminist Justice”, Washington Post reimpreso en Providence Journal, 20 de julio de 1996, p. 13 (Sección “Hers”)).


JUSTICIA DE GÉNERO


Las feministas habían resuelto su problema –el feminismo radical se transformó en la “perspectiva de género”. En su libro, Justice, Gender, and the Family, la escritora feminista Susan Okin expone cómo puede implementarse la perspectiva de género. Y todo suena muy razonable, con mucha compasión:

Un futuro justo sería aquel en el que no hubiera género. En sus estructuras y prácticas sociales, el sexo de una no tendría más relevancia que el color de los ojos o el tamaño de los dedos del pie. No habría asunciones sobre los roles “masculino” y “femenino”. El tener hijos estaría tan separado conceptualmente de criarlos y de otras responsabilidades familiares que sería causa de sorpresa y no de poca preocupación si el hombre y la mujer no se responsabilizan por igual de la vida doméstica o si los hijos fuesen a pasar mucho más tiempo con un padre que con el otro. Sería un futuro en el que el hombre y la mujer participarían en números más o menos iguales en todas las esferas de la vida, desde el cuidado de los niños a diferentes tipos de trabajos remunerados a alto nivel político. (Susan Okin, Justice, Gender, and the Family (New York: Basic Books, 1989), p. 170).

Okin insiste en que “el compartir la educación de los hijos es un prerrequisito de justicia entre los sexos” porque la crianza femenina de los hijos:


(1)                 “consume mucho tiempo e impide a los que lo hacen sin ayuda de nadie
el poder tener otros muchos bienes sociales, como formación, ingresos o política.

(2)                 Es la causa del “estereotipo sexual en los niños” (Okin, fn.p. 116).

Okin reconoce que a muchas mujeres les gusta cuidar de los hijos. Sin embargo,
como la crianza femenina de los hijos deja a las mujeres en una situación económicamente vulnerable, debe eliminarse. Según Okin, “Como las vulnerabilidades asimétricas crean obligaciones sociales, que puede que no sean satisfechas, y como abren oportunidades para la explotación... Son moralmente inaceptables y deben ser minimizadas” (Okin, p. 136).

Es cierto que el embarazo y el cuidar a los hijos hace a las mujeres vulnerables. Precisamente por esta razón las sociedades han ofrecido varias formas de protección para las mujeres. Estas protecciones se basan en las diferencias entre los sexos y son estas protecciones las que las feministas han condenado como que restringen a la mujer. Reacia a reconocer la necesidad de la mujer de una protección especial, la única protección que Okin puede aceptar es la que niegue las diferencias entre los sexos. Insiste en que “cualquier solución justa al problema urgente de la vulnerabilidad de la mujer y de los niños, debe estimular y facilitar el que se comparta por igual por el hombre y la mujer el trabajo renumerado y no renumerado, el trabajo productivo y reproductivo. Debemos trabajar hacia un futuro en el que haya posibilidad de elegir este modo de vida”  (Okin, p. 170).

La última frase es crucial. Al mismo tiempo que las feministas radicales hablan de liberación y elección, no extienden esa libertad a las mujeres que hacen de la maternidad su vocación principal. Okin quiere un mundo en el que todas las mujeres sean obligadas a trabajar a tiempo completo.  

Puede que estas hijas de Marx hayan rechazado la agenda económica de su padre ideológico pero han heredado su espíritu totalitario. La liberación que promueven no es una libertad personal sino un estado de partido único en el que unas mujeres decidan lo que es lo mejor para todas las mujeres. El sistema soviético controlaba las estructuras políticas y económicas. Las feministas quieren controlar las relaciones íntimas y familiares.


DE LA TEORÍA A LA PRÁCTICA


            Toda esta teoría puede parecer estar muy lejos de la realidad de las mujeres comunes pero tiene mucha relación con lo que está sucediendo en la ONU. La teoría feminista explica por qué la INSTRAW, la agencia de la ONU que está a cargo de la investigación sobre la mujer, no tiene ningún interés en ayudar a las mujeres a solucionar sus verdaderos problemas. El folleto de INSTRAW desalienta esa ayuda ya que podría mantenerlas en sus posiciones actuales como esposas y madres: “La mayoría del trabajo de desarrollo que tiene ver con la mujer se centra en la condición de la mujer, haciendo hincapié en esas necesidades inmediatas como acceso a reconocimiento, servicios básicos, vivienda y atención a sus responsabilidades como madres… La atención exclusiva a las mejoras en la condición de la mujer puede reforzar los patrones que perpetúan las desigualdades” (Gender Concepts, p. 27).

            INSTRAW reconoce que la mujer necesita ayuda en su trabajo en el hogar pero no quiere darle esa ayuda porque podría mantenerla en casa: “Las necesidades prácticas de la mujer se derivan generalmente de la existencia de roles de género asignados por patrones tradicionales de división del trabajo… Satisfacer las necesidades prácticas sólo reproduce divisiones de trabajo y de poder que mantienen el status quo” (Gender Concepts, p. 27).

            En vez de eso, INSTRAW respalda programas que obliguen a la mujer a ser población activa. Todo esto se basa en la teoría feminista del género. El panfleto contrasta las necesidades de la mujer con los “intereses estratégicos” de la mujer:
            Los intereses estratégicos, en contraste, desafían la existencia de los roles y estereotipos de género, se basan en la premisa de que la mujer está en una posición subordinada al hombre como consecuencia de la discriminación social e institucional contra ella... Los intereses estratégicos de género buscan esos objetivos como igualdad política entre la mujer y el hombre, la eliminación de las formas institucionalizadas de discriminación contra la mujer, la abolición de la división sexual del trabajo, la libertad de elección reproductiva y la prevención de la violencia contra la mujer. (Gender Concept, p. 28).

            No hay evidencia de que INSTRAW les preguntase a las mujeres pobres del mundo si querían que cambiasen sus roles de género o preferían ayuda más práctica. El folleto de INSTRAW sigue el espíritu totalitario del feminismo revelado por Simone de Beauvoir, que le dijo a Betty Friedan: “No se le debería autorizar a ninguna mujer quedarse en casa para criar a sus hijos... Las mujeres no deberían tener esa elección, precisamente porque si existe esa opción muchas mujeres la cogerán” (Citado por Christina Hoff Sommers, Who Stole Feminism? (New York: Simon and Schuster, 1994), p. 256).

            Según Alison Jagger, “Si los deseos e intereses individuales se constituyen socialmente... La gente puede equivocarse sobre la verdad, la moralidad e incluso sobre sus propios intereses” (citado por Sommers, p. 258). En otras palabras, no se les debería permitir a las mujeres comunes decidir lo que quieren porque han sido condicionadas socialmente para querer lo erróneo. Todo esto degrada a la mujer, como señala Christina Hoff Sommers, crítica abierta del feminismo de género: “Al final, la feminista de género se ve siempre forzada a mostrar su decepción y enfado con la mujer que encuentra en el campo del enemigo. La misandria pasa a la misoginia” (Sommers, p. 256).

            Los defensores de la familia se oponen a la perspectiva de género no porque estén en contra del progreso de la mujer sino porque están a favor de la mujer. Si alguna vez llega el futuro feminista, no será más justo sino menos libre y menos humano.





















CAPÍTULO ONCE: REDEFINIR LA IGUALDAD


            Las feministas de género, dándose cuenta de que no podían presentar al público en general un ataque directo a la maternidad y a la familia ni el deconstruccionismo postmodernista, se centraron en redefinir la igualdad. Todo el mundo cree en la igualdad. Es una gran palabra. Lleva a la mente esa noble declaración de la aspiración humana –la Declaración de los Estados Unidos de la Independencia: “Sostenemos que estas verdades son auto-evidentes –que todos los hombres son creados iguales; que todos han sido dotados por su creador de derechos inalienables”.

            ¿Qué podría ser más ingenioso que tomar esa noble aspiración y tergiversarla para que signifique algo que nunca se había planteado- índices estadísticamente iguales de participación, logros y recompensas –distorsionando el ideal democrático de la igual dignidad, igual humanidad e igualdad de derechos en una demanda de un sociedad sin clases neo-marxista?

Lo que es sorprendente es que ese cambio radical de significado en gran medida no se haya denunciado ni debatido.

No se puede cuestionar que los escritores del borrador de la plataforma para Beijing tenían la intención de redefinir la igualdad. Una lectura aunque sea superficial de la plataforma revela que “la participación total e igual de la mujer” que se exigía requiere la participación en la igualdad de números estadísticos –cincuenta/ cincuenta. En el párrafo 192 (190) de la sección “La mujer en el poder y en la toma de decisiones”, a los gobiernos se les exige que hagan lo siguiente:

“Comprometerse a establecer el objetivo del equilibrio de género en los cuerpos y comités de gobierno, además de en las entidades administrativas públicas y en las judiciales, incluyendo, inter alia trazar metas específicas para incrementar de forma sustancial el número de mujeres con el fin de conseguir la misma representación e hombres y mujeres, si es necesario por medio de la acción positiva, en todas las posiciones gubernamentales y de administración pública… Tomar medidas, incluyendo donde sea apropiado, en los sistemas electorales que estimulan los partidos políticos para integrar a las mujeres en posiciones públicas electivas y no electivas en la misma proporción y niveles que los hombres… Revisar el impacto diferencial de los sistemas electorales en las representaciones políticas de las mujeres en cuerpos elegidos y considerar, donde sea apropiado, el ajuste o reforma de esos sistemas… Controlar y evaluar el progreso en la representación de las mujeres. (Énfasis añadido).

Es sorprendente de cuántas formas se pueden exigir cuotas sin utilizar la palabra.


CINCUENTA/ CINCUENTA COMO MUCHO EN 2005


Cincuenta/ Cincuenta a más tardar en 2005 fue uno de los objetivos que se marcó WEDO. La reunión del Consejo de Europa también respaldó con mucha fuerza “las cuotas o la paridad” para la mujer. La justificación ideológica para esta exigencia se expone en un libro editado por Mim Kelber, con una introducción escrita con Bella Abzug, Women and Goverment: New Ways to Political Power. El libro contiene el argumento de la Profesora Elizabeth Sledziewski de que la verdadera democracia no es posible sin las cuotas de “género”: “Sólo la introducción de la cuotas de participación que imponen la igual representación de los sexos en todas las autoridades de tomas de decisiones puede hacer efectiva e irreversible la participación de la mujer en la polis” (Mim Kelber, Women and Goverment: New Ways to Political Power (Westport, CT: Praeger, 1994), p. 33).

La Doctora Sledziewski no ve las cuotas como una medida temporal:

Las medidas propuestas para fomentar la implicación de la mujer en la vida política no se deben presentar, como lo son con mucha frecuencia, como un acuerdo coyuntural para el logro de resultados sobre una base ad hoc y desprovistas de cualquier justificación. Este enfoque no podía fracasar para confirmar las sospechas injustas expresadas en relación con las cuotas y sugerir que la implicación de la mujer en la política sólo puede hacerse valer por medios ilegales. Por el contrario, es necesario afirmar que estas provisiones se prevén en el nombre del principio de la igualdad (Kelber, p. 33).

La democracia sería redefinida:

La llegada de la democracia basada en la representación igual significará no sólo un punto de inflexión en las relaciones entre el hombre y la mujer y como consecuencia en el ser social de la raza humana, sino también un punto de inflexión en el proceso de construcción democrática. La igualdad de participación de las ciudadanas en los asuntos de la polis se considerará en lo sucesivo un sine qua non para la consumación de la democracia. Una democracia sin mujeres ya no se verá como una democracia imperfecta sino que no será democracia en absoluto. (Kelber, p. 33).

Sin embargo, la Doctora Sledziewski admite que esto es un rechazo del ideal moderno de la democracia europea y de los derechos individuales.

Cuando este libro y el informe de Estrategias Globales de la WEDO fueron revisados en un artículo de Catholic World Report, Mim Kelber, en una carta al editor, expresó su indignación porque el artículo se había referido a cincuenta/ cincuenta como mucho en 2005 como una exigencia de las cuotas y de la policía de género:

Su número de febrero de 1995 contiene malas interpretaciones y presuntas citas incorrectas del libro Women and Goverment: New Ways to Political Power, del que soy editora y autora principal. El libro incluía también una introducción que escribí con Bella Abzug y que expone nuestros puntos de vista sobre “las cuotas”, un término que es utilizado de forma peyorativa en su artículo.

En el capítulo 1, sobre “Lo Que Puede Hacer la Mujer Americana Para Ganar Igualdad”, proponía una enmienda constitucional que doblase el número de los Senadores de Estados Unidos a 200 miembros con dos hombres y dos mujeres elegidos de cada estado por votantes tanto masculinos como femeninos… El uso de los objetivos numéricos es un mecanismo reconocido en muchos partidos políticos como una forma de trabajar para conseguir la igualdad de participación de los hombres y de las mujeres en el gobierno.

Respaldo fuertemente la igualdad de oportunidades y los programas de acción afirmativa para superar la discriminación en el trabajo contra la mujer y las minorías del pasado y que continúa en la actualidad, pero nunca he defendido una estricta cuota de 50-50 para cada categoría de empleo en el sector privado. Lo que usted llama “policía de género”, yo lo llamo el personal de la Comisión para la Igualdad de Oportunidades de Empleo.

Mim Kelber, Brooklyn NY.

A la que el editor de Catholic World Report, Phil Lawler, respondió: “Si un ‘objetivo numérico’ no es una cuota y si una asamblea legislativa cuyos asientos estén abiertos sólo a miembros del sexo apropiado no es un ejemplo de aplicar la igualdad de género, entonces nosotros corregimos lo dicho” (Abril 1995).

Al mismo tiempo que Kelber no ha argumentado de forma específica por el cincuenta/ cincuenta en todas las categorías de trabajo del sector privado, existe un debate sobre la carencia de igualdad estadística en el sector privado. Además, el informe de Estrategias Globales de WEDO exige el 50 por ciento de mujeres en puestos clave como mucho en 2005 en “corporaciones privadas e instituciones financieras, sindicatos e instituciones financieras internacionales”.

La misma demanda del cincuenta/ cincuenta era parte de la declaración emitida en una conferencia de parlamentarias que tuvo lugar en Tokio en septiembre de 1996. Las parlamentarias, muchas de ellas en su camino hacia Beijing, invitaban a los gobiernos a “asegurar que, a más tardar en 2005, las mujeres constituyan al menos el 50 por ciento de los miembros de los equipos de gobierno, incluyendo puestos elegidos y designados a niveles internacionales, nacionales y locales” (Jack Freeman, “Global Lawmakers, in Tokyo, Say That Population Must Be Concern”, Earth Times (5 de septiembre de 1995)).

Por supuesto, no todo el mundo se apuntaba en las cuotas del cincuenta/ cincuenta. Mahbub ul Haq, anterior ministro de economía de Pakistán y jefe de los artífices de los Informes de Desarrollo Humano anuales de UNDP, cuestionó la sensatez de ese objetivo, aunque su país tiene una mujer como primer ministro.

Pero ¿cómo podemos decir que, en todas las sociedades y en todas las culturas, las mujeres deben tener exactamente el 50% de los trabajos o el 50% de los escaños parlamentarios, o el 50% de jefes de multinacionales –dando patadas y gritando, ya les guste o no? El punto más importante es que las elecciones libres e iguales deben existir para las sociedades pero no pueden dictarse para las sociedades,… por unos modelos universales erróneos. (“Let Beijing Develop meaningful gender equality”, Earth Times, 14 de septiembre de 1995, p. 6).

Los promotores del cincuenta/ cincuenta a más tardar en 2005 quieren simular que sólo intentan conseguir la igualdad prometida en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU, pero no es la verdad. En el primer artículo de la declaración, la palabra igualdad se utiliza en el sentido clásico: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y en derechos”.

En ningún lugar la declaración les requiere a los gobiernos a aplicar la igualdad estadística de participación.


ESTADÍSTICAS DE DISGREGACIÓN DE GÉNERO


La plataforma de Beijing exige de forma repetida “estadísticas de disgregación de género”. Si la igualdad se puede medir, entonces alguien debe llevar a cabo esa medición para que las feministas puedan demostrar las “desigualdades”. La existencia de “desigualdades” en participación, logros o recompensas se toma entonces como prueba de discriminación, sin evidencia de que el hombre y la mujer son diferentes. Los que aceptan las diferencias entre el hombre y la mujer esperan índices diferentes de participación. No ven motivo para que la igualdad de derechos y oportunidades deba tener como consecuencia la igualdad estadística de participación.

El objetivo inmediato de las feministas de género es crear un clima de opinión en el que la igualdad sea definida no como igualdad de derechos y oportunidades sino como una igualdad estadística de participación, logros y recompensas. La mayoría de la gente se ríe de la idea de una enmienda constitucional para hacer el Senado cincuenta/ cincuenta. Sin embargo, no reconocen que la reclamación feminista de que sólo el 10 por ciento del Congreso esté formado por mujeres se basa en la misma premisa falsa.

Las feministas suelen utilizar las desigualdades estadísticas entre hombres y mujeres como prueba de discriminación. Se quejaban de que las mujeres sólo hacían cincuenta y nueve centavos por cada dólar que hacían los hombres. Cuando subió a setenta y dos céntimos por cada dólar, siguieron quejándose, aunque la diferencia en sueldos totales refleja no discriminación sino las decisiones de las mujeres de tomar tiempo para sus familias. La queja feminista de que un “techo de cristal” impide que la mujer acceda a trabajos de alto nivel se basa en la evidencia estadística. Su queja de que la SAT discrimina a la mujer se basa en diferencias estadísticas en marcadores. Puede que haya habido o no una verdadera discriminación pero ni siquiera intentan exponer ese argumento. Para ellas, citar la estadística es prueba suficiente.

Una vez que las feministas han convencido a su audiencia de que se les ha negado la igualdad, entonces exigen cuotas o acción afirmativa como remedios.

Los promotores de la igualdad estadística no presentan evidencia de que los hombres y las mujeres quieran participar en todas las categorías ocupacionales en números estadísticamente iguales porque no hay ninguna. Para las feministas, la ausencia de deseo de igualdad estadística demuestra simplemente que las mujeres han sido socializadas por “los estereotipos de género”.

Por tanto, además de las cuotas, las feministas exigen la supresión de los “estereotipos” y de las “imágenes tradicionales” de los materiales educativos y las presentaciones en los medios. Para lograr la igualdad de deseo y de interés, los libros de texto escolares, los dibujos animados, las telenovelas, los anuncios y los dramas deben mostrar a los hombres y a las mujeres empleadas en igual número como soldados, científicos, bomberos y camioneros, incluso cuando esto no tenga relación con la realidad. Las actividades en las que sólo participan los hombres se categorizan como malas, opresoras y discriminatorias. Nunca se debe mostrar a las mujeres como madres y amas de casa a tiempo completo, a no ser que fuesen presentadas como víctimas de malos tratos, sociopatía o sus maridos fuesen religiosos fanáticos.

Así, la redefinición de la igualdad requiere toda una burocracia de aplicación de género, con recolectores de estadísticas de disgregación de género, expertos de análisis de género, instructores de sensibilidad de género y comisarios de igualdad de oportunidades. Esto suministra empleo permanente a los graduados de programas de estudios de la mujer y da a las feministas el control virtual de todas las instituciones de la sociedad. La mayor parte de esto ya está en proceso de ser implementado en los gobiernos, en la educación y en los negocios.

Los que se oponen a la acción afirmativa y a las cuotas acusan que estas estigmatizan a los grupos a los que se apunta como gente que carece de la capacidad de competir en campo de igualdad. Las titulaciones de todos los miembros del grupo al que se apunta, incluso de los que podrían tener éxito sin cuotas, están bajo sospecha. Una vez que la acción afirmativa y las cuotas se convierten en la regla, no hay forma de que los grupos a los que se apunta demuestren su capacidad. Justice Clarence Thomas, que ha sido acusado de no respaldar los programas de acción afirmativa de los que se benefició, ha señalado que la acción afirmativa le quita la satisfacción del logro.

La verdadera justicia implica la eliminación de la discriminación injusta, no un ataque a las diferencias naturales y a las preferencias personales. Una campaña para erradicar las diferencias ataca a la libertad personal. 

No hay forma de juzgar el porcentaje de mujeres que deberían estar empleadas en cualquier campo en particular porque no hay forma de juzgar cuántas mujeres están interesadas en ese trabajo. No se debe desalentar a las chicas de estudiar una carrera en un campo “no tradicional”. Pero tampoco se les debe obligar a hacerlo. Las presentaciones de los libros de texto y de los medios de comunicación de los trabajos deben reflejar con exactitud la ratio real de hombres y mujeres en un campo en particular. Saber que un campo en particular ha sido predominantemente o incluso exclusivamente de hombres no ha desanimado a mujeres a buscar trabajo en ese campo. Es más, la experiencia sugiere que algunas mujeres disfrutan con el desafío de probarse en un campo dominado por los hombres. Mientras no existan barreras artificiales (titulaciones que no tengan relación con el trabajo), no deben asignarse cuotas numerales específicas y no debe esperarse ninguna ratio estadística particular entre los hombres y mujeres.

Cuando se eliminen las barreras artificiales a la participación de la mujer en varios campos, se darán cambios en los índices de participación, tal y como muestra un estudio en la revista Ms. Comparando el porcentaje de mujeres de dieciocho a sesenta y cinco años empleadas en trabajos seleccionados en 1970 y 1990, Ms informaba que el número de mujeres que trabajaban en ciertos campos había aumentado de forma sustancial.

Las mujeres que trabajaban como camareras aumentaron del 26 al 52 por ciento; las conductoras de autobuses, del 32 al 50 por ciento y las abogadas y jueces, del 6 al 26 por ciento. Sin embargo, en otros campos, como las fuerzas armadas, las mecánicas de coches, bibliotecarias, enfermeras, pilotos, secretarias y maestras, el porcentaje seguía siendo el mismo (Applied Social Research program, Queens College, CUNY, citado en Ms. (Noviembre/ Diciembre de 1995), p. 40).

La igualdad de oportunidades y la eliminación de la discriminación arbitraria de la mujer cambiará la distribución de las mujeres y de los hombres en la población activa, pero no hay motivo para asumir que alguna vez tendrá como consecuencia una división del cincuenta/ cincuenta en todas las categorías de trabajo, ni que dadas las diferencias naturales que existen entre el hombre y la mujer, haya alguna razón para ello. Es más, la eliminación de las barreras artificiales puede revelar que los así llamados estereotipos reflejaban las verdaderas diferencias que existen entre los intereses y talentos de los hombres y las mujeres.

DISCRIMINACIÓN INVERTIDA


Autorizar las cuotas para las mujeres y los hombres en puestos de elección no produce una justicia instantánea sino una injusticia diferente. Daría a las posibles mujeres candidatas una ventaja injusta, ya que las mujeres no buscan puestos políticos en igual número que los hombres. Hay varias razones para esto: 1) En todos los países una parte significativa de las mujeres, incluyendo las más brillantes y talentosas, eligen hacer de la maternidad su principal vocación y no eligen trabajar fuera del hogar o buscar corriendo un puesto público. 2) Muchas mujeres con gran talento y motivación eligen respaldar las carreras políticas de sus esposos. En los estados Unidos, Elizabeth Dole, Marilyn Quail y Hillary Clinton son claros ejemplos de mujeres que pudieron igualar a sus esposos pero eligieron no hacerlo.

Autorizar el cincuenta/ cincuenta niega a la mujer la libertad de votar a los candidatos de su elección. No hay evidencia de que todas las mujeres sientan que sus intereses son representados mejor por mujeres. Hoy, las mujeres son más del 50 por ciento del electorado en la mayoría de los países. Son perfectamente libres para votar a mujeres, para organizar partidos de mujeres y exigir la nominación de mujeres candidatas. Las mujeres podrían elegir al 100 por ciento de mujeres si quisieran.

Las promotoras de la Agenda de Género pueden hablar de las mujeres como sujetos para tomar decisiones, pero no les gustan las decisiones que toman las mujeres.










CAPÍTULO DOCE: LA GUERRA CONTRA LA MATERNIDAD


Si el cincuenta/ cincuenta es el objetivo, ¿cuál es el obstáculo? Las madres. En particular, todas las mujeres que hacen de la maternidad su vocación principal, trabajen fuera de casa o no. No hay forma de que se pueda lograr el cincuenta/ cincuenta si una parte sustancial de mujeres elige no trabajar a tiempo completo.

El borrador del documento de Beijing hacía referencia a la maternidad de forma negativa y no contenía un programa para las mujeres que son madres y amas de casa a tiempo completo. Esto no fue un descuido.

La plataforma refleja con exactitud la actitud feminista hacia la familia y la maternidad. La feminista Jane Flax elaboró un “estudio del pensamiento feminista contemporáneo sobre la familia”. Advierte que las escritoras feministas importantes, Betty Friedan, Kate Millet, Shulamith Firestone, Juliet Mitchell, Gayle Rubin, Dorothy Dinnerstein y Nancy Chodorow, ven todas a la familia, y en particular a la maternidad, como la fuente de la opresión de la mujer (J. Flax, “The Family in Contemporary Feminist Thought: A Critical Review”, The Family in Political Thought (Armherst, MA: University of Massachussets Press, 1982), citado por Letty Cotten Progrebin, Family Politics (NY: McGraw-Hill, 1983), pp. 22-24).

Según la teoría feminista, la maternidad produce el pensamiento de clases y las clases son la causa de todos los males. La única forma de salvar al mundo es eliminar la maternidad. Las teóricas feministas ofrecen varias soluciones para el problema: “mejores trabajos y formación para que las mujeres puedan ‘tenerlo todo’”; “una revolución cultural”; y la “alteración de la conciencia social”; los “bebés probeta” y hacer difusa “la responsabilidad de criar a los hijos en muchas familias”; “la total implicación de los padres en el cuidado de los hijos” (Progrebin, p. 22-24).

Debe señalarse que al mismo tiempo que las feministas radicales y de género creen que el rol de madre y de esposa es tedioso, si tienen hijos, los quieren, y no hay evidencia de que las feministas sean malas madres. Bella Abzug es una orgullosa madre y abuela. Pero esto no le impide a ella ni a las demás feministas ver la maternidad como un problema político.

Al mismo tiempo que las feministas radicales y de género se oponen a la familia tradicional, reconocen que la palabra familia simplemente no se puede deshacer. Como con la igualdad, quieren redefinir la familia. Christine Riddiough sugería utilizar la cultura gay/ lesbiana como medio de redefinir la familia.

Según la feminista Ellen Herman, las feministas no quieren eliminar las familias sino rediseñarlas:

(Las jóvenes feministas)… querían la libertad para diseñar sus familias presentes y futuras en una miríada de formas, sin penas: amar a mujeres u hombres, tener sexo con una persona una vez o varias, vivir con o sin hijos, tener hijos de forma artificial. Sólo cuando se puedan inventar familias de toda clase –sin miedo al ridículo o al auto-desprecio- la mujer puede esperar conseguir la individualidad genuina, más que la categorización como miembros cautivos de una clase de sexo/ género. (Ellen Herman, “Still Married After All These Years”, Sojourner: The Women’s Forum (Septiembre de 1990), p. 14s).

Nancy Chodorow exige el compartir la paternidad para superar la opresión de “la división sexual del trabajo en la que la mujer sea madre”. La plataforma de Beijing incorpora el tema, haciendo referencia repetidamente a “compartir la responsabilidad familiar”. El párrafo 181(d) invita específicamente a los gobiernos a “cambiar las actitudes que refuerzan la división del trabajo basada en el género para promover el concepto de compartir la responsabilidad familiar del trabajo del hogar, particularmente en relación con los hijos y el mayor cuidado”.

Para las feministas, cambiar la división del trabajo en la familia es clave para su revolución. La sociedad  sin clases requiere la abolición de la libertad de las parejas para decidir por sí mismos cómo organizar sus familias.

Los defensores de la familia no creen que todas las madres deban quedarse en casa o que los padres no deban implicarse con sus hijos o ayudar en el trabajo de la casa. Creen que cada pareja tiene el derecho de dividir el trabajo de la familia como crea mejor. Si tanto el marido como la mujer quieren compartir por igual en el trabajo fuera como dentro de casa, deben ser libres para hacerlo. Pero si quieren dividir el trabajo de forma diferente, si la madre quiere quedarse en casa con los hijos, el gobierno no debe interferir ni penalizar esa decisión.

La promoción del “compartir la responsabilidad de la familia” no consiste en hacer justicia a la mujer sino que forma parte de la estrategia de promover la igualdad estadística. Según Vigdis Finnbogadóttir, presidente de Islandia en una defensa activa de la perspectiva de género:

            Mientras la esfera privada siga siendo en gran medida asunto de las mujeres, estarán mucho menos disponibles que los hombres para ocupar posiciones de responsabilidad en la vida económica y política.

Entre las estrategias, debe hacerse mención a la generalización del permiso parental, compartido por las madres y los padres, a la mayor disponibilidad de facilidades para el cuidado de los hijos y al apoyo a los hombres para que participen en el trabajo doméstico. (Council of Europe, Equality or Democracy: Utopia or Challenge?, Reports from Discussion Groups (Palais d’Europe, Estrasburgo, 9-11 de Febrero de 1995), p. 38).

Varias naciones nórdicas han intentado encontrar formas para obligar a los hombres a tomar el permiso parental. Sin embargo, estar de acuerdo con que los padres deben tomar una parte activa en la educación de los hijos no significa que la paternidad sea lo mismo que la maternidad. Puede que los hijos necesiten cosas diferentes de su padre que de su madre.  Las promotoras de la Agenda de Género no tienen ningún interés por las necesidades psicológicas de los niños sino en la transformación de la relación entre los hombres y las mujeres.

El discurso de Finnbogadóttir revela que el verdadero enemigo de la Agenda de Género no son los hombres sino las mujeres –las mujeres que quieren hacer de la maternidad su vocación principal. Las promotoras de la Agenda de Género comprenden que si las mujeres eligen la maternidad en números significativos, no tendrán posibilidad de conseguir la igualdad estadística. Incluso las defensoras más ardientes de la Agenda de Género no pretenden inducir a un número significativo de hombres a que hagan del cuidado de sus hijos a tiempo completo su vocación principal.

El cincuenta/ cincuenta a más tardar en 2005 requiere que no haya madres a tiempo completo y la plataforma de Beijing es el proyecto para alcanzar ese objetivo.


EFECTOS ECONÓMICOS


Uno de los argumentos que se exponen para que todas las mujeres estén en la población activa es que para desarrollar su economía las sociedades necesitan tomar ventaja de los talentos de todos los ciudadanos. Las madres a tiempo completo encuentran insultante este tipo de argumento. La clara implicación es que las mujeres que trabajan dentro del hogar están perdiendo sus talentos y su formación. Hacer un ser humano es el trabajo más importante de la sociedad y dedicar los propios talentos y energías a esa tarea debe considerarse tan productivo como trabajar en una fábrica o una oficina.

La nueva investigación sobre el cerebro revela que el momento crucial para el desarrollo del lenguaje, la estabilidad emocional y la capacidad de razonamiento tiene lugar desde el nacimiento a los cinco años de edad. Un niño que no reciba la aportación adecuada durante este periodo crucial se verá perjudicado para siempre. El cerebro del niño necesita precisamente el tipo de interacción uno a uno que le proporciona la madre. Es interesante que un artículo de Newsweek que estudia los descubrimientos que llevaron a esta conclusión no hace referencia a las madres como las proveedoras de esa interacción. En vez de eso, habla de la necesidad de una “educación intensiva temprana en un centro de día durante cuatro meses” (Shaton Begley, “Your Child’s Brain”, Newsweek, 19 de febrero de 1996, p. 61).

Al mismo tiempo que las sustitutas de la madre bien pagadas podrían ofrecer la interacción que se necesita para el desarrollo del cerebro, el coste sería prohibitivo. Una mujer que tenga un trabajo con un sueldo bajo no puede permitirse el lujo de pagar a una profesional para que haga su papel de madre. Los que quieren que todas las mujeres estén en la población activa reconocen esto y exigen a los gobiernos un subsidio para guarderías pero, ¿de dónde procederían los subsidios? De los impuestos sobre las familias –impuestos que obligarán a las madres a entrar en la población activa.

Los bebés vienen con los proveedores comprometidos de guarderías que tienen voluntad y pueden proveer la interacción uno a uno que se necesita para el desarrollo del cerebro: Las madres. Las madres no necesitan un master en educación para aprender cómo hablar con los bebés. Además, los bebés ya tienen un centro adecuado de cuidado diario totalmente equipado en casa. Y,  los bebés están mejor si no son expuestos a niños enfermos, particularmente desde que se culpa a las infecciones de oídos frecuentes en la infancia de problemas posteriores de lenguaje.

Las feministas se quejan de que la mujer está hecha para sentirse culpable cuando pone a sus hijos en una guardería y esto se debe probablemente a que la mayoría de las mujeres sabe que incluso la mejor guardería es una imitación de segundo nivel de un hogar y de una madre. Y, muy pocas mujeres trabajadoras pueden permitirse el lujo de lo mejor.

Los grupos de presión pro-familia argumentan que en vez de subsidios para guarderías y créditos para cuidar a los hijos para las madres trabajadoras, debería haber créditos para todos los niños, o mejor, impuestos significativamente más bajos para todas las familias, para que las madres no se vean forzadas a entrar en la población activa.

Esta solución no sería aceptable para las feministas radicales y de género, ya que su versión de la potenciación del poder de la mujer requiere que todas las mujeres estén empleadas en trabajos remunerados y sean económicamente autónomas. La definición de la potenciación del poder de la mujer como independencia económica ignora la realidad de las vidas de las mujeres. El embarazo, el tener los hijos y la maternidad afectan a la participación de la mujer en el lugar de trabajo. Cuando una mujer no tiene empleo por las responsabilidades de la familia, depende de su marido y del padre de sus hijos para el respaldo económico. Esta “dependencia económica” posibilita a la mujer elegir la maternidad. El énfasis sobre el trabajo remunerado ignora los deseos de la mujer. La posición pro-familia respalda el derecho de la mujer a decidir por sí misma si trabajará a tiempo completo, si será una madre a tiempo completo o elegirá un trabajo a media jornada para poder dedicar sus energías a su familia.

Obligar a todas las mujeres a entrar en la población activa tiene otros efectos económicos. Aumenta la oferta de trabajadores, bajando así la demanda y bajando los sueldos. Si los hombres no pueden respaldar a sus familias con un simple sueldo, se obliga a más mujeres a entrar en la población activa, activando una espiral descendente. Cuando las mujeres de los países pobres son contratadas en la población activa por sueldos extremadamente bajos, los empleos se mudan a esos países y la posibilidad de los hombres de mantener a sus familias también se deteriora.

Cuando se obliga a los dos padres a trabajar, se incrementa el estrés en la familia. Los hijos en edad escolar reciben menos supervisión. Esto incrementa la necesidad de varios tipos de programas de gobierno y los impuestos para pagarlos.

Una forma que utilizan las familias para arreglárselas con este estrés es limitar sus familias a uno o dos hijos. Al mismo tiempo que la mayoría de la gente cree que el mundo sufre una explosión de falta de control de población, el problema económico importante del próximo siglo será la escasez de nacimientos. Una población en proceso de envejecimiento dependiente de la salud cara del gobierno y de programas de jubilación demandará el aumento de subsidios de un grupo de trabajadores que está disminuyendo. Esto a su vez incrementa la carga de impuestos.

Las feministas insisten en que las mujeres que trabajan fuera de casa consiguen autonomía económica pero si la mayor parte del sueldo de una mujer es para los impuestos más altos, las guarderías y el coste de servicios adicionales, puede que una mujer esté marginalmente mejor. Algunas mujeres argumentan que una mujer en casa tiene verdadera autonomía. Ella es su propia jefa, lleva su casa, organiza su tiempo y toma sus propias decisiones. Con mucha frecuencia, controla los ingresos familiares y toma la mayor parte de las decisiones de gastos.

Las feministas tienen mucho interés por quién toma las decisiones. Quieren las cuotas de cincuenta/ cincuenta en todos los puestos de tomas de decisiones, particularmente en las tomas de decisiones de alto nivel. Pero la mayoría de las mujeres no se sienten más liberadas si el burócrata o el político que toma las decisiones que influyen en sus vidas es una mujer. Lo que ellas quieren es tomar sus propias decisiones o que sus decisiones se tomen en el nivel más bajo de gobierno en el que se puedan oír las voces de las mujeres comunes.

            Las grandes soluciones del gobierno previstas en la plataforma de Beijing suponen que se tomen las decisiones fuera del nivel local y le confieren poder a las burocracias. El poder se toma de la gente y se le da al gobierno. Autorizar las cuotas sobre las burocracias no devolverá el poder a las mujeres comunes.


ROLES TRADICIONALES


            De todos los párrafos de la Plataforma de Beijing, el que las mujeres pro-familia encontraron más ofensivo fue el insulto gratuito del párrafo 77, que condenaba el currículum escolar por mostrar al hombre y a la mujer en “roles masculino y femenino tradicionales”. El párrafo dice que “los roles femenino y masculino tradicionales… le niegan a la mujer oportunidades para una posición completa e igual en la sociedad”.

            Las mujeres pro-familia rechazan la idea de que las madres a tiempo completo sean ciudadanas de segunda clase retenidas en roles subordinados y serviles, esperando ser liberadas por el empleo a tiempo completo para que la sociedad pueda tomar ventaja de sus talentos. “No se nos han negado oportunidades”, señalaba una de las mujeres pro-familia. “Estas feministas parecen creer que no salimos de casa. Estamos aquí en Beijing”.

            Típica de las mujeres pro-familia en Beijing era Cecilia Royals, madre de ocho hijos, fundadora del Instituto Nacional de la Mujer y organizadora del Bienestar del grupo de las mujeres. Cecilia no puede ser clasificada entre las ricas y privilegiadas. Su esposo es profesor en un colegio privado. Tres de sus hijos tienen serios defectos de nacimiento. Su activismo no le disminuye su compromiso con la familia, precisamente porque no tiene que trabajar fuera de casa. Los visitantes de la pequeña pero pulcra casa de los Royals a las afueras de Washington sienten como si hubiesen entrado en una escena de una novela de Louisa May Alcott. Los niños ayudan con la cena y después de la comida hay un recital de piano y se leen poesías.

            Karen McNeil, una encantadora madre y esposa de Memphis, ha tenido una parte activa en su comunidad e iglesia, organizando un grupo que ayuda a las mujeres embarazadas a encontrar medios para tener sus bebés y respaldando la batalla contra los asuntos de orientación sexual. Cuando oyó hablar de la conferencia de Beijing, se sintió llamada a asistir. Recaudó el dinero hablando a grupos de Memphis. Karen, una verdadera magnolia de acero, había estado preocupada por los riesgos de ir a China pero cuando llegó el momento de adoptar una postura, Karen se unió a otras cinco mujeres americanas que estaban de pie con una pancarta en una protesta silenciosa por el incumplimiento americano de respaldar a la familia y a la vida. Como consecuencia, ella y el resto de mujeres fueron puestas bajo custodia. Sus credenciales fueron confiscadas y fueron puestas bajo arresto en el Hotel Catic. Es interesante advertir que cuando las activistas lesbianas hicieron una protesta escandalosa en la conferencia, ni fueron arrestadas ni penalizadas.

            La maternidad a tiempo completo no quiere decir que una mujer no tenga tiempo para nada más. Además de enseñar a dos de sus cuatro hijos, Genevieve Kineke edita la revista Hearth, de su sala familiar. Actualmente está desarrollando una página en la web de World Wide para la Alianza de Mujeres Católicas. Preparó materiales de presiones políticas para las conferencias de El Cairo y de Beijing que incluía el siguiente Manifiesto por la Maternidad, que fue hecho circular a los delegados en la PrepCom:

El Manifiesto de la Maternidad

·         Toda mujer que crea que su lugar esté en su casa debe tener la posibilidad de estar ahí.

·         No se obligará a la mujer a trabajar fuera de casa, ya sea por la ley, por la economía o la presión social. Las madres que trabajan fuera de casa tendrán el permiso suficiente para recuperarse del parto, dar el pecho a sus bebés y cuidar a los miembros enfermos de su familia.

·         Los gobiernos deben proteger la seguridad económica de la mujer que trabaja en casa.

·         Ninguna mujer será obligada, coaccionada, pagada o sobornada para rendirse o poner en peligro su potencial reproductivo por medio de la esterilización, la anticoncepción, el aborto o el servicio sexual o reproductivo.

·         No debe obligarse ni coaccionar, sobornar o pagar a ninguna mujer para matar o vender a sus hijos, ya sea antes o después del nacimiento.

·         El aborto, ya sea legal o ilegal, plantea un peligro para la salud física, psicológica y espiritual de la mujer. El aborto tiene relación con el cáncer de pecho. La fácil disponibilidad del aborto disminuye el respeto por la mujer, los hijos y por la vida. Por tanto, se debe desalentar el aborto y los gobiernos, familias y comunidades deben dirigir los problemas que conducen al aborto. Es decir, el sexo fuera del matrimonio, la pobreza y la pérdida de respeto por la vida humana.

·         El matrimonio es la mejor protección de los derechos de la madre. Los derechos de una mujer en el matrimonio deben protegerse. Los gobiernos deben promulgar legislación social y políticas de impuestos que respalden al matrimonio. No se debe obligar a ninguna mujer a casarse en contra de su voluntad.

·         La infidelidad y la promiscuidad masculina ha transmitido una serie de enfermedades de transmisión sexual a las castas esposas. Se debe desalentar por la ley y la presión social toda actividad sexual externa al matrimonio.

·         La industria del sexo plantea una amenaza al matrimonio, a la salud reproductiva de la mujer, a la seguridad financiera de las familias, y al respeto de la sociedad a la mujer en general. Todos los aspectos de la industria del sexo –prostitución, shows de sexo en directo, pornografía, películas y vídeos explícitos, incluyendo vídeos de rock y publicidad que explota a la mujer, deben prohibirse legalmente y desalentarse por la presión social.

·         Toda madre, en unión con el padre, debe tener el control de la educación de sus hijos.

·         La mujer debe recibir la formación que reconozca la diversidad del trabajo dentro y fuera del hogar que pueda desempeñar durante su vida.

·         Las madres deben tener tiempo para educar a sus propios hijos dentro del hogar, particularmente en asuntos de religión, tradiciones familiares y herencia cultural. La educación formal no debe ser tan exigente durante el tiempo ni dejar sin la energía de los hijos que sufre la familia o que la educación centrada en la familia sea imposible. Los colegios públicos deben reconocer que los padres son los principales educadores de sus hijos y que los colegios están al servicio de los padres.

·         Los padres deben tener el derecho y la capacidad económica para elegir la educación que estimen más apropiada para sus hijos, incluyendo la formación religiosa y la educación en un colegio de un solo sexo.

·         Las mujeres deben tener el derecho y la oportunidad de involucrarse en el activismo social, particularmente en las áreas en las que perciban una amenaza para ellas mismas, sus hijos o sus familias, incluyendo la amenaza de la explotación sexual de los hijos y los medios anti-familia. La libertad de expresión y de prensa no debe ser una defensa de las violaciones de los derechos de los padres a proteger a sus hijos de lo que ellos determinan que son una influencia perniciosa o peligros para la educación religiosa, inocencia o salud de sus hijos.

            Una verdadera colaboración entre el hombre y la mujer no necesita el trabajo doméstico y el empleo por igual. La maternidad a tiempo completo le da a la mujer libertad para controlar su tiempo y energía, de la que con frecuencia  carecen las madres trabajadoras. La división del trabajo en la familia es eficaz. Los esposos, libres de las preocupaciones de cada día del hogar, pueden dedicar sus energías a sus trabajos. Las mujeres bien organizadas pueden administrar el trabajo doméstico y el cuidado de los hijos, incluso de familias numerosas, y todavía tener tiempo y energías para hacer un impacto adicional sobre la sociedad. Las mujeres quieren la libertad para decidir lo que es mejor para ellas.

            Muchas mujeres quieren estar en casa pero se han visto forzadas a entrar en la población activa. De lo que no son conscientes muchas veces las mujeres es de que la presión económica sobre las mujeres no procede de fuerzas inexorables de mercado. Alguien ha planeado esto, lo ha orquestado, y está encantado de que las mujeres se vean  obligadas a entrar en la población activa. Las feministas de género dicen: “Hoy las mujeres tienen que trabajar”. Lo que no dicen es que ellas han estado trabajando para asegurarse de que toda mujer tenga que trabajar.


CAPÍTULO TRECE: EL CONSEJO DE EUROPA


            Al volver a casa después de la PrepCom, algunas de las ONGs y delegadas pro-familia tuvieron la oportunidad de leer la pila de material que habían cogido de las mesas que estaban alrededor de las salas de la reunión. Entre este material se encontraba un informe de una conferencia organizada por el Consejo de Europa. Este informe, titulado “Igualdad y Democracia: ¿Utopía o Desafío?”, muestra la relación que existe entre la teoría feminista y los programas de gobierno.

            El Consejo de Europa, que promueve estudios de asuntos sociales y culturales entre las naciones europeas, organizó un encuentro de alto nivel en el Palais de l’Europe de Estrasburgo, del 9 al 11 de febrero de 1995, como parte del proceso preparatorio para la conferencia de Beijing. Alrededor de 250 personas asistieron al encuentro, incluyendo representantes de los estados miembros del Consejo de Europa, otros estados de Europa, representantes de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales y expertos. La primer ministro de Eslovenia, Janez Drnovsek y la diputada primer ministro de Suecia, Mona Sahlin, co-presidían la conferencia. La presidenta de Irlanda, Mary Robinson, dio el discurso principal. La presidenta de Islandia, Vigdís Finnbogadóttir, presentó las conclusiones finales.

            La página treinta y nueve del informe publicado en Inglés y Francés proporciona un nexo importante entre la teoría feminista y la Agenda de Género de la plataforma de Beijing. Algunas de las secciones de la plataforma de Beijing están abiertas a múltiples interpretaciones pero el informe del Consejo de Europa revela que el pensamiento de los que respaldan la perspectiva de género y sus últimos objetivos. El informe del Consejo de Europa también revela que los promotores de la Agenda de Género tienen un poder y una enorme influencia y que tienen la intención de utilizarlos.

            En su discurso en la conclusión del encuentro, la Presidenta Finnbogadóttir hizo hincapié en la importancia de “promover una perspectiva de género”:

            Si estamos convencidas genuinamente de la necesidad de profundizar la democracia de forma estructural, se requieren estrategias en muchas facetas para abandonar los patrones dominantes que tienden a confinar a la mujer y al hombre a roles estereotipados en la sociedad y debemos promover una perspectiva de género al hacer política. (Consejo de Europa, “Igualdad y Democracia: ¿Utopía o Desafío?” (Palais de l’Europe, Estrasburgo, Febrero de 1995), p. 35).


CUOTAS O PARIDAD


            En su discurso, la Presidenta Finnbogadóttir admite que el objetivo del movimiento de la mujer ha cambiado de la igualdad de iure (igualdad legal), que admite que se ha conseguido ampliamente, a la igualdad de facto (igualdad estadística). En el informe está claro que las participantes de Estrasburgo comprenden con claridad los obstáculos para la igualdad de facto y que se necesita asegurar las medidas para que los hombres y las mujeres participen en el mismo número en las diferentes actividades de la sociedad.

            Las participantes en Estrasburgo dan por supuesto que el objetivo es la democracia de la paridad (cincuenta/ cincuenta, representación masculina/ femenina). La siguiente cita, impresa tal y como aparece en el original, es la conclusión del capítulo sobre la “Participación Igual de Personas y Grupos: El Desafío de la Democracia de la Paridad” (Consejo de Europa, p. 9):

            En conclusión, muchas delegaciones estaban de acuerdo en:

            El hecho de que muchas mujeres sufren una seria desigualdad con respecto al derecho de participar en la democracia.

            La necesidad de abolir los obstáculos que entorpecen esa participación a priori (es decir, los condicionamientos culturales y religiosos, la dependencia social y económica, la segregación de la educación y la formación que no satisface las necesidades de la mujer).
            La adopción, como medio para la búsqueda activa de la igualdad y de conseguir una democracia más representativa para todos los ciudadanos –tanto los hombres como las mujeres- de: cuotas o de paridad.

            El informe ofrece varias explicaciones del por qué la igualdad de oportunidades no ha tenido como consecuencia la igualdad estadística:

            El grupo revisó los varios factores que explican el bajo nivel de participación femenina en la vida pública. Entre estos, se puso un acento particular en el asunto de la maternidad (libertad de opción y cuidado de los hijos) y las diferencias en la condición social de las mujeres. (Consejo de Europa, p. 10).

            Según esta visión, las mujeres se ven forzadas a la maternidad y al cuidado de los hijos porque no tienen acceso al aborto y porque les han lavado el cerebro para que deseen ser madres. La libertad de la maternidad es una condición necesaria para la igualdad de la mujer. El informe da por supuesto que la mujer debe elegir desarrollar una carrera política antes que ser madre. Las participantes en Estrasburgo quieren estar seguras de que la siguiente generación de mujeres estará condicionada de forma adecuada: “La educación es una estrategia importante para cambiar el prejuicio del género en el proceso de socialización de chicos y chicas. El acento se puso en el uso de los libros de texto sin imágenes estereotipadas de los roles tradicionales del hombre y la mujer” (Consejo de Europa, p. 23).

            Las imágenes estereotípicas a las que hacían referencia son las imágenes de la mujer como esposa y madre: “Ya es hora de dejar claro que los estereotipos de género están anticuados: los hombres ya no son solamente los machos que ganan el pan y las mujeres no son sólo esposas y madres. La influencia psicológica negativa de mostrar estereotipos de la mujer no debe subestimarse” (Consejo de Europa, p. 26).

Las participantes en los debates de Estrasburgo parecen temer que ver imágenes de mujeres como esposas felices y madres podría tentar a mujeres y chicas a dejar las aspiraciones políticas. El trabajo del hogar se ve como una carga de la que se debe liberar a la mujer para que pueda conseguir la paridad en la vida política y pública.

            “Se debe liberar a la mujer de la carga de tener dos trabajos, que pueden afectar adversamente a sus posibilidades de trabajo, alterar su vida privada y familiar y les impide tomar parte en la vida política y pública” (Consejo de Europa, p. 38).

            No hay ninguna referencia a las mujeres que preferirían verse aliviadas de la carga del trabajo fuera del hogar para poder dedicar sus energías al cuidado de sus familias.

            En los países en cuestión todas las mujeres tienen el derecho legal e igual que los hombres de participar en el proceso político –el derecho al voto, a participar en los partidos políticos, a ser candidata, a presionar. Las “desigualdades” específicas no son desigualdades en el derecho a participar sino desigualdades en el índice de participación. Aunque las participantes de Estrasburgo no lo admiten, lo que en verdad se tiene como objetivo aquí son las opciones de las mujeres –la elección de ser madres, la elección de no ser candidata, la elección de votar a hombres más que a mujeres. “Las cuotas o paridad” es el medio por el que los defensores de la perspectiva del género desautorizan las decisiones de las mujeres.


FUNDAMENTALITAS


            El informe del Consejo deja claro que la igualdad, definida como paridad, es la norma por la que debe evaluarse todo lo demás: “El avance de la igualdad de la mujer y todo el disfrute de la mujer de sus derechos humanos es una obligación legal y moral fundamental del Consejo de Europa y de la comunidad internacional” (Consejo de Europa, p. 16).

            Las participantes de Estrasburgo reconocieron que una estrategia para lograr su versión de la igualdad requiere “medidas diseñadas para cambiar actitudes” (Consejo de Europa, p. 11). Y, apuntaron a la cultura, la tradición, prácticas de costumbres y particularmente la religión, como las fuentes de resistencia: “El auge de todas las formas de fundamentalismo religioso se vio como una amenaza particular al disfrute de las mujeres de sus derechos humanos y de la participación total de la mujer en la toma de decisiones en todos los niveles de la sociedad” (Consejo de Europa, p. 13).

            Uno de los problemas al tratar este tipo de ataque a la religión es que la religión está unida a la cultura y las normas culturales. Para los secularistas las tres son creaciones humanas y por tanto, responsables ante la sociedad civil. Por supuesto, existen abusos reales de la igualdad, de los derechos y la dignidad de la mujer que han sido justificados por alicientes de la cultura, la tradición e incluso de la religión, pero la libertad religiosa es también un valor importante que también debe protegerse. El informe exige a los gobiernos que interfieran en la interpretación de la religión: “Los gobiernos, las instituciones religiosas y todos los sectores de la sociedad deben reconocer las reivindicaciones legítimas de las mujeres de tener un rol significativo en la definición e interpretación de las normas religiosas, culturales y de costumbres y deben dar pasos activos para alentar la implicación de la mujer en estos procesos” (Consejo de Europa, p. 18).

            En otras palabras, las doctrinas consideradas por los creyentes como la verdad revelada por Dios deben ser juzgadas y aceptadas como legítimas solamente si promueven la participación estadísticamente igual.  Además, el informe exige al Consejo de Europa para investigar la religión: “El Consejo de Europa debe iniciar estudios comparativos de las influencias que las diferentes culturas, religiones y tradiciones juegan en el incremento y el impedimento de la total realización de los derechos humanos de la mujer en los estados miembros del Consejo de Europa” (Consejo de Europa, p. 18).

            La libertad religiosa, como consecuencia de estas políticas, debería estar subordinada a la demanda de igualdad estadística.


LA AGENDA SEXUAL


            La razón para el ataque a la religión no es difícil de descubrir. En la conferencia de El Cairo sobre la población, los delegados musulmanes y católicos bloquearon los intentos de crear nuevos derechos reproductivos y sexuales. Como conseguir un consenso en esta área parece improbable, los participantes rechazan el sistema de consenso: “Al mismo tiempo que el consenso puede ser un método deseable de proceder en muchas circunstancias, se sentía que la búsqueda de consenso a cualquier precio era potencialmente peligrosa para la realización total de los derechos humanos de la mujer” (Consejo de Europa, p. 14).

            Las participantes en Estrasburgo querían la ampliación de los derechos humanos para incluir el derecho al aborto, a la actividad sexual fuera del matrimonio, a la sexualidad adolescente y al lesbianismo:

            El derecho a la libre elección en asuntos de reproducción y estilo de vida se consideraba un derecho fundamental de la mujer. El disfrute de los derechos sexuales y reproductivos es un prerrequisito para que la mujer tenga genuina auto-determinación…

            Las voces de las jóvenes deben oírse ya que la vida sexual no se atribuye exclusivamente a la vida matrimonial. Esto lleva al punto del derecho a ser diferente, ya sea en términos de estilo de vida –la opción de vivir en una familia o de vivir solo, con o sin hijos- o las preferencias sexuales. Los derechos reproductivos de las mujeres lesbianas deben ser reconocidos (Consejo de Europa, p. 25).

            Los “derechos reproductivos de las mujeres lesbianas” incluirían el derecho a adoptar niños y a utilizar bancos de esperma y otras formas de tecnología reproductiva, incluyendo la madre de alquiler.

            El informe culpa al control masculino de la religión del no poder conseguir “la opción libre en la reproducción”: Son aplastantemente los hombres los que controlan el proceso de interpretar y definir las prácticas religiosas, culturales o tradicionales relevantes, y como consecuencia estas normas se definen de formas patriarcales que limitan los derechos humanos de la mujer, especialmente al afirmar el control sobre la sexualidad de la mujer y al confinar a la mujer en roles que refuerzan y perpetúan su subordinación” (Consejo de Europa, p. 15).

            Al mismo tiempo que este análisis refleja el pensamiento feminista sobre la religión, ignora los hechos. La doctrina cristiana, judía y musulmana condena toda actividad sexual fuera del matrimonio –tanto del hombre como de la mujer- y, siguiendo la lógica de este informe, esto limitaría tanto “los derechos humanos” del hombre como los de la mujer. Las doctrinas religiosas tradicionales sobre el matrimonio, si se siguen, protegen a la mujer de la explotación sexual y de la maternidad soltera.

            La preocupación de los delegados del PrepCom de que “la perspectiva de género” ocultaba la defensa de la homosexualidad estaba bien fundada. En lo que fallaron fue en que no reconocieron que la promoción de la perspectiva de género va acompañada invariablemente de un ataque sin tregua a las religiones tradicionales.

            Como los participantes del encuentro del Consejo de Europa incluían a representantes de los gobiernos de la Unión Europea, el informe ofrecía una indicación clara de lo que podía esperarse de la UE durante la conferencia de Beijing. La mayoría creía que muchos factores, incluyendo los biológicos, la experiencia de vivir como hombre o mujer, la cultura, la tradición y las decisiones de libre voluntad funcionan juntas para crear las diferencias entre el hombre y la mujer.

           


















TERCERA PARTE






CAPÍTULO CATORCE: LA INDEFINICIÓN DEL GÉNERO


Cuando la ampliada PrepCom terminó en abril, el borrador estaba todavía fuertemente entre paréntesis y la palabra clave género no se había definido. Se programó que un grupo de contacto se reuniese en mayo para debatir una definición. El periodo intermedio le dio al Sistema de Género tiempo para presionar a los países pro-familia para que no aceptasen la definición de género de los pro-familia como que hace referencia a los dos sexos.

La Coalición por la Mujer y la Familia Intentó influir en los delegados del grupo de contacto, con hojas de propaganda e información sobre la agenda radical feminista como la que se muestra debajo:

GÉNERO
DEFÍNELO O NO LO UTILICES

La Palabra Género se ha politizado. Si se va a utilizar en el texto, debe definirse para que todos puedan estar de acuerdo en lo que significa.

            Algunas feministas radicales utilizan “Género” en contraste con “sexo”. “Sexo” hace referencia a la realidad biológica de masculino y femenino. “Género” hace referencia al condicionamiento social y a las prácticas culturales relacionadas con la masculinidad y la feminidad.

            Los que defienden esta definición lo hacen porque creen que todas las diferencias evidentes entre el hombre y la mujer no son naturales sino producidas por la “socialización opresiva del género” y la mujer será libre sólo cuando ya no se vea obligada a ser femenina por su cultura.

            Además creen que mientras que el “sexo” está fijado, las personas pueden elegir su “género”. Esta interpretación es particularmente popular entre los homosexuales y las lesbianas.

            Esta definición le declara la guerra a la feminidad natural.

            La “perspectiva de género” es esencialmente una interpretación neo-marxista de la historia del mundo, bajo la que el “género”, no la clase ni la raza, se ve como la categoría fundamental de represión, porque el género trasciende todas las categorías.

            Bajo la “Perspectiva de Género” todo se ve como parte de la lucha de poder entre el hombre y la mujer. La “Perspectiva de Género” en este contexto hace referencia a una “revolución de clase sexual” de las mujeres contra los hombres.

            Antes de que las naciones del mundo den su consentimiento a cualquier Plataforma para la Acción que incluya la palabra “Género” deben exigir una definición clara del término o volver a colocar el término “Género” con un lenguaje sin ambigüedad”.

Coalición por la Mujer y la Familia

            Las hojas de publicidad pro-familia y las presiones políticas demostraron no encajar con el brazo tergiversador entre bastidores de los Estados Unidos, los poderes europeos, las agencias de la ONU y otros partidos interesados. Un oficial de un gobierno africano comentó que nunca antes había experimentado una presión igual. Para los países que afrontan severas realidades económicas, tomar una posición que pondría en riesgo sus relaciones con los poderosos donantes de ayudas y los que aprueban las aplicaciones de préstamos no era una opción.

            Los delegados pro-familia, principalmente de las naciones desarrolladas, querían una definición que incluyese referencias a los dos sexos. Sus preocupaciones eran prácticas más que filosóficas. Querían estar seguros de que no había una aceptación oculta de la homosexualidad en la definición. Los Estados Unidos, Canadá y otros defensores de la Agenda de Género querían una definición que hiciera referencia a los roles construidos socialmente. La representante de Estados Unidos había dicho a la prensa que los Estados Unidos estaban esperando un “embotamiento creativo”.

            En la primera reunión, el debate se quedó atascado inmediatamente. Los delegados de Honduras, Guatemala, Benin, Malta y la Santa Sede habían expresado su preocupación por la definición de género como roles de construcción social. Mercedes Wilson, la delegada de Guatemala, hizo una petición apasionada de una definición de género que mencionase específicamente los dos sexos y que no incluyese ninguna referencia a los “roles construidos, determinados y atribuidos socialmente”. Sugería que las palabras sexo, masculino, femenino y mujer se pudiesen sustituir por género siguiendo el patrón de la traducción francesa.

            La presidenta, Doña Selma Ashipala, de Namibia, decidió por su cuenta la tarea de escribir una definición, que fuese presentada en el siguiente encuentro. Su definición se lee como sigue:

            Durante la última reunión del comité preparatorio de la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer, surgió un problema con respecto al significado de la palabra género en el borrador de la conferencia de Plataforma para la Acción. Para examinar este asunto, el comité preparatorio decidió formar un grupo de contacto en Nueva York, con la ponente, Doña Selma Ashipala de Namibia, como presidenta. El comité preparatorio autorizó al Grupo de Contacto que buscase un acuerdo sobre el significado que se comprende generalmente de género en el contexto de la Plataforma para la Acción e informar directamente en la Conferencia de Beijing.

            Habiendo considerado el asunto concienzudamente el Grupo de Contacto advirtió que: 1) la palabra género se ha utilizado y comprendido generalmente en su uso ordinario, aceptado comúnmente en otros numerosos foros y conferencias de la ONU; 2) No había indicación de que hubiese intención de darle un nuevo significado o connotación al término, diferente del uso aceptado anteriormente, en la Plataforma para la Acción; 3) en el contexto de la Plataforma para la Acción el significado de la palabra género se refiere a los roles construidos socialmente desempeñados y que se esperaban del hombre y la mujer en la sociedad, además de las responsabilidades y oportunidades del hombre y la mujer que surgen de estos roles.

            Así pues, el Grupo de Contacto estuvo de acuerdo en reafirmar que la palabra género como es utilizada en la Plataforma para la Acción de la Cuarta Conferencia de la Mujer tiene la intención de ser interpretada y comprendida como lo es en su uso ordinario y aceptado generalmente.

            Lo extraño de esta declaración es que no reflejaba la verdad. La declaración afirma que “la palabra género se ha utilizado y comprendido en su uso ordinario y aceptado generalmente en otros numerosos foros y conferencias de la ONU”.

            Para la mayoría de los delegados que participan en las conferencias, el inglés no es su lengua nativa y, por lo tanto, dependen de las definiciones del diccionario. Buscando un número de diccionarios, una encuentra que la primera y principal definición de género hace referencia a la gramática y describe palabras. Los nombres, pronombres y adjetivos en algunas lenguas tienen género, usualmente masculino, femenino y neutro. El género en gramática se refiere a clases o grupos de cosas. La definición secundaria es como un equivalente a sexo, queriendo decir masculino o femenino. Los “roles de construcción social” que pueden cambiar no estaban enumerados en ningún diccionario de inglés ni de ninguna lengua extranjera como definición.
            La definición de género como “roles de construcción social que pueden cambiarse” no era su uso ordinario y aceptado generalmente”. El uso podría ser aceptado generalmente entre las feministas, pero apenas es ordinario. Bella Abzug, en su discurso a las delegadas sobre este asunto, había admitido que “el significado de la palabra género ha evolucionado”. En efecto, se había creado un significado totalmente nuevo.

            La segunda declaración, “No hay indicación de que haya intención de darle un nuevo significado o connotación al término, diferente del uso aceptado anteriormente, en la Plataforma para la Acción”, tampoco reflejaba los hechos. Existía una diferencia sustancial entre la forma en que género se utilizaba en el borrador de Beijing y su uso en otras conferencias. 

            No hay evidencia de que este cambio en el significado de género se haya debatido o se haya acordado por las delegadas en la asamblea general o en cualquiera de las conferencias importantes. El Establecimiento del Género simplemente se había hecho aprobar y estaban determinados a proteger lo que venía a ser lo mismo que un golpe de efecto.

            La definición ofrecida en la tercera sección de la declaración, “el género se refiere a los roles construidos socialmente desempeñados y que se esperaban del hombre y la mujer en la sociedad, además de las responsabilidades y oportunidades del hombre y la mujer que surgen de estos roles”, representaba una capitulación total de la ideología feminista de género. Algunos delegados pro-género intentaron argumentar que este sólo hacía referencia a las situaciones en las que a la mujer se le negaba de forma arbitraria el trabajo, por ejemplo, como piloto de Aerolíneas. Este argumento era contradicho por el texto de la plataforma, donde el uso de la palabra género aparece en casi todos los párrafos. La insistencia en la necesidad de “promover una perspectiva de género” en todos los programas y las referencias a los “análisis de género”, la “formación de sensibilidad de género”, “asuntos de género”, “aspectos de género”, etc., dejó claro que lo que estaba en juego era mucho más que si las mujeres podían ser pilotos o no.

            El punto muerto se resolvió de forma comprensible sólo para los que están acostumbrados al mundo bizantino de la diplomacia de la ONU. Los delegados del grupo de contacto, por las objeciones vigorosas de la Señora Wilson, suprimieron la tercera sección y aceptaron el resto de la declaración. Así, ahora el género se define “como se ha utilizado y comprendido comúnmente” pero no se da ninguna definición. Como el grupo de contacto se formó porque no había una comprensión común, esto era, para decir lo menos, poco sincero.

Es verdad que no se obligó a los delegados pro-familia a aceptar una definición que incluyese “roles construidos socialmente”. Por otra parte, los promotores de la perspectiva de género no se vieron forzados a admitir que sólo hay dos sexos. La indefinición permitió a la burocracia de la ONU para proceder con su proyecto de imponer una perspectiva de género en el mundo y definir género como roles construidos socialmente.

Los promotores de la Agenda de Género consideraron la indefinición como una victoria porque ya habían insertado el concepto de roles de género construidos socialmente en el documento de Beijing en dos párrafos. El párrafo 50 (48) se refiere a “la rigidez de los roles de género atribuidos a la sociedad”. El párrafo 28 (27) dice en parte:

Los límites de la división de género del trabajo entre los roles productivos y reproductivos se están cruzando gradualmente mientras la mujer ha comenzado a entrar en las áreas de trabajo anteriormente dominadas por los hombres y los hombres han empezado a aceptar mayores responsabilidades en las tareas domésticas, incluyendo el cuidado de los hijos. Sin embargo, los cambios en los roles de la mujer han sido mayores y mucho más rápidos que los cambios en los roles del hombre. En muchos países, las diferencias entre los logros y las actividades de la mujer y del hombre no se reconocen todavía como consecuencias de los roles de género construidos socialmente más que de diferencias biológicas inmutables.

Está claro en este contexto que el rol reproductivo que implica “responsabilidad para las tareas domésticas, incluyendo el cuidado de los hijos” bajo discusión es el de la maternidad.

Posteriormente, varios delegados comentaron que no comprendían cómo pudo aceptarse este párrafo en la PrepCom. Sin embargo, dado el caos de los debates y el número de asuntos polémicos que hubo durante la PrepCom, no es sorprendente que pasase una gran cantidad de tonterías por los delegados pro-familias que se encontraban muy estresados. Algunos creen que el tamaño y la complejidad del borrador fue parte de una estrategia planificada cuidadosamente. Las fuerzas pro-familia se habían anotado una victoria inesperada en El Cairo. Su oposición estaba determinada a no volver a ser sorprendida de nuevo sin preparación. Con tantas secciones polémicas en el borrador –muchas de las cuales estaban destinadas a ser polémicas- los promotores de la Agenda de Género podían tener la relativa confianza de que la alianza pro-familia se concentraría en las secciones de salud sexual y reproductiva y no podrían montar una oposición eficaz a los demás aspectos de la Agenda de Género.


NEGANDO LAS DIFERENCIAS


La última frase del párrafo 28 (27), que dice: “En muchos países, las diferencias entre los logros y las actividades de la mujer y del hombre no se reconocen todavía como consecuencias de los roles de género construidos socialmente sino de diferencias biológicas inmutables”, es el núcleo de la Agenda de Género. También se puede demostrar que es falso.

Muchas, aunque no todas, de las diferencias de las actividades y logros del hombre y de la mujer son producidas por diferencias biológicas inmutables. Los hombres son más rápidos, son más fuertes físicamente, son mejores en las matemáticas y en el ajedrez, son más agresivos y no se quedan embarazados ni dan el pecho. Hay una gran evidencia que demuestra que el cerebro, el cuerpo y los niveles de hormonas del hombre son diferentes a los de la mujer. Los delegados de los países del Tercer Mundo consideraban la mera sugerencia de que no había diferencias entre el hombre y la mujer una verdadera estupidez.

La Agenda de Género comienza con una falsa premisa –las diferencias entre el hombre y la mujer son meras construcciones sociales- y luego sigue exigiendo que esta premisa sea “difundida” en todos los programas y todas las políticas. Según la “perspectiva de género”, como todas las diferencias entre las actividades y logros del hombre y de la mujer son artificiales, pueden y deben eliminarse.

Al mismo tiempo que los defensores de la familia rechazaron la idea de que todas las diferencias entre el hombre y la mujer son construcciones sociales, no acogieron el punto de vista opuesto; es decir, que todas las diferencias sociales y culturales entre el hombre y la mujer son producidas por diferencias biológicas inmutables y, por lo tanto, no pueden cambiarse. La mayoría creía que muchos factores, incluyendo la biología, la experiencia de vivir como hombre o como mujer, la cultura, la tradición, y las decisiones de la libre voluntad trabajan juntos para crear las diferencias entre el hombre y la mujer.

Es verdad que la sociedad transmite ciertas expectativas a los niños pero estas expectativas apenas son arbitrarias ni pueden suprimirse arbitrariamente y ser sustituidas por otras expectativas. Las niñas se harán mujeres y se quedarán embarazadas. Los niños se harán hombres que, en general, son más fuertes físicamente. Estimular a las niñas a querer sobresalir en actividades que requieren una fuerza física superior o a los niños a quedarse embarazados y dar el pecho sería absurdo y, por tanto, las sociedades no lo han hecho. Relacionar el cuidado de los hijos con la mujer apenas puede considerarse arbitrario cuando el llanto de los recién nacidos produce que las madres les den el pecho.

Es cierto que la sociedad transmite ciertas expectativas a los niños pero estas expectativas apenas son arbitrarias ni pueden suprimirse arbitrariamente y que otras expectativas las sustituyan. Las niñas se convertirán en mujeres cuando puedan quedarse embarazadas. Los chicos se convertirán en hombres, que, en general, son más fuertes físicamente. Estimular a las chicas a querer sobresalir en las actividades que requieren una mayor fuerza física o a los chicos a querer quedarse embarazados y dar el pecho sería una estupidez y, por lo tanto, las sociedades no lo han llevado a cabo. Relacionar el cuidado de los niños con la mujer apenas puede considerarse arbitrario cuando el llanto de los recién nacidos produce que se emita la leche de la madre.

            Las sociedades siempre han dividido el trabajo de la familia entre el hombre y la mujer. A la mujer siempre se le ha asignado el trabajo que le permite estar con los hijos. No sería práctico transferir este cuidado al padre cuando los bebés han dejado de mamar. Sería más sensato asignarle al hombre las tareas que requiriesen una ausencia prolongada del hogar, y eso es lo que en realidad han hecho la mayoría de las sociedades. La división del trabajo entre el hombre y la mujer en la familia afecta al trabajo del hombre y de la mujer fuera de la familia. Al mismo tiempo que no todos los hombres y mujeres llegan a ser padres, la mayoría si lo hace y deben estar preparados para cumplir con esas responsabilidades.

            Formar los jóvenes para que crean que el hombre y la mujer son lo mismo o que la maternidad es lo mismo que la paternidad, es estar engañándoles. Pronto descubrirán que se les ha engañado. Como la mujer que se me quejaba de que había sido educada creyendo que ser hombre y mujer era lo mismo pero ahora estaba casada y tenía un niño y se había dado cuenta de que le habían mentido, a los niños de hoy no les gustará cuando crezcan y se den cuenta de que se les ha engañado en ese asunto tan importante.

            La posición pro-familia respalda lo que puede describirse mejor como la “complementariedad integral”, afirmando que el hombre y la mujer son completamente iguales en humanidad, dignidad y derechos pero diferentes y complementarios por naturaleza. Cualquier chovinismo sexual, ya sea masculino o femenino, se rechaza absolutamente. Ningún sexo tiene derecho a reclamar superioridad. La complementariedad integral es un rechazo de la idea de que las diferencias biológicas entre el hombre y la mujer son irrelevantes u obstáculos que se deben superar y que por tanto el hombre y la mujer deben ser tratados igual o ser lo mismo. También se rechaza una visión fraccional de la complementariedad en la que los rasgos humanos se dividen entre el hombre y la mujer de forma estereotipada. La complementariedad integral insiste en la completa humanidad de cada persona. El hombre y la mujer no son vistos como seres opuestos sino más bien como dos ojos que están separados por unos pocos centímetros dándole al ser humano una percepción de profundidad. La raza humana existe sólo como varón y mujer y las diferencias entre los sexos le dan a la humanidad una profundidad y una penetración de la que de otra forma carecería.

            La posición pro-familia no es una rígida defensa del pasado sino un intento razonado de suprimir esas cosas que restringen de forma artificial a la mujer, al mismo tiempo que protege el derecho de la mujer a ser diferente. Los defensores de la familia tenían voluntad de entrar en debate sobre lo que era artificial y lo que era natural pero las feministas no estaban abiertas a debatir sobre el tema. Para las feministas de género, lo diferente es desigual y lo desigual es injusto.

            Cualquier injusticia real que haya podido infligirse a la mujer en el pasado, no se rectificará negándole a la mujer su originalidad específica o la naturaleza femenina específica. Ignorar las diferencias entre los sexos, o peor, verlas como obstáculos, le declara la guerra a la naturaleza humana –tanto a la naturaleza de la mujer como a la del hombre.














































CAPÍTULO QUINCE: PREPARACIONES


            La confusión de género ampliada a la División sobre la Traducción y Edición de la ONU, que en mayo publicó una versión provisional de su Glosario sobre los Asuntos de la Mujer –Español/ Inglés. El glosario tradujo género como sexo, aunque en español tiene una palabra equivalente género. El glosario definía género/ sexo como

1.    El sexo de asignación por uno mismo o los que crían a la persona. 2. En uso
mod, (especialmente feminista), un eufemismo del sexo del ser humano, con la frecuente intención de enfatizar lo social y cultural, en oposición a las distinciones biológicas entre los sexos.

            Esto no tiene sentido. Si género es el equivalente de sexo, entonces no les es asignado a la persona ni por uno mismo ni por sus padres. Según esta definición, el género de una persona puede diferir de su sexo. El glosario siguió definiendo rol de género como

            El sexo de un niño asignado por un padre. Cuando está en oposición con el sexo anatómico del niño (por ejemplo, debido a la ambigüedad genital en el nacimiento o al fuerte deseo de los padres de un niño del sexo opuesto), se pone la base para las disfunciones después de la pubertad.

Esta definición no tiene absolutamente ninguna relación con el texto ni con el uso común.

COORDINADOR INTERNACIONAL DE ASOCIACIONES, BEIJING’ 95


En junio varias mujeres pro-familia se reunieron en Roma para planificar la conferencia de Beijing. Entre ellas estaba Fenny Tatad, esposa de un prominente senador filipino, Silvia Arcadi, de Argentina y María Luisa López, de España, además de mujeres de Estados Unidos, América Latina, Italia, Francia y Alemania. Todas estaban preocupadas por la forma actual del borrador. Las mujeres de Latinoamérica insistían en que no bastaba oponerse al borrador actual. Tenían que mostrarles a sus gobiernos y a las mujeres de sus países a favor de qué se encontraban. Necesitaban una plataforma alternativa.

Aunque había poco tiempo, estas mujeres estuvieron de acuerdo en preparar una plataforma alternativa y ponerla en circulación entre varios grupos para que diesen aportaciones. Este esfuerzo habría sido imposible sin una iniciativa excepcional comenzada por la española Ana Garijo. Antes de la PrepCom, la señora Garijo había recogido las firmas de grupos españoles que representaban a miles de mujeres que estaban en contra de la Agenda de Género como se manifestó en la plataforma de Beijing. Durante la PrepCom, Garijo y sus socias españolas reconocieron que se necesitaba un esfuerzo internacional. Para llevar a cabo este desafío organizaron la Coordinadora Internacional de Asociaciones, Beijing’ 95.

Una petición a escala internacional era imposible. No había forma de contar y guardar millones de firmas. Por lo tanto, el coordinador se centró en conseguir respaldo de las organizaciones pro-familia de todo el mundo. El coordinador distribuyó un impreso que enumeraba varios puntos del actual borrador y las posiciones pro-familia sobre esos asuntos. A las organizaciones que se oponían al borrador de la plataforma y respaldaban las posiciones pro-familia se les pidió que firmasen el nombre de su organización, legalizasen el impreso bajo notario y los enviasen a España.  En el momento en que comenzó la conferencia de Beijing, la Coordinadora había recibido afirmaciones firmadas de organizaciones que representaban a más de cincuenta millones de mujeres.

Los firmantes de la Coordinadora afirmaban su respaldo a:

1)    La Declaración Universal de los Derechos Humanos que se basa en el “reconocimiento de la dignidad inherente y la igualdad de derechos inalienables de todos los miembros de la familia humana” e incluye el “derecho a la vida”, la protección de la familia “como la unidad grupal natural y fundamental de la sociedad”, la protección de la maternidad, los derechos de los padres a elegir la clase de educación que se les dará a sus hijos y la libertad religiosa.

2)    La protección de los niños y adolescentes de la exposición invasiva, indiscriminada y prematura a la información sexual explícita.

3)    Respeto al trabajo de la mujer dentro del hogar y a las mujeres que eligen ser amas de casa. El género es una manera formal de decir sexo y se refiere a los dos sexos, masculino y femenino.

4)    Acceso libre de las jóvenes a buscar una formación equilibrada que las prepare para la vida.

5)    Condena de: toda prostitución es degradante para la mujer, toda esterilización y control de nacimiento obligado; feticidio e infanticidio como violencia contra la mujer; y la condena de la manipulación de la verdad con respecto a los riesgos para la salud de los anticonceptivos y el aborto.

6)    El derecho a votar, a la carrera política y a participar en el proceso político sin discriminación ni prejuicios.

            Estas posiciones positivas a favor de la mujer fueron contrastadas con el borrador de la plataforma, que, según la Coordinadora, promovía los “derechos sexuales y reproductivos” que incluían el derecho al aborto y la actividad sexual fuera del matrimonio para todos, incluyendo a adolescentes y lesbianas; la educación sexual adolescente que promueve la actividad sexual sin estar casados y la administración de anticonceptivos sin aprobación paterna; la perspectiva de género, que se basa en “la asunción de que la maternidad, la familia y la heterosexualidad no son naturales”; los trabajos no tradicionales para la mujer sobre una formación completa, la prostitución voluntaria y las cuotas.

            La Coordinadora estuvo de acuerdo en aceptar la responsabilidad de producir, poner en circulación, traducir y promover la Plataforma para la Acción alternativa. Con sólo un poco más de dos meses hasta el comienzo de la conferencia de Beijing, los que estaban trabajando en la plataforma alternativa no tuvieron tiempo para toda la consulta que les habría gustado. Todavía, la versión de una Plataforma para las Mujeres del Mundo contenía aportes de mujeres musulmanas, católicas, baptistas y Evangélicas de todo el mundo. Los resultados, aunque todavía lo consideraban un trabajo en progreso, se tradujeron al inglés, español, portugués, alemán y francés.

            La plataforma alternativa comenzaba con una sección con secciones relevantes aplicadas de la Declaración Universal de Derechos Humanos de la ONU a los problemas actuales de la mujer y rechazaba ideas de que la “igualdad” requiere la participación estadísticamente igual:

            La mujer y el hombre son diferentes y es totalmente correcto reconocer esas diferencias, particularmente en la familia y con respecto a la maternidad, ya que ese reconocimiento no crea desventajas ni discrimina a la mujer. Negar las diferencias violaría la libertad de la mujer para expresar y cumplir sus vocaciones únicas en la familia y la sociedad. (Una Plataforma para las Mujeres del Mundo, A.2).

            Al mismo tiempo que el documento de Beijing mencionaba el matrimonio sólo de forma negativa, y nunca utilizaba las palabras las palabras esposo y esposa, la plataforma alternativa recordaba a la gente que la Declaración Universal de los Derechos Humanos respaldaba el derecho de todos los hombres y mujeres a “casarse y fundar una familia”.

            La plataforma alternativa estableció principios que deben gobernar la implementación de cualquier plan para mejorar la condición de la mujer. Estos eran, en orden de importancia: Dignidad, igualdad, complementariedad, libertad, responsabilidad, subsidiariedad, solidaridad y realismo.

            Había habido debate durante la PrepCom por la palabra dignidad. Los delegados pro-familia estaban asombrados de que hubiese oposición a la inclusión de una palabra consagrada en la propia Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU. Parece que las feministas de género eran tan dogmáticas que tenían miedo de que la palabra pudiese interpretarse como una insinuación de que había un poder externo que era el que les confería dignidad a los seres humanos, ya que se opusieron a cualquier referencia a la dignidad de la mujer.

            Los que preparaban la plataforma alternativa creían que el principio de subsidiaridad ofrecía la mejor forma de abordar la falta de control de las mujeres sobre sus propias vidas. La subsidiaridad requiere que grupos más grandes de la sociedad no usurpen las funciones que pueden administrar y controlar los grupos pequeños, en particular, la familia debe tener libertad para administrar y controlar sus propios asuntos”.

            La plataforma alternativa acentuaba que cuando el poder se concentra en manos de pocas personas, hay más probabilidades de que esas personas sean hombres y las mujeres sufren de forma desproporcionada una pérdida de influencia y de control. Aumentar el número de mujeres en los altos niveles de gobierno, sin embargo, no compensará la pérdida de libertad que experimentan las mujeres comunes en sus vidas diarias. La aplicación de este principio de subsidiaridad se vio como una forma de “aumentar de forma natural el poder y la influencia de la mujer”.

            La plataforma alternativa promovió el principio de solidaridad como antídoto a la lucha de clases promovida por la Agenda de Género. La solidaridad invita a hombres y mujeres, a todas las clases, razas y grupos, a trabajar juntos y considerar las necesidades e intereses de los demás.

            “Una Plataforma para las Mujeres del Mundo” ofrecía simples sugerencias concretas para mejorar las condiciones de la mujer en áreas de pobreza, educación, salud, paz, desarrollo, trabajo, los medios, la chica y los derechos humanos. Al mismo tiempo que los miembros del equipo sentían que podrían haberlo hecho mejor si hubiesen tenido más tiempo, estaban encantados de poder recoger en menos de 30 páginas –lo que el borrador de Beijing no pudo hacer en más de 150- un plan que reflejase realmente las aspiraciones de las mujeres del mundo.

EL VATICANO


            El Papa Juan Pablo II había tenido un papel activo al llamar la atención a la conferencia de El Cairo pero la mirada de la Iglesia a la conferencia de Beijing fue muy diferente. La delegación vaticana a la conferencia de El Cairo había estado bajo el liderazgo del Consejo Pontificio de la Familia, mientras que la Conferencia de la Mujer de Beijing fue responsabilidad del Consejo Pontificio de los Laicos. En El Cairo, las líneas de batalla estaban diseñadas con claridad. La Iglesia Católica se opuso inequívocamente al aborto, a la anticoncepción artificial y a las relaciones sexuales fuera del matrimonio, y respaldaba a la familia, los derechos de los padres y la castidad. La conferencia de El Cairo había estado bajo el control de International Planned Parenthood. IPPF impuso el derecho al aborto en todo el mundo. En Beijing, al mismo tiempo que el aborto continuó siendo una preocupación, la cuestión era la mujer.

            Mientras que las feministas retratan a la Iglesia Católica como anti-mujer por su oposición al aborto y su rechazo a ordenar a mujeres, el Papa actual ha insistido repetidamente en que la Iglesia respalda la igual dignidad y derechos de la mujer y está en contra de toda violencia e injusticia contra la mujer. El Papa Juan Pablo II había escrito repetidamente en su pontificado sobre la mujer y utilizó la conferencia de Beijing como una oportunidad para reiterar los mismos temas. El 1 de enero emitió una carta titulada “La Mujer: Maestra de Paz” en la que escribía: “La verdadera paz sólo es posible si la dignidad de la persona humana se promueve en todos los niveles de la sociedad”. “La mujer”, continuaba, está llamada a ser maestra de paz con todo su ser y en todas sus acciones porque a ellas Dios les confía el ser humano de una forma especial”. El texto acentuaba la complementariedad del hombre y la mujer, la maternidad, y el rol importante de la mujer en el mundo, además de condenar la discriminación contra la mujer.

            En mayo, el Papa recibió a la secretaria general de la conferencia de Beijing, Gertrude Mongella, y emitió una carta especial expresando la apreciación del Vaticano de sus esfuerzos. Juan Pablo acentuó que las propuestas de la conferencia debían basarse en “el reconocimiento de la dignidad inherente e inalienable de la mujer y la importancia de la presencia y participación de la mujer en todos los aspectos de la vida social” y “los derechos humanos universales”. También señaló que “la igualdad en dignidad no significa ser lo mismo que el hombre”. Advertía que “se requiere una gran sensibilidad para evitar el riesgo de prescribir la acción que esté lejos de las necesidades de la vida real y las aspiraciones de la mujer”.

            En junio el Papa escribió una carta especial a las mujeres. También dedicó varias de sus audiencias al tema. Sus intentos de calar hondo en una nota conciliadora y de acentuar la importancia de la presencia de la mujer en la vida de sus comunidades sorprendió a algunos, que estaban convencidos de que la Iglesia Católica era irremediablemente anti-mujer. Algunos comentaristas sugirieron incluso que el Papa había cambiado la doctrina Católica en esas áreas, algo que no era verdad.

            Si el Vaticano había esperado que las palabras del Santo Padre o que el que Mongella fuese católica influiría en el progreso de la conferencia, se llevó una decepción. La primera lealtad de Mongella resultó ser para sus amigas de WEDO. Casi al final de la conferencia dijo: “Estamos viendo una revolución en el obrar… No he estado aplicando mi catolicismo en esta conferencia. Si no, habría sido un desastre”.

            Bella Abzug intentó utilizar las declaraciones positivas hechas por Juan Pablo II para minar la oposición de los pro-familia a ciertas secciones de la plataforma, implicando que el Vaticano respaldaba la totalidad del documento: “La Plataforma para la Acción de Beijing es un documento de consenso que han acordado todas las naciones del mundo, incluyendo el Vaticano” (Bella Abzug defiende la Conferencia de Beijing”, The Earth Times (22 de julio de 1995), INTERNET: theearthtime@igc.apc.org).

            Al mismo tiempo que condenaba cualquier crítica de la plataforma propuesta como un intento de bloquear los “esfuerzos por mejorar las vidas de las mujeres de todo el mundo y de reducir las ganancias de la mujer”.

            Juan Pablo II acentuó lo positivo. El Dr. Joaquín Navarro Valls, director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, sin embargo, expresaba preocupación por el desequilibrio ideológico y las ambigüedades lingüísticas, advirtiendo que el género aparecía alrededor de doscientas veces y madre/ maternidad menos de diez. Cuestionaba el intento de introducir el término de orientación sexual, que podía referirse a la pedofilia. En su sesión informativa de agosto, Navarro-Valls invitó a la conferencia a “asumir con audacia una perspectiva decididamente a favor de la mujer” y expresó preocupación por si pudiese haber un intento de imponer a los países en desarrollo “un producto occidental, una filosofía socialmente reductiva, que ni siquiera representa las esperanzas y necesidades de la mayoría de las mujeres occidentales”.



THE LANCET


            En julio, un editorial del prestigioso diario médico británico The Lancet revisaba la sección de salud de la plataforma de Beijing propuesta y encontró que carecía:

            La salud es definida de una forma sorprendentemente uni-dimensional. Parece existir solamente en un contexto reproductivo. Cuando se ve a través de las lentes del control de fertilidad, la noción de “salud” es distorsionada más allá de todo reconocimiento. Este astigmatismo intelectual conduce a la ONU –y a las organizaciones no gubernamentales como la International Planned Parenthood Federation- a adoptar la potenciación del papel de la mujer y la igualdad como panaceas…

            Hafdan Mahler, Secretario General de IPPF, caracteriza a los que se oponen a la agenda de su organización –una que es muy idéntica a la de la ONU- como “oposición oscurantista”… No hay que ser ni “conservador” ni “extremista”, utilizando las palabras de Mahler, para cuestionar las asunciones sobre las que se basa el “movimiento” de salud reproductiva y de planificación familiar.

            Los eslóganes políticamente correctos atraen respaldos fáciles y muchos fondos necesarios. Apagan la apatía pública y la indiferencia. Pero deben ser examinados cuidadosamente antes de convertirse en la base de la política. El nuevo colonialismo de la agenda internacional de salud de la mujer es una estrategia peligrosa. Coloca la utopía occidental antes que el pragmatismo local, nociones expertas de lo que está bien antes que una comprensión culturalmente específica de la necesidad. La igualdad significa mucho más que alcanzar el derecho a la salud reproductiva. (“Mujeres en el Mundo”, The Lancet (22 de julio de 1995), p. 195).

DEBATE PÚBLICO


            En El Cairo las fuerzas pro-familia habían sido organizadas por grupos católicos y pro-vida. Después de El Cairo muchos cristianos protestantes evangélicos se dieron cuenta de que tenían que implicarse. En particular, Beverly LaHaye, de Concerned Women for America, y el Dr. James Dobson, de Focus on the Family, tuvieron una parte activa en las preparaciones para Beijing.

            Desde su base en Colorado, los shows de radio del Dr. Dobson y la literatura alcanzan una audiencia de millones por todo el mundo con un mensaje a favor de la familia. En Agosto envió una carta de ocho páginas a sus partidarios condenando la conferencia de la ONU como “la cruzada más atea radical y anti-familia de la historia del mundo”. Dobson expresó la indignación por la participación de una conferencia de la mujer en China, un país notorio por las violaciones de los derechos humanos de la mujer. Citó las políticas de la obligación del aborto y de la esterilización forzada, la práctica continuada de infanticidios y feticidios femeninos, el plan de ejecuciones de prisioneros para extraerles y vender sus órganos y la comida de los fetos humanos. También condenó a la administración Clinton por negarse a conceder asilo político a las mujeres chinas que huían de las políticas del hijo único de China.

            Dobson no tuvo pelos en la lengua, condenando el uso de los recursos y el poder de Estados Unidos para “minar la familia, promover el aborto, enseñar conducta inmoral a los adolescentes, incitar a la ira y a la competición entre el hombre y la mujer, defender la conducta lésbica y homosexual y vilipendiar a los que tienen una fe religiosa sincera”.

            Apuntaba a la ideología feminista de género como la causa del problema y animaba a sus partidarios a “descarrilar ese coloso feminista de género”. Además de esa carta, dedicó varios shows de radio al tema e hizo varios discursos contra la conferencia.

            Los miembros de la delegación de los Estados Unidos reaccionaron con rapidez, insistiendo en que el documento era pro-familia. El presidente Clinton insistió en que la conferencia era “un verdadero cielo para las familias” (“Transcripción de los Comentarios del 26 de agosto del presidente y la primera dama en el 75 Aniversario de la 19 Enmienda”, U.S. Newswire, 28 de agosto de 1995). Los portavoces pro-familia intentaron informar al público de los contenidos del borrador y se prepararon para un debate público sobre la Agenda de Género. En vez de ello, las feministas y los portavoces de la administración negaron los contenidos radicales del borrador, fingieron ignorancia de la Agenda de Género y hablaron de cómo la conferencia promovía la salud y la seguridad de la mujer. Los miembros de la delegación de Estados Unidos agitaron un pequeño modelo que contenía los suministros que se necesitaban para el cuidado de maternidad fuera del hospital, insistiendo en que era sobre eso de lo que trataba Beijing y descartaron la controversia de género como irrelevante.

            El presidente Clinton había prometido que sus delegados designados serían diversos y bipartitos. Sin embargo, como ha sido típico de la administración Clinton, nadie relacionado con el movimiento pro-familia o pro-vida estuvo en la delegación.

            La anterior congresista Marjorie Margolies –Mezvinsky, jefa sustituta del equipo de los Estados Unidos en Beijing durante una mesa redonda televisada en C-Span, negó las acusaciones de que la conferencia estaba promoviendo una agenda anti-familia: “Nunca formaría parte de algo que no celebrase la familia… He adoptado hijos cuando era soltera, me casé y mi marido tenía hijos… por lo que no me puedo considerar de ‘familia tradicional’”. Sin embargo, dijo que “este documento no le está hablando a la gente sobre lo que está bien”. Cuando se le preguntó si los Estados Unidos protestarían o no por el trato de la mujer en China, respondió: “Intentaremos no erigirnos en jueces”.

            Los portavoces pro-familia encontraron difícil hacer entender su mensaje en los treinta segundos que les asignaron. Fue difícil explicar que el documento estaba imperfecto debido a lo que no estaba en él. Los defensores de la conferencia citaron las secciones positivas del borrador, intentando dejar la impresión de que los que se oponían al borrador se oponían a estas, cuando no había oposición a los programas positivos a favor de la mujer.

            Sin embargo, las fuerzas pro-familia llegaron a los miembros simpatizantes del Congreso con sus preocupaciones. La nueva mayoría Republicana (y pro-familia) estaba dispuesta a enfrentarse a la administración. El Congresista republicano pro-familia Chris Smith había asistido a la conferencia de El Cairo, donde se le había prohibido hablar en público. La elección de 1994 les dio a los miembros pro-familia nuevo poder para celebrar audiencias y hacer preguntas duras. El 7 de marzo, durante las audiencias ante el Comité de Relaciones Internacionales, el congresista Chris Smith le preguntó a la Secretaria de Estado Warren Christopher. Smith preguntó por qué y cuando se le pidió que identificase la primera preocupación de la delegación de los Estados Unidos en Beijing. Lo primero que dijo la delegada Margolies –Mezvinsky dijo que fue “opción” y cuando se le preguntó que especificase qué opción, su respuesta fue “aborto”. (Hearing of House International Relations Committee, 30 de marzo de 1995).

            Consciente de que durante la conferencia de El Cairo el Departamento de Estado había enviado una nota a los embajadores ordenándoles que presionasen a los gobiernos extranjeros para respaldar la posición americana sobre el aborto, Smith le exigió aseguraciones a la secretaria de que la administración no utilizaría la conferencia para intentar cambiar las leyes de los demás países con respecto al aborto.





LA DECLARACIÓN CHILENA


            El debate sobre la conferencia de Beijing siguió en muchos países, con resultados diferentes. Desde el punto de vista pro-familia la acción más positiva vino del Senado chileno, que puso en circulación una fuerte declaración expresando preocupación por “cualquier sistema de valores totalitarios que afirma tener la autoridad de representar la conciencia de los hombres y mujeres del mundo”. La declaración resumía la posición pro-familia sobre los asuntos planteados en la plataforma:

            Tipos de familias –Queremos respaldar el concepto de la familia, fundamentalmente la unión monógama y estable de un hombre y una mujer en el matrimonio, como célula básica de la sociedad. Cualquier tipo de acción que tenga el efecto de debilitar a la familia no se debe respaldar. La tierra tiembla ante la posibilidad de que personas del mismo sexo constituyan una familia. Todo esto, por supuesto, se debe hacer, sin prejuicios, para proteger a las personas y especialmente a las mujeres, los niños y las personas dependientes. Para ser precisos, es necesario considerar en justicia el problema que presentan los otros tipos de uniones, cuyos miembros e hijos merecen protección.

            Igualdad de Género –Porque muchos de los que proponen el uso de la palabra género, sin gran especificidad, mantienen que masculino y femenino se refieren sólo a la construcción social y cultural y no a las condiciones biológicas que marcan el carácter psicológico de la mujer y el hombre, y que según esta concepción las diferencias entre los sexos no tienen un origen natural, considerando las consecuencias que esto desencadena para todas las personas además de para la familia y la sociedad, nos repelen los circunloquios pretenciosos y problemáticos, por lo que creemos que es un uso de términos ambiguos y conceptos legales que emanan de ellos.

            Derechos reproductivos de la mujer –Esta frase, que nos parece muy problemática y peligrosa, se utiliza con frecuencia para insinuar la existencia de un derecho al aborto, la así llamada libertad reproductiva. Queremos una definición clara y definitiva que defienda el derecho a la vida de todos los seres humanos desde el momento de la concepción sin ningún tipo de ambigüedad o interpretaciones semánticas liberales. Queremos que Chile como expresión de su cultura vete cualquier frase o acción que pueda ser comprendida directa o indirectamente como legitimadora del aborto.

            Los derechos de los padres en la educación de sus hijos: El Senado exige que no se apruebe ninguna acción que viole los derechos, deberes y responsabilidades de los padres y otras personas responsables legales de los niños y también en todas las acciones que les afectan como adolescentes, en conformidad con la Convención sobre los Derechos del Niño.

            En general, no queremos una presentación que se base en una presunta inferioridad de la mujer sino una declaración que respete la libertad y la dignidad de la mujer como persona y como agente activo en la construcción de la sociedad y si es su voluntad, también como esposa y madre en la familia. (Traducción de la autora).

            En los Estados Unidos el debate sobre el contenido del borrador se desvió por la polémica del encarcelamiento del activista de los derechos humanos Harry Wu. Se alzaron muchas voces contra la asistencia de Hillary Clinton a una conferencia en China mientras que Harry Wu permanecía encarcelado bajo amenaza de ejecución. Otros sentían que las violaciones de los derechos humanos en China eran tan atroces que los Estados Unidos deberían boicotear toda la conferencia.

            En agosto, el Departamento de Estado de los Estados Unidos emitió un aviso a los ciudadanos americanos que asistían a las conferencias, “que los delegados podrían ser arrestados y encarcelados si llevaban biblias a China, se comprometían en actividades religiosas o se reunían en pequeños grupos”.

            Varios grupos decidieron boicotear la conferencia para protestar contra la política china. El Foro de Mujeres Independientes, que está en contra del extremismo feminista, eligió no ir pero ofreció mujeres elocuentes para debatir el tema en los medios y distribuyó chapas que decían “SEXO ES MEJOR QUE GÉNERO”.

            Además, los problemas sobre la acreditación no se solucionaron hasta finales de julio. Sólo entonces supieron varias ONGs americanas si se les permitiría enviar representantes. Para empeorar las cosas, los representantes encontraron que no podían reservar habitaciones sin visa y no podían conseguir un visa sin una acreditación de la ONG.

            El reportero de Washington Times George Archibald mantuvo el asunto en las noticias y las tertulias locales tomaron un gran interés pero los grandes medios ignoraron la historia real y siguieron la línea de la administración. Desafortunadamente, algunos de los mejores legisladores y comentaristas pro-familia fueron distraídos por el debate de los cinco géneros y se decepcionaron cuando descubrieron que el documento no hacía ninguna referencia a los cinco géneros.

            El 1 de agosto el senado americano aprobó una enmienda al Acta de Revitalización de Relaciones Extranjeras dando instrucciones a la delegación americana en Beijing de que la “maternidad” debe ser “reconocida como un esfuerzo valioso y que merece la pena que de ninguna forma debe... ser denigrada por la sociedad ni por el estado”. El senador Kay Bailey Hutchinson de Texas que introdujo la enmienda dijo que esta resolución “deja en el Congreso la constancia de que los delegados americanos deben defender la importancia de la familia como la unidad fundamental de nuestra sociedad... La mayoría de los americanos se sorprendería al saber que no existe ninguna razón para que el Congreso dé este paso”.

            El senador Cotas, en un discurso durante el debate dijo que el borrador actual de Beijing “entra en conflicto con los puntos de vista de la mayoría de los americanos y no dice nada del rol exclusivo de la mujer como madre”.

            Esta resolución y un movimiento similar de la Casa de los Representantes tuvo un efecto sobre los delegados de los demás países pero no fue suficiente para detener el coloso que iba rodando hacia Beijing.

            Mientras se acercaba el fin de Agosto, los pseudo-problemas se solucionaban. Harry Wu fue juzgado, condenado y exiliado a tiempo para que Hillary pudiera asistir a la conferencia. La polémica sobre la sede del foro de las ONGs, que se había trasladado desde Beijing a  una ciudad de tercer nivel a cuarenta minutos de la conferencia, había sido intensa.  Se había hablado de pasar la conferencia a otro país. Algunos de los delegados pro-familia habían rezado para que se cancelase totalmente. Pero, al final, la ONU capituló totalmente al gobierno chino.

            Los miembros de las Organizaciones No Gubernamentales que habían luchado durante meses para recibir acreditaciones de la ONU se encontraron con que tenían que afrontar otra barrera. Los chinos rechazaron o retrasaron la concesión de visados –sin dar razones para ello. Dorothy Patterson, de la Convención Baptista del Sur, había visitado China varias veces en el pasado pero a pesar de varios llamamientos se le negó el visado. Dan Zeidler, organizador clave de la Coalición para la Mujer y la Familia, tuvo que viajar desde su casa de Wisconsin a Chicago varias veces antes de que al final consiguió un visado de los oficiales chinos. La estrategia china parecía ser entretener y demorar y luego entregarlo sólo a los extremadamente persistentes.


CAPÍTULO DIECISÉIS: CHINA


            Huairou


            La sucia ciudad industrial de Huairou, elegida por los chinos para hospedar al Foro de las Organizaciones No Gubernamentales, carecía incluso del encanto de la pobreza. Los chinos habían utilizado el pretexto de que las facilidades de Beijing tenían problemas estructurales y no podían acomodar a los treinta mil participantes anticipados pero todos sabían que simplemente no querían treinta mil activistas feministas sueltas en su capital. La ONU había protestado por el cambio de lugar pero, como con todo lo demás, al final, todo el mundo se postró ante los chinos. El foro de las ONGs comenzó unos días antes de la verdadera conferencia.

            Las autoridades chinas consideraban a toda la asamblea con sospecha y corría el rumor de que estaban preocupadas especialmente por las activistas lesbianas. Evidentemente, habían visto la cobertura informativa de C-Span de una concentración feminista en Washington, D.C., en la que las feministas habían mostrado sus pechos desnudos y, por tanto, pidieron a la policía de Huairou que protegiese a la población de cualquier muestra visual que produzca shocks.

            Las autoridades chinas dejaron claro que la libertad de expresión y las protestas en apoyo de los grupos étnicos disidentes, particularmente los tibetanos, no se tolerarían. Los participantes desacostumbrados a la verdadera opresión se quejaron de la dureza del trato de la policía china. Los que esperaban que mantener la conferencia en China sería un paso adelante hacia la mayor libertad de las mujeres chinas encontraron que su optimismo estaba injustificado. No había oportunidad de diálogo con las mujeres comunes.

            Los chinos permitieron que cinco mil miembros del partido de las mujeres seleccionadas y formadas cuidadosamente asistieran al forum. Estas sirvieron como otro brazo de las autoridades. Cuando la Coalición Ecuménica sobre la Mujer y la Sociedad intento llamar la atención sobre la falta de libertad religiosa en China, una mujer china cogió las peticiones de libertad religiosa en China y salió corriendo de la tienda del encuentro (“The Lack of Liberty –An object lesson”, Faith & Freedom (Invierno de 1995-96), p. 10).

            Aunque los oficiales chinos habían prometido que todo estaría preparado a tiempo, cuando las mujeres llegaron a Huairou, encontraron los teléfonos desconectados y duchas que no funcionaban. Las acomodaciones eran pobres y horrorosas. En Huairou hay poco que pueda recomendarse. La fuerte lluvia y el viento lo convertían en un enorme charco. Las tiendas levantadas para los encuentros regionales, de temas y de diversidad se agitaban salvajemente con los vientos de septiembre, ofreciendo poca protección del frío y la lluvia. Los colegios, donde se pusieron los talleres, estaban deprimentes y fríos en los días de lluvia e insoportablemente cargados en los soleados.

            Se suponía que Hillary Clinton iba a hablar a un grupo de desfile en el exterior pero una lluvia torrencial obligó a los participantes empapados a entrar en un sórdido teatro de película que daba cabida sólo a mil quinientas personas. La feminista fundadora Betty Friedan fue empujada por la policía que intentaba controlar a la multitud y luego salió afuera entre los que se quedaron atrapados bajo la lluvia (“Women fight past Chinese security at forum”, Providence Journal  (7 de septiembre de 1995), p. 10ª).


TALLERES


             Los eventos del forum incluían más de tres mil talleres, sobre temas como “Flirteo Lésbico”, “Guía de Meditación para la Curación de la Madre Tierra”, “Celebrar las Diosas”, “Lesbianismo para las curiosas”, “Activismo lésbico desde una perspectiva interreligiosa”, “Mujeres de negro: un grupo de espíritus” (A las participantes se les dijo que vistiesen de negro y que llevasen una lámpara), “Lesbiana y madre” (inseminación artificial), y “Cómo el fundamentalismo religioso ayuda a la extensión del SIDA”.

            Los educadores sexuales daneses y suecos presentaron un taller sobre sus programas para una multitud para la que no quedaron asientos. Las mujeres estaban de pie alrededor de los bordes de la habitación y sentadas en el suelo mientras una de las profesoras explicaba con gran entusiasmo cómo enseña a los adolescentes que “la lujuria y el deseo son una fuente de vida para las personas” de la que los jóvenes deben hacer uso. No había ninguna referencia al matrimonio y ni siquiera al amor. La educadora sexual danesa admitió que había leyes contra el sexo con niños menores de quince años pero no veía nada malo en que dos menores de catorce años tuvieran sexo mutuamente. Los miembros de la Audiencia de los Estados Unidos se quejaron de las actitudes represivas y de que la Derecha Religiosa impide la adopción de esos programas “progresistas” en su país.

            Las educadoras sexuales distribuyeron un panfleto titulado “Los Derechos Sexuales de las Jóvenes en Dinamarca y Suecia”, que consideraba los programas de educación sexual necesarios para el progreso que se había logrado al modernizar las actitudes sexuales. Según el panfleto, las mujeres noruegas más jóvenes tienen ahora entre otras cosas:

·         Una infancia secularizada
·         Una auto-estima sexual alta
·         Un debut sexual relativamente precoz
·         Un índice de frecuentes actos sexuales
·         Orgasmo
·         Técnica sexual pluralista
·         (Escritos o visuales)… materiales sexuales. (“Sexual Rights of Young Women in Denmark and Sweden” (The Danish Family Planning Association and the Swedish Association for Sex Education, RFSU, 1995) p. 8)

            Los derechos sexuales de las jóvenes en Dinamarca y Suecia incluyen el derecho a:

·         Elegir pareja sexual
·         Controlar el propio cuerpo
·         Placer sexual
·         Aborto seguro
·         Conocimiento en general y de los servicios y derechos. (“Sexual Rights”, p. 9).

En los cursos de educación sexual obligatoria daneses los adolescentes “están al
corriente de sus derechos y protección bajo la ley –incluyendo sus derechos sexuales y reproductivos”. A los padres que protestaron a la Comisión Europea de Derechos Humanos que la educación sexual obligatoria era una violación de sus creencias religiosas se les informó de que “la educación sexual obligatoria no infringe en sí misma la libertad religiosa”.

            Las autoras del panfleto parecen encantadas con que, como consecuencia de esos programas, “nazcan muchos niños fuera del matrimonio sin producir ningún tipo de estigma… El matrimonio tiene que ser sustituido en algún grado por las uniones de hecho” (Derechos Sexuales”, p. 14).




LAS ACTIVIDADES DEL FORUM


            WEDO patrocinó una serie de encuentros diarios titulados “Hijas de la Tierra”, que incluían varias formas de adoración a diosas. Una participante brasileña declaró: La gente de mi comunidad creía en la crucifixión pero hemos decidido: ‘No más crucifixión’. Creemos en la vida… Somos poder”.

            La multitud respondió con entusiasmo. Bella Abzug les condujo a una consigna apasionada: ¡”Soy el poder! ¡Soy el poder!” (Goddesses of Their Own Choosing”, Faith and Freedom, (The Institute on Religion and Democracy, Invierno de 1995-96), p. 7).

            El Consejo Mundial de las Iglesias patrocinó un seminario titulado “Evangelio, Culturas y Mujer”, en el que la hablante denunciaba al cristianismo tradicional como imperialista, patriarcal, colonialista, capitalista, egocéntrico, racista y homófobo. Una perteneciente a la Iglesia Presbiteriana (E.E. U.U.), Rebecca Peters, culpaba a “los mensajes de la Biblia, de la tradición de la Iglesia y las autoridades de la violencia doméstica, del incesto, el abuso infantil y de la explotación sexual de niñas y mujeres por los curas” (Delegados de la Iglesia Se Unen al Ataque a la Fe”, Faith and Freedom, p. 8).

            La Unión Ecuménica de Mujeres, organización aglutinante internacional que incluye al Consejo Mundial de Iglesias, La lglesia Luterana Mundial, la Federación Mundial de Mujeres Metodistas y a la Alianza Mundial de Iglesias Reformadas, entre otras, organizó un taller titulado “La Religión: Entre el Fundamentalismo y la Auto-Conciencia”. La primera hablante habló de la necesidad de romper con la tradición. “Estamos preocupadas por el fundamentalismo, ya que las religiones tradicionales son un impedimento para el progreso de todos en el mundo”. Una líder luterana escandinava exigió cambios radicales. “Debemos inventar nuevas ceremonias. Todo el mundo debe desarrollar su propia forma de religión”. Las participantes aplaudieron con entusiasmo.

            Mientras que las feministas los superaban en número, los grupos pro-familia montaban también casetas en Huairou y montaban talleres. La caseta montada por Susan Roylance de Familias Unidas que promovía la maternidad y la familia fue muy popular. Una mujer estaba tan encantada de haber encontrado una presencia pro-familia en el mar de feminismo que no pudo evitar las lágrimas.

            Varios de los talleres pro-familia fueron molestados por protestantes feministas, que acusaban a las que hablaban de querer “controlar la vida sexual de las mujeres”. Las lesbianas intentaban distraer a las hablantes pro-familia acostándose una con otra y acariciándose de forma provocativa durante las sesiones.

            Un grupo de mujeres musulmanas compró un tablón de anuncios y lo decoraron con posters pro-vida y pro-familia. Cuando un grupo de lesbianas intentaron romperlos, uno de los hijos de las mujeres defendió a las mujeres y al tablón de sus ataques. Sin embargo, la mañana siguiente lo encontraron hecho pedazos.

            Cuando las mujeres musulmanas tuvieron una pequeña manifestación cantando: “El hombre y la mujer mano a mano hacen de nuestro mundo una tierra feliz”, un grupo de lesbianas las hostigaron y se burlaron de ellas. Las lesbianas se besaban y se abrazaban riéndose de las mujeres musulmanas, intentando quitarles sus pañuelos y besarlas.

            Afirmando que hablaban para todas las mujeres del fórum, el Grupo de vinculación política controlado por WEDO presentó una lista de los cambios que querían en la plataforma. En particular, el grupo de vinculación política exigía la supresión de todas las referencias pro-familia. Las mujeres pro-familia que asistían al fórum fueron rápidas respondiendo con hojas de publicidad en inglés, español y francés que decían lo siguiente:


¡ALERTA ONG!
EL GRUPO DE VINCULACIÓN POLÍTICA DE LA MUJER
NO HABLA
POR LAS MUJERES DEL MUNDO
EN EL FORUM DE LAS ONGs

            A los delegados de la Conferencia de Beijing no se les debe engañar con declaraciones hechas por el Grupo de Vinculación Política de la Mujer y otros grupos controlados por WEDO (Organización para el Ambiente y Desarrollo de la Mujer) y Bella Abzug. Ellas no representan a los sentimientos de las mujeres del mundo.

            El Grupo de Vinculación Política de la Mujer está utilizando el Forum de las ONGs para conseguir su propia agenda.

            WEDO, el Grupo de Vinculación Política de la Mujer y Bella Abzug han ignorado las verdaderas preocupaciones de las mujeres, esposas y madres del mundo.

            WEDO y el Grupo de Vinculación Política de la Mujer creen que no hay nada malo en abortar a niñas bebés mientras no sepas que son niñas.

            WEDO y el Grupo de Vinculación Política de la Mujer creen que las niñas de 13 años pueden negociar el sexo seguro.

            WEDO y el Grupo de Vinculación Política de la Mujer están en contra de “la abstinencia hasta el matrimonio como conducta sexual responsable”.

            WEDO y el Grupo de Vinculación Política de la Mujer quieren que todos los países se vean obligados a aceptar los derechos y la conducta homosexual y lésbica.

            WEDO y el Grupo de Vinculación Política de la Mujer se oponen a la mención de los derechos de los padres(madres). ¿No saben que las mujeres son padres también?

            WEDO y el Grupo de Vinculación Política de la Mujer planifican utilizar palabras como “embarazo forzado”, “respeto total a la integridad física del cuerpo humano”, “aborto inseguro” y “derechos sexuales y reproductivos, incluyendo el derecho a tener la información y los medios para ejercer esos derechos” para engañar a los países y promover el derecho al aborto.

            WEDO y el Grupo de Vinculación Política de la Mujer están en contra de la inclusión en el documento de Beijing de “la dignidad” de la mujer, de los valores “religiosos”, “éticos” y “espirituales”, y de la “maternidad”.

PROTESTAMOS POR ESTA TERGIVERSACIÓN


BEIJING


            Los miembros de la Coalición por la Mujer y la Familia advirtieron que las acomodaciones en Huairou serían primitivas y habían hecho reservas en Beijing, viajando a Huairou sólo con cuando era necesario. Se aprobó una opción sensata pero cara. Desafortunadamente, los hoteles asignados las ONGs estaban a treinta minutos de la sede y los autobuses que se suponían que trasladaban de ida y vuelta de la conferencia se quedaban aparcados delante de los hoteles. Los participantes tuvieron que negociar con los taxistas que no sabían hablar inglés o esperar en línea durante treinta minutos mientras la policía china racionaba los taxis. Los chinos habían doblado los precios de todo y estaban determinados a estrujar todos los peniques posibles de las participantes.

            Afortunadamente, Tom Minery, de Focus on the Family, descubrió el Catic Plaza, un nuevo hotel de clase, adyacente al centro de la conferencia, que acababa de abrir y se dejó de lado para la prensa pero, que estaba, a pesar de su situación conveniente, casi vacío. Los miembros clave de la Coalición para la Mujer y la familia se mudaron a Catic y montaron un centro de comando en una suite del décimo piso.

            El Catic Plaza parecía como si hubiese sido ordenado desde los Estados Unidos en un modelo y se montase en un momento por trabajadores que no sabían cómo utilizar un arma que calafatea o una alfombra de corte derecho. Las cazadoras de Mao y los estilos revolucionarios anodinos se habían desterrado.

            Las camareras del restaurante llevaban trajes rosas de gran tamaño con un corte por el muslo e inclinaban la cabeza con elegancia. Las jóvenes en el pupitre de recepción eran encantadoras y sonreían en sus trajes a juego pero era imposible comunicarse con ellas en inglés, español o francés.

            Como la mayoría de los chinos no sabía hablar inglés, la coalición tuvo verdaderamente mucha suerte porque una pareja americana que vive en una ciudad provincial china hubiese venido a Beijing a traducirles. La pareja ayudó a la coalición a negociar las tarifas de las habitaciones y a adquirir una fotocopiadora y teléfonos celulares. Cuando estos se añadieron a los ordenadores e impresoras que habían traído con ellos, tenían la tecnología para dirigir una campaña a gran escala.

            Algunos miembros de la coalición apodaron al Catic “la Plaza Católica”. Un cura católico escocés había intentado decir misa en el centro religioso montado en los terrenos de la conferencia pero cuando rechazó trabajar con la Iglesia Católica Patriótica China Separada, se le dijo que tenía que marcharse. Así, decía dos misas diarias en una suite del Catic. Las dos habitaciones solían estar tan llenas de adoradores que no había sitio para arrodillarse. Un cura de Filipinas también decía misa todos los días en el Catic y había servicios Evangélicos. Los miembros de la coalición estaban preocupados al principio de que los chinos pudiesen negar los servicios religiosos y las demás actividades de la coalición o que sus habitaciones o teléfonos fuesen pinchados. Sin embargo, mientras pasaban los días y no sucedía nada, dejaron de preocuparse.

            Beijing no era en absoluto lo que se esperaban los participantes, probablemente porque Beijing no estaba como era Beijing en absoluto. Los que habían visitado la ciudad sólo meses antes no podían creer la transformación. Tres millones de residentes sin techo habían sido sacados de la ciudad. A muchos residentes de Beijing se les había dado unas vacaciones de dos semanas. Se había prohibido que los autobuses estuviesen en las calles, disminuyendo la polución del aire y permitiendo respirar a los visitantes. El uso de los automóviles estaba restringido. Incluso los carriles de bicicletas estaban relativamente vacíos.

            Beijing estaba atípicamente limpio. Las flores, declaradas anteriormente extravagancias burguesas, decoraban ahora a toda la ciudad. Crisantemos en macetas se concentraban en medio de las aceras cerca del complejo y al mismo tiempo que eran extremadamente decorativas, obligaban a los peatones a caminar por la calle. Las restricciones de los vehículos y el tráfico peatonal diseñadas para mantener a los chinos fuera de la conferencia hicieron que se negociase alrededor de la sede difícil pero más que eso, los participantes de Beijing no fueron acosados por la policía china.








CAPÍTULO DIECISIETE: LA CUARTA CONFERENCIA MUNDIAL SOBRE LA MUJER


            El primer día, la presidenta sacó a colación la cuestión de la definición de género. Los delegados pro-familia estaban preocupados porque una definición de género podría ser peor que una declaración ambigua. La mayoría de los delegados de las naciones pro-familia y de la Santa Sede estuvieron de acuerdo en aceptar la indefinición que había sido propuesta por el grupo de contacto antes que afrontar la posibilidad de algo peor.

            Mercedes Wilsom, de Guatemala, no se quedó satisfecha y pidió que el género fuese definido como “masculino y femenino: los dos sexos del ser humano”. Nadie la respaldó. Mercedes se quedó destrozada. Las feministas estaban estáticas.

            Todas las pretensiones de buscar consenso se abandonaron en Beijing. El debate en el comité principal se apartó de sección en sección, haciendo difícil que el lobby se preparase. Cualquier tema que no resolviese inmediatamente de la forma que quería el liderazgo era referido a un grupo de contacto. No había salas de reuniones para el grupo de contacto y las horas de los encuentros se cambiaban con mucha frecuencia. Los delegados pro-familia afectados tenían que correr por las escaleras arriba y abajo intentando encontrar las reuniones. Cuando llegaban, el encuentro podría haber terminado y los resultados declarados finales.

            Para poner las cosas todavía más difíciles, no se ofrecía ninguna traducción en los grupos de contacto. Esto era una clara desventaja para los delegados pro-familia, que procedían principalmente de Hispanoamérica, del África francófona y de los países musulmanes. Como el debate era sobre el lenguaje, la traducción correcta era crucial. Las protestas por estos abusos fueron ignoradas.

            Los miembros bilingües de la Coalición por la Mujer y la Familia se presentaron como voluntarios para traducir. Con esta habilidad, pudieron aconsejar a los delegados afines sobre las implicaciones que había tras el lenguaje. Al mismo tiempo que se hacían esfuerzos para prohibirles la entrada las reuniones, la mayoría persistía.

            En los grupos de contacto, no hubo intento de llegar a un verdadero consenso. La mayoría decidía, a menos que la mayoría no estuviese de acuerdo con el liderazgo, y entonces se posponía la decisión. Como la composición de los grupos de contacto era, en muchos casos, una reflexión simplemente de la capacidad de encontrar una sala de reuniones, una gran cantidad de los presentes no debía BIND toda la conferencia. El sistema de consenso había protegido los derechos de todos los países no incluyendo nada que fuese ofensivo para cualquier grupo de naciones. El nuevo sistema forzaba la voluntad de los que unían la conferencia con todos los demás.

            La mayoría de los delegados del Tercer Mundo consideraban la agenda sexual de los europeos como totalmente irrelevantes para sus culturas. Para ellos, el hombre y la mujer son diferentes, la maternidad y la familia son importantes. Tenían voluntad de tolerar lo que consideraban una tontería europea porque esperaban que se les recompensase con una ayuda sustancial para las mujeres de sus países. Sin embargo, a mitad de la conferencia, quedó claro que no habría dinero para ayudas. Los países ricos dejaron que se supiese que esperaban que los pobres desviasen los recursos ya escasos para la salud y educación a “expandir la perspectiva de género”. Después de esta revelación, el ambiente se volvió muy desagradable. Uno de los delegados africanos se quejó: “Si no hay dinero, ¿para qué estamos aquí?” la coalición utilizó esta cita como el título de una hoja de publicidad:

“SI NO HAY DINERO,
¿PARA QUÉ ESTAMOS AQUÍ?”

A las naciones en vías de desarrollo se les había hecho creer que si
Soportaban todas las tonterías procedentes de la Unión Europea,
Tendrían dinero para el desarrollo.

Ahora se les dice que no hay dinero.

Y lo que es peor, la Unión Europea espera que los países
En vías de desarrollo utilicen sus escasos recursos para
Financiar la promoción de su agenda cultural en sus propios países.

Será la misma vieja historia, los escasos fondos serán para
Pagar  a “expertos” de países desarrollados, que le dirán a la gente
De los países desarrollados cómo vivir sus vidas.

Las mujeres pobres no pueden dar de comer a sus hijos el papel
Que están utilizando para la “estadística de disgregación de género”.

Los países en vías de desarrollo conocen el impacto del analfabetismo,
Del agua contaminada y la pobreza sobre la mujer. No necesitan pagar
Por “análisis de impacto de género” para decirles que las mujeres
Se beneficiarán del incremento del gasto en desarrollo,
En el cuidado de la salud básica y en educación.

RECHAZA EL IMPERIALISMO CULTURAL DE LA UE
NO SACRIFIQUES LOS VALORES DE TU PROPIO PAÍS
POR NADA.

Coalición por la Mujer y la Familia

            Los representantes de la Unión Europea exigieron manifiestamente que el documento se escribiese a su forma, declarando sin rodeos lo que aceptarían y lo que no. En los grupos de contacto los líderes del grupo insistieron en que los participantes “progresaban”, que siempre hacía referencia al progreso hacia aceptar las exigencias de la UE, y el “compromiso”, que significaba rendirse a la UE.

            Al mismo tiempo que la UE afirmaba ser defensora de la mujer, una y otra vez los verdaderos intereses de la mujer eran sometidos a consideraciones ideológicas. Nada ilustra esto de forma más clara que el debate sobre la prostitución. Los países del Tercer Mundo querían que la plataforma condenase “todas las formas de prostitución”.

            La UE insistía en que la condena se limitaría a la prostitución “obligada” y a la prostitución infantil. Y la UE prevaleció.

            Según muchas fuentes, este resultado fue impuesto por Holanda, con el respaldo de los países nórdicos. Las feministas argumentan que la legalización de la prostitución protege el “bienestar” de las prostitutas. Al mismo tiempo que esa frase no era compartida por la mayoría de los delegados, la presidenta no le dijo a Holanda que hiciera una reserva.

            El extremismo ideológico era evidente en la sección de violencia contra las chicas, que condenaba “la pedofilia, la prostitución obligada y la posible venta de órganos y tejidos, la violencia y las prácticas nocivas como el infanticidio femenino y la selección sexual prenatal, el incesto, la mutilación genital femenina y el matrimonio precoz, incluyendo el matrimonio infantil” (párrafo 41).

Era difícil comprender por qué se hacía una distinción entre prostitución “obligada” y “voluntaria” para las chicas, cuando no había ninguna entre la pedofilia, el matrimonio infantil y la mutilación genital  “obligadas” y “voluntarias”.

            Los grupos anti-prostitución presionaron fuertemente para que hubiese una condena directa de toda la prostitución, insistiendo en que el tráfico sexual, particularmente en Asia, tiene como objetivo las mujeres y los niños y expande el SIDA a esposas y bebés inocentes. Acusaron a la UE de proteger a la escoria asiática que trafica con las mujeres. Las naciones africanas exigieron de forma unánime que la prostitución fuese condenada como una violación de los derechos humanos.

            Wassyla Tamzali, de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres, consideraba la sustitución de las palabras prostitución obligada por todas las formas de prostitución como una catástrofe y un paso atrás de la Convención de la ONU de 1949 para la Supresión del Tráfico de Personas y de la Explotación de la Prostitución de los Demás. La convención condenó la prostitución y el tráfico de personas porque “son incompatibles con la dignidad y el valor de la persona humana y ponen en peligro el bienestar de la persona, de la familia y de la comunidad”. Según Tamzali, “Después de Beijing, iba a ser necesario comenzar otra vez de cero” (“Retour à la case départ”, Vivre, 13 de septiembre de 1995, p. 2 (traducción de la autora).

            La ausencia de verdadera preocupación por la mujer era también evidente en la discusión del párrafo 110(e), que había sido propuesto por una oncóloga de Eslovaquia. Sugirió la siguiente frase: “Informe a las mujeres sobre los datos que muestran que la anticoncepción hormonal, el aborto y la promiscuidad incrementan los riesgos de desarrollar cánceres e infecciones del aparato reproductor”. Cuando la sección iba a ser debatida en el comité principal, la presidenta egipcia se negó a invitarla, aunque estuvo de pie durante treinta minutos ondeando su bandera. Después de que la sección se debatió y se suprimió su frase, fue reconocida y ella se quejó amargamente. “No había forma de que no pudieras verme. Soy alta y estoy embarazada de seis meses”.


AGENCIAS DE LA ONU


            A las que están preocupadas por el medio ambiente se les debe preguntar cuántos árboles tienen que morir para mantener a la ONU con papeles no reciclables. El área de la conferencia estaba cubierta literalmente con panfletos y material impreso de todas clases, la mayor parte del cual era producido por las agencias de la ONU. Si sólo el papel, el dinero y la tinta se utilizasen para estos materiales se podría haber solucionado el problema de alfabetización del mundo. En los últimos días de la conferencia, vi un gran camión de plataforma que estaban cargando de pilas de materiales de la ONU que no se habían distribuido. Si la ONU tiene una crisis financiera, interrumpir su presupuesto de imprenta probablemente iría a un camino largo para solucionar el problema.

            Las agencias de la ONU que producen esta ventisca de papel no esperaban a la conferencia de Beijing para autorizar la “expansión de la perspectiva de género”. Ya lo habían escrito en todos sitios. Había materiales sobre “Asuntos de Género en Sectores Pesqueros Rurales”, “Pobreza y Empleo de Género”, “Hacia una Cultura inclusiva de Género por medio de la Educación” e incluso “Análisis de Género y Formación Forestal”. Un miembro de la coalición que revisó numerosas publicaciones de la ONU se quejó: “Estas personas no pueden promover simples proyectos como la alfabetización o la salud de la mujer sin intentar promover el aborto y la anticoncepción”.

            En este sentido, la Organización Mundial de la Salud es la mayor ofensora, promoviendo manifiestamente la legalización del aborto en naciones miembros en la que actualmente es condenado. Un panfleto de WHO acusaba a las leyes antiabortistas de Filipinas de vulnerar la “capacidad de la mujer de pensar y actuar como un ser humano racional e independiente”, implicaba que el aborto legal era más importante para la mujer que el empleo o la educación; descartaba el síndrome pos-aborto como un intento “de los activistas anti-abortistas… de mover el debate del terreno moral al científico”; e invitaba a los gobiernos a pasar por alto el permiso de los padres para “los servicios de planificación familiar, incluyendo el aborto” (“Women’s Experience of Abortion in the Western Pacific Region”, Women’s Health Series, vol. 4 (Manila: World Health Organization, Regional Office for the Western Pacific, 1995), pp. 4, 6, 25).

            Otra publicación de WHO promovía agresivamente “la información apropiada, herramientas y servicios apropiados” (Lee contracepción y aborto legal) para las “jóvenes que sean activas sexualmente” en la misma sección que admitía que las chicas suelen ser presionadas por “mayores a tener sexo” (World Health: The Magazine of the World Health Organization: Executive Summary, 1995, p. 10). Y, un estudio “entre las chicas de once a quince años de edad encontró que el 40 por ciento afirmaba las razones de su primera relación sexual como ‘obligada’” (World Health, p. 14).

            En otra sección, la publicación insistía en que ganar ingresos era esencial para la buena salud de la mujer. Una prescripción errónea, debido al exceso de trabajo, particularmente durante el embarazo, es un problema de salud importante para la mujer, como señalaban claramente otros artículos de la revista. Las mujeres cuyos esposos las respaldan durante el embarazo tienen mucho menos riesgos que las mujeres que tienen que trabajar.

            Todavía otra publicación de WHO iba más lejos al culpar de la “malnutrición y la anemia en la mujer” a la “institución religiosa” que encarna “los conceptos de roles exclusivos para el hombre y la mujer y la convicción, por ejemplo, de que la mujer no pueda recibir el orden debido a su sexo” (refiriéndose evidentemente a la Iglesia Católica). Según el autor, la doctrina de la Iglesia anima a los padres a dar de comer primero a los niños y después a las niñas (Rebecca Cook, “International Law and Women’s Health”, Gender, Women and Health in the Americas (WHO & Pan American Health Organization, 1993), p. 250).

            El uso de WHO para promover el aborto, el sexo adolescente y los ataques a la religión mina el respeto por la agencia. Esto puede tener trágicas consecuencias en una época en la que las plagas y enfermedades vuelan en aviones.


LA DELEGACIÓN DE ESTADOS UNIDOS


            La delegación de Estados Unidos se había opuesto a la inclusión de afirmaciones positivas sobre la maternidad, la familia y la espiritualidad durante la PrepCom. En Beijing tuvieron que afrontar las nuevas realidades políticas de vuelta a casa. Les habían advertido las dos Casas del Congreso que respaldasen la maternidad. Para asegurarse de que no se olvidasen, el Congresista Republicano Chris Smith vino a Beijing a reunirse con ellos.

            Su intervención tuvo el efecto deseado. La delegación americana se retiró al margen mientras Canadá y la Unión Europea tomaron la posición de punto. Un delegado francés dejó claro que los europeos estaban ansiosos por asumir la responsabilidad: “En El Cairo tomamos un puesto posterior. Ahora avanzamos con los cuchillos fuera.”

            El efecto de la visita del Congresista Smith pudo observarse durante las negociaciones. Durante uno de las pequeños debates del grupo pequeño sobre los riesgos de la actividad sexual adolescente, la pregunta fue: “¿Debe hablar la declaración de los riesgos de toda la actividad sexual adolescente o sólo de la actividad sexual ‘sin protección’ y/ o ‘prematura?” Las naciones pro-familia rechazaron la palabra ‘sin protección’ sobre la base de que toda actividad sexual adolescente contiene riesgos para las jóvenes. Querían que la palabra ‘sin protección’ fuese sustituida por la palabra prematuro.

            El debate estaba tan acalorado en un punto que los delegados de la UE dijeron que no aceptarían ningún lenguaje que estigmatizase la actividad sexual en la adolescencia. Cuando el delegado del Vaticano señaló los riesgos físicos y psicológicos de la actividad sexual precoz, el delegado de la UE replicó con un comentario sobre los adolescentes casados.

            El delegado del Vaticano respondió que ellos no estimulaban el matrimonio adolescente. La líder del grupo comenzó a contar las cabezas intentando forzar la palabra sin protección. Cuando la líder del grupo enumeró a la gente de su parte, incluyó a la delegada americana entre los que respaldaban “sin protección”. La delegada americana, que había estado en silencio durante el debate, le recordó a la líder del grupo que los Estados Unidos no habían afirmado su posición. Estaba claro que el grupo que no quería estigmatizar la actividad sexual adolescente creía que la delegada americana estaba de su parte y que la delegada americana estaba siendo muy cuidadosa con comprometerse públicamente.

            La delegación americana también invirtió la posición que había tomado en la PrepCom y respaldó los dos párrafos positivos insertados por la Santa Sede -30 (29) y 31 (24). Al mismo tiempo que eran vistos como un gran avance, los párrafos daban sólo un reconocimiento simbólico a la maternidad y a la espiritualidad. El párrafo 30 afirma: “Debe reconocerse el significado social de la maternidad y el rol de los padres en la familia y en la educación de los hijos”.

            En el contexto del tono de anti-maternidad del resto del documento, esto fue una admisión significativa pero no se reflejaba en el resto del documento. Cuando los delegados pro-familia intentaron introducir la frase: “retratando familias felices, madres cariñosas con sus hijos” en una sección del medio, fue suprimida.

            La tragedia más grande de Beijing fue que se negaban los verdaderos problemas de la mujer. Fatana Ishaq Gailani, una imponente matrona de Afganistán, intentó llamar la atención de los delegados sobre la situación difícil de las mujeres de su país, que sufren mientras continúa la guerra civil, utilizadas por grupos de fuera. Todo lo que quería era comida para los refugiados, educación y asistencia médica. “Nadie está luchando por la paz”, se quejaba. “Los ojos del mundo ya no están en Afganistán pero las mujeres están viudas, los niños huérfanos y los hijos se están muriendo”.
 

ONGs


            La burocracia de la ONU ha admitido varias formas de acceso al proceso de las ONGs, incluyendo el derecho de las ONGs seleccionadas a dirigir la sesión plenaria de la conferencia pero no todas las ONGs eran bienvenidas de la misma forma. La Doctora Margaret Ogola, pediatra responsable de un hospital de SIDA de Kenia, estaba entre los que esperaban hacer una solicitud para dirigir el plenario. Cuando la persona de la ONU responsable vio el currículum de la Doctora Ogola, les dijo a los demás que salieran y luego le preguntó a la Doctora Ogola si trabajaba para IPPF.

            Sin esperar por respuesta, siguió diciendo: “No quiero que sienta que la estoy interrogando pero todos estos grupos pro-vida extremistas que están desequilibrando el proceso, estoy intentando protegerla”. A la Doctora Ogola, que no reveló sus conexiones pro-vida, se le concedió al momento permiso para hablar.

            Como parte de su esfuerzo de presión, la Coalición por la Mujer y la Familia tuvo una reunión abierta. Las presentaciones fueron en cuatro lenguas e incluían a mujeres todo el mundo. La Doctora Ogola expresó la decepción que dijo que era compartida por las mujeres africanas al ver que las feministas eran indiferentes a los problemas de las mujeres pobres: “En África, la gente está muriendo de malaria, neumonía y otras infecciones pero la plataforma de Beijing sólo menciona el aborto, el aborto y otra vez el aborto. Si de verdad quisieran ayudar a las mujeres africanas y se tomasen la molestia de hablar con ellas, comprenderían que el aborto es justo lo último por lo que se preocupa la mujer africana”.

            Gwen Landolt, de las Mujeres Reales de Canadá, habló contra la inclusión de “orientación sexual” como categoría protegida y criticó al gobierno canadiense por ignorar la voluntad del pueblo intentando imponer los derechos gays al país. Durante la sección de preguntas y respuestas, las lesbianas no estaban de acuerdo con los comentarios de la señora Landolt y la reunión se fue deteriorando en un MATCH de gritos.


            VER CHINA


            Después de una semana de negociaciones ininterrumpidas con poco progreso sobre los temas más polémicos, los participantes se tomaron el domingo libre para ver las sedes. Beijing está en el medio de una gran llanura. Las carreteras rectas bordeaban con árboles en dirección al norte a la Gran Muralla. Una vez fuera de la ciudad, las casas de ladrillos uniformes cedían el paso a los ricos campos de maíz y huertos cargados de fruta. Mientras uno se acerca a la muralla, las montañas se levantan pronunciadas y angulares, como una pintura china.

            La Plaza Tienamen atraviesa la ciudad desde el centro de la conferencia. Por una parte de un monumento comunista un enorme reloj marca los segundos hasta que Hong Kong vuelva a ser de China otra vez –un recordatorio de las ambiciones imperiales de China. Los periódicos de propaganda china preparados para la conferencia dejaron claro que China espera la vuelta de Taiwán y una siente que las ambiciones de China no se detienen ahí. Los que esperan que la prosperidad sea el primer paso hacia la libertad deberían estudiar la historia de China y recordar que los gobernantes actuales de China son los primeros de todos los chinos que caminan en la tradición de los emperadores y son sólo comunistas de forma tangencial.

            A través de un amplio bulevar desde la plaza se encuentra el estrado desde el que la élite de China revisa las tropas. En el centro del estrado, una enorme pintura de Mao lo ve todo. Debajo de Mao las puertas grandes están abiertas a la ciudad que estuvo prohibida una vez. La residencia de los emperadores chinos durante quinientos años ha abierto sus salas exteriores a los paseantes y compradores de los domingos, su lugar sagrado interior a los turistas extranjeros.

            La tarde cálida del domingo, las familias que salían a pasear consistían en un solo niño regordete acompañado de cuatro o cinco adultos, reflejando la realidad de la política de la política del hijo único de dos generaciones de China.

            China está criando una generación de “pequeños emperadores y emperatrices”, consentidos por dos padres protectores y cuatro abuelos que lo adoran.

            La escena me recordaba el único encuentro real que tuve con la gente normal de China. En el avión a Beijing me senté al lado de una mujer china anciana y su hijo. Cuando le dije que tenía tres hijos y una hija, me miró como si yo fuese la más privilegiada de las mujeres.









CAPÍTULO DIECIOCHO: LOS DERECHOS DE LOS PADRES

            Para los jóvenes estimulados a utilizar “la lujuria y el deseo como recursos”, la anticoncepción y el aborto son necesidades y el consentimiento paterno un obstáculo. Por tanto, no fue ninguna sorpresa que la UE luchase contra todas las referencias a los derechos a los padres. La coalición elaboró un número de hojas para informar a los delegados de la importancia de los derechos de los padres:

¿POR QUÉ SE OPONE LA UE A LOS DERECHOS DE LOS PADRES?

Los delegados de la UE han defendido repetidamente las Relaciones sexuales de las chicas adolescentes solteras.

La UE quiere evitar que los padres se preocupen de proteger a sus hijas de:

Profesoras de educación sexual como las educadoras sueca y danesa del taller del fórum de las ONGs de Huairou, que dijo que promueven “la lujuria y el deseo” en  los adolescentes.

Las consultas de salud de la mujer que les darán preservativos y  abortos sin que sus padres lo sepan.

Las lesbianas que  les enseñarán que el lesbianismo es normal y que sus padres se erigen en jueces.

¿Por qué la UE piensa que sabe lo que es mejor para las chicas musulmanas, latinoamericanas y africanas?

DILE A LA UE QUE DEJE SOLAS
A NUESTRAS HIJAS
DEVUÉLVELES SUS DERECHOS A LOS PADRES

Coalición por la Mujer y la Familia

El Grupo Juvenil, que estaba influenciado fuertemente por WEDO y el Grupo de Lesbianas, contraatacó con una hoja que se oponía a los derechos de los padres, que en parte decía:

LA POTENCIACIÓN DEL PODER DE LA MUJER COMIENZA CON LAS JÓVENES

Respalda los derechos de las niñas y jóvenes

Las adolescentes tienen derecho a la información y a la formación esencial para su bienestar, tal y como se reconoce en  la Convención por los Derechos del Niño.

PROTEGE LOS DERECHOS DE LAS MUJERES

Los padres deben respetar las capacidades en desarrollo de la chica y las jóvenes de acuerdo con la Convención sobre los Derechos del Niño.

El acceso a la información, educación y servicios es un asunto de salud.

Las creencias de los padres no deben minar los derechos de la chica y de las jóvenes a la salud sexual y a los servicios e información de salud reproductiva.

Suprime los pasajes repetitivos que exageran los derechos, los deberes y las responsabilidades de los padres.

LA EXAGERACIÓN DE LOS DERECHOS DE LOS PADRES disempower
LA MUJER.

Grupo de Juventud

            La coalición presionó con fuerza pero fue difícil convencer a los delegados del Tercer Mundo de que sus familias estaban en riesgo. Muchas habían sido convencidas de que era necesaria la educación sexual para evitar la propagación del SIDA. Los miembros de la Coalición señalaron que estos programas se han probado en los Estados Unidos y los embarazos fuera del matrimonio y las enfermedades de transmisión sexual han aumentado porque todos los métodos anticonceptivos tienen índices de errores.

            Los delegados del Tercer Mundo no podían comprender por qué los países desarrollados estaban promocionando esos programas si no funcionaban. Los miembros de la Coalición les explicaban que el objetivo verdadero de los programas era destruir los valores morales y religiosos y estimular la experimentación y la actividad sexual entre los niños de todas las edades, y en esto estaban teniendo mucho éxito.

            Olivia Gans, de Víctimas del Aborto de América, vio eficaz pedirles a los delegados de África que adivinasen el número de abortos que se realizaban en Estados Unidos al año. Los delegados respondieron que como en América no había pobres y había educación sexual y acceso a los anticonceptivos, de 200 a 300. Se quedaron asombrados al descubrir que el número era de 1.5 millones.

            Una delegada de Sudán le pidió a una delegada francesa: “¿Por qué estás tan enfadada? Ustedes tienen todos esos derechos que quieren que aceptemos nosotras… Por favor, enséñame algo de tu paraíso, porque todo lo que veo en tu mundo es el aumento de la promiscuidad entre los jóvenes, el aumento de divorcios, el aumento de abortos, homosexualidad, enfermedades venéreas… No veo tu paraíso”.

            Cuando se reunió el grupo de contacto sobre el derecho de los padres, el contingente pro-familia, como habían sido engañados en el pasado, ahora estaba con fuerzas. Como la mayoría, estaban de acuerdo con el siguiente enunciado: “Reconocer las responsabilidades, derechos y deberes de los padres y otras personas responsables legalmente de los adolescentes, proporciona, de forma consistente con las capacidades en desarrollo de los adolescentes y en conformidad con la Convención sobre los Derechos del Niño un respaldo y una guía adecuados, en asuntos sexuales y reproductivos”.

            Dos días después, la presidenta de Canadá hizo copias de una versión totalmente diferente. Mercedes Wilson protestó: “Cuando los países occidentales tienen mayoría, cierran el caso y lo presentan a un comité principal. Cuando nosotros, de los países en desarrollo, tenemos mayoría, ustedes quieren continuar negociando. ¿Qué tipo de proceso dictatorial es este?”

            La presidenta canadiense del grupo de contacto respondió que había hablado del lenguaje con varias delegadas y que estuvieron de acuerdo con el cambio. Mercedes lo comprobó con otros delegados pro-familia que estaban implicados en las negociaciones iniciales y todos negaron que se les hubiese preguntado y que estuviesen de acuerdo con el nuevo lenguaje. Se programó otra reunión de contacto resultó quedarse en punto muerto pero la presidenta esperó hasta que Mercedes se viese obligada a dejar la reunión para asistir a una conferencia de prensa pre-programada en la que presentaba la carta de Madre Teresa a la conferencia. Entonces, la presidenta canadiense hizo aprobar con urgencia el nuevo enunciado, que decía:

            Tener en cuenta los derechos del niño a acceder a la información, a la privacidad, la confidencialidad, el respeto y al consentimiento informado, además de las responsabilidades, los derechos y deberes de los padres y guardianes legales a ofrecer, de forma consistente con las capacidades en desarrollo del niño, una dirección y guía adecuada en el ejercicio por el niño de los derechos reconocidos en la Convención sobre los Derechos del Niño, y en conformidad con la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer. En todas las acciones concernientes con los niños, los intereses del niño serán una consideración principal. (párrafo 108e)

            Esto ya no es el lenguaje de los derechos de los padres sino el lenguaje de los derechos de los niños. Si los niños tienen el derecho a la privacidad y a la confidencialidad, los padres no tienen derechos en lo que importa realmente. ¿Quién decide los intereses del niño? Los promotores del aborto, los burócratas que promueven la anticoncepción y el aborto, los educadores sexuales. Mucha gente se había opuesto a la Convención de los Derechos del Niño sobre la base que se utilizaría para minar los derechos de los padres. Aquí estaba la prueba de que sus preocupaciones estaban justificadas.

            Mercedes expresó su ira en el proceso:

            Vinimos aquí en busca de un consenso. ¿Cómo puede haber consenso cuando una parte espera que la otra sacrifique su religión, sus valores, su soberanía? Habría sido mejor si nos hubiésemos dividido en dos grupos. Que todos los que quieran el sexo paras las chicas solteras, la educación sexual explícita, los preservativos y el aborto, las madres solteras, el matrimonio de lesbianas y que se obligue a todas las mujeres a trabajar fuera de casa, que se pongan de pie en un lado. Y todos los que defienden la familia basada en el matrimonio entre un hombre y una mujer, la maternidad, los derechos de los padres, la protección de las chicas de la explotación sexual y la defensa de la vida humana desde la concepción que se pongan de pie por el otro. Entonces podríamos tener dos documentos y las personas del mundo podrían decidir qué documento representa realmente a las mujeres de su país.

            La única luz brillante en esta oscuridad fue la declaración de la Madre Teresa, que la coalición tradujo a cinco idiomas y distribuyó a los delegados. La Madre Teresa hablaba directamente sobre los asuntos que se estaban debatiendo:

            No comprendo por qué hay personas que dicen que la mujer y el hombre somos exactamente lo mismo y niegan las bellas diferencias que existen entre el hombre y la mujer. Todos los dones de Dios son buenos pero no todos son iguales... Ningún trabajo, ningún plan, ninguna posesión ni  ninguna idea de “libertad” puede quitarle el sitio al amor. Porque todo lo que destruye el don de Dios de la maternidad destruye Su don más precioso a la mujer –la capacidad de amar como mujer... Los que niegan las bellas diferencias entre el hombre y la mujer no se aceptan a sí mismos como Dios los ha hecho... Con frecuencia he dicho que el aborto es el amor destructor de la paz en el mundo en la actualidad y los que quieren hacer de la mujer y el hombre lo mismo están todos a favor del aborto.

LA ORIENTACIÓN SEXUAL


            Las lesbianas constituyen menos del 1 por ciento de las mujeres del mundo pero parecían dominar los grupos de presión en Beijing. El Grupo de Lesbianas ofreció varias enmiendas a la Plataforma Por la Acción. Además de exigir “que la “orientación sexual” se incluyese con la raza, religión y otras categorías protegidas, sus enmiendas exigían una “transformación de la sociedad” que “suprima la jerarquía de género” y programas de educación para “dirigir la violencia contra la mujer incluyendo presiones para conformarse a las normas heterosexuales”. Querían que “familia” fuese sustituida por “varias formas de familias”. También querían que la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer se corrigiese para “establecer la libertad de opción sexual para las mujeres adultas como un derecho humano inalienable”.

Durante la PrepCom las lesbianas habían ganado respaldo de varias naciones de la Unión Europea  y Canadá para que se añadiesen las palabras orientación sexual a los cuatro párrafos del documento. Aunque las palabras estaban entre paréntesis, las defensoras de los derechos de las lesbianas tenían la esperanza de que podrían prevalecer. Si algunos delegados pudieran tener la impresión de que “orientación sexual” se refería a una forma de educación sexual, cuando el tema se debatió todo el mundo, supo que “orientación sexual” significaba la concesión de un estatus protegido a los homosexuales y lesbianas.

Las lesbianas recibían un tratamiento especial de los organizadores de la conferencia. A las mujeres pro-familia que dirigieron una protesta silenciosa a la conferencia de prensa de los Estados Unidos les confiscaron sus credenciales y fueron puestas bajo arresto domiciliario. Pero, cuando las treinta miembros del Grupo de las Lesbianas desplegaron una gran bandera de color púrpura que decía: “Los derechos de las lesbianas son derechos humanos”, durante la sesión plenaria el 8 de septiembre, no se tomó ninguna acción contra ellas.

Sabiendo que el tema iba a ser polémico, la presidenta retrasó el debate de este tema hasta el final. La presidenta dijo que las negociaciones comenzarían a las siete en punto de la tarde pero la sesión no comenzó hasta las once. Las verdaderas negociaciones sobre la”orientación sexual” no comenzaron hasta las dos de la madrugada.

Las delegadas islámicas y africanas no fueron disuadidas por esas tácticas. Una de ellas dijo: “Sabemos lo que están intentando hacer. Están esperando que nos quedemos tan dormidas y cansadas para que nos vayamos a casa y luego poder aprobar esos temas polémicos que serían destructivos para nuestras naciones. Por lo que no vamos a irnos y nos quedaremos en estas sillas hasta que comiencen, aunque tengamos que estar aquí toda la noche”.

Cuando finalmente comenzaron las negociaciones, se levantaba delegación tras delegación para exigir la supresión de la frase “orientación sexual”. Las hablantes dijeron que habían venido a Beijing para discutir los problemas del hambre y la pobreza y no para legalizar la ilegalidad. Cuando, a pesar de todas las maniobras, quedó claro que no había manera de que las fuerzas pro-lesbianas pudiesen amañar un consenso, la presidenta Patricia Licuanan, de Filipinas, decidió que como el término no había sido aireado antes en la ONU, y dada la fuerte oposición, no debería aparecer el término en el texto. Canadá y los Estados Unidos pidieron dos veces que se reconsiderase el lenguaje. Fue a las cinco de la mañana cuando terminó la sesión.

WEDO etiquetó la oposición a la orientación sexual como “una muestra histórica de intolerancia”. A pesar del repudio abrumador del término por los delegados, WEDO afirmaba que en realidad habían ganado.

La Plataforma por la Acción no utiliza las palabras orientación sexual en ningún sitio del documento o declaración de 135 páginas. Sin embargo, la mayoría de los grupos considera que el debate innovador de la conferencia de Beijing sobre el tema de la ausencia de discriminación, basada en la orientación sexual y la afirmación de los derechos humanos de todas las mujeres, ha sido una victoria significativa de los derechos de los gays y lesbianas. (“Un Análisis Breve de la Declaración y Plataforma para la Acción de la Cuarta Conferencia sobre la Mujer de la ONU”, WEDO).

Toda la UE y otros 16 países incluyendo a Canadá, Sudáfrica y los Estados Unidos emitieron declaraciones interpretativas sobre el párrafo 48 (46) advirtiendo que comprenden que el término otro estatus incluye discriminación en la base de la orientación sexual.

Un miembro de la coalición comentó cuando la conferencia llegaba al final que los procedimientos eran los equivalentes a los de la violación por una persona con quien se sale o con quien se tiene una relación. La UE y sus aliados, incapaces de conseguir lo que querían por medio de la persuasión, recurrieron a la fuerza y luego afirmaron que tenían el consentimiento de sus víctimas.


RESERVAS


            Los miembros de la coalición albergaban el deseo secreto de que al menos un país se negaría a unirse al consenso pero se dieron cuenta de que ningún diplomático podía correr el riesgo incluso de aparentar oponerse a los derechos de la mujer y a la igualdad. Por tanto, mientras se acercaba el final, los miembros de la coalición comenzaron a presionar a los delegados para hacer fuertes reservas durante la sesión final. La siguiente hoja se distribuyó en tres idiomas:

NO CONSENTIMOS

La Plataforma de Acción que saldrá de la Conferencia de Beijing es un ataque directo a los valores, las culturas, las tradiciones y creencias religiosas de la amplia mayoría de los habitantes del mundo tanto en los países en desarrollo como en los desarrollados. Al mismo tiempo que en la Plataforma hay muchas cosas buenas y necesarias para el progreso de la mujer, las partes positivas son eclipsadas por las negativas. El documento no respeta la dignidad humana, busca destruir la familia, ignora totalmente al matrimonio, minimiza la importancia de la maternidad, busca imponer actitudes sexuales depravadas, promueve la homosexualidad, el lesbianismo, la promiscuidad sexual y el sexo con niños, y busca destruir la autoridad de los padres sobre los hijos.

            Nosotros, como ciudadanos de los países desarrollados, queremos disculparnos ante las personas del mundo menos desarrollado y permanecer en solidaridad con ellos en defensa de la familia, de la maternidad y de los derechos de los padres. Estamos avergonzados de la forma en que nuestros países han respaldado un proceso de “consenso” forzado negando las traducciones, ignorando a los delegados de los países pequeños y a los delegados oponentes que se negaban.

            Ninguna persona objetiva que mire este proceso, en el que los representantes de los países ricos han forzado a los delegados de los países pobres a la sumisión, puede llamarlo consenso.

            Deseamos que los delegados del mundo menos desarrollado se alcen y digan: “No. No consentimos esta farsa”. Pero somos realistas. Sabemos lo difícil que es esto. Sabemos que estamos pidiendo a los países pobres que entreguen lo poco que tienen. Quizás, en algún lugar del mundo haya un país tan pobre que no haya nada que los países ricos puedan quitarle, que tenga el valor de decir públicamente la verdad de esta Plataforma para la Acción.

            Es terrible que los países en vías de desarrollo tengan que esconderse tras la soberanía nacional para defender los principios universales de respeto por la familia, la maternidad, el matrimonio, la moralidad y la castidad, aunque estos fuesen costumbres atrasadas peculiares.

            Hemos visto cómo han tratado las reservas hechas en El Cairo y otras conferencias pero las reservas son la única forma que queda para protestar por estos abusos.

            Si sientes que no tienes más alternativa que unirte al consenso, no dejes tu última oportunidad de protestar:

POR FAVOR, HAZ FUERTES RESERVAS EN EL PLENO

Miembro de Países Desarrollados de la ONG
Coalición por la Mujer y la Familia

            Los delegados de los países en vías de desarrollo respondieron de forma positiva a este escrito. Algunas de ellas volvieron y pidieron copias adicionales para sus compañeras. Otras les dieron las gracias a los miembros de la coalición por su ayuda. Las promotoras de la “perspectiva de género” puede que hayan manipulado el proceso pero no se habían ganado los corazones ni las mentes. Los participantes pro-familia lamentaban el que se hubiese perdido una oportunidad irrepetible para abordar los verdaderos problemas de las mujeres.

            La plataforma generó un número récord de reservas, ya que país tras país tomaban excepción a las disposiciones en contra de la familia, dejando vacía cualquier afirmación de que se había conseguido el consenso. En un momento de franqueza inusual, la delegada de Malawi expresó la esperanza de que tomar las reservas no les impidiese conseguir financiaciones de las naciones ricas.

            Cuando la conferencia llegaba a su fin, Gertrude Mongella declaró que los procedimientos eran un completo éxito. Reaccionó a la defensiva cuando un periodista le pidió que respondiese a las acusaciones hechas por algunas ONGs de que la Plataforma para la Acción está contra la familia y la maternidad. “¿Significa la educación y erradicar el analfabetismo estar contra la maternidad? ¿Significa exigir la paz estar en contra de la maternidad?” (Li Xing, “Mongella predice un éxito total”, World Women, 14 de septiembre de 1995, p. 1). No hizo referencia a las secciones de la plataforma que respaldaba a las madres a tiempo completo o al trabajo de la mujer en casa porque no había ninguna.

































CAPÍTULO DIECINUEVE: CONCLUSIONES

            Con frecuencia me piden que explique lo que vi en El Cairo y en Beijing en una frase lapidaria de treinta segundos. Con el riesgo de simplificar demasiado, respondo que observé que la ONU está habitada por gente que piensa que lo que el mundo necesita es

1)    menos gente
2)    más placer sexual
3)    la eliminación de las diferencias entre el hombre y la mujer
4)    que no haya madres a tiempo completo

Estas personas reconocen que incrementar el placer sexual puede hacer que aumente el número de bebés y de madres. Por lo tanto, su prescripción para la salvación del mundo es

1)    anticoncepción libre y aborto legal
2)    promoción de la homosexualidad (sexo sin hijos)
3)    cursos de educación sexual que estimulen a la experimentación sexual entre losniños y enseñarles cómo llegar a la anticoncepción y al aborto, que la homosexualidad es normal y que el hombre y la mujer son lo mismo.
4)    La eliminación de los derechos de los padres para que los padres no puedan evitar que los hijos tengan sexo, educación sexual, anticonceptivos o aborten.
5)    Cincuenta/ cincuenta, cuotas hombre/ mujer
6)    Que todas las mujeres estén en la población activa
7)    Desacreditar a todas las religiones que se opongan a esta agenda.

Esta es la “perspectiva de género” y quieren que “sea la corriente principal” en todos
los programas y todos los niveles de todos los países. Para los que miran al mundo desde esta perspectiva de género, la conferencia de Beijing fue un éxito tremendo. Se han convencido de que en Beijing ganaron una autorización para imponer su Agenda de Género sobre todas las familias del mundo.

            Sin embargo, no son tan estúpidos como para creer que pueden venderle esta agenda a la gente común. Por tanto, la Agenda de Género está envuelta en retórica sobre la igualdad y los derechos y charlas de familia, salud y justicia. Hablan de mejorar las vidas de las mujeres pero es a la mujer a la que atacan –la mujer que quiere estar en casa con sus hijos, la mujer que quiere proteger a sus hijos de la explotación sexual, la mujer que quiere trabajar en empleos “tradicionales”, la mujer que no quiere que las feministas radicales y  las activistas lesbianas afirmen que están hablando por ella, la mujer que cree que Dios es su Padre adorable que está en el cielo.


EL FUTURO


            A veces me preguntan si creo que la Agenda de Género tendrá éxito. Es ciertamente posible, dado su impulso y el poder del Sistema de Género. Las universidades, el sistema de educación, las burocracias de gobierno, los medios y los grandes negocios que ya se alinean con ella.

            Sin embargo, el Sistema de Género, por mucho que lo intenten, no podrá cambiar la naturaleza humana. El hombre y la mujer seguirán siendo diferentes. La mujer encontrará medios para ser madre pero la Agenda de Género, si se implementa, minará a la familia y a la sociedad e incrementará los embarazos fuera del matrimonio y el divorcio. Los niños educados en el caos subsiguiente dependerán de los gobiernos cuyos recursos ya están llevados al límite, los deudores emocionales y económicos que mermen las cuentas acumuladas por sus padres y que hipotequen sus futuros. Si la liberación sexual promovida por la Agenda de Género no se revisa, las enfermedades de transmisión sexual y las adicciones sexuales se expandirán por todo el mundo. Y, cuando esto suceda, El Sistema de Género verá sin duda los estragos producidos por sus políticas y sólo verán justificaciones para más financiación, más control y más “formación de sensibilidad de género”. Pero, por mucho control que tengan, no aparecerá ninguna sociedad utópica sin clases de sexo/ género.

            Sin embargo, existe otra posibilidad. Si la agenda de género se promociona demasiado, lo que puede aparecer es una reacción violenta desagradable y brutal no contra los excesos de la Agenda de Género sino contra los derechos de la mujer y la igualdad. Cuanto más oscile el péndulo en una dirección, más oscilará de vuelta hacia la otra. Los hombres pueden decidir que ya han tenido bastante y comenzar a obrar como los opresores de lo que les acusan las feministas de ser. Si estalla una verdadera guerra de sexos, las mujeres se verán obligadas a elegir entre las feministas militantes y los hombres de sus vidas. En una guerra así, las víctimas puede que sean las verdaderas ganancias que ha conseguido la mujer en los últimos cien años.

            Esta generación de feministas, aunque les cueste reconocerlo, se han beneficiado de una generación de hombres educados para respetar a sus madres y, por extensión, a todas las mujeres. El feminismo nunca habría ganado tan fácilmente si los hombres no hubiesen sido formados para ser educados. Puede que la próxima generación de mujeres no sea tan afortunada. Puede que tengan que afrontar a multitudes de hombres huérfanos de madres, privados de padre, que sean mucho menos comprensivos con las preocupaciones de la mujer. Los profesores ya están observando el hosco resentimiento de los jóvenes hacia la “sensibilidad de género”. La violenta música rap que procede de los guetos de bienestar, que glorifica la violación y utiliza los términos más vulgares para referirse a la mujer, refleja un mundo en el que no tener padre es una forma de vida.


DENUNCIA


            ¿Qué se puede hacer para detener la Agenda de Género? El primer paso es evidentemente la denuncia. Las feministas de género han dejado un rastro de papel y se les debe obligar a que se coman sus palabras. Las feministas de género que se esconden tras el lenguaje de la familia tienen que ser denunciadas. Un perfecto ejemplo de este tipo es el libro de Hillary Clinton, It Takes a Village, que está lleno de una sabiduría maravillosa, aparentemente pro-familia. Sin embargo, debajo una encuentra la ideología feminista de género. El libro debería titularse It Takes a Federal Bureaucracy porque la villa que imagina la Señora Clinton no es una comunidad unida en la que los vecinos comparten valores comunes y se respaldan mutuamente sino un lugar en el que las familias dependen de los programas de gobierno.

            Puede que la Señora Clinton pague palabrerías para las madres que se queden en casa pero ella promueve “las guarderías pagadas por el gobierno”. Y, bajo las pequeñas historias acogedoras, hay una pura feminista de género, que escribe: “Puede ser que la mujer consiga la paridad económica y social con el hombre sólo cuando las madres y los padres compartan totalmente la responsabilidad de educar a sus hijos y otras tareas domésticas” (Hillary Clinton, It Takes a Village Nueva York: Simon and Schuster, 1996), p. 212).

            No se les puede permitir a las feministas de género el pretender estar a favor de la familia y de la maternidad, mientras que al mismo tiempo derriban todo lo que respalde el que la mujer esté en su casa.

            Cuanto más sabe la gente común de la perspectiva de género, menos les gusta. Pero, no es suficiente condenar su plan de siete puntos –protestar contra la educación sexual, el aborto y la homosexualidad –o promover la maternidad y la familia. Si se acepta su diagnosis del problema, entonces sus soluciones pueden parecer convincentes.

            Los oponentes de la Agenda de Género debemos atacar su diagnóstico:

1)    La explosión demográfica está a punto de convertirse en una escasez de nacimientos. Los demógrafos honestos saben que la caída de los índices de nacimientos, particularmente en los países desarrollados, y el aumento de la longevidad están a punto de producir un desastre económico de proporciones monumentales, mientras una población vieja y enferma está obligada a depender de un grupo encogido de trabajadores. La historia muestra de forma bastante concluyente que en los países subdesarrollados, el desarrollo económico es desencadenado y respaldado por los dramáticos incrementos de población. La caída de la población desencadena el colapso económico.

2)    La gente que promueve el placer sexual no comprende lo que es el sexo. Están promoviendo una búsqueda de placer egoísta, infantil e inmadura que no puede satisfacer nunca los deseos del corazón humano. En el mismo número de la revista Ms de Gloria Steinem que llevaba un reportaje elogioso de la conferencia de Beijing, había un artículo titulado “Sexual Pleasure Unscripted”, que citaba, entre otras, a Debra Haffner de SIECUS. Sin entrar en los detalles gráficos, el punto del artículo era que el feminismo ha liberado sexualmente a la mujer para que el encuentro sexual ya no sea tan importante y la masturbación se vea como “una ruta natural, totalmente gratificante, hacia el placer sexual”.

            La visión de la sexualidad de la Agenda de Género, no hay nada malo en que la bisexual transexual Kate Bornestein promueva un mundo de perversidad polimorfa. Esto no es liberación sino enfermedad. Kate Bornestein no es un héroe de la revolución sino una figura trágica –un hombre que se había amputado sus genitales y que se viste como una mujer y luego dice que es lesbiana. Estas personas necesitan terapia, no seguidores.

            Los supuestamente liberados sexualmente llegan a ser adictos a sensaciones estériles, siempre buscando formas de incrementar la emoción porque lo que hacen no puede nunca satisfacer a la persona humana que ha sido creada para los placeres privados del matrimonio fiel y las alegrías de los hijos.

            Lo que es más censurable sobre los liberacionistas sexuales es que están apuntando a los niños, esperando hacer adictos a los inocentes de actividades sexuales en solitario y exponiéndoles a depredadores sexuales y conductas peligrosas. Hemos entregado nuestros hijos a abusadores sexuales y a exhibicionistas enmascarados de educadores sexuales. Lo que se necesita es una contra-revolución sexual, no para disminuir los placeres del amor humano sino para liberar a la gente de conductas auto-destructivas y adictivas.

3)    El hombre y la mujer son diferentes. Intentar enseñar a los niños que no serán libres, como demuestra el siguiente artículo, escrito por un estudiante de octavo grado. La clase de Ricky Beyer fue enviada a una “Conferencia de Género”, en la que, según Ricky, los que daban la conferencia estaban intentando adoctrinar a los alumnos”, diciéndoles que “todos los seres humanos son igualmente masculinos y femeninos”.

            Nuestro adoctrinador de la neutralidad abrió nuestras mentes al hecho de que el “hombre” y la “mujer”, tal y como los nombra la sociedad, son lo mismo. Nos dijeron que las personas no tienen moral, ideas, instintos o mentalidades más allá de las que implanta una sociedad. Cuando argumentamos que el “hombre” y la “mujer” tenían instintos diferentes con independencia de lo que la sociedad les había implantado, fuimos tratados con incredulidad y el adoctrinador ni siquiera se dignó a responder a nuestro argumento. Ignorándonos, invitó a una “chica” que decía: “Este es el 90. ¡Los seres humanos no tenemos instintos!” (Ricky Beyer, “Indoctrination: Gender Rules” The Blue and the Gray (Baltimore MD: Gilman School) Febrero de 1995, p. 1).

            Los adultos no deben mentirles a los niños. La igualdad estadística no es un objetivo noble sino un sistema totalitario para cambiar el poder, no a las mujeres comunes sino a la élite feminista que se convertirían en las tiranas del nuevo orden mundial.

4)    La mujer tiene derecho a ser madre –a la mujer se le ha confiado de una forma especial la persona humana. No se puede obligar ni presionar ni coaccionar y de ninguna forma privar a la mujer de su derecho a tener hijos y de cuidar a sus propios hijos.

            Celebrar la maternidad de la mujer no disminuye de ninguna forma las otras muchas actividades y aficiones de la mujer, ni menosprecia los logros de las mujeres que no son madres biológicas pero negar el derecho de la mujer a ser madre denigra a toda mujer.

            Me considero muy afortunada de haber podido estar en casa con mis hijos mientras estaban creciendo. He visto el dolor en las caras de las jóvenes que son obligadas a trabajar y a dejar a sus bebés con otras y he visto los sacrificios económicos que han hecho otras mujeres para estar en casa con sus hijos. Si la sabiduría es conocer la diferencia entre lo que debe aceptarse y lo que se puede cambiar, entonces la sabiduría hoy debe ser que la situación presente no tiene que aceptarse. Toda mujer debe tener el derecho a decidir por sí misma si quiere hacer de la maternidad su vocación principal y tener la oportunidad de cuidar a sus hijos durante el tiempo que estime necesario –no el que un empresario o el gobierno le conceda.

            Llevará más que la denuncia y los argumentos brillantes. Si esto es una guerra cultural, entonces debe lucharse con la cultura además de con argumentos. Los guerreros deben escribir historias, cantar canciones y producir imágenes que comuniquen la verdad del ser humano.

            Y, llevará grosería calculada. Las feministas han confiado en la educación de los hombres. Han exigido que la tontería peligrosa y la estupidez  total sean tratadas con  respeto. La Agenda de Género no puede ser derrotada hasta que la gente tenga la voluntad de ponerse de pie y decir: “No más lenguaje inclusivo, no más discursos de lo políticamente correcto”. Debemos rechazar decir “género” cuando queremos decir “sexo”. Los que son ofendidos por la realidad y la naturaleza humana tendrán que vivir con ella.

            Las mujeres de todo el mundo se han puesto de pie y han dicho alto y claro: “Estas feministas no hablan por nosotras”. Grupos locales, nacionales e internacionales de mujeres de las bases se han organizado para luchar varios aspectos de la Agenda de Género. Conocí a muchas de estas mujeres en Beijing y sé que cada una de ellas representaba a miles más que estaban en casa.

            La Agenda de Género me recuerda un globo gigante en una habitación pequeña.  Mientras todo el mundo trata al balón con respeto, continúa expandiéndose y, eventualmente, sofocará a la gente de la habitación. Pero todo lo que se necesita para detener el globo es un alfiler afilado. Este libro tiene la intención de ser ese alfiler.
















           













           

           

           
           












           









           



[1] El número y/ o letra que preceden a las citas de la Declaración y la Plataforma para la Acción de Beijing hace referencia al párrafo del que se tomó el extracto. Algunas de las citas van precedidas por dos números. Esto es necesario porque el primer número es del esbozo y es el número que se utilizó durante los debates. El segundo número entre paréntesis es el que se utilizó en el documento final en el que algunas de las numeraciones se cambiaron por las sumas y restas. El mismo sistema de referirse al documento se utilizará en este libro para mejor claridad.

Um comentário:

  1. HOLA, quiero compartir este maravilloso testimonio con el mundo entero en caso de que haya algún cuerpo en esta misma situación. Me diagnosticaron de VIH en el año 2009 hasta que quise decir un testimonio en línea de una mujer con nombre Anita sobre un hombre llamado Dr Solution, no estaba muy seguro de si era real hasta que me contactó con él mismo. Pensé que nunca había una cura para mi enfermedad mortal pero el Dr. Solution me dijo que sus hierbas podrían curarme, y entonces decidí intentarlo, él entonces me dijo que una vez que empiece a tomar sus hierbas, que sólo Tómame algunos días para ser curado, lo creí y tomé la hierba con fe. Después de que me dio la medicación, la tomé y sentí algunos nuevos signos en mi cuerpo y decidí ir a una prueba y el resultado declaró que yo era VIH negativo, estaba muy contento e incluso llamé a mi pastor y le dije Estoy muy feliz de que ahora soy VIH negativo y también estoy feliz de que ya no estaré viviendo como un paciente con VIH como lo he hecho durante los últimos 6 años, así que ayúdame a decir un gran agradecimiento al Doctor Solución para salvarme de las manos de la dolencia mortal. Si también estás en este tipo de situación y estás buscando ayuda, no busques más por que has recibido la información correcta que has estado deseando durante mucho tiempo en este tipo de problemas que estás muy libre de contactar con Dr. Solution hoy A través de su correo electrónico privado: solutionhealinghome@gmail.com. Creo firmemente que él te ayudará como lo hizo el mío, mantente fresco y Dios te bendiga.
    Email: solutionhealinghome@gmail.com o solutionhealinghome@yahoo.com también puede enviarle un mensaje en what'sapp messager +2348077683109
    Sitio web: http://healinghome.webs.com


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